Solucionario: “La Regenta” Solucionario “La Regenta” Este título también dispone de guía de lectura y ficha técnica www.planetalector.com -1- Solucionario: “La Regenta” I 1. En estas páginas se destaca, sobre todos los demás, un rasgo fundamental del carácter de don Fermín: la ambición. De Pas es un hombre culto e inteligente que, como denota su encumbrada posición al inicio de la novela, se considera superior al resto de los habitantes de Vetusta. Siente que es el dueño de ese pequeño imperio y que, bajo sus pies, los vetustenses son «escarabajos» (p. 175). Como miembro destacado del clero, su posición social es cercana a la de los nobles de raigambre que habitan Vetusta; tiene, además, cierto poder político y económico sobre sus conciudadanos y, por supuesto, ejerce su influencia espiritual con mano de hierro. Es lógico, en consecuencia, que dos «pillos» como Bismarck y Celedonio se sientan intimidados en su presencia. Ambos personajes ejercen la función de antítesis del Magistral: frente a lo «empingorotado» (p. 169) de don Fermín, frente a su distinción y altanería, ellos representan lo más bajo de la sociedad vetustense. Pero, a pesar de las apariencias, a nivel moral no hay grandes diferencias entre los unos y el otro. 2. Vetusta es una ciudad española típicamente provinciana: lo suficientemente grande como para que entre su población se representen todos los tipos sociales y lo suficientemente pequeña como para que todos sus habitantes estén unidos por medio de una invisible red de prejuicios, rencillas, intereses, rencores, etcétera. Se trata de una ciudad sometida a la tiranía de las apariencias externas; su ambiente opresivo es un trasunto del Oviedo de Alas, pero se podría decir que refleja la realidad de cualquier otra ciudad de la España decimonónica. Algunos de los fragmentos en los que nos podemos basar para sustentar estas opiniones son: «La Encimada era el barrio noble y el barrio pobre de Vetusta. Los más linajudos y los más andrajosos vivían allí, cerca unos de otros, aquéllos a sus anchas, los otros apiñados.» (p. 176); «fuera del barrio noble, al Oeste y al Norte, gráficas señales de la fe rediviva en los alrededores de Vetusta, donde construía la piedad nuevas moradas para la vida conventual, más lujosas, más elegantes que las antiguas» (p. 177); «los míseros plebeyos que a fuerza de pobres no habían podido huir los codazos del egoísmo noble o regular vivían hacinados en casas de tierra» (p. 178). Como toda descripción literaria, la que aquí se nos ofrece proporciona, además de datos concretos y tangibles, detalles más sutiles: una semblanza moral de la ciudad y, por extensión, de sus habitantes. www.planetalector.com -2- Solucionario: “La Regenta” 3. 4. Cabe destacar a ese respecto la «injusticia distributiva» (p. 178); la preponderancia de lo religioso y lo noble frente a lo obrero; la sensación de caos y podredumbre generalizada que no habla muy bien de los vetustenses, etcétera. Se trata de un recurso muy eficaz para el narrador. La mirada del Magistral a través del catalejo le permite dos cosas: por un lado, presentar ya ante el lector los elementos geográficos y humanos de la ciudad de Vetusta que le interesan (como por ejemplo la Regenta en la página 173); por otro lado, nos ayuda a conocer al Magistral: gracias al catalejo sabemos en qué y en quiénes focaliza este personaje su atención. El hecho de que el narrador sea capaz de decirnos que Frígilis será un personaje que «encontraremos más adelante» (p. 184) implica que se trata de un narrador omnisciente y, por tanto, con conocimiento total y absoluto acerca de las acciones, los sentimientos y los pensamientos de todos los personajes. Como es típico en esta variedad narratológica, en La Regenta se utiliza la tercera persona para relatar la historia. II 1. 2. 