Bloqueo del arranque para quien abuse del alcohol ¿Visión borrosa? Ya pequeñas dosis de alcohol influyen en la percepción. 8 Revista Dräger 2 | Noviembre de 2010 S e gu ri da d v i a l Enfo q u e A pesar de los sistemas de seguridad, los airbags y el ABS: siempre que el conductor esté bebido aumenta el peligro de accidentes mortales. Por ello, cada vez más Gobiernos en todo el mundo obligan a quienes hayan excedido los niveles de alcoholemia permitidos a montar en sus coches etilómetros con dispositivos de bloqueo. Suecia incluso trata de reducir el número de muertos en carretera a cero, siguiendo el lema «mejor que confiar es controlar». E l efecto que tiene el alcohol en el ser humano es evidente: a partir de una concentración de 0,3 g/l de sangre, suele reducirse la capacidad de reacción y aumentar la disposición a arriesgarse. A partir de 0,8 g/l se producen problemas de equilibrio y de habla, y a partir de 2 g/l se nubla la mente. Un nivel de 3 g/l o más puede causar un estado de coma, a veces incluso la muerte. Quienes sobreviven a una borrachera de esta envergadura se lo deben a su constitución fuerte. Las personas a su alrededor, sin embargo, deberán tener cuidado y no cruzarse en su camino, según confirma un estudio de seguridad vial de la Unión Europea. «El exceso de velocidad, niveles de alcoholemia excesivos y conducir sin cinturón de seguridad se siguen considerando las tres principales causas de accidentes de tráfico mortales», advierte el comisario competente de la UE, Siim Kallas. Foto : Blickwinkel Alcohol: el 10% de las muertes en carretera La estadística demuestra que la gravedad de los accidentes aumenta con el nivel de alcoholemia. Los conductores bebidos fallecen en carretera casi dos veces más que los conductores sobrios: el año pasado fueron 4.152 personas en Alemania, con 310.806 accidentes registrados con daños a personas. Si bien solo en un 5,5% de estos accidentes había alcohol en juego, se contaron unos 440 muertos (el 10,6% de todos los muertos en carretera). Además, las personas que exceden los niveles de alcoholemia permitidos tienden a reincidir. Los estudios hechos en EE. UU. han demostrado que las personas que hayan causado un accidente de tráfico mortal tienen Revista Dräger 2 | Noviembre de 2010 una probabilidad ocho veces mayor de reincidir que las que no estaban bebidas al causar su primer accidente. En el caso de bebedores habituales, medidas como la suspensión del permiso de conducir parecen tener un efecto muy limitado. En estos casos, las sanciones no surten efecto. Hay que aplicar controles y terapias, como en todos los casos de adicción. La noción de que el alcohol pone en peligro la integridad de todas las personas en la vía pública es tan antigua como el mismo automóvil. Ya en el año 1872, en el Reino Unido se prohibió conducir «coches, caballos, bestias o máquinas propulsadas a vapor por calles y plazas públicas en estado ebrio». La revista The Quarterly Journal of Inebriety (tomo 26, página 308) publicó en 1904 que habían fallecido 23 personas en accidentes de tráfico, y 19 de ellas habían consumido alcohol, según relataron testigos. Más del 80%. No obstante, no se prestó atención al tema del alcohol y la seguridad vial durante muchos años. En la primera mitad del siglo XX, la preocupación prioritaria fue organizar el tráfico y separar los peatones, los coches de caballos, las bicicletas y los automóviles. En 1914, se montó el primer semáforo del mundo en Detroit. Ocho años más tarde siguieron Hamburgo y París. El primer semáforo para peatones de Europa se instaló en Copenhague en 1933. Dos años antes, la Sociedad de las Naciones había suscrito un «Convenio para la unificación de señales viarias». Fue ratificado por 18 estados en total, pero la demarcación vial se dejó aparte. Los pasos para peatones y los pasos de cebra no comenzaron a abundar en el panora- ma urbano hasta después de la Segunda Guerra Mundial. La tecnología da (más) seguridad Con la motorización creciente, a principios de los años 1950, la protección de los pasajeros cobró protagonismo. El pionero de la seguridad Hugh de Havne, un piloto que había sobrevivido la caída de su avión, comparó entonces un viaje en coche con «el transporte de huevos sueltos en recipientes de acero». Por ello, durante los años siguientes se fueron desarrollando elementos de seguridad como el cinturón de seguridad de tres puntos, la zona de absorción de impactos o la columna de dirección de seguridad. Esta última ya no penetraba en el habitáculo como una estaca mortal en caso de un impacto frontal. No obstante, el número de accidentes mortales en las carreteras alemanas fue en aumento. A finales de los años 1960, alcanzó la histórica cifra de más de 22.000 muertos. Un