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Rev Med Int Sindr Down. 2010;14(2):25-30
REVISTA MÉDICA
INTERNACIONAL SOBRE
EL SÍNDROME DE DOWN
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www.elsevier.es/sd
CASOS CLÍNICOS
Neumonía adquirida en la comunidad en pacientes adultos
con síndrome de Down. Presentación de tres casos clínicos
y revisión de la literatura
J. A. Hermida Pérez a,b,* y J. S. Hernández Guerra c
a
Medicina Familiar y Comunitaria, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Gran Canaria, España
Servicio de Urgencias de Los Llanos de Aridane, Santa Cruz de Tenerife, España
c
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Centro de Salud de Villa de Mazo, Santa Cruz de Tenerife, España
b
Recibido el 4 de mayo de 2010; aceptado el 1 de junio de 2010
PALABRAS CLAVE
Neumonía en adultos;
Síndrome de Down
Resumen
John Langdon Down fue el primero en describir el cuadro clínico de esta alteración genética caracterizada por trisomía del cromosoma 21, también conocida como síndrome de
Down (SD). La frecuente aparición de infecciones respiratorias en el SD se atribuye a
numerosas anomalías estructurales y funcionales, a la presencia de malformaciones congénitas cardíacas y a déficits de IgG.
Se presentan tres casos clínicos de pacientes adultos con SD que padecieron una neumonía adquirida en la comunidad y se realiza una revisión bibliográfica considerando los
aspectos epidemiológicos, la prevalencia, el cuadro clínico, los datos de laboratorio y los
radiológicos, la morbimortalidad, la evolución y la importancia de la prevención. Estos
pacientes pueden presentar síntomas de infección aguda del aparato respiratorio bajo,
como fiebre alta, tos con o sin expectoración, dolor torácico por irritación pleural, disnea, fatiga, mialgias, así como otros síntomas atípicos. La radiografía de tórax puede
mostrar un foco de condensación inflamatoria en un pulmón, o un infiltrado alveolointersticial bilateral. La analítica de sangre puede mostrar leucocitosis, aumento de la
proteína C reactiva, deficiencia de IgG y de los linfocitos CD4+.
Los pacientes con SD son altamente susceptibles a padecer infecciones respiratorias del
tracto superior como del inferior. Los médicos deben tener especial precaución ante la
presencia de síntomas respiratorios en estos pacientes, ya que en muchas ocasiones pueden desarrollar neumonías y bronconeumonías que se presentan de forma atípica y con
complicaciones que se acompañan de alta mortalidad.
© 2010 Fundació Catalana Síndrome de Down. Publicado por Elsevier España, S.L.
Todos los derechos reservados.
* Autor para correspondencia.
Correo electrónico: [email protected] (J. A. Hermida Pérez).
1138-2074/$ - see front matter © 2010 Fundació Catalana Síndrome de Down. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
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KEYWORDS
Adult pneumonia;
Down syndrome
J.A. Hermida Pérez et al
Community-acquired pneumonia in adults with Down syndrome. Three clinical cases
and a review of the literature
Abstract
John Langdon Down first described this genetic disorder known today as Down syndrome
(DS), due to a trisomy of chromosome 21. The frequent appearance of respiratory infections in DS is attributed to structural and functional anomalies of the respiratory system,
the presence of congenital heart malformations and IgG deficits.
We present three clinical cases of adult DS patients with community-acquired pneumonia, and a review of the literature regarding: epidemiology, prevalence, symptomatology, laboratory and radiographic findings, morbidity, mortality, clinical evolution and the
importance of prevention of pneumonia in DS patients. These patients presented symptoms of acute infection of the lower respiratory tract: high fever, scanty productive
cough with or without sputum, pleuritic chest pain, dyspnea, fatigue, myalgia, and other
atypical symptoms. Chest radiography showed focal inflammatory condensation in the
affected lung and bilateral alveolo-interstitial infiltrate. Laboratory tests showed increased values of leukocytes and C-reactive protein, deficiency of IgG and low lymphocyte
CD4+.
