integración económica, crecimiento y pobreza

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INTEGRACIÓN ECONÓMICA,
CRECIMIENTO Y POBREZA
Xavier Sala-i-Martin
Banco Interamericano de Desarrollo
Sector Integración y Comercio
Documento de Temas de Políticas de Comercio e
Integración
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2
Banco Interamericano de Desarrollo
Sector Integración y Comercio
INTEGRACIÓN ECONÓMICA, CRECIMIENTO Y POBREZA
Xavier Sala-i-Martin
Este trabajo sobre políticas de comercio fue elaborado por el profesor Sala-iMartin de la Universidad de Columbia.
Las opiniones aquí expresadas corresponden al autor y no necesariamente
reflejan la posición oficial del BID ni de sus países miembros.
3
4
1. INTRODUCCIÓN:
En las últimas tres décadas, el mundo ha sido testigo, quizás por primera
vez en la historia, de una caída de alrededor de dos tercios en los índices de
pobreza, de un aumento del crecimiento y de una disminución de la desigualdad
individual a nivel mundial (Sala-i-Martin [2006]). Al mismo tiempo, se ha
registrado un incremento de más del 60% en el comercio internacional. Los
acuerdos comerciales regionales (ACR) han desempeñado un papel protagónico
en este escenario: actualmente el 40% del comercio se produce en el marco de
los ACR. A principios de la década de 1980 se habían notificado ante la OMC
solamente cinco acuerdos regionales. Hoy existen más de 200
acuerdos
regionales en vigencia, que se suman a otros 60 acuerdos que se encuentran en
proceso de negociación.
En este trabajo se plantea que la reducción de la pobreza, el crecimiento
económico y la integración económica son, de hecho, fenómenos relacionados.
Se analizan los mecanismos teóricos a través de los cuales el comercio estimula
el crecimiento, reduce la pobreza y aumenta los ingresos de los más
desfavorecidos y se presenta evidencia empírica que sustenta tal afirmación. En
la sección final se esbozan algunas reflexiones sobre Colombia.
2.
APERTURA, CRECIMIENTO, DESIGUALDAD Y POBREZA:
TEORÍA Y EVIDENCIA EMPÍRICA
2.1
Crecimiento y pobreza
Existe amplio consenso respecto de que la mejor manera de reducir los
índices de pobreza de un país es a través del crecimiento. El crecimiento del PIB
per cápita permite desplazar la media de la distribución del ingreso hacia la
derecha (como se observa en la Figura 1a).
1
Figura 1a: A más crecimiento, menos pobreza
Línea de pobreza
(US$1/día)
(1) Crecimiento
del PIB
(2) Reducción
de la pobreza
Ingresos
Si no se modifica la dispersión (o desigualdad) en la distribución de los
ingresos, el área que está por debajo de la distribución y a la izquierda de una
determinada línea de pobreza (por ejemplo, la línea de un dólar por día), que
corresponde al índice de pobreza, se reduce automáticamente. La pobreza
también puede disminuir si, para un ingreso medio dado, decrece la dispersión
de la distribución (desigualdad), tal como se observa en la Figura 1b.
Inversamente, para un ingreso promedio dado, la pobreza aumenta cuando
aumenta la desigualdad. La única manera de que un país con crecimiento
experimente un aumento de su pobreza es que aumente la desigualdad. En
otras palabras, si los índices de crecimiento positivo no lograron aumentar
sistemáticamente los ingresos de la población pobre, entonces estaríamos ante
una
relaciónsistemática entre crecimiento positivo y mayor desigualdad de
ingresos.
2
Fig 1b: A menor desigualdad, menor pobreza
Línea de
pobreza
(US$1/día)
Igual promedio
(igual PIB per
cápita)
(2) Reducción
de la pobreza
(1) Reducción
de la
desigualdad
(1) Reducción
de la
desigualdad
Ingresos
La literatura empírica no ha comprobado tal asociación (véase Barro
[2000].) Cabe concluir, pues, que el crecimiento es, en líneas generales,
positivo para los sectores pobres. Deininger y Squire [1996] demuestran que en
el 88% de los casos de crecimiento registrados en todo el mundo, el ingreso de
los pobres aumentó. Sobre la base de datos de hogares extraídos de sondeos
realizados en 42 países, Ravallion y Chen [1997] hallaron que el crecimiento
agregado de los ingresos reducía la pobreza. Dollar y Kraay [2001a] utilizan una
muestra amplia de 137 países en desarrollo para demostrar que el ingreso del
quintil más pobre tiende a crecer uno por uno con el aumento de la renta o
ingreso per cápita. 1
El caso de China se ha constituido en un ejemplo de crecimiento asociado a un
aumento sustancial de la desigualdad. El coeficiente Gini en China aumentó de
0,32 a 0,38 entre 1980 y 2000. Sin embargo, esta alza no ha sido suficiente
para invalidar los efectos beneficiosos del crecimiento agregado (Quah [2002]).
De hecho, hoy día la pobreza en China ha caído del 27% en 1980 al 3%. Gracias
a una tasa de crecimiento del 10% anual, más de 250 millones de personas en
China han logrado salir de la pobreza (Sala-i-Martin [2006]). Por ende, si bien
China es un ejemplo de crecimiento asociado a la desigualdad, aun así no es un
ejemplo de crecimiento que no reduce la pobreza.
1
3
Para documentar la correlación empírica entre crecimiento y erradicación
de pobreza, la Figura 2 ilustra el cambio registrado a lo largo de una década en
el índice de pobreza de US$1/día, medido según Sala-i-Martin [2006], y el
correspondiente índice de crecimiento anual durante la misma década. En otras
palabras, para cada país se calculó el cambio en el índice de pobreza de un dólar
por día entre 1970 y 1980, entre 1980 y 1990 y entre 1990 y 2000, y se
computó la tasa de crecimiento anual durante la misma década. La Figura 1
presenta el gráfico de dispersión de estas dos variables. Se observa que los
países que más rápidamente lograron reducir su pobreza son aquellos que más
habían crecido. De hecho, de acuerdo con los datos utilizados para elaborar este
gráfico, un aumento del crecimiento de 1 punto porcentual trae como
consecuencia una caída en los índices de pobreza de alrededor de 3 puntos
porcentuales. En líneas generales, el crecimiento agregado da cuenta de hasta
el 63% de la variabilidad en los índices de pobreza.
Figure 2: Growth and Poverty Eradication
Change in 1$/day Poverty Rate
0.4
0.2
0
-0.2
-0.4
-0.6
-10.0%
-6.0%
-2.0%
2.0%
6.0%
10.0%
Growth Rate
World
Average Latin America
Linear (World)
América Latina no escapa a la regla que afirma que cuanto más alta es la
tasa de crecimiento más rápida es la caída del índice de pobreza. En los
cuadrados resaltados (en color verde) se graficaron las tres observaciones
correspondientes al crecimiento promedio y a la reducción promedio de la
4
pobreza en
América Latina en la misma década. Allí se observa claramente
cómo estos puntos están casi perfectamente alineados sobre la línea de
regresión.
La conclusión de que el crecimiento tiende a reducir la pobreza se aplica
cuando el crecimiento es una respuesta al comercio y a la integración económica
así como a cualquier otro factor. Tal como lo expresan Berg y Krueger [2003],
“el crecimiento asociado a la apertura comercial es tan favorable para los pobres
como el crecimiento en general”. Asimismo, Berg y Krueger agregan que “dado
que la desigualdad dentro de un país no aumenta en forma sistemática con el
comercio, puede afirmarse que la apertura también reduce la pobreza”.
2.2
Apertura y desigualdad
Las Figuras 1a y 1b sugieren que, para calcular los efectos de la apertura
comercial sobre la pobreza, es necesario estudiar los efectos que la apertura
produce sobre la desigualdad y sobre el crecimiento.
Evidencias empíricas recientes (Sala-i-Martin [2006]) indican que la
desigualdad dentro de los países ha aumentado en los últimos 30 años. 2, la
liberalización comercial se produjo de un modo más o menos generalizado en
todo el mundo. Por consiguiente, algunos analistas arriban a la conclusión de
que la apertura y la globalización han profundizado la desigualdad en los
ingresos.
Si bien puede admitirse cierta verdad en este razonamiento, no debemos
olvidar que la globalización comercial no fue el único fenómeno que tuvo lugar
en el mundo en los últimos 30 años. Por ejemplo, la revolución de la
computación y de las tecnologías de la información presenta un sesgo en favor
de trabajadores calificados. Esto significa que el progreso tecnológico genera
una mayor demanda de trabajadores más calificados, lo que a su vez aumenta
la brecha salarial.
¿Cuál ha sido el impacto del comercio sobre los niveles generales de
desigualdad? La teoría tradicional del comercio (Hecksher-Ohlin y StolperLa desigualdad entre los individuos a nivel mundial, por otra parte, es menor
por cuanto los ingresos de la amplia mayoría de los pobres del mundo (es decir,
los habitantes de Asia) han aumentado más rápidamente que los ingresos de los
ricos. Este proceso de convergencia de los ingresos de los individuos entre los
distintos países ha compensado en gran medida el aumento de la desigualdad
en el interior de cada país, de modo tal que la dispersión general ha registrado
una caída desde la década de 1970.