cambio radical se produjo con el desarrollo sistemático de normas de seguridad para automóviles. A partir de los años 1980, el asiento, el cinturón de seguridad, sus pretensores y los airbag formaban una unidad protectora. Además, los sistemas antibloqueo (ABS) y los sistemas de estabilidad (ESP) aumentaban la seguridad y la comodidad en carretera. Desde 1995, las normas Euro NCAP (European New Car Assessment Program) contribuyen a que la seguridad de los automóviles se pueda comparar en toda Europa. Los vehículos más seguros reciben actualmente cinco estrellas, y su construcción tiene que garantizar que los pasajeros salgan ilesos de una colisión lateral a una velocidad de 64 km/h. Sin embargo, la tecnología no supone la úni- > 9 Enfoq ue Segu ridad v i al D-17035-2009 Caos en los niveles de alcoholemia permitidos en la UE Prueba de alcoholemia: el vehículo no arranca si el conductor no sopla. El Interlock XT de Dräger Dräger es uno de los fabricantes más importantes de etilómetros con bloqueo de encendido. Con el Interlock XT, Dräger comercializa ya la segunda gene­ración de dispositivos desarrollados sobre la base de 50 años de experiencia en la medición de concentraciones de alcohol en el aliento. El Interlock XT utiliza un sensor electroquímico que también se emplea en los controles de alcoholemia que realiza la policía y que determina con gran exactitud la concentración de alcohol en el aire espirado. El sistema en general destaca por su alta fiabilidad también a bajas temperaturas y una gran humedad ambiental, así como una estructura mecánica muy robusta. Además, cumple todas las homologaciones requeridas en los sistemas alcohol interlock a nivel mundiaal. 10 > ca forma de aumentar la seguridad vial, el conductor también tiene que saber comportarse. A lo que no siempre está dispuesto voluntariamente. La República Federal Alemana, por ejemplo, limitó en 1972 la velocidad máxima en carreteras interurbanas a 100 km/h, en 1974 se recomendó 130 km/h para las autovías, y en 1984 se implementó la obligación de ponerse el cinturón. También en cuanto al alcohol se redujeron los niveles de tolerancia. Si en 1973 se limitó la concentración de alcohol que no pusiera en peligro la capacidad para conducir un vehículo a 0,8 g/l de sangre, en 1998 este límite fue reducido a 0,5 g/l. Y ­desde 2007 se prohibió el alcohol para conductores principiantes en el periodo de pruebas y todos los menores de 21 años. Estos cambios surtieron efecto: desde 1975, el número de muertos en accidentes de tráfico causados por el alcohol disminuyó en casi un 88%. Y eso que, hoy en día, circulan alrededor del doble de vehículos que entonces. Suecia lleva la delantera en el tema de la seguridad vial En estos éxitos se basan otros conceptos. La UE, por ejemplo, pretende reducir a la mitad el número de muertos en carretera en los próximos diez años. Otros países, con Suecia a la delantera, incluso quieren lograr que en el futuro ya no se produzcan lesiones graves o muertes en carretera. «No hay una fecha definida para alcanzar esta meta», subraya Claes Tingvall, Director de Seguridad de Tráfico para la Administración Sueca. «Pero el reconocimiento de esta ‘visión cero’ ya ha tenido efectos importantes también a nivel internacional». Y este efecto es más que necesario, dado que en el tema de la alcoholemia cada Estado de la UE va por su lado. No hay aún una respuesta unitaria a la pregunta de con qué concentración de alcohol en la sangre una persona está aún en condiciones de conducir un vehículo. Mientras que los países en los que se circula por la izquierda, Gran Bretaña, Irlanda y Malta, dejan conducir a sus ciudadanos hasta con un nivel de 0,8 g/l de sangre, Estonia, Rumania, Eslovaquia, Chequia y Hungría mantienen la prohibición total de alcohol al volante impuesta en la era del Socialismo. En los demás países miembros, los niveles permitidos se encuentran entre estos dos extremos. Los suecos incluso han tenido malas experiencias con el tema de «la UE y el alcohol». Porque con la adhesión a la Unión Europea en 1995 se suprimieron los controles en sus fronteras; los suecos trajeron vino, cerveza y aguardiente de los países vecinos en grandes cantidades, en vez de comprarlos en las Systembolaget, las tiendas de bebidas alcohólicas controladas por el Estado, a precios restrictivos. En consecuencia, el número de accidentes mortales en las carreteras suecas se duplicó en un par de años. «Si el consumo de alcohol por cabeza aumenta en un litro de alcohol puro cada año», resume el experto de tráfico Hans Laurell las experiencias, «el número de accidentes mortales aumenta en un ocho por ciento». No obstante, este país sigue llevando ventaja en seguridad vial y ejerce de modelo. En Suecia, tan solo unos 