Sevilla Julio de 2015 El Digesto de Justiniano entró en vigor quince días después de su publicación. Su nombre vino dado en honor de Justiniano, cuya obra más importante tomaba el mismo nombre (asimismo digestum significa ‘resumen’, ‘compendio’, etc.). Después de haber publicado el Codex o Código, que luego formaría parte de la compilación de constituciones y jurisprudencia del derecho romano desde el emperador Adriano hasta su época, conocida como Corpus Iuris Civilis; Justiniano decidió reunir en una sola obra las sentencias de los jurisconsultos clásicos (iura), es decir que el Digesto es una recopilación de la jurisprudencia romana que servía en forma de «citas» a los juristas de la época. La estructura de la obra es la siguiente: Primera parte Llamada Hpwta, se extiende entre los libros I-V y recoge básicamente los conceptos jurídicos generales, los principios de la jurisdicción y la introducción de la instancia, así como un largo extracto histórico sobre jurisprudencia romana y la evolución del ius. Segunda parte Llamada pars iudiciis, se extiende desde los libros V-XI y se ocupa de la teoría general de las acciones, la defensa de la propiedad y los restantes derechos reales. Tercera parte Llamada pars de rebus, se extiende por los libros XII-XIX y recoge no solo el título edictal XVII de rebus creditis sino los siguientes y en concreto el título XIX de bonae fidei iudiciis, referente a los contratos. Cuarta parte Primer grupo de los libris singulares, en concreto llamada umbilicus por su posición central en la obra. Se extiende por los libros XX-XXVII y pueden distinguirse dos secciones claramente diferenciadas: la primera ocupa los libros XX-XXII y trata de derecho hipotecario y los mecanismos de prueba, complemento ambos de los contratos, y la segunda parte, ocupa los libros XXIII a XXVII, integra las relaciones de familia y las instituciones propias del ámbito familiar: matrimonio, dote, filiación y tutela. Quinta parte Segundo grupo de los llamados libri singulares, se extiende entre los libros XXVIII a XXXVI, su temática es más homogénea al tratarse en ellos el derecho sucesorio (herencias y legados). Sexta parte Sin nombre, se extiende desde los libros XXXVI a XLIV, comienza con la bonorum possessio(libros XXXVII-XXXVIII) y continúa con instituciones relativas a la propiedad y a la posesión (libros XXXIX-XLIV). Séptima Última parte, también sin nombre, en la que se distinguen cuatro secciones: la estipulaciones y las diversas instituciones relacionadas con ella (XLV-XLVI), los libri terribiles (XLVII-XLVIII) sobre derecho penal público y privado, el penúltimo libro, el de appellationibus(XLIX), y finalmente el abigarrado libro L, que trata sobre el sistema municipal y las normas interpretativas, que integran un título sobre el significado de las palabras y otro sobre las reglas jurídicas de los antiguos. Elaboración del Digesto: Para la elaboración del Digesto se nombró a una comisión formada por dieciséis miembros y dirigida por Triboniano, que se encargó de estudiar, seleccionar y ordenar el conjunto de sentencias o fallos y opiniones de los jurisconsultos que habían gozado del Ius Respondendi, que era una concesión imperial que le era otorgada a los jurisconsultos. Los miembros de dicha comisión se les dotó de facultades para retocar los textos para que mantuvieran concordancia con la obra completa, lo que posteriormente supondría un problema. Se revisaron aproximadamente unos dos mil libros, de los cuales se tomaron los de los jurisconsultos de la época de finales de la República hasta la del Bajo Imperio o época del Dominado. Estructura interna El Digesto estaba formado por 9000 fragmentos de 40 juristas, de los cuales 35 eran clásicos (a destacar Ulpiano, del que procede un tercio del Digesto -3000 fragmentos-, además de Paulo, que representa un quinto del total de la obra), tres eran juristas de la época preclásica (Alfeno Varo, Quinto Mucio Escévola y Aquilio Galo) y dos de la época postclásica (Hermogeniano y Arcadio Carisio). Cada uno de los textos eran ordenados de manera sistemática: en 50 libros, divididos en títulos (excepto los libros 30, 31 y 32, de legatiis et fideicommissis) y cada uno de éstos en fragmentos. Antes de cada título le precedía una inscripción (Inscriptio) que determinaba el autor, el título de la obra y el número de libro del que se había extraído cada fragmento. 