rEVISIÓN Migraña crónica: definición, epidemiología, factores de riesgo y tratamiento Francisco J. Carod-Artal, Pablo Irimia, David Ezpeleta Introducción. La migraña crónica es la complicación más frecuente de la migraña. Se define por la presencia de cefalea 15 o más días al mes, de los que al menos ocho deben cumplir criterios de migraña sin aura durante al menos tres meses, en ausencia de abuso de medicación y no atribuibles a otra causa. Desarrollo. Su prevalencia oscila entre el 1-3% de la población, y su incidencia se ha estimado en un 2,5% anual. Produce de cuatro a seis veces más discapacidad, disminución de la productividad y alteración de la calidad de vida que la migraña episódica. El desarrollo de migraña crónica se ha asociado con varios factores de riesgo no modificables (sexo femenino, estatus socioeconómico y nivel educativo bajos) y modificables (ansiedad, depresión, apnea del sueño/ronquido, obesidad, consumo de analgésicos y cafeína). Los pacientes con migraña crónica sufren dolor crónico, ansiedad o depresión con una frecuencia 2-3 veces superior a la migraña episódica. Su abordaje requiere la identificación y el manejo de los factores de riesgo que predisponen a su desarrollo, deshabituación de analgésicos cuando hay abuso, tratamiento específico de las crisis de migraña y tratamiento preventivo. Entre los fármacos preventivos, el topiramato y la Onabotulinumtoxin A han demostrado, en grandes ensayos clínicos controlados frente a placebo, su eficacia en esta complicación de la migraña. Conclusiones. La migraña crónica es una entidad frecuente que requiere un manejo global cuyos objetivos son reducir la frecuencia de las crisis, la discapacidad asociada y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Palabras clave. Discapacidad. Epidemiología. Migraña. Migraña crónica. Migraña episódica. Topiramato. Toxina botulínica. Servicio de Neurología; Hospital Virgen de la Luz; Cuenca (F.J. Carod-Artal). Departamento de Neurología; Clínica Universidad de Navarra; Pamplona, Navarra (P. Irimia). Unidad de Neurología; Hospital Universitario Quirón Madrid; Pozuelo de Alarcón, Madrid, España (D. Ezpeleta). Correspondencia: Dr. Francisco Javier Carod Artal. Servicio de Neurología. Hospital Virgen de la Luz. Avda. Hermandad Donantes de Sangre, 1. E-16002 Cuenca. E-mail: [email protected] Declaración de intereses: Este trabajo no ha contado con fuente de financiación alguna. Aceptado tras revisión externa: 02.04.12. Introducción y definición El término ‘migraña crónica’ (MC) se incluyó en la segunda edición de la clasificación de las cefaleas de la Sociedad Internacional de Cefaleas (IHS) de 2004 y sus criterios se revisaron en 2006 [1,2]. Previamente, Mathew había acuñado el término ‘migraña transformada’ y Silberstein et al desarrollaron los criterios clínicos que la definieron durante años, permitiéndose el diagnóstico de migraña transformada con o sin abuso de analgésicos [3,4]. Hoy en día se considera que la MC es una complicación de la migraña [1,2]. Se define por la presencia de cefalea 15 o más días al mes durante al menos tres meses, de los que al menos ocho deben cumplir criterios de migraña sin aura o responder a triptanes o ergóticos, en ausencia de abuso de medicación y no atribuibles a otra causa (Tabla I) [2]. En consecuencia, el concepto vigente de MC excluye a aquellos pacientes con abuso de analgésicos [2], aunque se discute si el abuso de analgésicos es la causa del dolor crónico o el efecto lógico de padecer crisis de migraña frecuentes [5-7]. Probablemente, en el futuro cercano se contemplará la MC con o sin abuso de medicación, una situación más www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 54 (10): 629-637 natural, acorde con la práctica clínica habitual y coherente con su evolución histórica [8]. El objetivo de este trabajo es revisar los actuales conceptos sobre epidemiología, factores de riesgo y tratamiento de la MC. Cómo citar este artículo: Carod-Artal FJ, Irimia P, Ezpeleta D. Migraña crónica: definición, epidemiología, factores de riesgo y tratamiento. Rev Neurol 2012; 54: 629-37. © 2012 Revista de Neurología Epidemiología de la migraña crónica Prevalencia La prevalencia de la MC varía según los diferentes estudios y criterios diagnósticos empleados [9]. En nuestro medio, se ha estimado una prevalencia en torno al 2% de la población [10], aunque los valores crudos dependen de los criterios de clasificación empleados, barajándose un rango de 0,9-5,1% [8]. Los estudios en otros ámbitos geográficos muestran resultados similares. En Georgia, la prevalencia de la MC es del 1,4% [11]; en Brasil del 3,6% [12]; y en Estados Unidos, del 2,5% [13]. La MC puede afectar también a adolescentes, con una prevalencia estimada del 0,79% [14]. El pico de máxima prevalencia de la migraña episódica (ME) se alcanza entre los 30-40 años de edad, mientras que en la MC 629 F.J. Carod-Artal, et al to [13]. La cronificación de la ME sucede de modo gradual, pero puede haber variantes crónicas de migraña desde el inicio [16]. Tabla I. Criterios diagnósticos revisados de migraña crónica [1,2]. Cefalea (tipo tensión o migraña), ≥ 15 días al mes durante al menos tres meses Remisión Al menos cinco crisis que cumplen los criterios para migraña sin aura Durante ≥ 8 días al mes y al menos tres meses, la cefalea ha cumplido los siguientes criterios C1 o C2 (dolor y síntomas asociados de migraña sin aura): C1. Al menos dos de los siguientes: a. Localización unilateral b. Cualidad pulsátil c. Intensidad moderada o grave En el estudio AMPP se observó, tras dos años de