4 de 100 muertos en carretera pierden su vida en accidentes relacionados con el alcohol. En Alemania son 10 de 100 y en Estados Unidos son 30 de 100. Una de las razones del éxito sueco: a partir de 1997, el Reino de Suecia adoptó Revista Dräger 2 | Noviembre de 2010 numerosas medidas técnicas, reguladoras y constructivas, a fin de alcanzar la «visión cero». Una de las medidas más importantes son los etilómetros con bloqueo de arranque del motor, ­llamados Interlock. Foto : Picture-Alliance S e gu ri da d v i a l Enfo q u e Los controles de tráfico específicos contribuyen a la seguridad vial. Revista Dräger 2 | Noviembre de 2010 D-11079-2010 Un sistema Interlock es un etilómetro con bloqueo de encendido. También el Interlock XT de Dräger exige una prueba del aliento del conductor y, según su análisis, decide si le permite conducir o no. Si decide que no, se bloquea la alimentación eléctrica del relé de encendido. Todos estos datos se almacenan para que puedan ser evaluados (véase también página 36). En Suecia, quien haya sido penalizado por conducir bajo efectos del alcohol puede utilizar los sistemas Interlock como dispositivo de control durante su libertad condicional, en el marco del programa «Offender». Tanto los infractores noveles como los reincidentes tienen la oportunidad de evitar la sanción impuesta —desde la suspensión del permiso de conducir hasta la privación de libertad—. Para ello, deberán instalar un sistema alcolock en su vehículo, correr con los gastos de este dispositivo, someterse a controles médicos regulares y no volver a reincidir en el plazo preestablecido. Los resultados de las pruebas, que se realizan desde 1999, pronto se incluirán en una nueva ley. Las experiencias de más envergadura se hicieron en Estados Unidos desde los años 1980. Actualmente, existen programas de alcolock en 47 de los 50 estados federados. En 29 de ellos, la participación es obligatoria para los conductores sancionados por consumo abusivo de alcohol, en los demás la > ST-12072-2008 Primero soplar, luego ponerse al volante, o no Basta con soplar en el etilómetro para comprobar la concentración de alcohol en el aliento. Los dispositivos Interlock deciden si se está en condiciones de conducir: los datos leídos revelan el comportamiento del conductor. 11 Enfoq ue Segu ridad v i al Los sistemas alcohol interlock son una forma ­eficiente de educación vial > participación es voluntaria. En consecuencia, solo un porcentaje muy bajo participa en el programa. «Aunque en Estados Unidos se arresta a casi 1,4 millones de personas por consumo excesivo de alcohol cada año», cuenta el experto en seguridad Dr. Richard Roth, «en 2009, tan solo había unos 180.000 sistemas alcolock en funcionamiento». Y eso que los expertos están convencidos del efecto positivo de los dispositivos. Varios estudios estadounidenses demostraron que la cuota de reincidencia se reduce considerablemente tanto en los casos de primera infracción como para los reincidentes. Los conductores sancionados que instalan un sistema alcolock en su vehículo, reinciden con menor frecuencia que los que optan por no instalar este dispositivo. El número de programas alcolock aumenta Cada vez más países en todo el mundo aprovechan este efecto. En los estados australianos de Victoria, New South Wales y Australia del Sur se implementaron programas alcolock hace varios años, y en el Territorio del Norte hace un año. Como el éxito de los programas aumenta con su grado de obligatoriedad, actualmente también Australia del Sur ha establecido la obligación de participar. En Europa también aumenta el número de programas. Francia tiene un programa que aún es voluntario, y los Países Bajos y Bélgica planean obligar a los conductores penados por abuso de alcohol a participar en un programa de esta índole. En Gran Bretaña y en Noruega se están tramitando las respectivas normativas, y en Austria ya se están discutiendo estos pasos. Aparte de Suecia, en Finlandia se constatan los mayores avances. Los 12 sistemas alcolock se están probando voluntariamente desde 2005, y se planea que sean obligatorios poco a poco. No solo para los conductores y conductoras, también como medida preventiva para los vehículos mismos. «En 2011 comenzaremos con los autobuses de transporte escolar», cuenta Janne Mänttäri del Ministerio de Transporte finlandés. «Pero a la larga, la obligación entrará en vigor para todos los vehículos». Con ello, los finlandeses no solo salvarían vidas, también ahorrarían un montón de dinero. Este país mantiene un costoso récord en Europa, dado que realizan unos dos millones de controles de alcoholemia, aunque en total solo hay 3,5 millones de habitantes con permiso de conducir. Los sistemas alcolock también se están expandiendo por