3. El anticlericalismo. La mayor parte de los críticos y estudiosos de la obra coinciden en que la antipatía que Leopoldo Alas «Clarín» sentía hacia los hombres de la iglesia empapa esta novela. Los personajes que nos describe en estas páginas son hipócritas, maldicientes, egoístas, de moral relajada y, en definitiva, poco católicos. Por un lado, don Fermín de Pas cuenta con el apoyo del Arcipreste Ripamilán y, según se dice, del Obispo, que «era un esclavo de don Fermín» (p. 204). A él se opone el Arcediano Glocester, que cuenta entre sus filas con don Custodio, el Beneficiado. Se trata del estilo indirecto libre. En él, a través de la voz del narrador, se nos transmiten los pensamientos o sensaciones de un personaje, en este caso los de don Fermín de Pas. Esta técnica se distingue, entre otras cosas, por la utilización de la tercera persona para referirse al propio personaje y por el empleo de los tiempos verbales pasados. www.planetalector.com -3- Solucionario: “La Regenta” 4. Estos personajes comienzan a llenar el fresco de Vetusta. Don Saturnino es lo que podríamos llamar un «erudito de pacotilla» y desempeña una función satírica y humorística a lo largo de toda la obra. Doña Obdulia es una de las damas que se codea con la alta sociedad vetustense; destaca por su frivolidad, su moralidad disoluta y la importancia que atribuye a las apariencias. Finalmente, el matrimonio Infanzón representa el sector más pacato, rústico y puritano de la sociedad. III 1. 2. 3. 4. Doña Ana Ozores tiene veintisiete años, mientras que don Víctor de Quintanar tiene «cincuenta y tantos» (p. 223). La relación que se ha establecido entre ambos se asemeja más a la de un padre y una hija que a la de un marido y una esposa. Respuesta libre. Los alumnos deberían mencionar la mezcla entre literatura y vida que se presenta en doña Ana desde el principio de su caracterización. La Regenta es un personaje melancólico, depresivo, voluble, inestable y tendente a la autocompasión. Su visión de la vida está pasada por el tamiz del arte y de la literatura, especialmente de la religiosa. La concepción mística de la realidad que se deriva de sus lecturas la lleva a considerarse una mártir capaz de los más grandes sacrificios. El médico de su honra es una de las obras dramáticas más destacadas de don Pedro Calderón de la Barca. En ella, el dramaturgo lleva a sus máximas consecuencias el código de honor que ya se había popularizado en comedias de otros autores áureos como Lope de Vega. Quintanar es un gran lector de ese tipo de obras y, al igual que su esposa, llega en ocasiones a confundir la ficción literaria con la realidad. En consecuencia, podemos decir que su sistema de valores está obsoleto, que su forma de entender la vida no se corresponde con las circunstancias que lo rodean. www.planetalector.com -4- Solucionario: “La Regenta” IV 1. 2. El aya quiere decir que Ana es tan indigna como su madre, una costurera italiana a la que la maledicencia le atribuyó un pasado indecente. También se dijo de ella que había conquistado al padre de Ana con malas artes para hacerse con sus riquezas. El aya relaciona en este mismo sentido a Ana con Germán: según ella, la muchacha ha heredado de su madre la tendencia a la inmoralidad y ha conseguido seducir al niño con sus encantos. En este capítulo se mencionan Las confesiones de San Agustín, El genio del cristianismo y Los mártires de Chateaubriand y El cantar de los cantares de san Juan de la Cruz. V 1. Las tías de Ana son dos mujeres solteronas que, al igual que otros muchos personajes de la obra, se rigen por las apariencias: fingen ser caritativas al recoger a Ana, pero en realidad la muchacha les supone una molestia; utilizan a su sobrina para dárselas de mártires ante el resto de la sociedad; son egoístas, como demuestra el hecho de que una de ellas, por simple aburrimiento, ponga en riesgo la vida de Ana llevándola a Vetusta antes de que esté completamente recuperada; y su moral no es tan recta como ellas quieren dar a entender, de ahí que inciten a la joven a participar en los juegos pícaros del resto de los muchachos. Su comportamiento es, en consecuencia, hipócrita y poco cristiano. 2. Los más evidentes son, quizá, don Quijote y Emma Bovary. 3. La alta sociedad vetustense acoge en seguida a Ana por su belleza. Sin embargo, la joven sigue sintiéndose sola. Es muy consciente de que lo único que quieren sus tías es que se recupere y se case para librarse de ella, por lo que la muchacha pone todo su empeño en lograr ese objetivo. Continúa refugiándose en las lecturas religiosas y llega a pensar en hacerse monja, pero esa vocación no encaja en los planes de sus tías. www.planetalector.com -5- Solucionario: “La Regenta” VI 1. 