2
5
Samuelson) sugiere que en las economías menos desarrolladas (caracterizadas
generalmente por una mano de obra relativamente más abundante), el
comercio con países desarrollados producirá un alza en el precio de los bienes
que se producen con un uso intensivo de mano de obra y permitirá la
especializaciónde los trabajadores en los sectores intensivos en trabajo , lo que
a su vez elevará
remuneración. 3 En otras palabras, la teoría tradicional del
comercio sugiere que la liberalización del comercio conduce amenores niveles
desigualdad De ingresos y salarios.
Goldberg y Pavcnik [2004, 2007] argumentan que “este aumento en la
remuneración de los trabajadores calificados de muchos países en desarrollo (en
particular, en América Latina) es compatible con el teorema de StolperSamuelson porque los sectores con uso intensivo de mano de obra no calificada
eran, antes de las reformas comerciales, protegidos con los aranceles más altos
y los que experimentaron las reducciones arancelarias más importantes con
posterioridad a las reformas. Estos patrones de protección han sido observados
en los casos de Colombia (Attanasio, Goldberg, Pavcnik [2004]), México
(Hanson y Harrison [1999], Robertson [2000, 2004 durante el período anterior
al TLCAN]), Marruecos (Currie y Harrison [1997]) y Brasil (Pavcnik, Blom,
Goldberg y Schady [2004])”.
Otra posibilidad es que la rigidez del mercado laboral no permite la
reasignación intersectorial de la mano de obra,
que es necesaria para que la
teoría se verifique en la realidad. Un hallazgo común en estudios sobre la
liberalización del comercio en los países en desarrollo es la falta de tal
reasignación.
Por
ejemplo,
Attanasio,
Goldberg
y
Pavcnik
[2004]
han
comprobado que, en el caso de Colombia, una regresión de la participación de
las industrias en el empleo total sobre los aranceles (manteniendo constantes
otros factores importantes) arroja un coeficiente arancelario de pequeña
magnitud y estadísticamente no significativo. El mismo fenómeno se observó en
otros países en desarrollo: Revenga [1997], Hanson y Harrison [1999], y
Feliciano [2001] en el caso de México; Currie y Harrison [1997], en el caso de
Marruecos; Wacziarg y Seddon [2004] en un estudio sobre liberalización del
Si la oferta laboral es horizontal (lo que seguramente sucede si hay una gran
masa de trabajadores rurales que migran y se emplean en las industrias recién
creadas), el comercio permitirá generar más empleo en el sector que haga un
uso intensivo de la mano de obra. El comercio tenderá a reducir la pobreza en
los modelos tradicionales, ya sea por vía de un aumento de los salarios o bien
por vía de una expansión de las oportunidades de trabajo.
3
6
comercio realizado en varios países. Todos estos estudios atribuyen la falta de
reasignación de la mano de obra a “la rigidez de los mercados laborales (de
modo que la adaptación a la liberalización comercial se produce a través de un
ajuste del salario relativo, como Colombia y México) o bien a la existencia de
mercados de productos imperfectos (de modo que las empresas responden
reduciendo los márgenes de ganancias, como México y Marruecos, y no
mediante la reasignación del trabajo entre sectores” (Goldberg y Pavcnik [2004,
2007]).
Una tercera posibilidad es que los modelos tradicionales son incompletos.
Por ejemplo, Acemoglu [2003] sostiene que la liberalización del comercio puede
llevar a incrementar el comercio de maquinarias y bienes tecnológicamente
avanzados que son complementarios del
trabajo calificado, lo que a su vez
genera una mayor demanda relativa de trabajadores con calificaciones. En ese
caso, el comercio generaría una mayor dispersión salarial. Existen algunos casos
que confirman esta visión: Attanasio, Goldberg y Pavcnik [2004] realizaron una
regresión del cambio en la participación de los trabajadores calificados en cada
sector sobre el cambio en la protección arancelaria durante el período 19841998. La conclusión fue que el aumento en la demanda de trabajadores
calificados fue mayor en los sectores que experimentaron las mayores
reducciones arancelarias (por ejemplo, textiles y confecciones).
Una
cuarta
posibilidad
es
que
la
liberalización
comercial
puede
presentarse acompañada de una liberalización de la cuenta de capital, situación
que
genera
gran
incertidumbre
cambiaria.
Para
protegerse
de
esta
incertidumbre, las empresas pueden tener incentivos para mejorar el mix de
productos y aumentar la calidad de sus plantas locales, lo que a su vez
contribuye a ampliar la brecha salarial (Goldberg y Pavcnik [2007]).
De igual modo, Aghion, Burgess, Redding y Zilibotti [2003] construyen
un modelo en el que distintas compañías se encuentran a diferente distancia de
la “frontera tecnológica”. En respuesta a la liberalización comercial, las
empresas que están más cerca de la frontera tecnológica sobreviven, mientras
que aquellas que están más rezagadas desde el punto de vista tecnológico
tienden a desaparecer en razón de la mayor competencia. El efecto promedio de
la liberalización comercial, pues, depende de la cantidad de firmas que estén
próximas a esta frontera tecnológica. Estos autores estudiaron la experiencia de
la India en la etapa posterior a la apertura producida en 1991 y concluyeron que
7
la mejora experimentada en la productividad y en las ganancias tuvo lugar en
aquellos sectores más próximos a la frontera tecnológica.
El impacto general de la apertura comercial es muy difícil de aislar a nivel
de la economía, la industria y la empresa. Goldberg y Pavcnik [2007] revisaron
la literatura empírica y hallaron escasa evidencia del impacto del comercio sobre
la desigualdad . Verificaron cierto impacto del comercio sobre la desigualdad
salarial a nivel industrial, pero estos efectos tienden a ser pequeños en relación
con
los
movimientos
observados:
comerciales , los efectos
“Dada
la
magnitud
de
las
reformas
hallados por los estudios empíricos son pequeños y
sólo pueden explicar una frscción reducida del aumento de la desigualdad
salarial”.
2.3
Apertura y crecimiento
Si el comercio no produce más desigualdad, entonces su impacto
(positivo o negativo) sobre la pobreza debe ser producto de sus efectos sobre el
crecimiento. Una vez más, los modelos tradicionales del comercio (del tipo de
Hecksher-Ohlin) resultan incompletos en el sentido de que no intentan describir
verdaderamente los efectos del comercio sobre el crecimiento. Entre otros
factores, no dan cuenta de las economías de escala, las diferencias tecnológicas
y la movilidad del capital, sino que parten de la premisa de que las instituciones
y las políticas permanecen constantes mientras las economías avanzan en su
proceso de integración. Los análisis económicos modernos, en cambio, incluyen
estos factores dinámicos y concluyen que la integración económica incide en la
tasa de crecimiento de la economía. Los economistas sostienen que la razón
principal por la cual la apertura comercial tiene consecuencias positivas para la
economía tiene poca relación con las ganancias estáticas tradicionales del
comercio. El principal mecanismo a través del cual la apertura comercial
promueve el bienestar es el aumento de la tasa de crecimiento general.
Lawrence Summers [1991] lo expresa con claramente: “para desilusión de los
economistas, los verdaderos beneficios de las políticas comerciales de cualquier
tipo no pueden provenir —excepto quizás del caso de la agricultura—
de los
triángulos y medidas de bienestar que tanto calculamos. En cambio, tales
beneficios provienen de los saludables efectos que la competencia y la apertura
comercial producen sobre las políticas nacionales en general,… incluidos los
beneficios políticos y simbólicos que pueden conllevar en términos de promover
8
reformas internas, consolidar los vínculos entre países vecinos y armonizar más
plenamente otros aspectos de las políticas nacionales”.
Son numerosas las vías a través de las cuales la integración puede
afectar el índice de crecimiento general de la economía, a saber:
(1) Mayor especialización de acuerdo con la ventaja comparativa. Ésta
es la vía que Adam Smith y los clásicos de los siglos XVIII y XIX pusieron de
relieve.
(2) Mayor explotación de los rendimientos crecientes. Las empresas
pueden aumentar su productividad cuando los mercados son más grandes, ya
que pueden explotar mejor las economías de escala. En relación con esto cabe
mencionar la existencia de
efectos de
aglomeración en la elección de
la
localización de las empresas. Krugman y Venables [1990] estudian los efectos
de la integración sobre la localización de las empresas y analizan cómo la
integración genera para las empresas un fuerte incentivo a trasladarse hacia las
regiones centrales (Krugman [1991], Venables [1996], Fujita, Krugman y
Venables [1999], Baldwin, Martin, Ottaviano, Robert-Nicaud [2003]). Los
acuerdos regionales de comercio pueden alentar a que la industria opte por
instalarse en los países miembros en lugar de radicarse en los países que no son
signatarios del acuerdo. Esto también tiende a ejercer efectos benéficos sobre
las industrias relacionadas a través de
eslabonamientos productivos (Schiff y
Winters, [2003]).