Alemania. Aún no hay planes o iniciativas legislativas en este contexto. Pero , como comenta la doctora Simona Klipp, secretaria del Instituto Federal de Carreteras, «ya se está planeando un proyecto de investigación con transportistas con un consumo de alcohol excesivo». Una de las razones del creciente interés: el ­examen que tienen que pasar las personas sancionadas por reincidir en el consumo abusivo de alcohol. No hay ninguna prueba de la eficiencia de esta medida. Generalmente no se suele tomar muy en serio; hace mucho que se llama despectivamente «examen para imbéciles». Los sistemas alcolock podrían ser una solución. Los dispositivos no solo deciden si se le permite al conductor arrancar su vehículo, sino también registran un montón de datos sobre su comportamiento al arrancar. De este modo, conforman una base novedosa que permite sacar conclusiones sobre el éxito de las medidas de rehabilitación. Por ejemplo, ¿cuántas veces ha intentado el conductor arrancar su vehículo sin lograrlo? ¿Y cuándo han tenido lugar estos intentos? Los respectivos estudios con infractores que se están sometiendo a terapia demuestran que sus intentos suelen fracasar predominantemente por las mañanas. No porque ya hayan consumido alcohol a esta hora, sino porque aún llevan alcohol en la sangre del día anterior, aunque no sean conscientes de ello. Un estudio en Finlandia ha demostrado que durante los últimos cinco años con la instalación de los sistemas alcolock se logró evitar que unos 10.000 conductores se pusieran al volante bajo la influencia del alcohol. El problema es el conductor Como estas relaciones de causas y efectos se pueden demostrar por primera vez gracias a los datos almacenados en el sistema alcolock, ya hay expertos en rehabilitación que utilizan estos dispositivos. El Dr. Ronald Kosellek, por ejemplo, un sicólogo especializado en conductores, ya ha tratado de rehabilitar a varios transportistas que habían sido sancionados por consumo abusivo de alcohol con la ayuda de estos sistemas. El potencial de estos dispositivos aún se encuentra en fase de desarrollo, pero: «En un concepto de seguridad vial para la prevención de accidentes con conductores bebidos pueden ser un componente», cree el experto. Pero solo un componente. ¿Por qué? «Porque con los sistemas alcolock tampoco se pueden resolver problemas humanos». Frank Grünberg Más información en Internet, entre otros: Cómo en Australia se llevan a cabo con­­troles de alcohol y drogas con el «booze bus» www.draeger.com/2/alcohol Revista Dräger 2 | Noviembre de 2010 Accidentes de tráfico, un balance mundial escalofriante Como la OMS constató en su último informe, los accidentes de tráfico suponen un peligro para la salud, la vida y el desarrollo de la población en todo el mundo. Muertes en accidentes de tráfico por regiones de la OMS 1,2 millones más de de muertos en accidentes de tráfico al año en todo el mundo, adicionalmente, 50 millones 117.997 Europa y Rusia de heridos 62 % 175.668 Oriente Próximo 142.252 de todos los accidentes se producen en tan solo diez países América del Norte, Central y del Sur 278.321 Pacífico 285.020 234.768 Asia Suroriental África India, China, EE. UU., Rusia, Brasil, Irán, ­México, Indonesia, ­Sudáfrica, Egipto Relación: muertes en accidentes de tráfico e ingresos Población por ingresos Muertos en accidente de tráfico por ingresos 8,2 % 15,6 % 36,7 % Países con ingresos bajos Vehículos registrados 9,2 % 41,9 % 49,6 % 41,9 % 52,1 % 47,8 % Países con ingresos bajos Países con ingresos medianos Países con ingresos altos 21,5 muertos en accidentes de tráfico por 100.000 Países con ingresos medianos 19,5 muertos en accidentes de tráfico por 100.000 El 90 % de las muertes en No obstante, un 50 % de todos accidentes de tráfico recae los vehículos registrados en en los países con ingresos el mundo se encuentra en los bajos y medianos. países con ingresos altos. Fuente: OMS/NGA, Gráfico : PICFOUR Disposiciones legales Casi el 50 % de los muertos en ­ accidentes de tráfico son ciclistas, peatones y con­ ductores de motos. Países con ingresos altos 10,3 muertos en accidentes de tráfico por 100.000 ¿Aumentan las cifras? Según los pronósticos de la OMS, en el año 2030, los accidentes de tráfico serán la quinta causa de muerte más frecuente, superando incluso el SIDA, el cáncer de pulmón y la diabetes. Solo en un 49 % de los países el nivel de alcoholemia está limitado a 0,5 g/l de sangre o menos. Revista Dräger 2 | Noviembre de 2010 Solo en un 57 % de los países es obligatorio abrocharse el cinturón de seguridad. Solo en un 40 % de los países es obligatorio llevar casco en las motos. Accidentes con automóviles Son la primera causa de muerte en el grupo de las personas de 15 a 29 años de edad. 13