seguimiento, que el 26% de los casos con MC al inicio remitió a ME u otra cefalea episódica, el 40% tuvo una forma transicional y el 34% siguió cumpliendo criterios de MC. Los principales factores predictores de remisión fueron la frecuencia de la cefalea y la ausencia de alodinia [17]. d. El dolor se agrava con la actividad física rutinaria o condiciona evitarla (p. ej., caminar o subir escaleras), junto con, al menos, uno de los siguientes: Diferencias clínicas entre MC y ME Náuseas o vómitos Fotofobia y fonofobia El International Burden of Migraine Study (IBMS) ha puesto de manifiesto que existen diferencias clínicas entre el dolor migrañoso de la MC y la ME [18]. Así, en la MC, la intensidad y la duración del dolor parecen ser mayores que en la ME. Además, la MC se asocia con una frecuencia mayor de dolor intenso y pulsátil, fotofobia y fonofobia. C2.Alivio de la cefalea con triptanes o ergóticos antes del esperado desarrollo de los criterios C1 Sin abuso de medicación y no atribuible a otra causa Tabla II. Pérdida de productividad en sujetos con migraña crónica y migraña episódica: días perdidos en los tres últimos meses [9]. Crónica Episódica Trabajo o escuela 2,4 0,54 ↓ productividad >50% (trabajo/escuela) 10,4 1,7 Trabajo doméstico, tareas del hogar 21,4 3,5 ↓ productividad >50%, tareas del hogar 18,7 2,6 Actividad social, familiar, ocio 10,5 1,7 Total de días perdidos 63,4 10,0 se retrasa una década. La MC constituye uno de los motivos de consulta más frecuente en las consultas de neurología general, y afecta al 5-10% de los pacientes [15]. Incidencia Los estudios sobre incidencia de la MC son escasos. En el American Migraine Prevalence and Prevention Study (AMPP), un 2,5% de los pacientes con ME al inicio pasó a tener una forma crónica con o sin abuso de medicación tras un año de seguimien- 630 Discapacidad, costes y calidad de vida La MC se asocia con mayor discapacidad y deterioro de la calidad de vida que la ME [17]. La MC provoca una disminución de la productividad personal y laboral cuatro a seis veces mayor que la ME (Tabla II) [9,18,19]. Factores de riesgo de cronificación de la migraña Polémica sobre el abuso de analgésicos La progresión de la migraña desde ME a MC sucede en meses o años. Tal evolución puede deberse a la propia historia natural de la ME, con independencia del abuso de analgésicos [20]. Diversos estudios poblacionales señalan que muchos pacientes con MC no cumplen criterios de abuso [20,21] (Tabla III). Posiblemente, parte de la percepción generalizada que asocia MC y abuso de analgésicos se deba al sesgo de selección inherente a los estudios realizados en centros de referencia en cefaleas, donde la proporción de ‘abusadores’ es mayor que en la población general [22]. Según esto, el abuso de analgésicos podría considerarse más consecuencia que causa de padecer MC, poniendo en tela de juicio la necesidad de excluir los casos con abuso de la definición de MC como cefalea puramente primaria. www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 54 (10): 629-637 Migraña crónica: definición, epidemiología, factores de riesgo y tratamiento Tabla III. Criterios temporales de abuso de medicación [1]. Tabla IV. Factores de riesgo para desarrollar migraña crónica. Ergóticos ≥ 10 días al mes durante ≥ 3 meses Edad avanzada Triptanes ≥ 10 días al mes durante ≥ 3 meses Género femenino Analgésicos simples ≥ 15 días al mes durante > 3 meses Etnia caucásica Opiáceos ≥ 10 días al mes durante > 3 meses Combinaciones ≥ 10 días al mes durante > 3 meses No modificables Factores genéticos Estatus socioeconómico bajo ↓ ingresos económicos ↓ trabajo a tiempo completo Mecanismos de cronificación Nivel educativo bajo Se han implicado varios mecanismos: abuso de fármacos, elevada frecuencia de crisis, predisposición genética, alteración de neurorreceptores nociceptivos, factores psicopatológicos y mecanismos de sensibilización central y periférica [23]. Los estudios poblacionales han identificado predictores clínicos de MC, como alodinia cutánea, ansiedad, depresión y grado de discapacidad según la escala MIDAS [24]. Fisiopatológicamente, se piensa que la persistencia de los estímulos nociceptivos favorecería la sensibilización central, produciendo una disfunción de los sistemas de antinocicepción que potenciaría los factores cronificadores, cerrándose así un círculo vicioso [23]. Ansiedad, depresión, estrés, eventos vitales estresantes Factores de riesgo Se han identificado numerosos factores de riesgo de MC que pueden clasificarse en no modificables, modificables y putativos (Tabla IV) [8,9,25]. Entre los factores de riesgo modificables que predisponen al desarrollo de MC, destacan: número de crisis de migraña (más de 10 días de cefalea al mes), estrés, trastornos del sueño (fundamentalmente el síndrome de apnea del sueño), obesidad, depresión, abuso de analgésicos y abuso de cafeína [26-28]. Los factores de riesgo pueden coexistir. La obesidad se asocia con frecuencia al síndrome de apneas de sueño [29]. Los sujetos con sobrepeso tienen tres veces más probabilidad de desarrollar una MC, mientras que en los obesos el riesgo de cronificación es cinco veces mayor [29,30]. La asociación entre MC y depresión parece ser bidireccional, de modo que la depresión parece ser factor de riesgo y, a su vez, consecuencia de la MC. Aunque el riesgo de sufrir depresión es mayor en la MC que en la ME, cuando la depresión está presente en la ME se comporta como un predictor de MC. www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 54 (10): 629-637 Trastornos del ritmo del sueño, síndrome