Según los cálculos de Venables y Winters [2004], la integración europea
que tuvo lugar en 1992 llevó a una gran reorganización intraindustrial, lo que
favoreció el surgimiento de empresas más grandes. Este aumento en el tamaño
de las empresas trajo aparejado una mayor eficiencia en la producción.
Venables y Winters sostienen que podrían darse ganancias similares en América
Latina si la región adopta finalmente la decisión de integrarse, aunque tales
ganancias sólo se harán realidad si se eliminan las diferencias regulatorias, tal
como
se
hizo
en
Europa.
De
lo
contrario,
los
mercados
continuarán
fragmentados y la región no logrará materializar los beneficios de un mejor
rendimiento o retorno.
(3) Importación de ideas, conocimiento y capacidades tecnológicas,
incluidos los beneficios de una aceleración del aprendizaje y de una más amplia
variedad de insumos tecnológicos. Todo esto tiende a aumentar la productividad
de los factores y, por consiguiente, el crecimiento económico. Utilizando datos
9
comparativos de 93 países, Edwards [1998] demuestra que la apertura produce
un crecimiento más acelerado de la productividad. Este resultado es robusto a
cambios en los indicadores de apertura, las técnicas de estimación, los períodos
temporales y las formas funcionales. Coe, Helpman y Hoffmaister [1997]
hallaron que “la productividad total de un
panel de 71 países en desarrollo
guarda una estrecha relación con el stock de investigación y desarrollo de sus
socios comerciales”. Véase además Coe y Helpman [1995]y Keller [2002].
Romalis [2007]
presenta
nueva evidencia basada en técnicas de variables
instrumentales.
(4) Efectos positivos del
aumento de la competencia sobre la
productividad. Esto es lo que Harvey Leibenstein [1966] denominó “eficiencia
X”: la mayor eficiencia que se produce cuando las empresas deben enfrentar
competencia. En otras palabras, el aumento de la competencia de las empresas
extranjeras ejerce presión sobre los productores locales que se ven forzados a
aumentar su eficiencia y mejorar la productividad de la utilización de sus
recursos en lugar de dejarse llevar por la “inercia”. Existe una amplia literatura
que se ocupa de destacar el efecto positivo que la apertura comercial tiene
sobre
la
productividad
a
través
de
reasignaciones
entre
empresas
pertenecientes a la misma industria (véase, por ejemplo, Pavcnik [2001].)
(5) Mayor disponibilidad de capital a través de la inversión extranjera
directa. Se cree que los socios comerciales tienden a afectar el volumen de
inversión extranjera directa, pero desde el punto de vista teórico, no está claro
en qué dirección. La IED horizontal (instalar una planta idéntica en un país
extranjero) puede reducir el comercio porque el intercambio comercial es un
sustituto eficaz de la producción local en el país extranjero. Por otra parte, la
IED vertical (radicar parte de la compañía con el objeto de producir
componentes que luego son
enviados nuevamente a la casa matriz) puede
aumentar cuando las compañías intentan producir componentes en el país en el
quelos costos son menores y entonces aprovechan los menores costos de
comercio en el marco del TLC para enviar y reenviar los diversos insumos .
¿Cuál de estos dos efectos predomina en la práctica?
Yeyati, Stein y Daude
[2004] intentaron desentrañar estos dos efectos en forma empírica. Estos
autores hallaron que cuando los países firman un TLC la IED horizontal sufre
una caída mientras que la IED vertical aumenta. El aumento de la IED vertical
suele compensar ampliamente la caída de la IED horizontal, de modo que el
10
efecto general de un acuerdo comercial regional sobre la IED es positivo y
grande. Ser signatario de un acuerdo regional promueve el incremento de la IED
en 27%, aproximadamente. Véase además Blomstrom y Kokko [1997].
(6) Progreso tecnológico. Por cierto, uno de los beneficios del aumento
de IED es la mayor disponibilidad de capital. Otro beneficio, tal vez más
importante, es la mayor disponibilidad de tecnología, puesto que las firmas que
cruzan las fronteras transfieren su tecnología al país receptor. En particular, una
tecnología importante para el comercio es la tecnología de transición. Los
teóricos suelen no tener en cuenta los costos de transacción pero éstos suelen
ser muy altos en la práctica: los costos de embarque, las tecnologías de
refrigeración y la gestión de inventario son sólo algunos ejemplos. Este tipo de
progreso tecnológico en el comercio puede dar lugar a un “círculo virtuoso” por
el cual la apertura comercial mejora la eficiencia del comercio, lo que a su vez
conduce a un mayor intercambio comercial. Para un desarrollo más detallado de
esta argumentación, véase Hummels y Skiba [2004].
(7) El elemento menos considerado por los economistas pero que es tal
vez el que provoca mayor impacto económico es el efecto positivo que la
apertura comercial produce sobre las instituciones, las políticas y el proceso
político
mismo.
Por
ejemplo,
la
integración
económica
promueve
la
coordinaciónde las disposiciones bancarias y las redes de transporte y de
energía. Al ver cómo operan sus vecinos, los residentes locales tienden a
mejorar sus actitudes sociales hacia la economía y el trabajo de modo tal de
maximizar su desempeño económico. La integración también permite consolidar
las reformas nacionales. Otras ventajas se relacionan con aspectos tales como la
factibilidad y la reciprocidad.
Venables y Winters [2004] sostienen que los beneficios directos que los
miembros de la Unión Europea obtuvieron del aumento del comercio palidecen
cuando se comparan con los beneficios políticos e institucionales derivados de la
UE., Llegan incluso a afirmar que la UE fue creada no tanto
razones
relacionadas con el cálculo de costos y los beneficios derivados de un mayor
libre comercio, una mayor flexibilidad del capital y un aumento de la movilidad
laboral sino por las ventajas políticas e institucionales que habrían de obtenerse
en un continente devastado por la guerra.
El entorno institucional que es más apropiado para cada país difiere de
un país a otro. A lo largo de la historia hemos sido testigos de un fracaso tras
11
otro cuando fuerzas extranjeras (desde autoridades coloniales a instituciones
financieras internacionales o superpotencias) han intentado “imponer” las
instituciones “correctas” en países menos desarrollados. Los países necesitan
encontrar su propio marco institucional correcto en el contexto de su propia
historia y cultura a través de un proceso de prueba y error. Sin embargo, la
parte de la “prueba” en esta ecuación puede mejorarse cuando los países se
abren a las ideas experimentadas por sus vecinos, cuya naturaleza es similar.
Adaptando aquello que ha resultado exitoso en otro lugar (sobre todo si ese
lugar es una región con un contexto histórico y cultural similar) a su propia
realidad, los países pueden encontrar modos interesantes de mejorar su propio
marco institucional y, como resultado, encontrar su
camino hacia un
crecimiento y del desarrollo más rápido.
Los países del sur de Europa que se incorporaron a la UE más tarde
experimentaron una notable transformación institucional como consecuencia de
haber adaptado de manera inteligente aquello que resultó eficaz en los países
más avanzados de la UE. Esto permitió que los países recién incorporados
pudiesen converger más rápidamente en la unión de lo que habría sido posible
de otro modo.
Por último, si los países ricos y centrales no se abren a los países menos
desarrollados, existe el riesgo de que los habitantes de las economías más
pobres se sientan “marginados” del proceso de globalización. Cuando esto
sucede, se acrecientan las posibilidades de que con su voto elijan líderes
políticos nacionalistas, de mirada estrecha, populistas y proteccionistas que
terminan implementando políticas que socavan el potencial de crecimiento del
país.
En suma, muchos argumentos teóricos sugieren que la apertura
comercial tiende a generar crecimiento económico. Por supuesto, las teorías no
afirman que la relación entre la exposición al comercio y el crecimiento
económico es sencilla, pero existe una fuerte presunciónen favor de la
preposición de que el comercio internacional y las políticas de libre comercio son
importantes factores contribuyentes al crecimiento. Esta
presunción en parte
surge de la teoría, pero resulta mucho más concluyente cuando evaluamos la
evidencia empírica.
12
Pero antes de analizar la evidencia empírica, correspondería hacer una
breve referencia a las distintas maneras de llevar a cabo la apertura económica:
unilateralismo, multilateralismo y los acuerdos comerciales regionales (ACR).
2.4
Un comentario sobre el unilateralismo, la nación más
favorecida y los acuerdos comerciales regionales
Jagdish Bhagwati, el más importante teórico del libre comercio en los
tiempos modernos, sostiene que la mejor manera de liberalizar la economía es a
través de una apertura comercial mulilateral no discriminatoria, bajo la cláusula
de nación más favorecida. En ausencia de acuerdos multilaterales, las políticas
unilaterales son la segunda opción más deseable.
Tal como lo expresó Joan
Robinson, “si tu vecino desea arrojar piedras en su propio puerto, no parece ser
buena idea que tú hagas lo mismo”. En otras palabras, tu país se ve favorecido
con aranceles más bajos (porque permiten que los ciudadanos puedan adquirir
bienes a menor precio) aun cuando tus vecinos ya los hayan impuesto. Esto es
especialmente cierto para los países en desarrollo, puesto que tienden a adquirir
bienes de capital en el exterior. Por consiguiente, los aranceles tienden a
encarecer las inversiones y, como resultado, a reducir la tasa de crecimiento
agregado de la economía.
