El Universal Alberto Barranco 28 DE AGOSTO DEL 2015

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El Universal
Alberto Barranco
28 DE AGOSTO DEL 2015
Cielos... y tierra abiertos
Frenada su puesta en escena por la pretensión de Aeroméxico y Delta Airlines de
incrustar una cláusula de inmunidad monopólica, el Convenio de Servicios Aéreos
entre México y Estados Unidos plantea un escenario inadmisible para el país, al
incluir al transporte de carga de superficie.
El absurdo del documento firmado en noviembre del año pasado no solo dejó de
lado a la Cámara Nacional de Transporte de Carga, sino soslayó la tenaz
resistencia de la Casa Blanca para acatar los acuerdos firmados hace 21 años en
el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Como usted sabe, el acuerdo permitía la posibilidad de apertura de fronteras a
empresas de carga de ambos países, con la novedad de que hasta hoy sólo 15
operadores mexicanos pueden efectuar cruces fronterizos de largo recorrido.
De acuerdo al artículo ocho del texto pactado (transporte intermodal), la apertura a
la carga procedente del vecino país no solo alcanza al sector aeronáutico, sino al
transporte de superficie, lo mismo terrestre que marítimo.
De acuerdo al convenio actual, la pauta hacia el servicio de recolección y entrega
solo podría darse de cara a operadores autorizados por cada país, a un precio
único por el servicio combinado.
Lo grave del caso, además, es que el convenio no hace distinción en cuanto a la
carga, y compromete el ejercicio de las facultades de la autoridad mexicana para
hacer cumplir requerimientos normativos necesarios que garanticen un estado de
derecho.
De acuerdo al párrafo ocho del artículo octavo, las aerolíneas de Estados Unidos
podrán contratar a proveedores indirectos de transporte de carga que operarían
sin restricciones.
A quién le importa si la Ley de Inversiones Extranjeras reserva a inversionistas
nacionales el transporte de carga de cabotaje, es decir el llevar mercancías de uno
a otro puntos del país.
En la fase previa a la elaboración del documento se realizaron tres rondas de
negociación, encabezadas por la Dirección General de Aeronáutica Civil y los
Departamentos de Estado y de Transporte de Estados Unidos, invitándose hasta
la tercera de ellas, cuando los arreglos estaban alisados, a la principal empresa de
carga aérea mexicana, Estafeta, cuyas objeciones apuntaron al vacío.
La firma hablaba de las evidentes asimetrías con el país vecino que se agraviarían
con lo pactado en el marco de la quinta y séptima libertades, es decir el permitir a
las líneas aéreas estadounidenses tomar carga en México hacia un tercer país y
viceversa, aún sin tocar territorio de su país.
A las dos primeras rondas se invitó a las empresas Aero Unión, es decir Avianca,
y Aerotransporte Mas de Carga, es decir LAN-TAM, cuyo capital es extranjero o
mayoritariamente extranjero.
En la laxitud negociadora de México, se abrió la posibilidad de las "paradasestancia" para embarcar mercancía a otro punto del territorio nacional, es decir
cabotaje.
El entreguismo ni siquiera le abrió paso a la posibilidad de salvaguardas.
Aunque Estados Unidos tiene 117 convenios de cielos abiertos, de los cielos 78
contemplan la séptima libertad, México no tiene ninguno, es decir el país vecino
puede abrir rutas en México como mercado alimentador para llevar carga a una
gran cantidad de naciones.
Dicho con todas las letras, una línea aérea de la nación de las barras y las
estrellas podría tomar carga a Canadá y descargarla en México, y tomar otra en el
país para llevarla a Costa Rica, Panamá o Colombia, por señalar algunos
ejemplos, sin tocar su propio territorio.
Otro regalito a la Casa Blanca, con los atentos saludos del patio trasero.
** Balance general. Librada por Telcel la megamulta que le había impuesto la
Comisión Federal de Competencia Económica por reincidencia en una práctica
monopólica absoluta, ahora América Móvil enfrenta una batalla más difícil con otra
de sus filiales, Teléfonos de México, en cuyo escenario late la posibilidad de
perder la concesión.
El procedimiento que le abrió el Instituto Federal de Telecomunicaciones no
contempla la posibilidad de una simple multa, sino la cancelación del Título de
Concesión.
El problema es demostrar que la firma de Carlos Slim está realmente asociada, es
decir participa en el capital de Dish, la única compañía en el país que le hace
sombra a Sky en materia de televisión satelital de paga.
El cargo habla de que Telmex se benefició de la posibilidad del must carry y must
offer, es decir el derecho de las televisoras de paga de transmitir los canales
nacionales de televisión abierta a título gratuito.
El callejón es estrecho.
** Siempre sí. Negada por la Secretaria de Economía la alternativa permitida por la
Organización Mundial de Comercio de imponer aranceles extraordinarios hasta un
margen de 30% a las exportaciones que pongan en peligro a una rama productiva
en conjunto, finalmente se decidió a dar el paso ante la presión de las empresas
acereras.
Como usted sabe, China está enviando cataratas del producto a un precio
inalcanzable por los productores nacionales, lo que ha redundado en paros
técnicos, es decir suspensión de parte de la capacidad instalada y despidos
masivos de trabajadores.
Tanto los países europeos como Estados Unidos han implantado medidas
arancelarias drásticas para protegerse.
En el escenario las firmas han logrado la aceptación a la medida de ramas como
la automotriz, tras demostrar que no habría afectación a su causa.
** ¿Nos salvó la campana? Anticipada la compra de coberturas para garantizar un
precio mínimo de 49 dólares por barril para la mezcla mexicana de petróleo para el
año próximo, la medida pareciera un bálsamo frente la caída en la cotización de
los últimos días, que ha llegado a 34.
La Secretaría de Hacienda pagó mil 90 millones de billetes verdes para garantizar
el precio de 580 mil barriles diarios, poco menos de la cuarta parte de la
producción.
Sin embargo, aunque la medida se coloca como activo en el terreno de la
confianza, parecería prematura, dada la posibilidad de un repunte del precio ante
la temporada invernal.
** Cónclave de concreteros. La semana próxima, concretamente el jueves, se
realiza en la capital del país un conclave de productores de concreto, en cuyo
marco se impulsará la creación de un clúster, el primero en América Latina, en
cuyo marco se garantizarían los insumos necesarios para la construcción del
nuevo aeropuerto de la ciudad de México.
La apuesta sería de 300 millones de pesos para expandir 20 plantas con
capacidad de producción de 380 mil metros cúbicos al año.
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