• • • • • • • • • Recuperar los instrumentos de negociación colectiva entre sindicatos y empresarios que fueron laminados por la reforma laboral del PP, estableciendo cauces de flexibilidad interna y de moderación salarial pero desde la negociación y el acuerdo, y garantizando la moderación también de los beneficios empresariales y de las retribuciones de los directivos. ACTO INFORMATIVO Los continuos recortes de gasto y las subidas de impuestos, fruto de los errores del PP al adoptar una compulsiva y errónea política de austeridad a toda costa, merman aún más las posibilidades de recuperación de la economía española, hunden el consumo y la inversión, y empeoran todavía más las tasas de paro, lo que conduce al incumplimiento de los propios objetivos de déficit. Es necesario un calendario realista de consolidación presupuestaria que sea creíble y realizable. La consecución de la estabilidad presupuestaria, debe responder a un plan a medio plazo de reducción del déficit estructural que permita asimilar los ajustes con un menor coste social y compatibilizarlos con políticas de crecimiento y creación de empleo. Debe abordarse sin dilación una verdadera reforma fiscal que sitúe en el centro de sus objetivos la lucha contra el fraude fiscal, auténtico lastre de nuestro sistema económico. Los impuestos deben recuperar su progresividad y han de facilitar la inversión y la creación de empleo por parte de las empresas. Se trata de gravar menos las iniciativas emprendedoras y las actividades productivas, desplazando la carga tributaria hacia las grandes fortunas y las rentas más elevadas así como sobre las transacciones financieras, abriendo también el paso a la imposición ambiental Charla – Coloquio Economía Interviene: Eduardo Bandrés (Secretario de Economía del PSOE - Aragón) Junta de Distrito Centro, 28 de febrero de 2013 Cl. Hernán Cortés, 31-33 Ejecutar el Pacto Europeo por el Crecimiento y el Empleo, mediante la aportación financiera de 120.000 millones de euros a través del Banco Europeo de Inversiones y de los Fondos Estructurales. Concluir la reforma financiera, impulsando la restauración de los flujos de crédito a las pequeñas y medianas empresas, a los autónomos y a las familias. Impulsar la competitividad de las empresas españolas, mejorando la inversión en I+D+i, apoyando la cooperación empresarial y la internacionalización. Reforzar las políticas activas de empleo, fomentando un sistema de formación profesional dual basado en la alternancia de la educación en la escuela y el aprendizaje remunerado en las empresas. Las políticas de sostenimiento de rentas de las personas más necesitadas deben no solo mantenerse sino ampliarse, eliminando las restricciones introducidas por el PP en el Plan Prepara y creando un fondo de ayuda a las familias en situación de pobreza y riesgo de exclusión social. El mensaje final que los socialistas aragoneses es que las cosas se pueden hacer de otra manera. Que se puede mantener reducir el déficit público pero impulsando el crecimiento, que se debe recuperar el diálogo social, y que la salida de la crisis debe hacerse desde un reparto más equitativo de los costes entre todos los españoles. Más información en www.psoe.es Comisión Ejecutiva Provincial PSOE –Zaragoza Cl. Conde Aranda, 138 3ª Planta 876.000.300 [email protected] LA CRISIS HA EMPEORADO EN LOS ÚLTIMOS DIEZ MESES La política económica del Gobierno del Partido Popular se ha demostrado nefasta para afrontar los retos de la crisis económica e iniciar una senda de recuperación del crecimiento y del empleo. El Fondo Monetario Internacional sitúa a España en la penúltima posición de entre 185 países del Fondo en cuanto a sus previsiones de crecimiento para el año 2013 y a la cabeza de las tasas de paro de toda la Unión Europea. La torpeza y la incompetencia del Gobierno del PP han dañado gravemente la credibilidad de España ante el mundo, aumentando la desconfianza en nuestro país y entregando la tutela y dirección de la política económica a instancias ajenas por completo a la voluntad de los ciudadanos españoles. Algunos pensaban que solo con cambiar de gobierno, España iniciaría la salida de la crisis, pero el hecho cierto es que la economía española está hoy mucho peor que cuando el PP ganó las elecciones. LOS DESASTRES ECONÓMICOS DEL GOBIERNO DEL PP • El déficit público: pretendiendo culpar al anterior Gobierno, el PP habló de