1 Tema 1 ¿Qué es la literatura? La literatura puede ser comprendida tanto como un arte, pues genera un tipo de belleza artística, o como conocimiento. En este caso, se concibe como un acto de comunicación en el que el autor transmite un mensaje a su público a través de un canal. Sin embargo, pese a compartir el esquema tradicional de la comunicación, hay elementos que se comportan de forma diferente. Esto genera diferentes teorías según en cuál de los elementos se centren. 1. Mensaje. Algunos autores afirman que lo que diferencia a la literatura de otro tipo de textos es el mensaje, basándose en la teoría de las funciones de R. Jakobson, según la cual en todo acto comunicativo existe una función predominante. La existencia de seis elementos comunicativos resulta en seis funciones del lenguaje. Función expresiva: lo fundamental en ella es el emisor, que expresa cómo se siente. Función apelativa: pretende influir en el receptor. Función informativa: se centra en el referente, el contexto. Función metalingüística: se utiliza para reflexionar sobre el propio código. Función fática: se usa con el fin de gestionar el canal. Función poética: el código se hace evidente, no importa lo que se dice, sino cómo se dice. Otros autores que comparten la opinión de que el mensaje es el elemento decisivo, afirman que esto es así pues posee la característica de la autorreferencialidad. Los textos pueden ser referenciales [existe correspondencia entre el texto y el mundo exterior (periódico, guía de viajes, libro de cocina…)] y no referenciales (no existe tal correspondencia). En la literatura, se trata un mundo que puede parecerse al real, pero existe creación, posee un propio espacio de referencia, lo que hace que no pueda juzgarse desde la verdad o la mentira. «El mensaje literario pasa a formar parte de un universo cuyos referentes no están ya en el exterior, sino en la misma obra.» En los textos se crea un pacto autor-lector. En los referenciales, se presupone que el autor va a contar la verdad. Otros autores defienden que lo esencial de la literatura es el hecho de que el mensaje literario se basa en el extrañamiento, decir, la literatura implica una representación extrañante, diferente de la convencional, del mundo. Esto se debe a que la literatura obliga al lector a afrontar un proceso de desautomatización. La literatura rompe con los automatismos pues no es un tipo de lenguaje convencional y obliga a dedicar tiempo a la interpretación y la decodificación de los símbolos, las metáforas… El mensaje no se obtiene mediante la mera interpretación automática del lenguaje. Otros autores opinan que es el carácter plurisignificativo y connotativo lo que confiere el estatus de literatura a un texto. Quiere decir que los signos lingüísticos que forman el mensaje literario no se agotan en su significado primario. (Ejemplo – Rebelión en la Granja, Nada – novela como historia de una joven y también como testimonio de la posguerra española). El significado de un todo no es solo el significado de los elementos por separado. 2 Tema 1 2. Autor. Hay ciertos estudiosos que consideran que la actitud del emisor es diferente en la literatura, pues tiene una intención artística. Esta afirmación, sin embargo, está basada en un relativismo absoluto, lo que constituye un problema. Según la teoría de los actos de habla de Austin, cada momento comunicativo tiene tres dimensiones: locutiva, ilocutiva y perlocutiva. En principio, la literatura es un acto de habla de carácter locutivo al no tener ninguna finalidad práctica. Sin embargo, existen obras en las cuales hay una finalidad moralizante, didáctica, religiosa, propagandística… Desde un punto de vista sociocultural, hay una serie de emisores a los que se les otorga la condición de escritores, lo que hace que sus textos tiendan a ser leídos como literatura. Las memorias de Paulo Coelho serían consideradas, casi sin duda, literatura, no así las de, por ejemplo, un jugador de fútbol. 3. Receptor. Otro grupo de teorías defiende que la diferencia entre literatura y no literatura radica en el receptor. Se apoyan en argumentos como el hecho de que haya obras que en el pasado se consideraban literatura, pero ya no son tal: el autor y el texto son los mismos, por lo que deducen que lo que debe de haber cambiado es el público hacia el cual estaba dirigido. Al mismo tiempo que cambia la anterior consideración, cambia la de buena y mala literatura. Por ejemplo, Echegaray constituía un modelo literario a seguir hace un siglo mientras que en la actualidad es escasamente apreciado. 4. Canal. Hay una cierta unanimidad al considerar más literario aquello que se transmite en el formato tradicional del libro. El hecho de que algo se publique como un libro le otorga cierta predisposición que se considere como literatura. El contexto y el código son prácticamente irrelevantes en este asunto. 3 Tema 1 Características generales de la comunicación literaria. Centrífuga y pluridireccional. En la literatura los roles de emisor y receptor están fosilizados, no se pueden modificar ni intercambiar. El emisor está siempre en el centro. Existen excepciones: en la antigüedad, los juglares, por ejemplo, incorporaban a sus relatos las intervenciones del público; en la actualidad, las blogonovelas son un buen ejemplo de interacción. Es pluridireccional al no estar dirigida a una sola persona, sino a una colectividad. Es emitida en todas direcciones y su mensaje puede o no ser recibido. Implica una unidad de autoría y una multiplicidad de lectores. Utópica y diacrónica. La comunicación literaria puede actualizarse en cualquier lugar; no necesita de ningún espacio concreto ni que autor y emisor compartan el espacio. Es diacrónica porque puede desarrollarse en cualquier momento. Hay excepciones como el teatro representado o la literatura oral (trovadores, juglares). Literal. La literatura es uno de los pocos actos de comunicación en los que el mensaje debe reproducirse de forma exactamente igual o pierde su valor. La traducción es una especie de licencia que permite que los textos no sean literales pero sí literarios. Las adaptaciones de libros tampoco respetan la literalidad. Mensaje cerrado. No solo hay que respetar la literalidad, sino que el mensaje no puede sufrir ningún tipo de adición o supresión. Código ordinario y connotativo. En la comunicación literaria, a la hora de decodificar los textos, hay que tener en cuenta que existe un código connotativo que debe conocerse, al menos ligeramente.