de apnea del sueño, roncopatía Modificables Abuso de medicación, abuso de cafeína Obesidad Elevada frecuencia de crisis Putativos Factores proinflamatorios y protrombóticos Por otro lado, el riesgo de padecer MC se incrementa con la gravedad e intensidad de los síntomas depresivos. En consecuencia, se considera que la depresión es un factor de riesgo de progresión a MC de primer orden [8]. La ausencia de tratamiento preventivo puede favorecer la progresión de una ME a una MC. Los estudios poblacionales muestran que la proporción de pacientes que reciben tratamiento preventivo en la ME es muy dispar, desde el 2% en Latinoamérica al 6% en Francia y el 12,4% en Estados Unidos [31]. En un estudio transcultural Brasil-España, también se observaron diferencias significativas en el porcentaje de pacientes que usaban fármacos preventivos en las consultas especializadas de cefalea (el 22% en Brasil frente al 53% en España) [32]. Comorbilidad La migraña se asocia con un amplio espectro de procesos patológicos estadística y biológicamente relacionados. Muchas de estas comorbilidades, como varios trastornos psiquiátricos, cuadros de dolor 631 F.J. Carod-Artal, et al Tabla V. Comorbilidades asociadas a la migraña crónica y la migraña episódica (modificado de [25]). Comorbilidad psiquiátrica Comorbilidad cardiovascular Comorbilidad respiratoria Otras comorbilidades Crónica (n = 655) Episódica (n = 11.249) Odds ratio Ansiedad 30,2% 18,8% 1,80 Depresión 30,2% 17,2% 2,00 Trastorno bipolar 4,6% 2,8% 1,56 Obesidad 25,5% 21,0% 1,24 Cardiopatía 9,6% 6,3% 1,43 Ictus 4,0% 2,2% 1,65 Trastornos circulatorios 17,3% 11,4% 1,51 Alergia 59,9% 50,7% 1,47 Asma 24,4% 17,2% 1,53 Bronquitis 9,2% 4,5% 1,99 Enfisema/broncopatía 4,9% 2,6% 1,73 Sinusitis 45,2% 37,0% 1,39 Se recomienda calcular el índice de masa corporal y advertir sobre la importancia de reducir el peso en aquellos pacientes con sobrepeso u obesidad. La presencia de sobrepeso u obesidad puede condicionar la selección del tratamiento preventivo, pues muchos fármacos provocan aumento de apetito y ganancia ponderal. Si se demuestra un síndrome de apneas del sueño, hay que considerar el tratamiento con presión de aire positiva continua [36]. La depresión y la ansiedad requieren tratamiento específico [37]. La venlafaxina [38] y la amitriptilina [39] son fármacos preventivos que cabe utilizar en el paciente con MC deprimido. La fluoxetina también puede mejorar la sintomatología depresiva y la cefalea [40]. Además, debe valorarse el uso de ansiolíticos y psicoterapia. Finalmente, debería recomendarse a todo paciente con MC que evite el consumo de cafeína, por el riesgo de cronificación asociado a su consumo crónico [41]. Artritis 33,6% 22,2% 1,71 Tratamiento de las crisis de migraña Dolor crónico 31,5% 15,1% 2,49 Debe aconsejarse llevar un ritmo de vida regular, una buena higiene del sueño y evitar todas las circunstancias reconocibles que pueden desencadenar las crisis. El tratamiento sintomático debe individualizarse según el tipo o tipos de crisis y su intensidad. En las crisis de mayor intensidad, se recomienda administrar el tratamiento sintomático precozmente. En las crisis menos intensas, se recomienda el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) junto con antieméticos en caso de náuseas. En las crisis moderadas o intensas, se prefieren los agonistas serotoninérgicos 5-HT1B/D (triptanes), solos o en combinación con AINE y antieméticos [42]. Debe evitarse el uso de ergóticos, opiáceos y fármacos que contengan barbitúricos y cafeína. crónico, ciertas enfermedades respiratorias y algunos factores de riesgo vascular, se encuentran con una frecuencia significativamente mayor en la MC que en la ME (Tabla V) [25]. Tratamiento de la migraña crónica El tratamiento de la MC puede dividirse al menos en cuatro partes bien diferenciadas, a saber: identificación y manejo de los factores de riesgo que predisponen al desarrollo de MC, deshabituación de analgésicos cuando existe abuso, tratamiento agudo de las crisis de migraña y tratamiento preventivo [33,34]. El objetivo principal es reducir la frecuencia, intensidad y duración de las crisis de migraña, sin olvidar el manejo individualizado de las comorbilidades asociadas a cada caso. El paciente con MC debe, en primer lugar, recibir una explicación sencilla sobre las causas de su enfermedad y comprender los porqués y objetivos de los tratamientos sintomático y preventivo. Ade- 632 más, debe conocer de antemano que el tratamiento preventivo puede prolongarse durante un año e incluso más [35]. Control de los factores de riesgo de cronificación Deshabituación de analgésicos En los pacientes con sospecha de cefalea por abuso de fármacos se recomienda su brusca supresión. Ello suele provocar un empeoramiento de la cefalea, náuseas e incluso vómitos, trastornos de sueño y ansiedad durante períodos variables que, en general, duran menos de siete días. Para evitar este efecto rebote, el paciente debe recibir AINE y antieméticos pautados durante al menos siete días. Puede www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 54 (10): 629-637 Migraña crónica: definición, epidemiología, factores de riesgo y tratamiento ser preciso el uso de amitriptilina, tiaprida o clorpromacina en una dosis única nocturna [43-45]. Los esteroides pueden facilitar el proceso de deshabituación [45,46]. Según el grado de abuso y los fármacos implicados (ergóticos, opiáceos e incluso triptanes), puede ser preciso realizar la deshabituación en régimen de ingreso [47]. En los pacientes que precisan ingreso, el valproato sódico por vía intravenosa [48] y la clomipramina intravenosa [49] pueden facilitar la rápida deshabituación. El valproato sódico intravenoso tiene un efecto adicional, pues actúa como analgésico en la crisis de migraña [50]. Por último, es fundamental que el paciente comprenda la necesidad de limitar el uso de analgésicos. Aunque la supresión de los analgésicos es la norma, no siempre mejora la cefalea de estos pacientes, y existe una controversia abierta sobre la necesidad de suprimir bruscamente los analgésicos en los pacientes con MC [51]. Tradicionalmente, se ha considerado que el consumo continuo de analgésicos condiciona que los tratamientos preventivos no sean eficaces, recomendándose la deshabituación antes de iniciar cualquier abordaje preventivo farmacológico. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que los fármacos preventivos pueden ser eficaces en la MC, aunque el paciente continúe usando analgésicos en exceso [52-54]. Por lo tanto, se aconseja iniciar el tratamiento preventivo de la migraña a la vez que la deshabituación de los analgésicos, y prescribirlo incluso en aquellos pacientes con MC incapaces de reducir su consumo de analgésicos. Tabla VI. Fármacos preventivos que podrían utilizarse en la migraña crónica. Atenolol Metoprolol Betabloqueantes Propranolol Nebivolol a Valproato sódico Antiepilépticos/ neuromoduladores Topiramato es uno de los fármacos mejor estudiados en el tratamiento preventivo de la migraña. Existe una sólida evidencia de su eficacia en pacientes con MC [56]. El primer estudio aleatorizado con- www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 54 (10): 629-637 Gabapentina a Lisinopril Otros antihipertensivos Candesartán Antagonistas del calcio Flunaricina Amitriptilina Nortriptilina a Antidepresivos Clomipramina a Fluoxetina a Venlafaxina Pizotifeno Antagonistas serotoninérgicos Ciproheptadina Tizanidina a Otros fármacos Topiramato Topiramato Zonisamida a Tratamiento preventivo de la MC La utilización de fármacos preventivos es, probablemente, la piedra angular en el tratamiento de la MC. Cualquier fármaco preventivo con indicación en la ME puede prescribirse en la MC [42,55], tanto en monoterapia como en combinación (Tabla VI). Sin embargo, existen tratamientos, concretamente topiramato y la Onabotulinumtoxin A (OnabotA), que han demostrando específicamente su eficacia en pacientes con MC, así como otras estrategias terapéuticas que se han utilizado con éxito en pacientes con cefalea crónica diaria o MC refractaria y que deben ser consideradas. Nadolol Vitamina B2 (riboflavina) a Coenzima Q10 a Magnesio a Onabotulinumtoxin A a Fármacos con menor nivel de evidencia. trolado frente a placebo en MC (grupos paralelos, 28 sujetos) mostró que una dosis baja del fármaco (50 mg/día) reducía la media de días con cefalea mensual (8,1 ± 8,1 días frente a 20,6 ± 3,4 días; p < 0,0007) [57]. Posteriormente se realizaron dos estudios con un diseño muy parecido que compararon topiramato frente a placebo en pacientes con MC. El estudio de Silberstein et al incluyó a 306 sujetos que fueron tratados con 100 mg de topiramato o placebo, observándose una reducción comparativa en la frecuencia de días con migraña en el grupo 633 F.J. Carod-Artal, et al activo (5,6 ± 6 días) frente a placebo (4,1 ± 6,1 días; p = 0,03) [58]. El estudio de Diener et al incluyó a 59 sujetos y también se observó una reducción del número de días con migraña en el grupo tratado con una dosis media de topiramato de 100 mg/día (–3,5 ± 6,3 días) frente a placebo (0,2 ± 4,7 días; p = 0,02) [54]. Además, se observó que la eficacia del topiramato se mantenía en situación de abuso de analgésicos [54]. Onabotulinumtoxin A La OnabotA se ha utilizado en diferentes tipos de dolor, incluyendo migraña, desde hace más de 10 años. Los estudios iniciales en pacientes con ME no lograron demostrar que la OnabotA redujese la frecuencia de crisis frente a placebo [59]. Sin embargo, se observó que el fármaco podía mejorar a los pacientes con ME frecuente [59] y cefalea crónica diaria con o sin abuso de analgésicos [60-62]. Posteriormente, siguiendo la pista de la migraña frecuente y crónica, se diseñó el programa Phase III Research Evaluating Migraine Prophylaxis Therapy (PREEMPT), cuyo objetivo fue evaluar la eficacia y seguridad de OnabotA en pacientes con MC. El programa PREEMPT se desarrolló en dos ensayos clínicos de diseño gemelo, uno realizado en centros norteamericanos [53] y el otro en centros de Europa y Norteamérica [52]. Estos trabajos se publicaron primero de forma independiente [52,53] y después en conjunto, con los resultados de la fase controlada a las 24 semanas [63] y la fase abierta hasta las 54 semanas de seguimiento [64]. En total (ambos ensayos) se incluyó a 1.384 sujetos (OnabotA: 688 sujetos; placebo: 696 sujetos). OnabotA se inyectó por vía intramuscular en dosis y en lugares fijos. Los sujetos recibieron 155 U de OnabotA distribuidas en 31 puntos de infiltración (5 U por punto), con la opción de administrar 40 U adicionales en ocho puntos de inyección siguiendo una estrategia ‘follow the pain’ según un protocolo estándar [52,53,65]. Las inyecciones se realizaron cada 12 semanas y la eficacia se evaluó a las 24 semanas. Esta fase controlada se siguió de una fase abierta de seguimiento durante 32 semanas hasta completar 56 semanas. En el primero de los ensayos (PREEMPT 1) no se observaron diferencias significativas entre la OnabotA y el placebo en el objetivo primario del estudio, la reducción de la frecuencia de episodios de cefalea, pero sí en todos los objetivos secundarios [53]. El