Patients with DS are highly susceptible to lower and higher respiratory tract infection.
Community physicians should take exceptional precautions on detecting respiratory
symptoms in these patients, since they may result in pneumonia and bronchopneumonia.
Presentation may be atypical and the complications may even lead to mortality.
© 2010 Fundació Catalana Síndrome de Down. Published by Elsevier España, S.L.
All rights reserved.
Introducción
El síndrome de Down (SD) debe su nombre al médico John
Langdon Down, que fue el primero que lo describió1; es la
causa más frecuente de retraso mental leve-moderado, así
como de otros problemas médicos. Se presenta en uno de cada
800 nacidos, en todas las razas y niveles socioeconómicos. Se
debe a una alteración cromosómica causada por un error en la
división celular que resulta en la presencia de un tercer cromosoma, constituyendo una trisomía o el cromosoma 21.
Neumonía adquirida en la comunidad (NAC)
La NAC se define como la infección de los alveolos, de las
vías aéreas distales y del intersticio pulmonar que se da
fuera del hospital. Se caracteriza clínicamente por fiebre,
escalofríos, tos, dolor torácico pleurítico, espectoración y
mínima opacidad pulmonar en la radiografía de tórax. La
NAC se manifiesta bajo cinco patrones: neumonía lobar
(abarca un lóbulo pulmonar), bronconeumonía (focos de
consolidación dispersos por varios lóbulos), neumonía intersticial (con inflamación en el intersticio, incluyendo la
pared alveolar y el tejido conectivo que rodea el árbol
broncovascular) y neumonía miliar (numerosas pequeñas lesiones procedentes de diseminación hematógena)2.
Diagnóstico de la NAC
Los síntomas más frecuentes de la NAC incluyen tos, fiebre,
escalofríos, fatiga, disnea y dolor torácico pleurítico. Dependiendo del patógeno causal, el paciente puede presentar tos
persistente, seca o con expectoración. Otras presentaciones
incluyen cefalea y mialgias. Ciertos agentes etiológicos,
como Legionella, producen síntomas gastrointestinales.
En el examen físico puede apreciarse matidez a la percusión del tórax y estertores crepitantes a la auscultación,
broncofonía, egofonía y frémito. El paciente también puede
estar taquipneico3.
No se ha demostrado que existan patrones radiológicos característicos que permitan predecir la etiología de la neumonía. Sin embargo, algunos estudios sugieren que se pueden
establecer algunas diferencias; por ejemplo, las neumonías
con imagen de consolidación homogénea son menos frecuentes en infecciones por Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia
pneumoniae y virus respiratorios. Por otra parte, la neumonía multilobar y la presencia de derrame pleural son más
frecuentes en la infección neumocócica bacteriémica4.
Etiopatogenia de la NAC
Patógenos causales y vías de entrada
Están representados por Streptococcus pneumoniae (aproximadamente el 50% de todos los casos de NAC que requieren
ingreso hospitalario), así como por Haemophilus influenzae,
Staphylococcus aureus, M. pneumoniae, C. pneumoniae,
Moraxella catarrhalis, gérmenes aeróbicos gramnegativos,
también organismos anaeróbicos y bacilos gramnegativos
(Mycobacterium tuberculosis), patógenos adquiridos por
aerosolizaciones (Legionella), por diseminación hematógena (S. aureus proveniente de una endocarditis) y diseminación por contigüidad de otros órganos. Agentes virales como
el virus de la gripe, el adenovirus, el virus respiratorio sincitial y otros raros microorganismos, como hantavirus, Nipah virus, Hendra virus, Metapneumovirus, virus del síndro-
Neumonía adquirida en la comunidad en pacientes adultos con síndrome de Down
me de insuficiencia respiratoria aguda, y microorganismos
no virales: hongos (Pneumocystis), agentes adquiridos por
bioterrorismo (ántrax), fiebre Q, tularemia, plagas, etc.5.