2. En los capítulos anteriores se ha realizado una incursión retrospectiva en la infancia y adolescencia de Ana cuyo fin es que conozcamos mejor al personaje y comprendamos con mayor facilidad sus motivaciones. Sin embargo, en este capítulo volvemos ya al presente de la trama, al momento en que comienza la acción de La Regenta. Hasta ahora se han hecho varias alusiones a Álvaro Mesía, pero él no ha aparecido directamente en la novela. Lo mismo ocurre en este capítulo, aunque ahora, a través del coro que forman los personajes habituales del Casino, obtenemos más datos acerca del que será uno de los actores principales de la obra. Esta técnica del «coro» se utilizará bastante a lo largo de la novela. VII 1. 2. 3. Estas palabras de Ronzal identifican a don Álvaro Mesía con un personaje literario archiconocido: don Juan Tenorio, el seductor por antonomasia. Por medio de esa equiparación el lector puede inferir algunos de los rasgos más destacados de la personalidad de Mesía: conquistador, galante, caballeroso, egoísta, egocéntrico y de escasos escrúpulos. Por otro lado, la frase de Ronzal da voz a una creencia bastante común en toda Vetusta: que la Regenta jamás sucumbirá a los encantos de Álvaro o de cualquier otro galán. Don Álvaro opina que «la ambición y la avaricia eran los pecados capitales del Magistral, la avaricia sobre todo; por lo demás era un sabio; acaso el único sabio de Vetusta» (p. 302). Se sabe que «no le quería bien ni mucho menos» (p. 304). Es decir que, a pesar de que admira ciertos aspectos de su personalidad, su actitud hacia el Magistral es hostil. Sobre esta animadversión se fundamentará, en efecto, gran parte de la trama. Álvaro demuestra ya a estas alturas de la novela su naturaleza de conquistador frío y calculador. Tiene un plan para seducir a la Regenta y en él incluso su amigo Paquito tiene asignado un papel. A pesar de que le dice al Marquesito que sus sentimientos por doña Ana son verdaderos, Mesía es «un hombre político que aprovecha el amor y otras pasiones para el medro personal.» (p. 312) www.planetalector.com -6- Solucionario: “La Regenta” VIII 1. 2. 3. La familia de los Vegallana es, socialmente hablando, la más destacada de toda Vetusta; las características que se le atribuyen a sus miembros pueden ser extrapoladas al resto de los nobles de la ciudad y, por extensión, como ya hemos visto, a la decadente nobleza decimonónica española. El Marqués aparece como un hombre descuidado y poco inteligente que ha depositado todos sus negocios en manos de la burguesía (don Álvaro), que los maneja a su antojo; de hecho, la propia Marquesa considera a su marido como un inútil y un estorbo. Ella es una mujer de moral relajada y permisiva que tan sólo quiere vivir tranquila y sin preocupaciones. Su hijo, Paquito, es un aprendiz de seductor que sigue a pies juntillas los consejos de su amigo Mesía. En definitiva, los Vegallana son un ejemplo de decadencia moral, hipocresía y desidia, una familia totalmente manejada por los hilos que mueve don Álvaro, el burgués. La envidia y los celos son su principal razón. Visita, al igual que otras muchas señoras vetustenses, no es capaz de soportar que doña Ana sea virtuosa, que no sucumba a las mismas tentaciones a las que ya han sucumbido ellas y, por tanto, que despierte la admiración de toda la ciudad. Mesía achaca el cambio que ha percibido en la Regenta a la confesión general que doña Ana ha realizado esa mañana con el Magistral. Si don Fermín consigue «ganar para sí» a Ana, si logra fortificar su espíritu y su religiosidad, los planes de seducción de don Álvaro podrían echarse a perder. La figura del Provisor comienza a destacar como uno de los principales obstáculos que deberá vencer el Tenorio de Vetusta en su acercamiento a la Regenta. IX 1. Doña Ana se siente feliz porque cree haber encontrado una persona que la comprende, un confesor que le permite unir su misticismo a la literatura, que le deja vivir su fe a su manera, con exaltación. Don Fermín demuestra un interés personal en ella, quiere conocerla más allá de sus pecados, así que Ana se siente guiada y protegida. Sin embargo, no está completamente satisfecha con su confesión, puesto que no le ha revelado al Magistral la atracción que siente hacia don Álvaro. www.planetalector.com -7- Solucionario: “La Regenta” 2. 