hecho de que el objetivo primario del estudio no se cumpliese puede explicarse en parte porque la frecuencia de episodios de cefalea era diferente entre ambos grupos de pacientes antes del 634 inicio del tratamiento. En el ensayo PREEMPT 2, el tratamiento con OnabotA fue superior al placebo tanto en el objetivo primario del estudio como en prácticamente todos los objetivos secundarios [52]. El ulterior análisis conjunto de ambos ensayos demostró que el tratamiento con OnabotA era superior al placebo en la reducción tanto de episodios como de días con cefalea, observándose también que el tratamiento activo lograba una reducción significativa del consumo de triptanes [63,64]. El tratamiento con OnabotA se toleró bien (menos del 4% de los pacientes lo suspendió por efectos adversos). Además, según los datos de seguimiento obtenidos en la fase abierta, la eficacia se mantuvo a largo plazo [64]. Finalmente, otro de los hallazgos de los ensayos PREEMPT es que, al igual que se observó con topiramato, no es preciso suspender los analgésicos en caso de abuso para que OnabotA sea eficaz. Más del 60% de los sujetos incluidos en los estudios PREEMPT abusaban de analgésicos y se les permitió tomarlos a demanda sin que este factor disminuyera la eficacia. Otras opciones terapéuticas en MC El valproato sódico [34], la amitriptilina [39], la gabapentina [66], la fluoxetina [40] y la tizanidina [67] han mostrado eficacia en ensayos controlados frente a placebo en cefalea crónica diaria. Es probable que una elevada proporción de estos sujetos sufrieran MC y, por tanto, los fármacos mencionados podrían ser útiles en la MC. La memantina [68], la pregabalina [69] y la zonisamida [70,71] también se han evaluado específicamente en pacientes con MC, pero su eficacia no está claramente establecida por el carácter abierto de estos estudios o el bajo número de sujetos incluidos. El neurólogo debe buscar la presencia de puntos gatillo, especialmente en el punto de Arnold y el área troclear, que podrían facilitar la cronificación de la migraña [72-74]. La experiencia demuestra que la infiltración de estos puntos gatillo con anestésicos o corticoides, según los casos, mejora a los pacientes con MC. La neuroestimulación del nervio occipital podría resultar útil en los pacientes con MC refractaria, aunque son necesarios más estudios para demostrar su eficacia [75]. En la actualidad se dispone de tres ensayos frente a placebo. El estudio ONSTIM incluyó a 75 pacientes con MC. Se consideró que había respuesta a la estimulación occipital si la reducción en el número de días con cefalea al mes era > 50% o si había una reducción significativa en la intensidad del dolor. Se observó que el 39% de los www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 54 (10): 629-637 Migraña crónica: definición, epidemiología, factores de riesgo y tratamiento pacientes mejoraba con la estimulación. La eficacia del procedimiento de estimulación fue independiente de que la cefalea hubiera respondido previamente a la infiltración del nervio occipital mayor [76]. En el estudio PRISM, completaron el estudio 125 sujetos y no se observó mejoría significativa frente a placebo. La estimulación activa redujo el número mensual de días con migraña en 5,5 frente a 3,9 (p = 0,29) [77]. Por último, Silberstein et al han evaluado recientemente la eficacia de la estimulación occipital en 157 pacientes. El objetivo primario del estudio (disminución del dolor > 50% en una escala analógica) no se cumplió, aunque se observó una reducción estadísticamente significativa en el número de días de cefalea y la puntuación MIDAS respecto al grupo control [78]. Un reciente estudio taiwanés ha comunicado que la acupuntura podría ser una alternativa eficaz en la MC con una eficacia superior a topiramato [79]. Se compararon dos brazos de tratamiento asignados de forma aleatoria: acupuntura (24 sesiones; 12 semanas; 33 sujetos con MC) y topiramato (4 semanas de escalado hasta una dosis máxima de 100 mg/día y 8 semanas de seguimiento; 33 sujetos con MC). El objetivo primario fue la reducción media mensual de días con cefalea moderada o grave. El grupo de acupuntura obtuvo una reducción desde 20,2 ± 1,5 días a 9,8 ± 2,8 días, y el grupo de topiramato desde 19,8 ± 1,7 días a 12 ± 4,1 días (p < 0,01). Las diferencias a favor de la acupuntura también se observaron en todas las variables de eficacia secundarias e incluso en los sujetos con abuso de medicación. La frecuencia de efectos adversos fue del 6% en el grupo de acupuntura y del 66% en el grupo de topiramato. El editorial que encabezó el número de Cephalalgia donde se publicó este trabajo, lejos de criticar su diseño (lo correcto hubiera sido control con placebo y doble enmascaramiento), afirmó lo siguiente: ‘los pacientes con MC, que precisan un tratamiento efectivo de forma desesperada, pueden beneficiarse del ritual de imposición de manos de la acupuntura y el estrecho contacto que se establece entre el paciente y su terapeuta’ [80]. Conclusiones La MC conlleva una elevada prevalencia, discapacidad y afectación de la calidad de vida [81]. Los nuevos criterios diagnósticos aportan una sólida base para estudiar sus factores de riesgo y establecer un diagnóstico precoz. La MC es probablemente un trastorno biológicamente heterogéneo, por lo que es necesario desarrollar nuevos estudios acerca de www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 54 (10): 629-637 sus biomarcadores y diferentes fenotipos clínicos. A excepción de los ensayos clínicos con toxina botulínica y topiramato, existe una carencia de estudios controlados con nuevos fármacos en esta complicación de la migraña. Bibliografía 1. Headache Classification Subcommittee of the International Headache Society. The International Classification of Headache Disorders: 2 ed. Cephalalgia 2004; 24 (Suppl 1): S9-160. 