La Enfermedad del Gubida y el Sincretismo Religioso

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LA ENFERMEDAD DE GUBIDA Y EL SINCRETISMO
RELIGIOSO ENTRE LOS GARIFUNAS:
UN ANALISIS ETNOSIQUIATRICO
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l:rili,,J¡ ll•>~lfhlra:;: The Catholic University of Arnerica, AnthropolOfit
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1IJ., 1:la d. Carih of British Honduras.
\nthrot">I<li~), '\io. 17, New York.
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Cynthia Chamberlain de /Jianchi*
SUMMARY
\\ ITII\íJCI:\I'IIIL :-;l,\1~1\HY OF TIIE BL\CK C;\IOBS(G/.HIFUNAS)Qt
1iO \ lll 1\\ .;. Thc u u thrJr bc[iins with an analysis of the cultural genesis of the Bkil
Carib' (f.arifú nos) Jóllo li'Úlf! t he European conquest of the Antilles and
, lmeriea, whr•n .·lfrica 's culfiLral contribution was added to the Arawak and
:ltJ•erir:wz ln•fwn muts. 1'/w pmcess was culminated with the defeat of
C:a•¡f'unus r,,. ¡1;, f'ritish "'"llludr expulsion to the islands off the Ilonduran
t• uf u,,. Níh r•r•nturv. 1111' (;arifunas lived all along the Atlantic coast of
1,,,•rica.
The rwi/10r8 rJ,·scrtl··~ thr• Carijitnas as regards their physical appearance,
gua¡Ic. materia! cfl.ll•tre, subsistcnce and sustenance activities, residence and
o~u:uni:;ation, lije rycle, adomnwnts, dance and music. They also offer m,_,,r.,•rn
ins(,,f,ts '''f!rmlzi~J~ ti:,, mr•rlicul practicl's, shamanism and religious universe of
,·nns!,tf r·rillur''· J.o.\tly. the Curifuna.~ are placerl in the context of Central
culture, inler cthni'' ,.,.fations and the dynamic of their contemporary ideology. ·
rwt/lors ¡•onclu.ir with set}('ra/ prujcctions about the future and potential of
irn¡•orlullt Centrai. lmcrier;n sociulf'roupinf{.
Introducción
A lo largo de la costa de la Bahía de Honduras vive un grupo distintivo de gente, los Garífunas (caribes negros), cuya herencia cultural los
distingue de la población latina circundante (Davidson, 1976 :H6 ). Su
cultura es producto de un sincretismo complejo, es decir, la mezcla y elaboración secundaria de aspectos selectos de dos o más tradiciones histÚ·
ricas distintas (Edmunson, 1960:192, 196). En el caso de Jos (~arífun:1s
hay por lo menos siete tradiciones involucradas. Estas incluyen las de los
amerindios caribes y arawakos, los africanos sud-occidentales de .\ngola,
los oesteafricanos de la Costa de Oro y Benín, y los europeos ele Francia,
Inglaterra y España. Esta diversidad de gentes fueron arrojadas juntas
en una situación de contacto cultural que se desarrolló en el Carihc
sudeste y en la costa de Centroamérica durante la era de colonización
europea en los siglos XVII y XVIII.
Entre las facetas de la cultura garífuna en que se refleja d sincrclÜ•lllo está la religión e influencias religiosas en la definición, interpretación,
Y curación de la enfermedad. De importancia especial es la cn~cncia que
•
CYNTHIA CHAMBERLAIN DE BIANCHI. Departamento de Antropología, Ohio State
Dniversit~, e Investigadora Asociada del Instituto Hondureño de Antropología e Historia.
Alnérica Indígena.- Vol. XLIV, no. 3, Julio-Septiembre, 1984.
520
América Indígena
los espíritus de parientes fallecidos, llamados los gubida, puedan causar
enfermedades, comportamiento raro, e inclusive la muerte, si no se
aplacan con ofrendas de comidas y bebidas presentadas en ritos especiales. Esta creencia se asocia con un complejo de ritos curativos que
incluyen el trance del curandero para adivinar la causa de enfermedad,
el trance de posesión para danzantes rituales y el sacrificio de gallos
y chanchos.
El culto de gubida tiene fuertes raíces en las tradiciones africanas
y está relacionado a través de la historia con otros sistemas sincréticos
en América tropical donde han convergido las prácticas religiosas de los
amerindios y africanos. Varios autores han discutido el desarrollo de tales
fenómenos sincréticos (Barrett, 1977; Bastide, 1978 y 1971; llerskovits,
1958 y 193 7; Price, 1973; Simpson, 1978, 1976, 1972).
La mayoría de los investigadores dedicados a los estudios garífunas
sólo. han dado referencias breves a la enfermedad de gubida, aunque Taylor (1951), Coelho (1955), González (1970 y 1966) y Bock (1976) han
recogido relatos de informantes sobre el fenómeno. La organización
social utilizada por los Garífunas para preparar y celebrar los ritos para
aplacar a los muertos fue estudiada en detalle por Kerns (1977 y 1983).