Como factores etiopatogénicos de las NAC destacan las
micro y macro aspiraciones de secreciones orofaríngeas colonizadas por microorganismos patógenos (S. pneumoniae,
H. influenzae), sobre todo en enfermos con afecciones del
sistema nervioso central, alteraciones de la conciencia (alcoholismo, adictos a drogas por vía parenteral), intubación
orotraqueal anestésica, la virulencia del germen (los organismos encapsulados: dentro de los que tenemos el S. pneumoniae, H. influenzae, Neisseria meningitidis), la condición
del huésped: inmunosupresión, mieloma múltiple, síndrome
nefrótico, destacando que la NAC por neumococo es particularmente común entre los pacientes VIH positivos2.
Los pacientes con SD presentan una predisposición a padecer infecciones del tracto respiratorio, especialmente
durante los primeros años de vida, aunque también pueden
padecer dichas infecciones en edades más avanzadas. Dentro de los factores determinantes se encuentran, entre
otros, el déficit inmunitario que presentan6.
La presentación de nuestros tres casos clínicos quiere
sensibilizar a los diferentes profesionales sanitarios que tratan pacientes con SD sobre la importancia de estar alerta
ante la presencia de cuadros infecciosos respiratorios en
ellos, dado el alto riesgo de padecer neumonías que pudieran presentar una alta morbimortalidad.
27
Figura 1 Caso 1. Radiografía anteroposterior de tórax: imagen de condensación inflamatoria en el lóbulo inferior del pulmón derecho compatible con neumonía basal derecha.
Observaciones clínicas
Caso 1
Varón de 44 años con SD y epilepsia. Acude al servicio de
urgencias con dificultad respiratoria, fiebre, tos y dolor en
hemitórax derecho de 5 días de evolución. En el examen
físico se observa un paciente ansioso, con sequedad de piel
y de mucosas; auscultación cardíaca: ruidos cardíacos taquicárdicos, soplo sistólico de grado II/IV más audible en el
foco mitral; auscultación respiratoria: disminución del murmullo vesicular en la base del pulmón derecho, con crepitantes en esta zona, sin cianosis ni polipnea. Constantes:
presión arterial (PA), 110/60 mmHg; frecuencia cardíaca
(FC), 112/min, saturación de O2, 95%; temperatura, 38,2
°C; gasto cardíaco (GC): 109 mg/dl. En la radiografía de
tórax en proyección anteroposterior y lateral se observa
una imagen de condensación en el lóbulo inferior del pulmón derecho compatible con neumonía basal derecha (fig.
1). Se remite al hospital, donde es ingresado. La analítica
sanguínea muestra leucocitosis de 13,7 10^3/μl, con 78% de
neutrófilos polimorfonucleares, 13% de linfocitos, 6% de
monocitos, 1% de eosinófilos; hemoglobina, 14,1 g/dl; plaquetas, 359 10^3/μl; velocidad de sedimentación globular
(VSG), 44 mm; proteína C reactiva (PCR), 1,2 mg/dl; prueba
de tuberculina, negativa; cultivo de esputo para bacterias,
bacilo ácido-alcohol resistente (BAAR) y hongos, negativos;
inmunoglobulinas: IgG, 632,0 mg/dl, siendo la IgA e IgM normales; recuento de linfocitos CD4+ normal, serología negativa para Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia psittaci,
Chlamydia pneumoniae y Coxiella burnetti. Tras 12 días de
ingreso hospitalario y tratamiento con antibióticos de amplio espectro, es dado de alta y remitido a su médico cabecera.