2. Olesen J, Bousser MG, Diener HC, Dodick D, First M, Goadsby PJ, et al. New appendix criteria open for a broader concept of chronic migraine. Cephalalgia 2006; 26: 742-6. 3. Mathew NT, Stubits E, Nigam MP. Transformation of episodic migraine into daily headache: analysis of factors. Headache 1982; 22: 66-8. 4. Silberstein SD, Lipton RB, Sliwinski M. Classification of daily and near-daily headaches: field trial of revised IHS criteria. Neurology 1996; 47: 871-5. 5. Negro A, Martelletti P. Chronic migraine plus medication overuse headache: two entities or not? J Headache Pain 2011; 12: 593-601. 6. Pascual J, Sánchez del Río M, Jiménez MD, Láinez-Andrés JM, Mateos V, Leira R, et al. La migraña crónica vista por el neurólogo y el paciente: resultados del proyecto CIEN-MIG (III). Rev Neurol 2010; 50: 705-10. 7. Irimia P, Palma JA, Fernández- Torrón R, Martínez-Vila E. Migraña crónica y abuso de analgésicos. Rev Neurol 2010; 51: 703-4. 8. Manack AN, Buse DC, Lipton RB. Chronic migraine: epidemiology and disease burden. Curr Pain Headache Rep 2011; 15: 70-8. 9. Lipton RB. Chronic migraine, classification, differential diagnosis, and epidemiology. Headache 2011; 51 (Suppl 2): S77-83. 10. Castillo J, Muñoz P, Guitera V, Pascual J. Epidemiology of chronic daily headache in the general population. Headache 1999; 39: 190-6. 11. Katsarava Z, Dzagnidze A, Kukava M, Mirvelashvili E, Djibuti M, Janelidze M, et al. Lifting the burden: the global campaign to reduce the burden of headache Worldwide and the Russian Linguistic Subcommittee of the International Headache Society. Primary headache disorders in the Republic of Georgia: prevalence and risk factors. Neurology 2009; 73: 1796-803. 12. Da Silva A Jr, Costa EC, Gomes JB, Leite FM, Gomez RS, Vasconcelos LP, et al. Chronic headache and comorbibities: a two-phase, population-based, cross-sectional study. Headache 2010; 50: 1306-12. 13. Bigal ME, Serrano D, Buse D, Scher A, Stewart WF, Lipton RB. Acute migraine medications and evolution from episodic to chronic migraine: a longitudinal population-based study. Headache 2008; 48: 1157-68. 14. Lipton RB, Manack A, Ricci JA, Chee E, Turkel CC, Winner P. Prevalence and burden of chronic migraine in adolescents: results of the chronic daily headache in adolescents study (C-dAS). Headache 2011; 51: 693-706. 15. Gracia-Naya M, Alarcia-Alejos R, Modrego-Pardo PJ. Importancia de la migraña crónica en una consulta general de neurología. Rev Neurol 2008; 46: 577-81. 16. Schulman EA, Lake AE 3rd, Lipton RB. Refractory migraine: introductory editorial. Headache 2008; 48: 768-9. 17. Manack A, Buse DC, Serrano D, Turkel CC, Lipton RB. Rates, predictors, and consequences of remission from chronic migraine to episodic migraine. Neurology 2011; 76: 1-8. 18. Blumenfeld AM, Varon SF, Wilcox TK, Buse DC, Kawata AK, Manack A, et al. Disability, HRQoL and resource use among chronic and episodic migraneurs: results from the International Burden of Migraine Study (IBMS). Cephalalgia 2010; 31: 301-15. 635 F.J. Carod-Artal, et al 19. Lantéri-Minet M, Duru G, Mudge M, Cottrell S. Quality of life impairment, disability and economic burden associated with chronic daily headache, focusing on chronic migraine with or without medication overuse: a systematic review. Cephalalgia 2011; 31: 837-50. 20. Colás R, Muñoz P, Temprano R, Gómez C, Pascual J. Chronic daily headache with analgesic overuse: epidemiology and impact on quality of life. Neurology 2004; 62: 1338-42. 21. Bigal ME, Serrano D, Reed M, Lipton RB. Chronic migraine in the population: burden, diagnosis, and satisfaction with treatment. Neurology 2008; 71: 559-66. 22. Bigal ME, Rapoport AM, Sheftell FD, Tepper SJ, Lipton RB. Transformed migraine and medication overuse in a tertiary headache centre-clinical characteristics and treatment outcomes. Cephalalgia 2004; 24: 483-90. 23. Sánchez del Río-González M. Migraña crónica: fisiopatología. Rev Neurol 2012; 54 (Supl 2): S13-9. 24. Ashina S, Lyngberg A, Jensen R. Headache characteristics and chronification of migraine and tension-type headache: a population-based study. Cephalalgia 2010; 30: 943-52. 25. Buse DC, Manack A, Serrano D, Turkel C, Lipton RB. Sociodemographic and comorbidity profiles of chronic migraine and episodic migraine sufferers. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2010; 81: 428-32. 26. Guerrero-Peral AL. Migraña crónica: manifestaciones clínicas y diagnóstico diferencial. Rev Neurol 2012; 54 (Supl 2): S21-9. 27. Bigal ME, Lipton RB. Concepts and mechanisms of migraine chronification. Headache 2008; 48: 7-15. 28. Bigal ME, Lipton RB. Modifiable risk factors for migraine progression (or for chronic daily headaches) –clinical lessons. Headache 2006; 46 (Suppl 3): S144-6. 29. Bigal ME, Lipton RB. Obesity is a risk factor for transformed migraine but not chronic tension-type headache. Neurology 2006; 67: 252-7. 30. Bigal ME, Lipton RB. What predicts the change from episodic to chronic migraine? Curr Opin Neurol 2009; 22: 269-76. 31. Lipton RB, Bigal ME, Diamond M, Freitag F, Reed ML, Stewart WF; AMPP Advisory Group. Migraine prevalence, disease burden, and the need for preventive therapy. Neurology 2007; 68: 343-9. 32. Carod-Artal FJ, Ezpeleta D, Martín-Barriga ML, Guerrero AL. Triggers, symptoms, and treatment in two populations of migraneurs in Brazil and Spain. A cross-cultural study. J Neurol Sci 2011; 304: 25-8. 