Se prueba en autobuses de Valladolid un sistema de impide arrancar si se ha bebido alcohol ➤ En Valladolid se está probando un sistema que impide a los conductores de autobuses de pasajeros arrancar el vehículo si han ingerido alcohol. Quince autobuses de Valladolid prueban la aplicación de un sistema, denominado Alcolock, que impide arrancarlos en si el conductor ha bebido alcohol. Se trata de evaluar la aplicabilidad de estos aparatos en el transporte público y la satisfacción de los viajeros ante esta mejora de la seguridad. J. M. M. Marta CACHO Fotos: n Valladolid, el Instituto de Estudios de Alcohol y Drogas de la Facultad de Medicina de esa ciudad está probando un instrumento –llamado Alcolock– que impide que un vehículo arranque si el conductor ha ingerido alcohol por encima del límite legal permitido. Este proyecto forma parte de un trabajo a nivel internacional financiado por la Unión Europea (UE) que se desarrolla en Alemania, Bélgica, Holanda, Noruega y España para estudiar la aplicabilidad del Alcolock en los conductores, se realiza en nuestro país en colaboración con la Diputación de Valladolid y el Ministerio de Sanidad y Consumo. Así, mientras Alemania estudia la aplicación a vehículos de transporte de E TRÁFICO 36 Septiembre-octubre 2005 mercancías peligrosas; Bélgica lo hace en personas dependientes del alcohol y reincidentes en sanciones por conducir bajo sus efectos; y, España (Valladolid) y Noruega, en el transporte público. El objetivo de este proyecto no es encontrar conductores que den positivo en los test de alcoholemia, sino, como señala Javier Álvarez –profesor de la UVA y coordinador del trabajo–, “el uso del Alcolock con fines preventivos. En definitiva, se trata de evitar que se conduzca bajo los efectos del alcohol y, a la vez, aumentar la seguridad en el transporte”. No obstante, “la originalidad de este proyecto es el valor ejemplarizante que tienen los colectivos de conductores profesionales –señala Álvarez–. Su aplicación en el transporte público hace que mucha gente lo vea y, además de mejorar la seguridad en este tipo de transporte, produce un efecto multiplicador en los conductores nor- males”. De hecho, en Valladolid, donde se ha llevado a cabo en la empresa La Regional –que transporta unas 2.000 personas cada día en Castilla y León–, los autocares incorporan un cartel en la entrada de pasajeros que reza “Por su seguridad vehículo con Alcolock”, lo que, según José Alejandro Pereiro –director de La Regional– ha suscitado curiosidad en muchos pasajeros “que han preguntado a los conductores en qué consistía y ha motivado que nos envíen bastantes cartas mostrando su satisfacción”. El Instituto de Estudios de Alcohol y Drogas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid realiza en estas semanas encuestas de satisfacción a los usuarios de los autocares donde se ha utilizado el Alcolock. Aunque las conclusiones no estarán listas hasta el otoño, sí han detectado una aceptación positiva por parte de los usuarios. SOPLAR ANTES DE ARRANCAR. Pero ¿en qué consiste el Alcolock? Este sistema –que ya funciona en países como Estados Unidos o Canadá desde hace años– es un aparato capaz de detectar el nivel de alcohol en aire espirado conectado al sistema de arranque del autocar que, en caso de alcoholemia superior al límite permitido, desconecta el motor de arranque e impide la puesta en marcha del vehículo. Así, nada más ocupar su puesto al volante, el conductor debe soplar –con cierta fuerza y durante un tiempo– en la boquilla del Alcolock; en unos instantes, éste hace el análisis del aire espirado y determina el nivel de alcoholemia. Si es negativo o inferior al permitido, deja arrancar; en caso contrario, bloquea el sistema de arranque. No obstante, al estar en período de prueba, y ante posibles averías y problemas durante la marcha, un botón anula el sistema. Incluso Alcolock exige una prueba de alcoholemia ante paradas superiores a 30 minutos; pero no cuando son EN ALEMANIA ESTUDIAN APLICAR EL ALCOLOCK AL TRANSPORTE DE MERCANCÍAS PELIGROSAS Y EN BÉLGICA, A REINCIDENTES EN SANCIONES POR ALCOHOL (BÉLGICA) de corta duración, ya que pueden ser las lógicas en el servicio de transporte. Los conductores de La Regional, en principio, no han sido reacios a la instalación de estos aparatos. “En este trabajo hay de todo –nos explicaba uno de ellos–: hay quien bebe y quien no. Yo no tengo ningún problema; además, entiendo que de esta manera estamos vigilados y los viajeros van más seguros. De hecho, muchos me han preguntado que para qué servía y, cuando se lo hemos explicado, nos han felicitado por llevarlo”. ◆ En Canadá y Estados Unidos se aplica muy estrictamente SOPLAR INCLUSO EN MARCHA En Canadá y Estados Unidos, la aplicación de sistemas que impidan el funcionamiento del automóvil en caso de alcoholemia positiva tiene mayor antigüedad y se aplica de forma más estricta. En esos países, a los infractores que tienen antecedentes de conducción bajo los efectos del alcohol, además de un curso de reciclaje, se les obliga a instalar en su coche un sistema tipo Alcolock. Pero éste obliga a realizar pruebas cada cierto tiempo, incluso en marcha, dando tiempo a detener el vehículo antes de apagar su funcionamiento. Incluso, en zonas de climas extremos, permite arrancar una sola vez más y funcionar durante un tiempo determinado para llegar hasta un lugar donde refugiarse, ya que se trata de lugares donde son habituales temperaturas por debajo de –20º C. Después, si pide una prueba más y es positiva, detiene el vehículo sin que pueda volver a arrancar. TRÁFICO 37 Septiembre-octubre 2005