Caso 2
Varón de 47 años con SD, hipotiroidismo, esteatosis hepática,
hipercolesterolemia, episodios de agitación psicomotriz frecuentes, con historia anterior de bronquitis y neumonías. Acude al servicio de urgencias por tos con expectoración amarillenta, fiebre alta y disnea, tras haber llevado tratamiento
ambulatorio
durante
10
días
con
azitromicina
500 mg/24 h/4 días, moxifloxacino 400 mg/24 h/6, acetilcisteína 600 mg/24 h, broncodilatadores y corticoides inhalados
por infección respiratoria, sin mejoría. El examen físico muestra un paciente polipneico, sin cianosis, con piel y mucosas
algo secas, abdomen blando, no doloroso a la palpación, sin
visceromegalias, sin tumoraciones y sin signos de irritación peritoneal; auscultación cardíaca: ruidos cardíacos taquicárdicos; auscultación respiratoria: estertores subcrepitantes y
roncos diseminados. Constantes: PA, 80/42 mmHg; FC, 109/
min; frecuencia respiratoria (FR), 28/min; temperatura,
39,5 °C; SatO2, 91%; GC, 114 mg/dl. En la radiografía de tórax
anteroposterior y lateral: infiltrado bilateral alveolo-intersticial, más pronunciado en el pulmón derecho, con lesiones inflamatorias en los lóbulos inferior y medio (fig. 2). En el electrocardiograma se observa taquicardia sinusal. El paciente fue
remitido al hospital, donde permaneció ingresado 10 días.
Analítica sanguínea: leucocitos, 13,7 10^3/μl; hemoglobina:
15,4 g/dl; plaquetas, 359 10^3/μl; VSG, 48 mm; PCR, 1,15
mg/dl; coagulagrama y dímero D normales; Na, 118 mmol/l;
gasometría arterial: FiO2, 0,4; pH, 7,40; PCO2, 38; PO2, 65;
CO3H, 24; SatO2, 93%. Prueba de tuberculina negativa, cultivo
de esputo para bacterias, BAAR y hongos negativos. Inmunoglobulinas: IgM e IgG disminuidas, IgM, 55,7 mg/dl (60-280);
IgG, 714,0 mg/dl (800-1.800); linfocitos CD4+ disminuidos, se-
28
Figura 2 Caso 2. Radiografía anteroposterior de tórax: infiltrado
bilateral alveolo-intersticial, más pronunciado en el pulmón derecho, con lesiones inflamatorias en los lóbulos inferior y medio.
J.A. Hermida Pérez et al
Figura 3 Caso 3. Radiografía anteroposterior de tórax: imagen de condensación en la periferia del lóbulo medio del pulmón izquierdo.
Discusión
rología para Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia psittaci,
Chlamydia pneumoniae y Coxiella burnetti IgM negativa.
El paciente fue diagnosticado de NAC, insuficiencia respiratoria e hiponatremia. Se le prescribió tratamiento antibiótico de amplio espectro y antifúngico, evolucionó favorablemente y se le dio el alta a los 10 días del ingreso.
Caso 3
Varón de 45 años de edad con SD e hipercolesterolemia. Acude al servicio de urgencias por presentar malestar general,
artralgias, mialgias, cefalea, tos productiva, fiebre alta y escalofríos. La exploración física muestra buena coloración de
piel y mucosas, hidratado, faringe hiperémica, abdomen
blando, no doloroso, sin visceromegalias ni reacción peritoneal. Auscultación respiratoria: murmullo vesicular ligeramente disminuido en ambos campos pulmonares, sin estertores; auscultación cardíaca: ruidos cardíacos taquicárdicos.