Mientras que los acuerdos comerciales multilaterales y unilaterales son
ampliamente considerados como buenos (positivos),
el consenso es menor
cuando se trata de los acuerdos comerciales regionales. De hecho, los
partidarios del libre comercio, como Jagdish Bhagwati, afirman no sólo que
estos acuerdos pueden no resultar beneficiosos sino que incluso pueden resultar
perjudiciales. 4 Ello obedece primordialmente a lo que Jacob Viner [1950]
denominó “el desvío de comercio”: 5 cuando un país aplica el mismo arancel a
4
El Banco Mundial [2005] estima que una reforma comercial mundial con la
que se eliminasen todas las distorsiones (incluida una completa liberalización de
los productos agropecuarios) podría incrementar el ingreso mundial en US$263
mil millones en el año 2015 (de los cuales US$109 mil millones llegarían a los
países pobres). En cambio, si los países en desarrollo firmaran acuerdos
bilaterales con la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Japón, el ingreso
global se elevaría sólo US$112 mil millones, y los países ricos obtendrían tanto
como US$133 mil millones.
5
Bhagwati, además de comerciales desvío de comercio, presenta otros
argumentos en contra de los ACR, que se relacionan más con la economía
13
todas las naciones, siempre decidirá importar del productor más eficiente que
ofrece los bienes al menor precio. Cuando se firma un acuerdo de libre comercio
con un país que no es el productor más eficiente, se puede terminar comprando
los productos elaborados por este nuevo socio a expensas del productor de
menor costo que no goza del beneficio de un arancel reducido. Este “desvío de
comercio” resultaría perjudicial para la economía.
Si bien ésta es una posibilidad teórica, la cuestión es si tal
desvío de
comercio se produce o no en la práctica y, si así fuese, si ésta logra
contrarrestar o anular las consecuencias de la integración benéficas descriptas
en la sección anterior. El análisis empírico realizado por el Banco Mundial [2005]
indica que los TLC han desviado
comercio pero parecen haber generado más
comercio del que han desviado. El argumento del importante en concluyente en
el caso de un ACR entre países ricos (como la Unión Europea) o entre países
pobres (el Mercosur). Los ACR entre países ricos y pobres (o entre el norte y el
sur) tienden a ser creadores de comercio (véase Venables 2001).
El ex Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Lawrence Summers
[2001], se ha mostrado convencido de quecomerciales desvío de comercio,
aunque posible desde el punto de vista teórico, no es un asunto significativo en
la práctica: “los economistas deberían mantener una postura firme, aunque
abierta al debate, en favor de todas las formas de reducción de los obstáculos al
comercio, sean multi, uni, bi, tri o plurilaterales. La liberalización global quizás
sea la mejor opción, pero la apertura regional es muy positiva”. En vista de la
estructura actual del comercio, Summers agrega: “lo más probable es que los
acuerdos regionales plausiblestengan efectos de creación de comercio que
excedan
sus
efectos
de
desvío
de
comercio;
más
aún,
existen
altas
probabilidades de que incluso los acuerdos regionales que generan desviaciones
aumenten el bienestar”.
Venables [2003] coincide con esta posición al afirmar que, aunque
existen pocas pruebas de que los ACR entre dos países desarrollados fomentan
el crecimiento, existe amplia evidencia de que un ACR entre un país
política de los acuerdos multilaterales: el argumento de los “bloques
entorpecedores” (stumbling blocks) sugiere que los países que ya pertenecen a
un ACR tienen menos incentivos para avanzar en pos de un acuerdo
multilateral. También afirma que una amplia proliferación de ACR se asemeja a
un “spaghetti bowl” de reglas y reglamentaciones que complican
innecesariamente el comercio y las relaciones internacionales.
14
desarrollado y otro en desarrollo es muy favorable para el segundo, sobre todo
porque el acuerdo comercial estimula el crecimiento. El socio más pobre tiende
a beneficiarse de los derrames de conocimiento y de la credibilidad política del
país rico. El aumento del comercio interregional mejora el acceso a la
tecnología,
y
los
ACR
suelen
inducir
reformas
institucionales
(políticas
macroeconómicas sanas, derechos de propiedad bien definidos, sector bancario
eficiente, etc.), por lo que el país pobre se torna más creíble a los ojos del
inversor. Un canal adicional es que los socios más pobres se benefician al atraer
nuevas industrias, puesto que las empresas de países miembros y no miembros
preferirían radicarse en un país pobre y vender en el mercado del norte.
Venables concluye que “si bien las conclusiones, como regla general, dependen
de quiénes son los socios y de la profundidad de la integración, el regionalismo
puede ser un componente valioso de una estrategia de desarrollo, puesto que
los acuerdos eliminan no sólo aranceles sino también otras barreras a la
interacción económica”.
Estevadeordal y Robertson [2004] dan un paso más y cuestionan si en
un mundo con una gran proliferación de acuerdos comerciales bilaterales, los
nuevos acuerdos de libre comercio logran aumentar realmente el comercio
(desvío de comercio o de otra manera ). Según estos autores, una reducción
arancelaria
entre
potenciales
sustancialmente el comercio.
miembros
de
un
ALCA
incrementaría
También afirman que “el efecto de la reducción
arancelaria es mayor en las Américas que en nuestra muestra general”.
2.5
Evidencia empírica (1): Regresiones de crecimiento
multipaís
Los economistas han recurrido a dos metodologías para poner a prueba
la hipótesis de que la apertura comercial produce un impacto positivo sobre el
crecimiento económico: las regresiones multipaís y los estudios de casos.
La metodología de la regresión multipaís sigue los lineamientos del
trabajo de Barro [1991], que consiste básicamente en estima la correlación
parcial entre la apertura de una economía y su tasa de crecimiento agregado a
lo largo de un período. 6
6
Las variables que necesitan agregase a cada regresión están sujetas a
controversia. La mayoría de los investigadores siguen las especificaciones de
15
Una cuestión fundamental es cómo medir la apertura. Una de las líneas
de investigación la mide utilizando el volumen real (por lo general, la suma de
las importaciones y las exportaciones como un porcentaje del PIB). Levine y
Renelt [1992] consideraron que la apertura es uno de los determinantes más
robustos del crecimiento económico. Este trabajo empírico fue objeto de crítica
por no haber dado cuenta de la endogeneidad de los flujos comerciales y por el
hecho de que las exportaciones son parte del producto interno bruto. La
endogeneidad del comercio produce un sesgo de simultaneidad en el impacto
estimado, mientras que las exportaciones, al ser parte del PIB, producen una
correlación inherentemente positiva entre ambos. Frankel y Romer [1999]
propusieron otra metodología con el objeto de superar estas dificultades. Ellos
estimaron una ecuación de gravedad de flujos de comercio bilateral, en la que
el comercio se ve afectado por diversas características geográficas y distancias
bilaterales. Luego, utilizaron el flujo comercial predicho a partir de las
características geográficas y distancias entre países como instrumentales para el
comercio con el propósito de estimar el efecto de las importaciones y las
exportaciones como porcentaje del PIB sobre el ingreso per cápita. Frankel y
Romer hallaron un fuerte impacto dela apertura sobre el ingreso per cápita: un
1% de aumento en la participación del comercio incrementa en el ingreso per
cápita en 2%.
Utilizando la metodología de las variables instrumentales de Frankel y
Romer, Alesina, Spolaore y Wacziarg [2005] también encontraron un efecto
positivo de la apertura sobre el crecimiento. Además, hallaron que el mismo
grado de apertura tiene un efecto más importante sobre las economías más
pequeñas. En otras palabras, la apertura comercial es menos significativa
cuando el mercado interno ya es grande.
Irwin y Treviö [2000] y Rodrik [2000] refutan la solidez de todos estos
estudios: afirman que cuando se incluyen más variables, los efectos de la
apertura sobre el ingreso se vuelven insignificantes en algunas muestras.
El principal problema con esta línea de investigación es que resulta difícil
separar los efectos de las instituciones de la apertura. Dollar y Kraay [2001b]
logran superar estos problemas de medición prestando atención a la manera en
Barro y Sala-i-Martin [1992] y Mankiw, Romer y Weil [1992]. Recientes
investigaciones sobre la solidez de las estimaciones siguen a Sala-i-Martin
[1997] y a Sala-i-Martin, Doppelhofer y Miller [2004] y verifican la robustez de
adicionales regresores utilizando los métodos Bayesianos.
16
que las diferencias en la apertura a lo largo del tiempo determinan los cambios
en las tasas de crecimiento, con lo que eliminan los efectos institucionales y
geográficos sobre el crecimiento (que se suponen son más o menos constantes
en el tiempo). Los resultados sugieren que un aumento del 20% en la
participación del comercio incrementa el crecimiento entre 0,5 y 1 punto
porcentual por año. Dollar y Kraay [2001a, 2004] dividen al mundo en tres
categorías: los países en donde el comercio como porcentaje del PIB aumentó
en mayor medida (denominados los “países globalizadores”), aquellos cuya
participación
del
comercio
aumentó
en
menor
medida
(los
“países
no
globalizadores”) y los países que se ubican entre una y otra categoría.