3. La confesión ha sido bastante larga, así que Petra, la maliciosa doncella de Ana, comienza a sospechar del posible vínculo surgido entre el Provisor y su ama: «¡Más de una hora de confesión! La carita como iluminada al levantarse con la absolución encima… y ahora este paseo por los campos… y reír… y permitirle ciertas libertades… No me fío» (p. 347). Al igual que en la catedral hemos descubierto el modo de vida de la curia y en el Casino el de los hombres adinerados de Vetusta, en la calle del Comercio se nos da a conocer el ambiente de las clases obreras más humildes de la ciudad. Ya hemos descrito el carácter de Ana como inestable, y su vacilación entre el Magistral y don Álvaro ―o lo que es lo mismo, entre lo espiritual y lo material― es una prueba más de ello. Como se demuestra en este capítulo, la Regenta puede sentirse inclinada hacia la virtud durante el día (tras salir de la confesión) y, al cabo de unas horas, volverse hacia el placer terrenal (al despedirse de Álvaro en la puerta de su casa). En torno a este movimiento pendular se organizará toda la novela. X 1. 2. 3. Efectivamente, el juicio que don Víctor le merece a la Regenta es también fluctuante. Así lo demuestran, por ejemplo, las siguientes citas: «¡Pero aquel don Víctor era tan bueno, tan caballero! Parecía un padre, y aparte la fe jurada, era una villanía, una ingratitud engañarle.» (p. 371); «¡Su don Víctor! ¡Aquel idiota! Sí, idiota.» (p. 373) Calderón de la Barca, Lope de Vega, Tirso de Molina. A pesar de que la Regenta culpa de su infelicidad a don Tomás, quien propició su matrimonio con Quintanar, y de que en ocasiones lo desprecia por ello («Aquel Frígilis, el de los eucaliptus, había tenido la culpa. Se lo había metido por los ojos. Y hacía ocho años ¿y todavía pensaba en esta mala pasada de Frígilis como si fuera un injuria de la víspera?» p. 370), en el fondo sabe que Crespo es el único amigo verdadero con el que puede contar. Es consciente de que es quien mejor la conoce: «Frígilis me lo repite sin cesar: “Anita no es feliz” […] Bien sabes que él te quiere, que es nuestro mejor amigo.» (p. 380) www.planetalector.com -8- Solucionario: “La Regenta” XI 1. 2. El Magistral se siente verdaderamente satisfecho de haber confesado a la Regenta. Sabe que acoger a aquella señora bajo el manto de su influencia le resultará muy provechoso desde el punto de vista social y político, pero además también él está convencido de haber encontrado una especie de alma gemela en Ana, alguien con la misma sensibilidad y riqueza intelectual que él. Por el contrario su madre, doña Paula, desconfía de la relación que se podría establecer entre su hijo y Ana Ozores. Los rumores de la prolongada confesión y las críticas que ésta ha despertado entre los opositores del Provisor (Glocester, don Custodio, etcétera) ya han alcanzado a la madre del Provisor, que no cree que la situación beneficie a sus intereses políticos y, especialmente, económicos. Sí, es cierto que el Magistral, de la mano de su madre, ha conseguido medrar en su carrera eclesiástica y, sobre todo, mejorar su nivel económico por medio de métodos poco ortodoxos. Él mismo lo reconoce cuando dice, por ejemplo: «Oh, si la Regenta supiese quién era él, no le confiaría los secretos de su corazón.» (p. 409) XII 1. 2. El Magistral maneja a su antojo a la familia Carraspique. Su influencia espiritual es tiránica; su poder sobre ellos es tanto que llega a convertirse en el encargado de tomar decisiones en asuntos de vida o muerte (como la de no permitir la salida de Sor Teresa, una de las hijas de la familia, del convento en el que yace moribunda). El Provisor ejerce este tipo de dominio sobre otras familias de la ciudad, como la de los Páez: «El Magistral dominaba por completo a Olvidito y Olvido mandaba en su papá por la fuerza del cariño» (p. 447). Don Fortunato Camoirán, Obispo de Vetusta, supone en cierto modo la excepción a la regla. Entre el resto de cargos eclesiásticos que Clarín ha descrito hasta ahora en La Regenta, Camoirán destaca por su pureza moral. Él no está interesado en los títulos, los cargos y los bienes terrenales, sino en hacer el bien y en ejercer su oficio con la mayor dedicación posible. Sin embargo, su ingenuidad lo hace una víctima fácil de las ansias de poder de los demás. Pese a ser moralmente superior a ellos, no sabe imponerse, por lo que don Fortunato termina por convertirse en una marioneta en las manos del Magistral y de doña Paula. www.planetalector.com -9- Solucionario: “La Regenta” XIII 1. 