Constantes: PA, 100/60; FC, 115 latidos/min; SatO2, 94%; GC,
104 mg/dl; temperatura, 39 °C. Radiografía de tórax anteroposterior y lateral: condensación en la periferia del lóbulo
medio del pulmón izquierdo (fig. 3). Se remite al hospital,
donde le realizan analítica de sangre: leucocitos: 12,3 10^3/
μl; VSG, 36 mm; PCR, 1,8; coagulograma y dimero-D, normales; Na, 137 mmol/l; gasometría en sangre arterial: FiO2, 0,4;
pH, 7,32; PCO2, 31; PO2, 65; CO3H, 24; SatO2, 93%; analítica
de orina, normal; prueba de tuberculina negativa; cultivo de
esputo para bacterias, BAAR y hongos: negativos. Hemocultivos seriados negativos. Evaluación de immunoglobulinas (IgM,
IgG e IgA) normal. Lifocitos CD4+ normales. Serología negativa para Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia psittaci, Chlamydia pneumoniae y Coxiella burnetti. El paciente fue diagnosticado de NAC. Después de tratamiento con antibioterapia
de amplio espectro, presenta una evolución clínica favorable, es dado de alta y remitido a su médico de cabecera.
Prevalencia de NAC en pacientes con SD
Pirez et al7, tras estudiar a 697 niños hospitalizados por
NAC, observaron que el SD fue una de las condiciones asociadas (12 niños, 1,72%), superado por las enfermedades
neurológicas con repercusión en la función respiratoria (29
niños, 4,16%) y las malformaciones congénitas cardíacas (22
niños, 3,15%).
En otro estudio realizado con 109 pacientes con SD se detectó que las infecciones respiratorias afectaban a 61 pacientes (55,96%), las infecciones del tracto respiratorio superior afectaban con más frecuencia a niños menores de 1 año,
y en 34 pacientes (31,42%) se asociaron a malformaciones
congénitas cardíacas; 19 pacientes (31,15%) sufrieron bronconeumonías, 6 (9,83%) bronquitis y 2 (3,30%) neumonías8.
Diagnóstico de NAC en pacientes con SD
En la población general se sugiere que un paciente que consulta por fiebre (>37,8 °C), tos, expectoración, taquipnea
(>25 respiraciones/min), mialgias y sudoración nocturna, en
ausencia de odinofagia y rinorrea, tendría con mucha probabilidad una NAC2. Este modelo predictor clínico tiene una
sensibilidad de 91% y una especificidad de 40%, y si analizase
el cuadro clínico de presentación de los pacientes comentados se podría tener en cuenta en la población con SD9.
Sobre la utilidad del hemocultivo para el diagnóstico de
neumonía, es representativo un estudio realizado en 19 hospitales canadienses durante un período de 6 meses: el porcentaje de hemocultivos positivos fue sólo del 6,2%, y los autores
también detectaron que la gravedad de la NAC no influye en
ello. En otro estudio prospectivo, los hemocultivos fueron positivos en el 10,5% de pacientes con NAC. Después de analizar
Neumonía adquirida en la comunidad en pacientes adultos con síndrome de Down
diversos resultados, las diferentes guías clínicas recomiendan,
en los pacientes hospitalizados por NAC, la realización de hemocultivos, pero no la recomiendan en los pacientes tratados
ambulatoriamente: lo aquí comentados, fueron negativos, de
aquí que su valor ha sido cuestionado10.
La NAC por Mycoplasma pneumoniae se asocia a una alta
morbilidad y mortalidad en los pacientes con SD, como se
observa en los casos comunicados por Orlicek et al11. Estos
autores describen las características clínicas y radiológicas
de la NAC en tres niños afectos de SD y que desarrollaron
fiebre alta, tos productiva, escalofríos, irritabilidad y taquipnea. En la radiografía de tórax presentaron infiltrados
bilaterales, desarrollaron distrés respiratorio, requiriendo
hospitalización. Los estudios de laboratorio mostraron infección por Mycoplasma pneumoniae. En estos niños las infeciones por micoplasma pueden ser graves, ya que los pacientes con SD presentan trastornos inmunitarios. Ante un
niño con SD que presente neumonía hay que tener en cuenta este microorganismo como posible agente etiológico.