Descartaron los países ubicados en el medio y compararon los desempeños
promedio de los otros dos grupos en la década de 1990 y en la década de 1980:
la tasa de crecimiento de los países globalizadores fue de5,3%, mientras que la
tasa de crecimiento de los no globalizadores fue de apenas el 0,8%.
El volumen del comercio depende de las tecnologías, las dotaciónes de
recursos, las preferencias y de un conjunto de otros factores. Por ello, algunos
países tendrán un escaso volumen de comercio aun cuando sus gobiernos
permitan el libre comercio. Por consiguiente, los estudios que miden la apertura
con el volumen de comercio no proporcionan evidencia satisfactorias de los
efectos que la políticas comerciales tienen sobre el crecimiento. Así, una
segunda línea de investigación prefiere analizar la relación entre crecimiento y
políticas de apertura y no los resultados de la apertura.
Sachs y Warner [1995] construyeron un índice binario que asigna el
valor 1 a una economía cuando ésta es considerada abierta y 0 cuando se la
considera cerrada. Las economías fueron catalogadas como cerradas cuando (a)
los aranceles estaban fijados por encima del 40%, (b) las barreras no
arancelarias abarcaban más del 40% de las importaciones, (c) tenían un
sistema económico socialista, (d) sus exportaciones estaban controladas por un
monopolio estatal o (e) las primas del mercado negro superaban el 20%. Estos
autoresmostraron
que
esta
medida
cualitativa
de
política
abierta
se
correlacionaba positivamente con el crecimiento. Sala-i-Martin [1997] y Sala-iMartin, Doppelhofer y Miller [2004] muestran que el índice Sachs-Warner es una
17
de las variables utilizadas en la literatura que se correlaciona más robustamente
con el crecimiento. 7
Estos hallazgos han sido objeto de críticas, sobre todo por parte de
Rodríguez y Rodrik [1999], quienes muestran que el índice Sachs-Warner está
dominado por los criterios aplicados a la economía estatal: el régimen socialista
y las primas del mercado negro (c y e). Por esta razón, este índice no logra
aislar adecuadamente los efectos de la apertura sobre el crecimiento. Wacziarg
[2001]
confirma
esta
hipótesis
y
estudia
los
efectos
de
los
diversos
componentes del índice Sachs-Warner. Este autor, encuentra que el desvío
estándar en la restrictividad de las políticas comerciales reduce la tasa de
crecimiento en 0,26% por año, lo cual es un impacto muy importante y
significativo.
Por último, algunos estudios analizan el efecto de la apertura no sólo
sobre la tasa de crecimiento per cápita de la economía sino sobre el empleo o el
salario de los sectores pobres. En esta línea de trabajo, Krueger [1981] mostró
que “el empleo tiende a crecer más rápidamente en las economías orientadas al
mercado externo” y que “la eliminación de las distorsiones del mercado de
factores y de las distorsiones de comercio favorece en el largo plazo el proceso
de creación de empleo en la mayoría de los países en desarrollo”.
Krueger
[1983], halló que el comercio tiene efectos positivos sobre los salarios y el
empleo en los países en desarrollo. La
presunción natural de esta línea de
trabajo es que las políticas de apertura ayudan a reducir la pobreza en los
países pobres con ventajas comparativas para producir bienes con un uso
intensivo de mano de obra. Esto se debe a que los pobres son trabajadores no
calificados y los países pobres cuentan con mano de obra pero no con capital.
Usando la muestra de países de Dollar y Kraay [2001b], Sala-i-Martin
[2002] muestra que el índice de pobreza de US$1/día correspondiente al grupo
de los globalizadores 8 cayó de 19,3% en 1980 a 3,6% en 1999 mientras que el
7
Hall y Jones [1999] muestran que el índice Sachs-Warner se correlaciona con
el nivel de productividad de las naciones (y no con la tasa de crecimiento). Sin
embargo, también muestran que las instituciones están muy correlacionadas
con la apertura comercial, por lo que no es fácil discernir claramente cuál de las
dos afecta en mayor medida el producto por trabajador.
8
Cabe recordar que los “globalizadores” son el tercio de los países que más
abrieron sus economías en las últimas dos décadas, de acuerdo con Dollar y
Kraay [2001b].
18
índice de pobreza de los no globalizadores 9 subió del 10% al 17,8%. En cuanto
a la cantidad de pobres, cabe señalar que el número total de pobres se redujo
en 500 millones en los países que se globalizaron, mientras que el número total
de ciudadanos pobres aumentó en 80 millones en los países que permanecieron
cerrados.
En suma, la mayor de la evidencia sobre la relación entre apertura y
crecimiento apunta en la dirección de que las economías más abiertas tienden a
disfrutar tasas más elevadas de erradicación de la pobreza. Una lectura no
sesgada de la evidencia recogida indica que, pese al cuestionamiento que se ha
hecho a parte de estas evidencias, el balance general es que la apertura
comercial conduce al crecimiento. Más importante aún, nadie ha presentado
evidencias de que el proteccionismo favorece el crecimiento. Tal como lo afirma
Helpman [2004], “mi opinión es que a pesar de las numerosas dificultades que
existen en la literatura, es justo concluir que la evidencia favorece
un efecto
negativo de la protección sobre las tasas de crecimiento en el período posterior
a la segunda guerra mundial. Más importante aún, no hay evidencia concretas
de un vínculo positivo en esta era”.
2.6
Evidencia empírica (2): Estudios de caso
La segunda metodología empírica utilizada por los economistas para
identificar los efectos de la apertura sobre el bienestar es el estudio de casos.
Esta
metodología
permite
a
los
investigadores
identificar
reformas
institucionales y políticas más específicas de cada país, pero tiene la desventaja
de que no puede controlar por los factores que son comunes a los distintos
países. Analizaremos ahora algunos estudios de casos que respaldan la posición
de que la apertura tiende a favorecer mejores resultados económicos.
2.6.1 Asia
China es, tal vez, el mejor ejemplo de la relación positiva entre apertura
y crecimiento económico. Este
liberalización comercial
país asiático emprendió un
proceso
de
unilateral, con anterioridad a su adhesión a la
Organización Mundial del Comercio en diciembre de 2001. Durante ese período,
el arancel legal promedio, que se ubicaba en un nivel relativamente alto (56%)
en 1982, se redujo al 15% en 2001. La participación de China en el comercio
9
Es decir, los países que menos abrieron sus economías desde 1980.
19
mundial se ubica hoy en un 4,3%, lo que equivale a más del triple de su
participación en 1982. Las exportaciones que más rápidamente han crecido en
China han sido las manufacturas con un uso intensivo de mano de obra:
textiles, congecciones, calzado y juguetes (Lardy [2003]). Este notable aumento
en su grado de apertura introdujo más competencia en el mercado local y
permitió que las empresas chinas mejoraran su eficiencia y competitividad. La
tasa de crecimiento promedio durante el período posterior a la reforma (19782005) se ha ubicado en un porcentaje cercano al 10%, a comparación del 3%
del período 1950-1977.
Las reformas han traído beneficios a todas las provincias de China. Sin
embargo,
las
provincias
costeras
experimentaron
un
mayor
crecimiento
económico que las regiones del interior. Esto se debe a que las provincias del
interior se han abierto mucho menos al comercio (Chen y Feng [2000]). Este
desempeño poco uniforme ha dado lugar a un aumento bien documentado de
las desigualdades en los salarios de los ciudadanos chinos (Dollar y Kraay
[2001b]). Sin embargo, esto no ha impedido que se registrara una fuerte caída
en los niveles de pobreza: Sala-i-Martin [2006] calculó que el índice de pobreza
de US$1/día en China se ubicaba en el 31% en 1975 y hoy día se ubica por
debajo del 3% (¡disminuyó en un factor de 10!). El número total de pobres se
ha reducido en más de 250 millones, una reducción sin parangón en la historia
de la humanidad.
El éxito de China para erradicar la pobreza a través del crecimiento y el
comercio es el más espectacular en el mundo entero pero no es, bajo ningún
concepto, una excepción. Otras economías asiáticas han compartido este éxito
económico: desde los primeros dragones asiáticos (Taiwán, Singapur, Hong
Kong y Corea del Sur) a los tigres del este asiático (Malasia, Tailandia e India)
hasta la más reciente historia de éxito de Vietnam, las economías asiáticas han
experimentado notables alzas en sus tasas de crecimiento promedio y
reducciones sustanciales ensus tasas de pobreza y mínimo absoluto de personas
pobres. De acuerdo con cálculos elaborados por Sala-i-Martin [2006]estima que
los índices de pobreza en el este asiático bajaron del 32,7% en 1970 al 2,4% en
el año 2000 (lo que equivale a 300 millones menos de pobres), mientras que las
tasas de pobreza del sur de Asia cayeron del 30,3% en 1970 a 2,5% en el año
2000 (otras 200 millones de personas abandonaron el estado de pobreza).