2. Respuesta libre. El alumno debería señalar que el resto de los personajes han tomado ya conciencia de la rivalidad que se ha establecido entre don Álvaro y don Fermín con respecto a doña Ana. Tenemos ya bien definidos los tres vértices del triángulo amoroso que da sentido a la obra. En la página 477 encontramos el siguiente comentario de Ana: «si no fuera por don Víctor, el Magistral no tendría por qué defenderla, ni aquella lucha entre dos hombres distinguidos que comenzaba aquella tarde tendría razón de ser.» De esta cita deducimos que Ana es ya plenamente consciente del enfrentamiento que se está produciendo a su alrededor. Ella dice estar convencida de que, con la protección de un hombre tan extraordinario como el Magistral, don Álvaro no conseguirá vencer su resistencia. Quintanar queda apartado de esta lucha; es, como dice Ana «un respetable estorbo» (p. 477) que ni siquiera tiene suficiente entidad como para formar parte del triángulo que se ha formado entre los otros personajes. XIV 1. Doña Paula es una presencia constante y dominante en la vida del Magistral. Don Fermín sabe que la avaricia de su madre lo coloca en una situación delicada con respecto a la diócesis, pero se siente en deuda con ella y por eso es prácticamente incapaz de rebelarse contra su control y opresión, a pesar de que piensa que «me trata como un niño» (p. 494). El caso de Fermín se contrapone al de Ana, quien no llegó a conocer a su madre y cuyo carácter siempre se ha resentido de la ausencia de la figura materna. XV 1. 2. A lo largo de estos primeros quince capítulos sólo han transcurrido tres días desde el comienzo de la acción. Respuesta libre. Algunos de los adjetivos válidos podrían ser dominante, controladora, tiránica, avariciosa y opresiva, por un lado, y sacrificada, astuta, protectora y perseverante, por el otro. www.planetalector.com -10- Solucionario: “La Regenta” 3. Don Santos Barinaga es uno de los vecinos de don Fermín y su madre. Antes de que éstos fundaran La Cruz Roja, una tienda dedicada a la venta de artículos religiosos, don Santos vivía precisamente de ese tipo de negocio. Sin embargo, el comercio del Magistral arruinó el suyo y Barinaga perdió todo lo que tenía. Desde entonces, el vetustense odia con todas sus fuerzas al Provisor y a su madre. Esa noche, cuando don Fermín oye gritar a Barinaga, siente remordimientos y cierta vergüenza al pensar en que la Regenta podría descubrir su verdadera naturaleza. XVI 1. 2. 3. Dentro del contexto de La Regenta, el romanticismo se entiende por contraposición al materialismo. Se considera romántico todo aquello inclinado a lo espiritual, lo fantasioso y lo idealista. Por el contrario, lo material se fundamenta en lo tangible, en lo carnal, en lo naturalista. La Regenta, con su inclinación al misticismo y su carácter soñador, encaja dentro de la primera etiqueta; don Álvaro y Visita, sin embargo, encajarían mejor dentro de la segunda. En estos momentos Ana parece sentirse más cercana al don Juan vetustense que al Magistral. Parece decidida a gozar de la devoción que don Álvaro le profesa: «“Amaré, lo amaré todo, lloraré de amor, soñaré como quiera y con quien quiera; no pecará mi cuerpo, pero el alma la tendré anegada en el placer de sentir esas cosas prohibidas”» (p. 548). De nuevo Ana confunde la ficción literaria con la realidad al pensar que quizá en la Edad Media, en el contexto en el que se desarrolla la representación de Don Juan Tenorio a la que asiste, su vida habría sido mucho mejor. Además, su parecido con la actriz que interpreta a doña Inés hace que la Regenta se ponga en el papel del personaje y que identifique la celda de la monja con el caserón de los Ozores y, como no, a don Juan con Mesía «que se filtraba por las paredes […] y llenaba el aire con su presencia» (p. 557). www.planetalector.com -11- Solucionario: “La Regenta” XVII 1. 