La aparición del apóstol Santiago Belleza del patrimonio cristiano / Leyendas y tradiciones Por: Redacción | Fuente: www.funjdiaz.net / otros El 23 de mayo se ha celebrado en España durante siglos una fiesta denominada Aparición del apóstol Santiago. En la edición del Año Cristiano de Croiset en su traducción española de 1867 se escribe: "La autoridad de nuestra Iglesia que celebra esta festividad y los multiplicados escritos de varones sabios que refieren esta aparición hacen calmar las dudas que la curiosa erudición de algunos modernos ha esparcido sobre este hecho piadoso..." La fiesta de la Aparición de Santiago, tenía misa propia, con la siguiente oración: ¡Oh Dios, que encargaste misericordiosamente la nación española a la protección de tu Bienaventurado Apóstol Santiago, y que la libraste por él de la ruina que la amenazaba! Concédenos que, con la protección del mismo Santo Apóstol, lleguemos á gozar de la paz eterna. Por Nuestro Señor, etc. La leyenda de las cien doncellas Contaba la leyenda que, en tiempo de la dominación árabe, existía un tributo, llamado de las cien doncellas, por el que igual número de jóvenes tenían que ser entregadas por los reyes asturianos al rey de Córdoba como pago por haber éste ayudado al monarca Mauregato. Ramiro I consideró injusto el tributo y se enfrentó a Abderramán en una batalla desigual en Clavijo. Ramiro arengó a sus soldados con la esperanza en la victoria confesando que había tenido un sueño en que Santiago apóstol les iba a ayudar. La leyenda se basó siempre en una sola fuente, la descripción de Rodrigo Jiménez de Rada en su obra De rebus Hispaniae y tuvo como consecuencia que el apóstol fuese considerado protector y patrono de toda España surgiendo de ello un nuevo tributo que percibía la catedral de Compostela. Las Cortes de Cádiz trataron de suprimir patronazgo y diezmo por legendario y falso pero volvió a restaurarse y se ha mantenido intermitentemente apoyado por otros relatos y costumbres que lo han elevado a la categoría de mito. Santiago Matamoros y el origen de la tradición Santiago Matamoros es el nombre que se da a la representación iconográfica del apóstol Santiago el Mayor cuando se le representa tal como se le describe en las crónicas medievales, según las cuales intervino milagrosamente en favor de los cristianos contra los musulmanes durante la Batalla de Clavijo (23 de mayo del año 844). La tradición del Matamoros, origen del antiguo linaje, se remonta al reinado de Ramiro I (muerto en 850) que sucedió en el trono de Asturias a su tío Alfonso el Casto (muerto en 842). Al fallecer su tío, los moros reclamaron el tributo de las cien doncellas (cincuenta hidalgas y cincuenta plebeyas) que tenían impuesto a los reinos cristianos del norte. Ramiro I, que estaba en Bardulia (antiguo nombre de la primitiva Castilla), no quiso entregarles las cien doncellas y se encontró frente a frente con la morisma en Clavijo donde en la víspera de la batalla, según la tradición, se le aparece en sueños el apóstol Santiago. Santiago le comunica que ha sido designado por Dios como Patrón de las Españas. Santiago anima a Ramiro al combate y le pide que lo invoque, prometiéndole que estaría en el campo de batalla. Al día siguiente, 23 de mayo de 844, los españoles dan batalla al grito de "¡Dios ayuda a Santiago!", y tal como había contado el rey, apareció el apóstol con espada, túnica, estandarte y caballo blanco y los moros son vencidos, matando más de cinco mil moros en aquella jornada. Santiago se convierte en Santiago Matamoros y da comienzo el «voto de Santiago», por el que convertía en el santo patrón de España y germen del Camino peregrino de Compostela. Representaciones artísticas e influencia cultural En pintura y escultura se suele representar a Santiago el Apóstol peregrino, tocado de sombrero con concha de peregrino (en referencia a las peregrinaciones del denominado Camino de Santiago a la tumba del apóstol, descubierta poco antes -año 813- en el lugar donde se levantó posteriormente la catedral de Santiago de Compostela). La figura de Santiago Matamoros, el rey guerrero, aparece blandiendo una espada, sobre un caballo blanco y arrollando a un grupo de moros (denominación convencional de los musulmanes) caídos por tierra. Puesto que durante la Edad Media, Hungría junto a Alemania e Italia era una de las tierras desde donde más gente partía hacia Santiago de Compostela, siendo bien conocido el culto del apóstol ya desde comienzos del siglo XII, algunos académicos han hallado paralelismos entre la figura de Santiago Matamoros y el culto al rey San Ladislao I de Hungría. Floris Holik descubrió la sorprendente analogía entre los poemas de Santiago y de San Ladislao, agregando que los del segundo pudieron haber sido fruto de la imitación consciente de los cantos en honor al apóstol, lo que habría facilitado a los peregrinos la memorización. Sándor Bálint resaltó igualmente que ambos santos son personajes que luchan contra los infieles y defienden el mundo cristiano en la batalla, lo que pudo haber llevado a su eventual asociación posterior.