20
En la mayoría de estos países, la industrialización orientada al mercado
externo fue la política central (si bien no fue la única, ya que fue acompañada
de importantes inversiones en educación y reformas institucionales, lo que
explica el éxito de Asia).
2.6.2 México
Un ejemplo de integración económica más cercano a Colombia lo
constituye el caso de México. Este país atravesó un proceso de liberalización
durante la década de 1980 que culminó con la firma del Acuerdo de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN) con los Estados Unidos y Canadá en
agosto
de
1992.
El
TLCAN
entró
en
vigor
en
1994,
coincidiendo
desafortunadamente con la devaluación del peso y la subsiguiente crisis
financiera de 1994 que llevó a una caída del PIB mexicano del orden del 6% en
1995. Tras este desafortunado comienzo, la situación comenzó a mejorar
sustancialmente: en el período comprendido entre 1995 y 2000, la tasa anual
de crecimiento de la economía mexicana promedió el 5,4%. La tasa de
crecimiento se desaceleró al 0,6% entre 2001 y 2003, pero volvió a subir al
3,9% entre 2004 y 2006. Las exportaciones como porcentaje del PIB crecieron
del 19% durante el período anterior al TLCAN al 30,4% hoy. La inversión
promedió el 18,3% del PIB entre 1989 y 1994 y creció al 20,1% en la era postTLCAN. Nicita (2004) estima que el TLCAN permitió sacar de la pobreza a tres
millones de mexicanos.
El principal impacto del TLCAN sobre la economía de México se ha dado
probablemente en el empleo: entre 1994 y 2005 se crearon en México más de 6
millones de puestos de trabajo. La tasa de desempleo permanece muy baja,
cercana al 3%, lo que significa que México ha podido absorber un aumento
importante de la oferta laboral durante la época post-TLCAN. Más importante
aún, la importancia relativa de la agricultura ha bajado, mientras que el peso de
la industria y los servicios experimentó un aumento sustancial.
Es interesante advertir que el proceso de liberalización comercial no trajo
consigo una especialización en productos intensivos en mano de obra (como lo
predeciría la teoría tradicional del comercio). En cambio, el reajuste de la
estructura de producción aumentó la demanda de mano de obra calificada. La
explicación se halla en el papel desempeñado por la IED, que trajo consigo
capital así como mejores tecnologías que son complementarias de la mano de
21
obra calificada. Venables (2001) demuestra que “los flujos de IED hacia México
se duplicaron luego del lanzamiento del NAFTA”. Este incremento se explica por
la inversión realizada por firmas de países no miembros del TLCAN que
aprovecharon el acceso preferencial al mercado más grande de EUA. Por
ejemplo, Japón reorientó parte de su IED de los Estados Unidos y Canadá y la
destinó a México, y muchos proyectos (como el de la industria automotriz) están
dirigidos al mercado continental del TLCAN. Si bien este incremento de la IED a
México no pareció provocar derrames en la productividad del sector de bienes
nacionales no transables, no hay dudas de que generó muchos beneficios en
términos de productividad en aquellos sectores que más se habían abierto
(López-Cordova y Moreira [2004]).
La desaceleración de los primeros tres años del nuevo milenio puede
reflejar la pérdida de competitividad producto del incremento de los salarios:
dado que la tasa de desempleo en México es tan baja, un aumento en la
demanda
produce
subas
salariales
y
de
costos. 10
En
este
sentido, la
competencia de China y de otras economías asiáticas caracterizadas por sus
salarios bajos ha tenido una incidencia importante en todo el mundo, incluido
México (véase Feenstra y Kee [2007]). Por cierto, el desaceleramiento que se
produjo en el período 2000-2002 quizás refleje también una fase temporaria de
contracción. El aumento en las tasas de crecimiento de México durante el
período 2003-2006 respalda esta visión más optimista.
El impacto regional del TLCAN
ha sido desigual. La mayoría de las
ganancias en términos de empleo e ingreso correspondió a las regiones del
norte, cercanas a la frontera con Estados Unidos (véase Esquivel et al. [2002]).
Las regiones más pobres del sur no necesariamente han sacado algún provecho.
Sin embargo, esta disparidad obedece a que estas regiones no están
económicamente
integradas
como
para
sacar
plena
ventaja
de
las
oportunidades que ofrece el TLCAN: la infraestructura y las comunicaciones son
deficientes, los niveles de educación y calificación son bajos y abundan los
problemas institucionales
y del
sector
10
público. Para
beneficiarse de la
Es importante recordar este punto cuando uno piensa en el probable impacto
de un ACR sobre Colombia, puesto que la tasa de desempleo de Colombia es
sustancialmente más elevada. Por ende, un acuerdo comercial puede tener
efectos sustancialmente mayores sobre el empleo en el caso de Colombia que
en el caso de México.
22
integración económica con los Estados Unidos, estas regiones deberían abrirse
al resto de México.
López-Cordova y Moreira [2004] evalúan los efectos generales del TLCAN
sobre la productividad y el crecimiento en forma positiva: “Sobre la estrategia
de integración regional, la actitud más agresiva de México en relación con el
TLCAN parece haber dado sus frutos, al menos en lo que atañe a la
productividad. Las reducciones arancelarias encaradas durante la negociación
del acuerdo parecen haber ejercido una considerable influencia positiva sobre el
alza de la productividad, lo que se sumó a los beneficios por cierto sustanciales
cosechados durante el período de liberalización no preferencial”.
2.7.
Resumen de la evidencia empírica
El mejor y más conciso resumen de la vasta literatura
empírica que
existe sobre la relación entre apertura, crecimiento y pobreza es el elaborado
por Berg y Krueger [2003]: “Cuando agregamos los análisis de corte transversal
a
la
cantidad
sustancial
de
estudios
de
casos
y
documentación
de
investigaciones a nivel de industrias y empresas, la evidencia es convincente: la
apertura favorece el aumento de la productividad y, en última instancia, del
ingreso”.
3.
COLOMBIA Y EL ACUERDO DE LIBRE COMERCIO CON
ESTADOS UNIDOS
3.1
Probables efectos
Colombia y Estados Unidos están actualmente considerando la posibilidad
de firmar un tratado de libre comercio (TLC). Se han llevado a cabo numerosos
estudios con el fin de estimar los probables efectos de este TLC sobre los niveles
de ingreso, empleo, salario y pobreza en Colombia. Estas estimaciones son
obtenidas mediante simulaciones computacionales de modelos de equilibrio
general. Por cierto, el impacto de la integración económica depende de una
amplia variedad de elementos, incluidos el grado de reducción de las barreras
no arancelarias en Estados Unidos, sobre todo en el sector agropecuario (véase
Martín y Ramírez [2004]). Esta sección reseña algunos de los resultados de
estas investigaciones. El principal resumen es que el efecto probable de un TLC
será un impacto positivo importante sobre la economía colombiana.
23
Giordano et al. [2007] ha desarrollado y calibrado un modelo de
equilibrio general computable (CGE, según su sigla en inglés) para examinar los
efectos sectoriales, regionales y distribucionales del acuerdo (microsimulaciones
basadas en los datos de encuestas de hogares). Los autores concluyen que el
TLC produciría una caída moderada de la pobreza y de la pobreza extrema.
Volpe Martincus y Gómez [2007] muestran que la reducción de los
aranceles, conforme a la Ley de Promoción Comercial y de Erradicación de
Narcóticos (ATPDEA, según su sigla en inglés), ha favorecido las exportaciones
de nuevos productos de Colombia a Estados Unidos. Más aún, sobre la base de
la evidencia de México y Chile y de simulaciones en base a las estimaciones
correspondientes a Colombia, llegan a la conclusión de que un TLC con Estados
Unidos traería consigo una mayor diversificación de las exportaciones de
Colombia. Sin embargo, para maximizar las ventajas de un mejor acceso al
mercado e incluso para que dicho efecto sea sustentable en el tiempo, es
preciso encarar reformas en áreas clave como infraestructura, educación e
instituciones.
Fedesarrollo [2004] estima que un TLC incrementaría el comercio
bilateral en 40,5%. Usando los cálculos de Frankel y Romer [1999] y de Dollar y
Kraay [2001] presentados en la sección 2, un aumento de esta magnitud en el
comercio estaría asociado a un aumento en el ingreso per cápita de entre 8% y
33%. Fedesarrollo también estima que si no se firman acuerdos bilaterales
cuando la ATPDEA venza en el año 2007, el comercio general entre Colombia y
Estados Unidos caería 56,6%. Esto implicaría una caída en el ingreso per cápita
de Colombia de ¡12% a 47%! No firmar un TLC para el momento en que venza
la ATPDEA podría potencialmente tener efectos devastadores para los ingresos
de los ciudadanos colombianos.