déficit oculto ofreciendo una imagen de falta de seriedad ante Europa, cuando las principales • • • • • • desviaciones se debieron a comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular. Además, la UE desautorizó a Rajoy y le impuso unos objetivos de déficit a los que no fue capaz de replicar. Los presupuestos del Estado. Por razones electoralistas (Andalucía y Asturias), perdiendo un tiempo necesario, el Gobierno retrasó la aprobación de los Presupuestos y hubo de enmendarlos dos veces con recortes de 10.000 millones en abril y otros 65.000 millones en julio. La reforma laboral. Facilita el despido, precariza las relaciones laborales y recorta derechos reconocidos constitucionalmente. El resultado ha sido un aumento de los despidos con menor indemnización, una caída de la contratación indefinida, un descenso de los salarios y un crecimiento del paro entre todos los colectivos. Subidas del impuestos. Incumpliendo todas sus promesas, el Gobierno de Rajoy ha subido el IVA y el IRPF afectando principalmente a los asalariados y a las clases medias. Amnistía fiscal. Un golpe durísimo para la moral fiscal de los españoles y para la actividad de la Administración Tributaria en la lucha contra el fraude, a favor de los grandes defraudadores y con escasos resultados recaudatorios. Reforma financiera. Entre dudas, vacilaciones y continuos cambios de criterio, el gobierno ha terminado por desorientar totalmente a las instituciones financieras, ha forzado fusiones bancarias con criterios estrictamente políticos, ha entregado la supervisión a agencias evaluadoras extranjeras y no ha sido capaz de restaurar la confianza de los mercados financieros en los bancos y cajas españoles ni de facilitar el crédito a empresas, autónomos y familias. Nacionalización de Bankia. El golpe de gracia a la ya debilitada confianza de Europa en el gobierno español. Lo que comenzó siendo un problema de 4.500 millones ha terminado en un agujero de más de 24.000 millones, ofreciendo una penosa imagen de improvisación, falta de rigor y desconocimiento, que ha perjudicado durísimamente a las demás entidades financieras españolas. La conclusión que se obtiene de esta sucesión de desastres en la política económica es que el Partido Popular no ha sabido gestionar la situación de crisis en que se encuentra la economía española. El resultado es bien conocido: más cierres de empresas, más despidos, más paro, menos salarios, peores servicios públicos y un nivel de vida cada vez peor. OTRA POLÍTICA ECONÓMICA ES POSIBLE El Gobierno agacha la cabeza ante los poderes económicos europeos y carga el peso de su frustración en forma de recortes de derechos para todos los españoles: en prestaciones por desempleo, en salarios de los funcionarios, en sanidad, en educación y en dependencia. Trabajadores, pequeños empresarios, autónomos, empleados públicos, profesionales y clases medias, pagamos más impuestos y recibimos menos y peores servicios públicos. Pero lo más grave es que todos los sacrificios no sirven para enderezar la marcha de la economía ni para crear empleo, por lo que corremos el riesgo de que el desánimo se apodere de todos nosotros. La sobredosis de austeridad ni restaura la confianza de empresas y consumidores, ni la de los mercados financieros. Nos quejamos con razón de que algunos países de la Unión Europea – especialmente Alemania- no adopten políticas de estímulo del crecimiento, pero el margen de que se dispone lo desperdicia el Gobierno cargando contra la inversión pública, la I+D+i y las políticas activas de empleo. • Es posible otra política económica, pero los condicionantes externos y las limitaciones de nuestra pertenencia al euro, nos obligan en primer lugar a buscar una posición común de fuerza como país, ante las instituciones y países Europeos. Son tantos los desplantes que el PP ha hecho al Partido Socialista y a toda la oposición, que puede parecer inútil apelar a la necesidad de un gran Pacto Social y Político para salir de la crisis. Y son tantos los destrozos del PP que es posible que ya no haya opciones de consensuar una posición común, con empresarios, sindicatos, CCAA y partidos para diseñar y ejecutar con acierto y solidaridad otra política económica. Pero hay que intentarlo. Es necesario recuperar el diálogo social, político e institucional para hacer frente a una crisis que no tiene precedentes en la reciente historia de España.