RECLAMO DE UNA MUJER SOLTERA No, el reclamo no se refiere

RECLAMO DE UNA MUJER SOLTERA
No, el reclamo no se refiere en este caso, a la falta de hombres solteros disponibles. Con ese
asunto, podemos lidiar con mayor facilidad, que con el que deseo tocar esta vez.
El tema es: LA FAMILIA. Los hermanos casados, los padres mayores.
La inspiración para el presente escrito, me vino de una serie de acontecimientos que me ha tocado
vivir en lo personal, y en la vida de ciertas amigas solteras cercanas. Todas padecemos del
EGOISMO FAMILIAR.
Con esto nos referimos, a que con frecuencia, nuestras familias piensan, que por el simple hecho
de ser SOLTERAS, somos hijas, hermanas y tías 100% disponibles a cada momento del día.
Escena número uno: sábado por la mañana. Claudia se dirigía rumbo al Ginecólogo, cuando a
medio camino le llama su hermano diciéndole: ¿Dónde estás?, voy rumbo a tu casa, a dejarte al
niño, porque mi mujer y yo tenemos un día realmente ocupado y NECESITAMOS que lo cuides .
Claudia algo molesta le dice que va rumbo al médico, que no está en casa, a lo que su hermano
responde que no importa, que se lo llevará al consultorio. ¡Y lo hace! Increíblemente aparece
minutos más tarde con el niño en el consultorio. Lógicamente, Claudia entró a consulta con todo y
sobrino.
Claudia siempre ha querido llevar una relación cordial con su hermano. Y varias veces, escenas
como éstas, han sido motivo de fuertes discusiones, ya que su hermano piensa, que en realidad
Claudia no debe tener inconveniente alguno en cuidar a su hijo, si no está casada, si no tiene hijos,
¡ES UNA MUJER SOLTERA! ¡TIENE QUE HACER SU PAPEL DE TIA!
En realidad todo estaría perfecto, si al menos cuidar al niño fuera algo planeado con anticipación,
pedido de buena gana y solamente en caso de que Claudia, no tenga otro compromiso
previamente pactado.
Escena número dos: Un día cualquiera, el padre de Andrea, muere. Su madre, ahora vivirá sola,
lejos de ella, en otra Ciudad. En donde por cierto vive también, el más joven de sus hermanos,
recientemente casado. Andrea tuvo 4 hermanos, todos ellos casados. Andrea es la única soltera.
Por lo que sus 4 fantásticos hermanos hablan con ella y le dicen.
Hermana, hemos pensado,
que ahora que mamá ha quedado sola, es cuando más va a necesitarte. Ella no puede vivir sin
compañía, es fuerte todavía, pero dentro de unos años ya no podrá manejar y no es bueno que
viva sola. ¿Por qué no dejas tu casa y te vienes a vivir aquí?
Andrea, serena pero firme, dice NO. Convirtiéndose en ese momento, en la hija irracional y hasta
desconsiderada de la historia.
Es verdad, somos mujeres solteras, sin hijos, económicamente independientes, pero no estoy de
acuerdo con la frase: SOLTERA Y SIN COMPROMISO , ya que tenemos un gran compromiso,
y es EL QUE TENEMOS CON NOSOTRAS MISMAS.
Nunca desde que decidí salirme de casa, he pedido un centavo a mis padres. Las mujeres
solteras, como mis amigas y yo, hemos aprendido a ser independientes. Aprendimos, que vivir
fuera de la casa paterna por no querer someternos ya a las reglas de nuestros padres y tener
libertad, implicaba también CREAR TUS PROPIAS REGLAS, y mucha RESPONSABILIDAD.
Nuestros trabajos, triunfos y fracasos son responsabilidad nuestra. Al igual que nuestras vidas. Ser
soltera conlleva a tener una gran responsabilidad. Eso que nuestros hermanos tanto nos echan en
cara, que es el no tener un marido e hijos, es precisamente lo que le da más importancia a
nuestros trabajos, por ejemplo. Porque las mujeres solteras, no tenemos una economía
compartida, una responsabilidad compartida. No podemos recargarnos en un hombre para cubrir el
pago de la luz, de la renta, o de algún crédito. UNA SOLA MULA JALA LA CARRETA. Por este
simple motivo, la vida, el trabajo y el tiempo de una mujer soltera ES TAN, O MÀS IMPORTANTE
QUE EL DE SU HERMANO(A) CASADO(A). Porque solo nos tenemos a nosotras mismas para
salir adelante. Y si nuestros hermanos tomaron la decisión de casarse y tener hijos, deben ser lo
suficientemente responsables, para ser tan independientes como lo somos nosotras. El
matrimonio, como cualquier carrera profesional, requiere de vocación, y muchas mujeres, al igual
que mis amigas y yo, no la tenemos, y optamos por la soltería. En ella hemos encontrado la
felicidad.
Los amores que hemos tenido, han sido tan libres como el resto de nuestras vidas. Por el motivo
que sea, eso no entra en discusión ahora, pero cada quién pinta la felicidad, con su color favorito.
Es un derecho.
Pero créanme, el que la familia entienda esto, es realmente complicado. Es por ello, que otra de
las cosas que hemos aprendido, es la importancia de un NO PUEDO a tiempo. Acostumbrar a
tu familia a que contigo no se va a contar SIEMPRE.
Hacerlos entender, como sea, que tu vida también es importante, que tu tiempo vale, y que no
estás disponible forzosamente cada fin de semana. Que a veces es grato hacer el papel de tía y
tumbarte en la cama a ver caricaturas, pero que también, muchas veces te tumbas en la cama y no
precisamente con tus sobrinos, o para descansar. Tenemos una vida propia. Tenemos la vida que
decidimos tener, al igual que ellos la decidieron al decir un Sí, ante el Juez, y merecemos que se
respete nuestro tiempo y espacio, al igual que al resto de la gente.
El valor de la familia es una de las cosas más hermosas que podemos tener en la vida. Por lo
mismo, respetémonos mutuamente, padres, hijos, casados, solteros, divorciados. Podemos contar
con la familia, y la familia contar con nosotras, pero hagamos las cosas bien y no atropellando,
suponiendo que mi hermana soltera no tiene realmente NADA MEJOR que hacer el sábado por la
noche que cuidar a sus sobrinos. Y reconociendo que al igual que yo, mi hermana soltera, debe
cuidar su trabajo y economía.
Estoy segura que más de una mujer soltera se identificará con nuestras experiencias. Atrévete a
decir NO PUEDO. Antes de que se acostumbren a tu disponibilidad. Saludos y hasta la próxima.
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