Es muy difícil saber si el aumento en el comercio habrá de provenir del
desvío de la creación de comercio. Sin embargo, como Estados Unidos es el
principal socio comercial de Colombia y es una economía rica y eficiente, es muy
probable que el acuerdo comercial entre Colombia y Estados Unidos no sólo no
desvíe comercio sino que “corrija” parte del
desvío provocado por anteriores
acuerdos regionales entre socios del sur (por ejemplo, la Comunidad Andina, el
Acuerdo G3 con México y el acuerdo bilateral con Chile).
El TLC con Estados Unidos incidiría no sólo en el comercio sino también
en el mercado laboral de Colombia. Botero [2004] estima que se crearían
24
270.000 puestos de trabajo, que la demanda de mano de obra calificada
aumentaría 1,4% y que la demanda de mano de obra no calificada crecería
5,5%. El salario de los trabajadores calificados aumentaría 4,5% mientras que
el efecto sobre el salario de los trabajadores no calificados se ubicaría entre cero
y 1,58%, según el estudio que se tenga en cuenta. La razón por la cual los
salarios de los trabajadores no calificados experimentarían un cambio tan
pequeño es que la tasa de desempleo es alta. Por ende, el aumento de la
demanda de mano de obra no calificada sería atendida por vía de la creación de
puestos de trabajo y no por vía de un aumento salarial de los trabajadores. 11
Como los pobres tienden a ser desempleados en Colombia, la sola
creación de puestos de trabajo tendrá un impacto muy significativo en términos
de la reducción de la pobreza. Esta conclusión es consistente con los hallazgos
de Bussolo y Lay [2003], que combinaron un modelo CGE macroeconómico con
un modelo microeconómico de distribución del ingreso para estudiar el rol de la
apertura comercial sobre la pobreza en Colombia. Esta combinación de datos
micro y macroeconómicos les permite identificar los efectos de las políticas
macroeconómicas sobre la distribución del ingreso y los movimientos de ingreso
y salida de la pobreza de una variedad de grupos de zonas urbanas y rurales. El
estudio muestra que la reducción arancelaria experimentada por Colombia a
principios de la década de 1990 indujo una reducción sustancial de los índices
de pobreza.
Se ha proyectado que el PIB agregado aumentará en más del 5%.
Además, es muy probable que se registre crecimiento en los sectores industrial
(con un crecimiento proyectado del 6,8%) y de servicios (5,3%). Se prevé que
tanto las importaciones como las exportaciones aumentarán alrededor de un
10% y más importante aún, se espera que las inversiones aumenten más del
30%.
Hemos argumentado en repetidas oportunidades a lo largo de este
ensayo que es muy probable que los principales beneficios de la apertura
comercial sean dinámicos. Esto significa que pueden provenir tanto de la
transmisión de conocimiento debido a los flujos de capital transnacional como
por el mejoramiento del entorno institucional. Estos elementos tan importantes
11
Esto es diferente de lo que ocurrió en México como resultado del TLCAN
debido a que las tasas de desempleo en México eran sustancialmente más
bajas.
25
no son considerados en los modelos computacionales utilizados para calcular el
impacto probable sobre la economía colombiana. Lawrence Summers cree que
el canal institucional será tal el canal más importante a través del
cual la
apertura comercial afecta el bienestar de los ciudadanos. Esto es válido en
general, pero resulta especialmente cierto para Colombia. Tal como lo expresó
el embajador estadounidense en Colombia en un discurso (Portman [2006]):
“Un acuerdo con Colombia será útil para combatir el narcotráfico, construir
instituciones democráticas y promover el desarrollo económico. Además de
eliminar aranceles, Colombia levantará las barreras al comercio en el sector de
los servicios, proporcionará un marco jurídico predecible y seguro para los
inversores estadounidenses operando en Colombia, atenderá al cumplimiento
efectivo de las leyes laborales y ambientales, protegerá la propiedad intelectual
y ofrecerá un sistema eficaz para resolver controversias”.
3.2. Comentarios adicionales y advertencias
Quisiéramos terminar este informe con cuatro advertencias en materia
de políticas. En primer lugar, si bien la integración económica traerá consigo
mayor bienestar para
el
ciudadano medio, no favorecerá
a
todos los
colombianos por igual. Ésta, por supuesto, cierto para virtualmente TODAS las
decisiones
políticas,
reformas
institucionales
tecnológicas: todo cambio siempre tiene
o
incluso
innovaciones
ganadores y perdedores. Luego de
cada modificación habrá ciudadanos, compañías, sectores o regiones que se
verán perjudicados. Dicho esto, cabe señalar que ésta es una razón inadecuada
para no emprender tales reformas, para detener el proceso de apertura
progresiva o para impedir el avance tecnológico. Después de todo, las ganancias
de los ganadores serán siempre más grandes que las pérdidas de los perdedores
y, en última instancia, todos acabarán beneficiándose en el largo plazo. Las
autoridades siempre deben tener esto en cuenta e impulsar la creación de redes
de contención para proteger a aquellos que se verán perjudicados por los
cambios. Las redes de contención deberán diseñarse de manera inteligente de
manera de ayudar a que los perdedores puedan adaptarse al nuevo contexto sin
crear con ello una subclase de personas que vivan permanentemente de la
asistencia pública. Sin embargo, las políticas de asistencia y contención deberán
centrarse en proteger a los individuos y no en resguardar sus puestos de
trabajo. Es decir, las políticas de contención deberán ayudar a que los
26
trabajadores que probablemente pierdan su empleo a reentrenarse y encontrar
otras oportunidades laborales. En ese sentido, gran parte de la literatura
sostiene que la inversión en educación (a diferencia de otras políticas públicas)
constituye el arma más eficaz.
En segundo lugar, una parte importante de los beneficios resultantes de
una mayor integración con Estados Unidos (sobre todo para los ciudadanos
pobres de Colombia) provendrá de la inversión extranjera. Las autoridades
colombianas deberían prepararse para recibir y cuidar la inversión extranjera y
para reformar sus instituciones para beneficio de sus propios ciudadanos.
En tercer lugar, la mayor integración económica será más abarcadora
desde un punto de vista regional si se integran todas las regiones de Colombia
entre sí. El caso de México muestra que las regiones que permanecen aisladas
no recogen los beneficios de la apertura. En este sentido, se deben hacer
esfuerzos para mantener todas las regiones conectadas y preparadas para
competir. El crecimiento más lento de las regiones del interior de China es otro
ejemplo de las desigualdades regionales que se crean cuando las regiones no se
encuentran conectadas apropiadamente con el resto del mundo. El gobierno de
China está intentando ahora conectar las regiones del interior físicamente
(infraestructura, suministro de agua, electricidad, transporte aéreo, líneas
ferroviarias y rutas), en términos de las comunicaciones (Internet, telefonía y
acceso a banda ancha) y demás componentes que son los fundamentos
para
un crecimiento económico sólido. Los gobiernos no deberían caer en la tentación
de introducir programas de asistencia social de gran escala en estas regiones
más pobres. Este enfoque puede resultar riesgoso, ya que podría aumentar el
incentivo de los ciudadanos pobres de otras partes del país para migrar a dichas
regiones, lo que convertiría a las regiones más desfavorecidas en grandes
bolsones de pobreza. Una mejor alternativa es hacer todo el esfuerzo posible
por integrar las regiones más pobres y aisladas del país al resto de la economía
de manera tal que sus ciudadanos puedan cosechar de los beneficios de la
integración internacional de Colombia.
Esto nos conduce al último punto: la apertura y la integración económica
con los países que son líderes económicos, tecnológicos y financieros son un
importante determinante de las perspectivas del futuro económico de Colombia
y América Latina. Pero la apertura no es una varita mágica que habrá de
resolver todos los problemas de la economía. La competitividad general de
27
Colombia depende de una constelación de otros factores. Sala-i-Martin y Artadi
[2004] diseñaron un índice para el Foro Económico Mundial que mide los
determinantes clave de la competitividad de las naciones. Para captar la
complejidad del proceso de desarrollo económico, el índice se basa en 12
pilares. Esto significa que los países necesitan trabajar en cada uno de estos
aspectos si desean sacar el máximo provecho de las mejores condiciones de
acceso a los mercados que se obtienen de las negociaciones y experimentar un
crecimiento equilibrado y sostenido. Estos pilares son:
(1) El entorno institucional: protección de los derechos de propiedad,
reducción de la burocracia excesiva, la corrupción, la deshonestidad pública y la
falta de transparencia, mejoramiento de la confiabilidad y la dependencia del
sector judicial y de las autoridades de aplicación respecto del poder político.
(2) Infraestructura física: ferrocarriles, puertos, aeropuertos, rutas,
telefonía, electricidad y acceso a las nuevas tecnologías.
(3) Estabilidad macroeconómica: los países con déficit públicos,
excesivos índices de inflación o tipos de cambio inestables no pueden ser
competitivos.
(4) Seguridad: un país que no pueda garantizar la seguridad de los
gerentes, administradores, empleados o incluso clientes en razón de conflictos
militares, actos de terrorismo, crimen organizado o secuestros de naturaleza
política o económica no puede ser competitivo.