Otros autores, como Corretger et al6, publicaron un caso de
un paciente con SD que desarrolló neumonía grave; el agente etiológico fue Mycoplasma pneumoniae.
En la literatura también se describen casos de neumonías
provocadas por Bordetella bronchiseptica en pacientes con
SD; este germen es responsable de traqueobronquitis y bronconeumonía, rinitis y otitis media en los animales: coloniza el
trato respiratorio superior y la orofaringe en los animales y es
raro que infecte al ser humano, aunque puede causar manifestaciones de endocarditis subaguda y tos ferina leve en niños.
También se ha descrito en pacientes inmunocomprometidos
como causa de sepsis, peritonitis, bronquitis y neumonía12.
Los pacientes con SD con deficiencias inmunológicas
muestran tendencia a desarrollar neumonía por microorganismos inusuales6,7,12, incluyendo agentes virales. En un estudio se describe un caso de neumonía causada por coronavirus humano (HCoVs)-OC43 en un niño con SD y leucemia
que presentó fiebre y leucopenia. No sólo los recientemente descubiertos HCoVs NL63 o HKU1, sino también prototipos extraños HCoV-OC43 y HCoV-229E, son considerados
como patógenos respiratorios en pacientes pediátricos inmunocomprometidos con cáncer13.
Estos pacientes también pueden desarrollar neumonías
fúngicas, como refleja la publicación de un caso con neumonía y derrame pleural provocada por Aspergillus en un
niño japonés de 2 años de edad y SD14.
Evaluación de los factores asociados a neumonías
e infecciones respiratorias recurrentes
en pacientes con SD
Inmunosupresión
Ribeiro et al15, al estudiar a pacientes con SD que padecían
infecciones respiratorias recurentes, evaluaron los aspectos
epidemiológicos, clínicos y de laboratorio, así como su estado
inmunitario. Observaron la distribución por sexos (1,6
masculinos:1 femeninos) y la distribución por edades (de 1 a
12 años y 10 meses). Las cardiopatías congénitas estaban presentes en el 62,2% de los pacientes, y éstos fueron los que
desarrollaron neumonías de repetición. La evaluación inmunológica mostró 2 casos con déficits de IgG2, 2 casos con deficiencia de linfocitos CD4+, y 5 casos presentaron reducción de
29
la función de las células NK; 22 de 36 casos analizados (61,1%)
fueron positivos para citomegalovirus. Los autores concluyen
que en los pacientes con SD hay que tener presente la deficiencia de la respuesta inmunitaria, lo que los haría más vulnerables a padecer estas infecciones en comparación con la
población general.
Otros autores encuentran déficits de las inmunoglobulinas séricas, concretamente la IgG16.
Anomalías estructurales y funcionales del aparato
respiratorio
La frecuente aparición de infecciones respiratorias se debe
a la presencia de anomalías estructurales y funcionales del
aparato respiratorio, características de los niños con SD.
Entre estas figuran: reducción del diámetro antero posterior de la nasofaringe, lo que impide un adecuado drenaje17,
un deficiente desarrollo de los senos y la mucosa nasal; disminución de la actividad ciliar para mantener la mucosa
nasal limpia, así como la presencia de CHM, lo que predispone a presentar congestión vascular pulmonar con la subsecuente congestión bronquial17.
Cardiopatías
Las cardiopatías congénitas son consideradas un factor de riesgo para el desarrollo de infecciones respiratorias en los pacientes con SD7,8. Se presentan aproximadamente en el 40% de
recién nacidos. Durante la adolescencia y los primeros años de
la vida adulta, pueden aparecer los defectos valvulares, el
más frecuente de los cuales es el prolapso de la válvula mitral18, como ocurrió en uno de nuestros pacientes (caso 2).
Aspiraciones orofaríngeas
Weir et al19 afirman que las neumonías se asocian de forma
significativa con el asma bronquial, el reflujo gastroesofágico, el SD, la historia de infecciones respiratorias bajas, la
tos productiva y la oxigenoterapia suplementaria. En este
estudio se concluye que el impacto de las aspiraciones orofaríngeas en el desarrollo de neumonía debe ser considerado un factor de riesgo.