33. Diener HC, Holle D, Dodick D. Treatment of chronic migraine. Curr Pain Headache Rep 2011; 15: 64-9. 34. Pascual J. Migraña crónica: tratamiento. Rev Neurol 2012; 54 (Supl 2): S31-8. 35. Pascual J, El Berdei Y, Gómez-Sánchez JC. How many migraine patients need prolonged (>1 year) preventive treatment? Experience with topiramate. J Headache Pain 2007; 8: 90-3. 36. Rains JC. Chronic headache and potentially modifiable risk factors: screening and behavioral management of sleep disorders. Headache 2008; 48: 32-9. 37. Buse D, Manack A, Serrano D, Reed M, Varon S, Turkel C, et al. Headache impact of chronic and episodic migraine: results from the American Migraine Prevalence and Prevention Study. Headache 2012; 52: 3-17. 38. Ozyalcin SN, Talu GK, Kiziltan E, Yucel B, Ertas M, Disci R. The efficacy and safety of venlafaxine in the prophylaxis of migraine. Headache 2005; 45: 144-52. 39. Couch JR. Amitriptyline in the prophylactic treatment of migraine and chronic daily headache. Headache 2011; 51: 33-51. 40. Saper JR, Silberstein SD, Lake AE 3rd, Winters ME. Doubleblind trial of fluoxetine: chronic daily headache and migraine. Headache 1994; 34: 497-502. 41. Bigal ME, Lipton RB. Modifiable risk factors for migraine progression. Headache 2006; 46: 1334-43. 42. Pascual J, Díaz-Insa S, Jurado C, Guerrero AL, González LCA. Migraña y migraña crónica. In Díaz-Insa S, ed. Guía oficial para el diagnóstico y tratamiento de las cefaleas 2011. Guías Oficiales de la Sociedad Española de Neurología. Barcelona: Prous Science; 2011. p. 43-75. 636 43. Leira R, Arjona A, Medrano V, Castro MD, Manso JC. Cefaleas secundarias I. In Díaz-Insa S, ed. Guía oficial para el diagnóstico y tratamiento de las cefaleas 2011. Guías Oficiales de la Sociedad Española de Neurología. Barcelona: Prous Science; 2011. p. 149-69. 44. Krymchantowski AV, Moreira PF. Out-patient detoxification in chronic migraine: comparison of strategies. Cephalalgia 2003; 23: 982-93. 45. Evers S, Jensen R. Treatment of medication overuse headache –guideline of the EFNS headache panel. Eur J Neurol 2011; 18: 1115-21. 46. Pageler L, Katsarava Z, Diener HC, Limmroth V. Prednisone vs. placebo in withdrawal therapy following medication overuse headache. Cephalalgia 2008; 28: 152-6. 47. Lake AE 3rd, Saper JR, Hamel RL. Comprehensive inpatient treatment of refractory chronic daily headache. Headache 2009; 49: 555-62. 48. Schwartz TH, Karpitskiy VV, Sohn RS. Intravenous valproate sodium in the treatment of daily headache. Headache 2002; 42: 519-22. 49. Worz R, Berlin J. Behandlung chronischer Schmerzsyndrome mit Antidepressiva. Schmerz 1989; 3: 1-7. 50. Stillman MJ, Zajac D, Rybicki LA. Treatment of primary headache disorders with intravenous valproate: initial outpatient experience. Headache 2004; 44: 65-9. 51. Diener HC. Detoxification for medication overuse headache is not necessary. Cephalalgia 2011; Nov 29. [Epub ahead of print]. 52. Diener HC, Dodick DW, Aurora SK, Turkel CC, DeGryse RE, Lipton RB, et al. Onabotulinumtoxin A for treatment of chronic migraine: results from the double-blind, randomized, placebo-controlled phase of the PREEMPT 2 trial. Cephalalgia 2010; 30: 804-14. 53. Aurora SK, Dodick DW, Turkel CC, DeGryse RE, Silberstein SD, Lipton RB, et al. Onabotulinumtoxin A for treatment of chronic migraine: results from the double-blind, randomized, placebo-controlled phase of the PREEMPT 1 trial. Cephalalgia 2010; 30: 793-803. 54. Diener HC, Bussone G, Van Oene JC, Lahaye M, Schwalen S, Goadsby PJ. Topiramate reduces headache days in chronic migraine: a randomized, double-blind, placebo-controlled study. Cephalalgia 2007; 27: 814-23. 55. Silberstein SD. Migraine preventive treatment. Handb Clin Neurol 2011; 97: 337-54. 56. Silberstein S, Diener HC, Lipton R, Goadsby P, Dodick D, Bussone G, et al. Epidemiology, risk factors, and treatment of chronic migraine: a focus on topiramate. Headache 2008; 48: 1087-95. 57. Silvestrini M, Bartolini M, Coccia M, Baruffaldi R, Taffi R, Provinciali L. Topiramate in the treatment of chronic migraine. Cephalalgia 2003; 23: 820-4. 58. Silberstein SD, Lipton RB, Dodick DW, Freitag FG, Ramadan N, Mathew N, et al. Efficacy and safety of topiramate for the treatment of chronic migraine: a randomized, double-blind, placebo-controlled trial. Headache 2007; 47: 170-80. 59. Aurora SK, Gawel M, Brandes JL, Pokta S, Vandenburgh AM. Botulinum toxin type a prophylactic treatment of episodic migraine: a randomized, double-blind, placebo-controlled exploratory study. Headache 2007; 47: 486-99. 60. Mathew NT, Frishberg BM, Gawel M, Dimitrova R, Gibson J, Turkel C. Botulinum toxin type A (Botox) for the prophylactic treatment of chronic daily headache: a randomized, doubleblind, placebo-controlled trial. Headache 2005; 45: 293-307. 61. Dodick DW, Mauskop A, Elkind AH, DeGryse R, Brin MF, Silberstein SD. Botulinum toxin type A for the prophylaxis of chronic daily headache: subgroup analysis of patients not receiving other prophylactic medications: a randomized doubleblind, placebo-controlled study. Headache 2005; 45: 315-24. 62. Silberstein SD, Stark SR, Lucas SM, Christie SN, Degryse RE, Turkel CC. Botulinum toxin type A for the prophylactic treatment of chronic daily headache: a randomized, doubleblind, placebo-controlled trial. Mayo Clin Proc 2005; 80: 1126-37. 