2. Don Fermín reacciona con disgusto ante lo que él considera una insubordinación de doña Ana que le afecta directamente: su feligresa ha decidido por sí misma y sin pensar en las consecuencias que su aparición pública en tal evento podría tener para el Magistral. Este tipo de reacciones comienzan a indicar que los sentimientos del Provisor hacia la Regenta han evolucionado: la pasión humana se ha apoderado de lo que don Fermín había querido disfrazar como amor y devoción espiritual, de ahí que con su charla en el cenador el Magistral trate de subyugar la voluntad de Ana. No intenta evitar solamente la afrenta hacia su poder, sino también alejar a la Regenta de los brazos de don Álvaro y, si es posible, hacerla caer en los suyos. Desde el comienzo se nos ha advertido de la afición de Petra a los enredos amorosos de las señoras, de ahí que cuando ve la oportunidad de crear un secreto, de hacerse poseedora de una información que tal vez en el futuro pueda resultarle valiosa, no dude en aprovecharla. Además «lo hacía por el otro, por el Magistral […] Tenía sus planes la rubia lúbrica.» (p. 582) XVIII 1. 2. Respuesta libre. La conclusión fundamental debe ser que tanto el Magistral como don Álvaro comienzan a desesperarse ante los «movimientos pendulares» de la conducta de Ana. Mientras que al comienzo de la novela el Provisor trataba de abarcar toda Vetusta con su catalejo, ahora se centra tan sólo en la casa de doña Ana. Sus aspiraciones de grandeza, su ambición, se han reducido a la conquista de la Regenta. Si al inicio se sentía satisfecho consigo mismo y contento de sus logros, ahora se siente frustrado al ver como Ana desprecia sus enseñanzas para irse con don Álvaro. XIX 1. Se trata de una estructura in medias res. Lo primero con lo que nos encontramos es con Ana enferma y al cuidado de Petra, Somoza y Visitación. Transcurre lenta su convalecencia, pero cuando Ana empieza a mejorar recuerda lo que había ocurrido en los días anteriores a su indisposición: «Pasaron entonces por el recuerdo todos los días que siguieron al entumecimiento del rigoroso temporal…» (p. 618). www.planetalector.com -12- Solucionario: “La Regenta” 2. 3. Este relato continúa hasta la página 629: «Y a los pocos días cayó enferma. Cuando esta historia de su tibieza y de sus cobardes…». Es entonces cuando retomamos el hilo del comienzo del capítulo. Respuesta libre. Se trata de insistir de nuevo en la inestabilidad del carácter de Ana, en el movimiento pendular entre lo espiritual y lo material, en su facilidad para dejarse arrastrar hacia uno y otro lado sin ser casi consciente de ello. La vida de Santa Teresa de Jesús es una obra escrita por la propia santa entre 1562 y 1565. Se trata de un texto místico y didáctico que narra su autobiografía espiritual y que guarda ciertas semejanzas con Las confesiones de San Agustín. Al igual que hizo en su juventud con la última obra que se ha mencionado, Ana convertirá La vida de Santa Teresa en su inalcanzable modelo a imitar. XX 1. 2. 3. Don Pompeyo Guimarán es conocido como el ateo de Vetusta, es el único personaje que deja a un lado las apariencias y que se atreve a decir públicamente que no cree en Dios y que detesta al clero. Se declara también librepensador. Todos lo que lo conocen afirman que tiene un gran corazón. Sin embargo, este personaje no consigue escapar del todo a la hipocresía reinante, ya que el narrador nos hace saber que sus ideas no están tan bien fundamentadas como Guimarán trata de simular. En este momento de la trama la balanza parece favorecer a don Fermín. Ana trata a Álvaro con cierta frialdad, así que Mesía decide comenzar a luchar activamente contra su rival, por eso organiza en el Casino la reunión «secreta» en honor de otro de los grandes enemigos de De Pas, el ateo Guimarán. De nuevo se establece aquí la dicotomía materia / espíritu que ya mencionamos al hablar del «romanticismo» de la Regenta. www.planetalector.com -13- Solucionario: “La Regenta” XXI 1. 2. Pese al misticismo al que parece haberse entregado Ana, la noticia de los amores entre don Álvaro y la mujer del ministro de Palomares la trastoca. La Regenta decide esconderse aún más tras su relación con el Magistral, mientras que don Fermín sigue engañándose a sí mismo, tratando de alejar la tentación el «descuido de la carne, intrusa, temible» (p. 692) Por dolor de atrición se entiende el pesar que provoca haber ofendido a Dios, no tanto por el amor que se le tiene como por temor a las consecuencias de la ofensa cometida. XXII 1. 2. 3. 