(5) Capital humano: la educación en todos los niveles (desde escuelas
primarias eficientes a universidades productivas) es importante. La salud es otro
determinante clave de la productividad de la fuerza laboral.
(6) Eficiencia del sector de bienes: la competencia es la mayor fuente
de competitividad y, por ende, el gobierno debe protegerla y enfrentar a los
monopolios. El gobierno debe evitar participar en el juego con empresas
públicas siempre que ello sea posible. Debe actuar como árbitro del juego y no
como jugador protagónico.
(7) Eficiencia del mercado laboral: las ineficiencias del mercado
laboral tienden a generar desempleo. Las ineficiencias pueden adoptar muchas
formas. Algunas son de índole jurídica; otras, mentales. Es preciso alentar a los
ciudadanos a desplazarse a distintas regiones, sectores, empresas y empleos.
La movilidad es necesaria en un mundo que cambia constantemente. Los
28
salarios deben reflejar el mérito y no los vínculos políticos o familiares. Los
gobiernos también deberían promover el uso eficiente del talento femenino: un
país que desperdicia la mitad de dicho talento no puede ser competitivo.
(8) Eficiencia financiera: el sector financiero debería asegurar que los
recursos financieros se destinen a los usos más productivos. Para garantizar que
los emprendedores audaces obtengan los recursos financieros necesarios,
deberá alentarse a las compañías de capital de riesgo.
(9) Rapidez en la adopción de nuevas tecnologías: un país
competitivo debe acceder a la tecnología de punta. Esto no significa que debe
inventar
dicha tecnología, sino que debe estar dispuesto a instrumentarla de
inmediato, tan pronto como sea inventada en otro lugar.
(10)
Apertura: tal como se presentó en este trabajo, las economías
abiertas tienden a ser más competitivas que las cerradas.
(11)
Sofisticación en los negocios: en su proceso de desarrollo, los
países deben alentar la producción de bienes con alto valor agregado. Deberían
promover la creación de clusters que garanticen un acceso fácil a los insumos y
productos complementarios y que alienten las conexiones entre productores. Un
buen modelo a seguir y del que se puede aprender es el País Vasco en España.
(12)
Innovación: la etapa final en el largo proceso de crecimiento
económico es la innovación. Cuando no se puede competir produciendo bienes
más económicos que otros o diferentes de los manufacturados por otros, es
preciso hacer cosas nuevas y diferentes. En otras palabras, es preciso innovar.
Si bien la innovación es crucial para los países ricos y desarrollados, es también
muy importante en todos los niveles de desarrollo. La innovación puede y debe
tener lugar en el sector agropecuario, textil, de procesamiento de alimentos, la
industria liviana, la industria pesada, los servicios, el sector financiero y otros.
Las ideas pueden inventarse en cualquier sitio pero, más importante es que las
ideas pueden implementarse en cualquier sitio. El gobierno debería crear un
ambiente que facilite
a los ciudadanos privados implementar sus ideas,
cualquiera sea el sector en el que trabajen. Sala-i-Martin y Artadi [2004]
señalan que los diferentes pilares tienen diferentes grados de importancia según
los diferentes niveles de desarrollo económico, pero todos son importantes para
todos los países.
29
Sala-i-Martin y Blanque [2007] utilizan las Encuestas de Opinión
Ejecutivas del Foro Económico Mundial para estimar el nivel de competitividad
en 125 países. Como estas encuestas fueron completadas por empresarios, los
resultados
pueden
interpretarse
como
la
forma
en
que
la
comunidad
empresarial ve las perspectivas económicas de las economías en la que opera.
Por supuesto, la comunidad empresaria no es la única opinión que importa, pero
si tuviéramos que elegir una comunidad cuya postura importase por encima de
las demás sería precisamente la de los empresarios. Después de todo, son los
empresarios los que tomarán decisiones de inversión,
empleo, producción y
localización de empresas en el futuro cercano.
Los resultados para América Latina no son muy alentadores. La Figura 3a
muestra la posición de los distintos países de América Latina sobre los cuales se
dispone de información. También presentamos datos sobre otra economía con
fines comparativos: España. El país de la región mejor posicionado es Chile, que
ocupa el puesto 27, un peldaño por debajo de España. México y Panamá se
ubican en los puestos 50, mientras que Argentina, Brasil, Colombia y El
Salvador se posicionan en los 60.
Figure 3a: WEF Global Competitiveness Rankings
120
111
97
100
106
95
93
90
88
World Rank
83
80
75
69
66
65
60
61
74
58
53
LATAM = 75.8
73
57
40
28
27
20
Sp
ai
n
Ar
ge
nt
in
a
Bo
liv
ia
Br
az
il
Ch
Co ile
lo
Do
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C
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Ni
ca o
ra
g
Pa ua
na
P a ma
ra
gu
ay
Pe
Ur ru
u
Ve gua
ne y
zu
el
a
0
Si promediamos los datos de América Latina correspondientes a cada
uno de los pilares, observamos que la región no tiene un buen desempeño en
30
relación con ninguno de ellos (Figura 3b). La mejor posición promedio la alcanza
en salud y educación básica (posición promedio: 59,7) mientras que la peor la
obtiene en entorno institucional (87,7) e innovación (84,26).
Figure 3b: Average Rank for Latin America in 9 Categories
100
90
87.68
77.53
World Rank
80
73.47
70.74
70
84.26
80.26
77.26
71.32
59.74
60
50
40
30
20
10
In
no
va
t io
n
9
ac
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5
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Hi
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4
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3
2
1
In
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st
ru
In
st
itu
tio
ns
ct
ur
e
0
La Figura 3c ilustra el desempeño de cada país en relación con el entorno
institucional.
Fig 3c: Institutional Quality
140
120
112
118
115
110
102
96
93
91
LATAM = 87.68
81
80
69
68
55
60
61
65
42
40
39
25
20
31
Sp
ai
n
0
Ar
ge
nt
in
a
Bo
liv
ia
Br
az
il
Ch
Co ile
lo
Do
m
C
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Ni
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ra
g
Pa ua
na
P a ma
ra
gu
ay
Pe
Ur ru
u
Ve gua
ne y
zu
el
a
World Rank
100
125
122
116
Cuando se trata de instituciones, los países con mejor desempeño son
Chile (25º) y Uruguay (42º).
Por último, la Figura 3d muestra los 31 elementos de la competitividad
(según la opinión sobre Colombia expresada por los empresarios). Estos
elementos están clasificados en forma ascendente (de menor a mayor).
Colombia exhibe un desempeño relativamente bueno en capital humano básico.
A mucha distancia, se desempeña bien en los rubros confianza en el sector
financiero, estabilidad macroeconómica e impedimentos jurídicos a la IED.
Figure 3d: Elements of Competitiveness for Colombia
8
7
6
5
4
3
2
resultar beneficiosas para la región, los países de América Latina aún tienen
mucho por hacer en otras dimensiones.
32
Basic HK
En suma, si bien la liberalización comercial y la integración pueden
Financial MKT Trust
Macro Stability
Legal Impediments to FDI
Female Participation
Corporate Honesty
Corp. Accountability
Networks and Supporting Industries
Domestic Competition
Labor MKT Flexibility
Sohpistication of OPerations
Foreign MKT Quality
Corp Social Responsability and Charity
Quality of Education
Financial MKT Efficiency
Corp Transparency
Qualty of Demand
Adv. HK Quantity
Corruption
Foreign Competition
Gov. Inefficiency
Railroad, Port, Electricity
Property Rights
General Infrastructures
Tech Readiness
Meritocracy
Adv HK On Job Training
Public Distortion in Goods
Security
Innovation
1
4. CONCLUSIONES:
Este
trabajo
resume
las
argumentaciones
teóricas
así
como
las
evidencias empíricas sobre la relación que existe entre la apertura, la pobreza y
el desarrollo económico. Cuando se reúne la evidencia empírica entre países y
los estudios de casos, la evidencia es concluyente en cuanto a que la integración
económica mejora los niveles de vida, aumenta el crecimiento económico y
contribuye a la disminución de la pobreza. Esto es verdad en general y también
en el caso particular de los acuerdos comerciales regionales. Los principales
canales a través de los cuales la apertura comercial muy probablemente logre
reducir la pobreza son dinámicos y no son tomados en cuenta por la teoría
tradicional del comercio. Entre estos factores dinámicos, tal vez el más
importante es la transmisión y coordinación de políticas e instituciones que
llevan a una mayor eficiencia económica, una mayor productividad y a tasas de
crecimiento más elevadas. Estos factores pueden ser importantes en el caso de
Colombia, si finalmente se ratifica el TLC.
Si bien el TLC tendrá un efecto claramente positivo para Colombia, el
gobierno
colombiano
debería
asegurar
que
se
adopten
otras
políticas
complementarias con el fin de garantizar que los potenciales perdedores
cuenten con una red de contención, que las regiones aisladas de Colombia
puedan estar mejor conectadas (de modo que puedan también recoger los
frutos de esta mayor integración) y que se introduzcan progresivamente otros
factores
que
contribuyen
a
promover
competitividad.
33
el
crecimiento
económico
y
la
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