Aspiración de cuerpo extraño
Se ha publicado un caso de un paciente varón de 39 años de
edad con SD que ingresó en el hospital por neumonía del
lóbulo inferior izquierdo, resistente al tratamiento antibiótico de amplio espectro y de 2 meses de evolución. Estudiado con tomografía computarizada (TC), broncoscopia y
biopsia, por sospecha de carcinoma bronquial, se llegó al
diagnóstico de cuerpo extraño en la porción distal del bronquio principal izquierdo20.
Otras causas
Unido a los factores mencionados anteriormente, el retraso
mental y el dismorfismo craneofacial que presentan estas
personas aumentan la susceptibilidad a padecer infecciones
respiratorias21.
Mortalidad y morbilidad
Dyce Gordon et al8, en su estudio sobre infecciones respiratorias en niños con SD (n = 93) describen 16 muertes
(14,67%), que mayormente ocurren durante los primeros
30
años de vida y son provocadas por bronconeumonías asociadas a cardiopatías congénitas. No se encuentran series publicadas de neumonías en pacientes adultos con SD.
Diagnóstico diferencial
J.A. Hermida Pérez et al
3.
4.
Los pacientes con SD son inmunodeficientes y comúnmente
padecen infecciones respiratorias. Dos niños fueron evaluados por padecer neumonías recurrentes con infiltrado radiográfico persistente, y en ambos casos las anormalidades
radiológicas se debieron a hernias de Morgagni; por tanto,
cuando un niño con SD presenta imágenes de un infiltrado
radiográfico persistente hay que tener en cuenta la posibilidad de defectos diafragmáticos22.
7.
Prevención
8.
Inmunizaciones
Los niños son SD sanos deben recibir las vacunas sistemáticas de modo idéntico al de los restantes niños, si bien las
características inmunológicas y morfológicas de los niños
trisómicos, la gravedad y la recurrencia de estas infecciones justifican la recomendación de ciertas inmunizaciones
selectivas, entre las que se encuentra la vacunación antineumocócica. El evidente papel causal del neumococo en
estos procesos recomienda una particular atención a su prevención y por tanto en el interés de la administración, ya en
los lactantes, de una vacuna antineumocócica conjugada.
También hay que tener presente la vacunación antigripal.
Se han documentado anomalías de la respuesta inmune de
los niños con SD al virus de la gripe. Está asimismo bien demostrado su papel favorecedor de otitis media y sobreinfecciones broncopulmonares bacterianas. El valor preventivo de
la vacunación antigripal sobre estas infectopatías adquiere
una especial trascendencia en los pacientes trisómicos, en
los que su inmunogenicidad está atestiguada.
El alcance de estas recomendaciones es universal, aunque
puedan estar influidas por variaciones locales del calendario
vacunal. Del mismo modo que no hay un calendario vacunal
único del Estado español, tampoco existe una versión uniforme para la población Down. La armonización de las pautas
para ambas situaciones es un deseable objetivo a cumplir23-25.
La Academia Americana de Pediatría a través de su Comité
sobre Enfermedades Infecciosas, la Asociación Española de
Pediatría y el Comité de Estándares de la Sociedad Española
de Neonatología han propuesto recomendaciones para la
prevención de las infecciones respiratorias debidas al virus
respiratorio sincitial (VRS), cada vez más frecuentes. Debido
a que parte de la población infantil con SD entra dentro de la
población de riesgo definida por estas sociedades, hay que
tener en cuenta el establecimiento de medidas preventivas
para evitar esta infección: tanto medidas higiénicas como la
inmunoprofilaxis con palivizumab, que han conseguido que el
número de pacientes infectados por VRS haya decrecido26.
5.
6.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
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