357122. . Tercera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo LV, Pág. 2759. QUIEBRAS, EFECTOS DE LA SENTENCIA DE GRADUACION, EN LAS. La sentencia de graduación pone fin a la persecución colectiva del deudor común, desde el momento en que, por virtud de ella se manda pagar a los acreedores con el producto de la realización de los bienes asegurados, conforme a la graduación de los créditos; por tanto, presupone, fundamentalmente, el hecho de hallarse el deudor común, en estado de quiebra, o sea, la situación especifica de toda persona comerciante que no puede hacer frente a sus compromisos y a quien se ejecuta colectivamente en sus bienes, por el procedimiento que al efecto establece el Código de Comercio. Doctrinalmente, la quiebra es una asociación forzosa de carácter legal, constituída por la unión de todos los acreedores del fallido, con el objeto de disminuir las pérdidas resultantes de los reveses económicos sufridos por el deudor, originándose así lo que bien puede llamarse la masa del pasivo de la herencia; se sostiene además, que la quiebra es un procedimiento socialista, puesto que en ella siempre se sacrifica el interés individual, en beneficio del colectivo; pero sea cual fuere la actitud filosófica y doctrinal que se adopte, frente a este fenómeno de carácter predominante económico, tenemos siempre que la quiebra es un procedimiento especial para pagar a los acreedores, en la proporción que establece la ley, con el activo del deudor común; es, pues, una cesión forzosa de los bienes del deudor, establecida por la ley, en favor de los acreedores para pagarles sus créditos, por lo que, si una sentencia declara que la sociedad y sus socios se encuentran en estado de quiebra, siendo culpable la de la sociedad, y fortuita la de los socios, y contra tal declaratoria no se hace valer en la alzada, agravio alguno, es evidente que los socios reconocieron mediante tal consentimiento tácito, dicho estado, y en consecuencia, se ha producido con relación a ellos, el fenómeno jurídico relativo a la cesión forzosa de todos sus bienes, en su calidad de socios, en beneficio de los acreedores de la sociedad; y como todo relativo a la graduación, preferencia y resoluciones, correspondiente a estas cuestiones, afectan únicamente a los acreedores, el hecho de que no se efectúe la segunda junta a que se refiere el artículo 1494 del Código de Comercio ni se hayan las alegaciones del acreedor disidente y de los demás acreedores, circunstancia que implicaba la incapacidad del Juez, para pronunciar la sentencia de graduación, en nada afecta al socio, ya que, en todo caso el único a quien tal declaración puede agraviar, es al acreedor disidente, que estima, en principio, que su crédito debería ser clasificado como preferente. Amparo civil directo 7176/35. Ketelsen viuda de Kuck Emilia. 16 de marzo de 1938. Unanimidad de cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente. -1-