a. Señalar y describir los órganos linfoides primarios y secundarios ÓRGANOS LINFOIDES PRIMARIOS. TIMO: Es un órgano plano y blando situado en la cavidad torácica, por encima del corazón. Está formado por dos lóbulos rodeados por cápsula de tejido conjuntivo. A su vez, los lóbulos están divididos en lobulillos separados entre sí por trabéculas de tejido conjuntivo. Cada lobulillo tímico está relleno de células linfoides denominadas timocitos, dispuestas en una corteza de gran densidad celular y una médula (interior) de menor densidad celular. Desde la corteza hasta la médula existe un gradiente de diferenciación, de modo que en la corteza se encuentran los timocitos más inmaduros, mientras que en la médula se localizan los timocitos en fases madurativas más avanzadas. Tanto la corteza como la médula están rellenas de una red de células no linfoides que constituyen el estroma tímico, y que consta de varios tipos celulares. La Bolsa (bursa) de Fabricio es una porción especial dorsal de la cloaca, con una estructura a base de corteza y médula. Es el lugar de diferenciación de las células B en aves. Se forma a partir de una zona del tubo digestivo (proctodeo). Hay folículos ordenados en corteza (linfocitos B inmaduro) y médula (linfocitos B maduros). BOLSA DE FABRICIO: La médula ósea en los adultos de los mamíferos es un equivalente “disperso” de la Bolsa de Fabricio. La porción implicada en la maduración de los linfocitos B está constituida por islas de tejido hematopoyético. Precisamente por su carácter difuso es más difícil de estudiar que la Bolsa. En el feto, son los islotes de células hematopoyéticas del hígado fetal y médula ósea fetal. En el adulto, es la médula ósea roja (limitada a esternón, costillas, vertebras y pelvis) la que se encarga de la producción de LB. MÉDULA ÓSEA: La médula ósea también puede actuar como órgano linfoide secundario en la producción de anticuerpos durante la respuesta secundaria humoral. Durante esta respuesta, los órganos secundarios “clásicos” responden rápidamente, pero durante poco tiempo. En cambio, la médula ósea “arranca” lentamente, pero da una respuesta más prolongada de producción de anticuerpos, llegando a ser responsable del 80% de estos durante la respuesta secundaria. ÓRGANOS LINFOIDES SECUNDARIOS BAZO: Es un órgano linfoide secundario grande (150 g en humanos adultos), de forma ovoide, situado en el cuadrante superior izquierdo del abdomen. Está especializado en capturar antígenos transportados por la sangre (p. ej., en las situaciones de infecciones sistémicas). GANGLIOS LINFÁTICOS: Su función es capturar fluido procedente de los tejidos y reingresarlo en la sangre. El plasma se extravasa desde los capilares a los tejidos, generando el líquido intersticial. Parte de éste retorna a la sangre a través de las membranas capilares, pero el resto, llamado linfa, fluye desde los tejidos conectivos a una red de finos capilares linfáticos abiertos, y de allí va pasando a vasos cada vez mayores (vasos linfáticos). Finalmente, la linfa llega al mayor vaso linfático, denominado conducto torácico, que descarga a la circulación sanguínea a nivel de la subclavia izquierda (cerca del corazón). Forman parte del entramado corporal que filtra los Ags de los tejidos y la linfa durante su paso de la periferia hacia el conducto torácico. Las mucosas de los tractos digestivo, respiratorio y urogenital suponen una enorme superficie (unos 400 m2) y constituyen posibles sitios de entrada de numerosos patógenos. Las mucosas son los primeros sitios de entrada de Ags cuando fallan las defensas innatas (mucus, cilios, etc.). TEJIDO LINFOIDE ASOCIADO A MUCOSAS (MALT): Desde el punto de vista histológico, estas consisten en tejidos que van desde acúmulos dispersos de linfocitos hasta estructuras organizadas, pero nunca rodeadas de cápsula. Las células plasmáticas de los tejidos MALT son más numerosas que l a suma de las células plasmáticas de bazo, ganglios y médula ósea, y se intercambian células y Ac con otros órganos linfoides. b. Nombrar las células del sistema inmune con una breve descripción de cada una Linfocitos B: son los leucocitos de los cuales depende la inmunidad mediada por anticuerpos con actividad específica de fijación de antígenos. Las células B, que constituyen un 5 a 15% del total de linfocitos, dan origen a las células plasmáticas que producen anticuerpos. Linfocitos T: pertenecen al grupo de leucocitos que son conocidos como linfocitos. Estas células tienen núcleos de forma ovoide que ocupan la mayoría del espacio intracelular. Los linfocitos T son los responsables de coordinar la respuesta inmune celular constituyendo el 70% del total de los linfocitos que segregan proteínas o citocinas. También se ocupan de realizar la cooperación para desarrollar todas las formas de respuestas inmunes, como la producción de anticuerpos por los linfocitos B. Células agresoras naturales: son un tipo de linfocito pertenecientes al sistema inmunitario. También se las conoce como células nulas. Morfológicamente son prácticamente indistinguibles a los linfocitos grandes excepto por los gránulos que contienen. Estas células son componentes importantes en la defensa inmunitaria no específica. Los fagocitos: Los fagocitos son células presentes en la sangre y otros tejidos animales capaces de captar microorganismos y restos celulares (en general, toda clase de partículas inútiles o nocivas para el organismo) e introducirlos en su interior con el fin de eliminarlos, en un proceso conocido como fagocitosis. Células dendríticas: son un tipo de células especializadas características del sistema inmunitario de los mamíferos. Su función principal es procesar material antigénico, devolverlo a su superficie y presentarlo a las células especializadas del sistema inmunitario. En este sentido actúa como vínculo entre ambos sistemas. Eosinófilos: Son granulocitos (es decir, PMN) presentes en sangre y tejidos, y constituyen del 1 al 3% de los leucocitos del individuo sano. Poseen núcleo bilobulado, citoplasma con abundantes gránulos de contenido básico, por lo que se tiñen regularmente con colorantes ácidos como la eosina. Estos gránulos están rodeados de membrana, pero al microscopio electrónico muestran en su interior unos cristaloides. Son células móviles que pueden migrar desde la sangre a los tejidos. Aunque tienen algún papel fagocítico, éste es mucho menos importante que en los neutrófilos. Su función principal es la defensa inespecífica frente a grandes parásitos