63. Dodick DW, Turkel CC, DeGryse RE, Aurora SK, Silberstein SD, Lipton RB, et al. Onabotulinumtoxin A for treatment of www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 54 (10): 629-637 Migraña crónica: definición, epidemiología, factores de riesgo y tratamiento 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71. chronic migraine: pooled results from the double-blind, randomized, placebo-controlled phases of the PREEMPT clinical program. Headache 2010; 50: 921-36. Aurora SK, Winner P, Freeman MC, Spierings EL, Heiring JO, DeGryse RE, et al. Onabotulinumtoxin A for treatment of chronic migraine: pooled analyses of the 56-week PREEMPT clinical program. Headache 2011; 51: 1358-73. Blumenfeld A, Silberstein SD, Dodick DW, Aurora SK, Turkel CC, Binder WJ. Method of injection of onabotulinumtoxin A for chronic migraine: a safe, well-tolerated, and effective treatment paradigm based on the PREEMPT clinical program. Headache 2010; 50: 1406-18. Mathew NT, Rapoport A, Saper J, Magnus L, Klapper J, Ramadan N, et al. Efficacy of gabapentin in migraine prophylaxis. Headache 2001; 41: 119-28. Saper JR, Lake AE 3rd, Cantrell DT, Winner PK, White JR. Chronic daily headache prophylaxis with tizanidine: a doubleblind, placebo-controlled, multicenter outcome study. Headache 2002; 42: 470-82. Bigal M, Rapoport A, Sheftell F, Tepper D, Tepper S. Memantine in the preventive treatment of refractory migraine. Headache 2008; 48: 1337-42. Calandre EP, García-Leiva JM, Rico-Villademoros F, Vílchez JS, Rodríguez-López CM. Pregabalin in the treatment of chronic migraine: an open-label study. Clin Neuropharmacol 2010; 33: 35-9. Pascual-Gómez J, Alañá-García M, Oterino A, Leira R, Láinez-Andrés JM. Tratamiento preventivo de la migraña crónica con zonisamida: un estudio en pacientes refractarios o intolerantes a topiramato. Rev Neurol 2008; 47: 449-51. Pascual-Gómez J, Gracia-Naya M, Leira R, Mateos V, Álvaro-González LC, Hernando I, et al. Zonisamida en el tratamiento preventivo de la migraña refractaria. Rev Neurol 2010; 50: 129-32. 72. Calandre EP, Hidalgo J, García-Leiva JM, Rico-Villademoros F. Trigger point evaluation in migraine patients: an indication of peripheral sensitization linked to migraine predisposition? Eur J Neurol 2006; 13: 244-9. 73. García-Leiva JM, Hidalgo J, Rico-Villademoros F, Moreno V, Calandre EP. Effectiveness of ropivacaine trigger points inactivation in the prophylactic management of patients with severe migraine. Pain Med 2007; 8: 65-70. 74. Giamberardino MA, Tafuri E, Savini A, Fabrizio A, Affaitati G, Lerza R, et al. Contribution of myofascial trigger points to migraine symptoms. J Pain 2007; 8: 869-78. 75. Schoenen J, Allena M, Magis D. Neurostimulation therapy in intractable headaches. Handb Clin Neurol 2010; 97: 443-50. 76. Saper JR, Dodick DW, Silberstein SD, McCarville S, Sun M, Goadsby PJ. Occipital nerve stimulation for the treatment of intractable chronic migraine headache: ONSTIM feasibility study. Cephalalgia 2010; 313: 271-85. 77. Lipton RB, Goadsby PJ, Cady RK, Aurora SK, Grosberg BM, Freitag F, et al. PRISM study: occipital nerve stimulation for treatment-refractory migraine. Cephalalgia 2009; 29 (Suppl 1): S30. 78. Silberstein S, Dodick D, Saper J, Huh B, Reed K, Narouze S, et al. The safety and efficacy of occipital nerve stimulation for the management of chronic migraine. Cephalalgia 2011; 31 (Suppl 1): S117. 79. Yang CP, Chang MH, Liu PE, Li TC, Hsieh CL, Hwang KL, et al. Acupuncture versus topiramate in chronic migraine prophylaxis: a randomized clinical trial. Cephalalgia 2011; 31: 1510-21. 80. Wang SJ, Young WB. Needling the pain and comforting the brain: acupuncture in the treatment of chronic migraine. Cephalalgia 2011; 31: 1507-9 . 81. Pozo-Rosich P. Migraña crónica: epidemiología e impacto. Rev Neurol 2012; 54 (Supl 2): S3-11. Chronic migraine: definition, epidemiology, risk factors and treatment Introduction. Chronic migraine is the most frequent complication of migraine. It is defined by the presence of headache on 15 or more days a month, of which at least eight must meet the criteria of migraine without aura for a minimum of three months. In addition they must not be due to medication abuse or attributable to any other cause. Development. The prevalence of chronic migraine ranges between 1-3% of the population and its incidence has been estimated to be 2.5% per year. It produces from four to six times more disability, decreased productivity and disruption of quality of life than episodic migraine. The development of chronic migraine has been associated with both non-modifiable risk factors (being female, low socio-economic status and level of schooling) and modifiable risk factors (anxiety, depression, sleep apnoea/snoring, obesity, consumption of painkillers and caffeine). Patients with chronic migraine suffer from chronic pain, anxiety or depression two to three times more often than those with episodic migraine. Management requires identification and control of the risk factors that predispose patients to develop the condition, detoxification therapy in the event of abuse of analgesics, specific treatment for migraine attacks and preventive treatment. The effectiveness of the preventive drugs topiramate and Onabotulinumtoxin A in this complication of migraine has been proved in large-scale placebo-controlled clinical trials. Conclusions. Chronic migraine is a common condition that requires global management aimed at reducing the frequency of the attacks, lowering the associated disability and improving the patients’ quality of life. Key words. Botulinum toxin. Chronic migraine. Disability. Epidemiology. Episodic migraine. Migraine. Topiramate. www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 54 (10): 629-637 637