2 Problemas que plantea el Digesto El Digesto plantea cuatro problemas fundamentales: • Rapidez en su confección; • Modificación intencionada; • Problema de las interpolaciones; • Transmisión del manuscrito. Las dos primeras se desarrollan a continuación. Rapidez en su confección Hay que tener en cuenta que una obra magna como el Digesto se elaboró en sólo tres años (530-533), siendo establecido por Justiniano un plazo máximo (y estimado) de diez. Modificación intencionada Para mantener la concordancia de los textos se modificaron éstos, lo que supuso un problema y que Justiniano trató de justificar (en la Constitutio Tanta X) respondiendo que dichas modificaciones se realizaron por “razón de utilidad”. JURISTA AUTOR DEL FRAGMENTO: El autor del fragmento es Romano Domitius Ulpianus. Dicho jurista nació en Tiro, Fenicia hacia el año 170 y murió en Roma en el año 228. Los datos acerca de su vida no son muy precisos. Ulpiano perteneció al período de la jurisprudencia romana clásica, y desarrolló su actividad pública y jurídica durante el Principado en la época de los emperadores Severos, desde Septimio hasta Alejandro. Este jurista fue empleado en la administración central. Primeramente se desempeño como miembro del consejo de un pretor. Posteriormente entre los años 205 y 212 fue junto a Paulo asesor de Papiniano que actuaba como Prefecto del Pretorio, cargo que él también detentaría durante la época de Caracalla. Durante la época de Heliogábalo cae en desgracia y es desterrado, pero a principios del 222 d.C al asumir como emperador Alejandro Severo (222-235 d.C.) retorna y se destaca nuevamente. Nombrado magister libellorum, formó parte del Consejo imperial. Ocupó también el cargo de preafectus annonae, alcanzando finalmente el caro de praefectus praetorio. Tareas que le permitieron tener acceso a los archivos imperiales.. Como jurista de la burocracia imperial, se sostiene que sólo ocasionalmente se dedicó a la enseñanza académica. Concretamente entre los años.212-222 d.C. Ulpiano fue un autor de gran fecundidad, sus principales obras fueron: ochenta y un libros ad Edictum Praetoris Urbanus característico por la minuciosidad con que examina el Edicto; un comentario en dos libros ad Edictum Aedilium Curulium; cuatro libros ad legem Iulinam de Adulteriis; y, cincuenta y un libros ad Massurium Sabinum. Como apéndices de aquellos: seis libros fideicommissorum; cuatro libros de appellationibus; cuatro libros ad legem Aeliam Sentiam; veinte libros ad legem Iuliam et Papiam. Escribió también numerosas obras acerca de las atribuciones de los magistrados y funcionarios imperiales, tales como: diez libros de officio Proconsulis; tres libros de officio Consulis; libros singulares de officio Consularium, de officio Praefecti Urbi, de officio Praefectii vigilum, de officio Curatoris Reipublicae; y, diez libros de Omnibus Ttribunalibus. Con relación a la casuística: dos libros responsorum; y, diez libros disputationum. Finalmente, con relación a la enseñanza: dos libros institutionum; y, siete libros regularum. DICOTOMIA IUS PUBLICUM-IUS PRIVATUM: Es de ius Publicum el que corresponde al estado de la cosa pública y de ius privatum el que respecta a la utilidad de los particualres. En atención al origen de producción de estas normas, son de ius publicum las disposiciones contenidas en la leges publicae, los senadoconsultos, los edictos de los pretores y las constituciones imperiales. Al ius privatum las costumbres, las interpretaciones de los juristas y los pactos y negocios que los particulares, en uso de su autonomía individual, se procuran para regular sus intereses. REFLEXIÓN: Realmente, si tuviéramos que hacer un traslado de ius publicum/ius privatum a nuestros días, sería bastante complicado por muchas circunstancias. Ya en aquella época existían muchas dudas sobre esta diferenciación. Como explica el Profesor Antonio Fernández de Buján en su libro DERECHO ROMANO PRIVADO: ” ……hay determinadas normas que regulan relaciones entre particulares (y desde este punto de vista serían de derecho privado), que en atención a la especial relevancia del interés 4 social o general contenido en los preceptos (y desde este punto de vistas serian de derecho publico)…….”. Actualmente, y por poner un ejemplo claro de la mezcolanza entre lo publico y lo privado serían lo que denominamos hoy día las Sociedades Publicas. En este tipo de sociedades mercantiles estatales podemos apreciar como cuando le interesa a sus Administradores se rigen por normas de Derecho Publico (Administrativo) y cuando no les interesa a dichos Administradores se rigen por el Derecho Privado (Código Civil-Mercantil). Hoy día, todo lo que nos atañe es de interés general y no se puede distinguir en ningún país el Derecho Publico con el Derecho Privado. Entiendo que tenemos que regirnos por un conjunto de normas sin hacer este tipo de diferenciación. Fuentes: WIKIPEDIA, EXEGESIS, DERECHO ROMANO PRIVADO (Antonio Fernádez de Buján) Bernardo Martin Moreno Presidente Fundación Martin Robles