4. Se trata un contrapunto satírico y humorístico a los acontecimientos que se van a desarrollar a continuación. Es en pasajes como estos en los que se puede apreciar la maestría de Clarín como autor de novelas cortas y relatos. Se trata de fragmentos breves de gran riqueza expresiva que, a pesar de cumplir con una función necesaria en la trama general de la novela, podrían leerse también de forma aislada. Los principales motivos que aducen los enemigos de don Fermín para volver a avivar los rumores en su contra son las muertes de Sor Teresa y del vecino del Magistral, el arruinado Santos Barinaga. Utilizan también como argumento a su favor el aislamiento social al que la Regenta se ve sometida por don Fermín. Se trata de una alusión a las relaciones sexuales que el Magistrado mantiene con Teresina, la criada de su casa. Cree que desahogándose de ese modo podrá alejar la pasión que siente hacia doña Ana. Es cierto que el «entierro civil» (p. 724) contribuye a incrementar la animadversión de ciertos sectores sociales contra De Pas, pero no puede calificarse la convocatoria como un éxito: Guimarán debe consentir que se rece durante la ceremonia y hacia el final se siente abandonado por todos aquellos que lo habían impulsado a actuar así: «Estoy solo; ese capitán Araña me ha dejado solo.» (p. 726) www.planetalector.com -14- Solucionario: “La Regenta” XXIII 1. 2. 3. Sí, se trata de un adelanto de lo que va a ocurrir al final de la obra: que Ana sucumbirá a la tentación del adulterio y los «atributos de la infidelidad conyugal» aparecerán en la cabeza de don Víctor. Se pueden detectar otros fragmentos de este tipo en otros momentos de la obra, como por ejemplo durante la representación del Tenorio de Zorrilla: «Ana vio de repente, como la luz de un relámpago, a don Víctor vestido de terciopelo negro, con jubón y ferreruelo, bañado en sangre, boca arriba, y a don Álvaro con una pistola en la mano enfrente del cadáver.» (p. 560). Son pasajes que sirven para crear en el lector un cierto sentido de anticipación de cara al desenlace de la obra, que se produce de manera precipitada en los últimos capítulos. Se trata de una escena que se podría calificar de tragicómica: es evidente que don Víctor está ridículo declamando versos, espada en mano y con la ropa de dormir; sin embargo, desde la perspectiva de doña Ana, esa escena que podría considerarse paródica y humorística tiene en realidad tintes trágicos, pues es a ese hombre grotesco a quien debe fidelidad. Ana intuye por primera vez la verdadera naturaleza de la pasión del Magistral y, sin quererlo, don Fermín consigue así inclinar de nuevo la balanza hacia el lado de Mesía. XXIV 1. 2. Se refiere a la extraña concesión que le ha otorgado el Magistral al permitirle asistir al baile. No es cierto que los sentimientos de don Álvaro sean sinceros y profundos. La conquista de Ana es para Mesía una cuestión de orgullo e interés. Expresiones como «Nunca había desistido de conquistar aquella plaza» (p. 758) o «no se podía hablar francamente de amores con una mujer casada (“tan atrasada estaba aquella señora”)» (p. 759) lo dejan traslucir. XXV 1. La Regenta siente en un primer momento asco y repugnancia. Sin embargo, en otro de sus movimientos pendulares extremos, termina el capítulo sintiendo compasión por el Magistral y tomando la decisión de dedicar a don Fermín un significativo acto de entrega. www.planetalector.com -15- Solucionario: “La Regenta” XXVI 1. 2. 3. Doña Ana ha decidido salir vestida de nazarena y descalza ante todo el pueblo en la procesión del Viernes Santo. El primero en saberlo es don Fermín, ya que Ana se lo comunica antes de que el Magistral se dirija a casa de don Pompeyo. El narrador juega un poco con el lector, que es consciente de que De Pas conoce ciertos datos que a él aún le faltan. Con esta técnica consigue crear una expectación que se resuelve en sorpresa, al igual que en el resto de los personajes. Sí, don Fermín ha recuperado parte de su pasada gloria gracias a la conversión en el lecho de muerte de don Pompeyo Guimerán, el ateo, que tan sólo consiente en confesarse si es el Magistral quien le da la absolución. Además, la decisión de la Regenta de humillarse públicamente para conseguir su perdón constituye una manifestación aún más importante de su poder. No la aprueban, consideran que el Magistral la está convirtiendo en un mero instrumento de su poder, en su «esclava» (p. 802) XXVII 1. 2. 3. Don Fermín cree que le conviene tener a Petra a su favor, de ahí que decida tratar de ganársela. Dada la naturaleza sensual de Petra, el Magistral decide mantener relaciones sexuales con la criada de Ana a cambio de conseguir los favores de ésta. Benítez emite el diagnóstico de Ana con un aforismo médico latino: «Ubi irritatio ibi fluxus» (p. 834), que podría traducirse como «Donde hay irritación, hay influjo». Don Víctor repetirá este diagnóstico en varias ocasiones hasta el final de la novela, a medida que se va convenciendo de que su mujer se deja arrastrar y encender (irritatio) por cualquier persona que lo intente (fluxus), y que él no ha hecho más que facilitar su caída al favorecer constantemente la influencia de don Álvaro. En el contexto de la historia, las memorias de Ana desempeñan una función terapéutica y de entretenimiento mientras la Regenta está en el Vivero. Para el lector, son una forma de apreciar el nuevo estado de ánimo de la protagonista y de descubrir «las lagunas» informativas de Ana, como por ejemplo, la de que fue Mesía quien propuso que la Regenta y su marido se marcharan una temporada al Vivero. www.planetalector.com -16- Solucionario: “La Regenta” XXVIII 1. 2. 3. Ana encuentra «abominable al clérigo» (p. 846). Parece que por fin la balanza se ha decantado hacia don Álvaro. Es una relación fría, de interés: «temía que viniesen la compasión y los remordimientos y las aprensiones a molestarla y al fin hacerla caer enferma, si por completo rompía con el Provisor.» (p. 857). Además, don Álvaro favorece este resto de relación entre la Regenta y De Pas, ya que considera que así el Magistral no sospechará el vínculo que ha comenzado a forjarse entre doña Ana y él mismo. Podemos deducir que siempre han sido unas relaciones castas, es decir, que don Víctor no ha sido capaz de mantener relaciones sexuales con su mujer. XXIX 1. 2. Respuesta libre. El principal foco de interés del alumno debería ser el choque entre realidad y literatura que se produce en el imaginario de Quintanar. Petra está resentida contra don Víctor por haber ignorado sus avances sexuales, contra el Magistral por haberla abandonado tras un único encuentro en el Vivero y contra su ama y don Álvaro por no dejarla actuar como parte activa en sus enredos amorosos. Además, quiere medrar y conseguir el puesto de Teresina en casa de De Pas, así que decide contarle al Magistral todo lo que sabe acerca de la aventura adúltera de Mesía y la Regenta. Ambos acuerdan que Petra comenzará a servir en casa del Magistral y que esa noche prepararán una trampa para que Quintanar descubra a los amantes: la criada adelantará una hora el despertador de su señor para que éste pueda ver a don Álvaro huyendo por el jardín de la casa. XXX 1. 2. De nuevo se vuelve a utilizar en este caso la técnica del «coro», son los personajes del Casino los que comunican al lector lo que ha ocurrido entre don Víctor y don Álvaro a lo largo de los días anteriores. Como ya se había intuido, Frígilis, a pesar de la fama de loco que tiene en Vetusta, es un hombre inteligente y sensible que aprecia a la Regenta y a Quintanar. www.planetalector.com -17- Solucionario: “La Regenta” 3. Cuando don Víctor le cuenta la infidelidad de su mujer, don Tomás trata de tranquilizarlo y de prevenir a don Álvaro para que huya de la ciudad. Finalmente no consigue evitar el duelo, así que se centra en aliviar en lo posible la situación, no sólo anímica, sino también económica, de la desahuciada Regenta. Nos hallamos ante una novela de estructura circular, dado que la situación final es muy similar a la del comienzo; aparte de la muerte de don Víctor y la huída de Mesía no ha habido grandes cambios en el ambiente vetustense. Además la acción se inicia y se cierra en el mismo escenario (la catedral) y con la presencia de un personaje, Celedonio, que aparece casi exclusivamente en estas ocasiones. La trama se extiende a lo largo de tres años. Como ya hemos visto, los primeros quince capítulos (es decir, el primer tomo de La Regenta) comprenden las tres primeras jornadas. Entre los capítulos XVI y XXVII transcurren dos años y, finalmente, entre los capítulos XXVII y XXX, otro año. Una propuesta más 1. Cine fórum y debate. www.planetalector.com -18-