No obstante, antes del presente estudio no se ha realizado un examen de
casos de enfermedad, los síntomas asociados con la condición y los
contextos socioculturales en que ocurre actualmente.
En este artículo se reseña primero las implicaciones de la evidencia
histórica con respecto a las contribuciones africanas, amerindias y europeas a la formación de la cultura y religión garífuna. Después se presenta
un análisis sobre la enfermedad de gubida basado en los datos obtenidos
durante un año de trabajo de campo en un pueblo garífuna localizado
cerca de Trujillo en el departamento de Colón.
Cristalización cultural y sincretismo
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Enfermedad y sincretismo religioso
ciones Humanas, núm. ST 13 Callinago; Calendario de Papeles Estatales
de Gran Bretaña, 1880:534; Taylor, 1951:21; Young, 1971:6-8). Al
principio los africanos fueron esclavizados por los amerindios que habitaban la isla. Pero se rebelaron y escaparon a la parte noreste de la isla
donde empezaron a formar una sociedad propia. Ocasionalmente los
negros hacían incursioRes a los poblados amerindios para adquirir mujeres.
Mientras tanto, los ingleses y franceses luchaban por el dominio del
Caribe sudeste. A principios del siglo XVIII, los plantadores franceses
fueron invitados a establecerse en San Vicente por los amerindios, que
esperaban los ayudaran en sus conflictos contra los Garífunas (Y oung,
1971:11). En el año 1719 una fuerza naval francesa trató de ocupar
las tierras garífunas pero fueron emboscados y se retiraron a sus barcos.
Tales incidentes indujeron a los franceses de Martinica a usar modos
persuasivos para ganar influencia entre los Garífunas. A los jefes negros
les daban armas y regalos. También mandaron misioneros católicos para
convertir a los Garífunas al cristianismo (Kerns, 1977:45: Young, 1971:
16-18).
Por el tratado de paz con Francia firmado en 1763, San Vicente fue
anexada por el imperio inglés. No obstante, los Garífunas no reconocieron la soberanía británica a lo largo de diez años. Continuaron acogiendo
a los esclavos fugitivos de las plantaciones circundantes (Y oung, 1971:
25, 38, 53). Después de numerosos conflictos los Garífunas hicieron
la paz con los ingleses en 1773. Durante los cinco años siguientes las
relaciones entre los dos grupos fueron tranquilas. Las mujeres garífunas
frecuentaban los mercados en Kingston, donde vendían frutas, pan de
cazabe y pollos (Y oung, 1971 :99). Entre los años 1758 y 1793 unos
misioneros protestantes trabajaron entre los Garífunas, pero sin éxito,
a causa de la fuerza del catolicismo entre ellos (Southey, 1827:38).
Despuí~s que Francia declaró la guerra contra lnglaterra, «n el
año 1778, los Garífunas se aliaron con los franceses, y los colonos ingleses se rindieron a los invasores franceses en 1779. Pero en 1783, San
Vicente fue restituida a Gran Bretaña por el tratado de paz. Por diez
años los Garífunas prosperaron, especialmente en actividades agrícolas
Y comerciales. La mayoría de los hombres hablaba francés e inglés con
facilidad, además de su propio idioma.
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Los Garífunas son los descendientes de dos grupos amcrindios, los
Caribes y los Arawakos, y también de numerosos esclavos africanos esca· 1
pados. Los primeros africanos que llegaron a la isla de :-lan Vicente eran
náufragos, provenientes de barcos que traían esclavos, dos en el año? ,
1635 y uno en 1675. Otros eran fugitivos de las islas circundantes, donde:i;
se habían establecido plantaciones europeas (Archivo de Arca de Rela·i;
521
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522
América Indígena
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La paz terminó en el año 1795 cuando el jefe garífuna Chatoyer
declaró su apoyo a la Revolución Francesa. El y sus seguidores se alzaron
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en toda la isla, atacando las plantacliones ing117es9a6s.(PYero los 1G9a7r1ífu1n1a6s) fuUe- (
ron forzados a rendirse por los ing eses en
oung,
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poco después los ingleses desterraron aproximadamente a 5 000 garífunas Jj
y también a unos negros hostiles desde otras islas circundantes que se ha-¡·
bían aliado con los franceses. Se embarcaron a las Islas de la Bahía cerca de
la costa caribeña de Honduras. Llegaron a la isla de Roatán en el año
I797 (Con?:emius, 1928:189; Durón, 1927:99; Shepard, 1831:172).
Por invitación del gobierno colonial español, los Garífunas se esta- !"
blecieron cerca de Trujillo en tierra firme. En el año 1801 el gobernador ',
de Honduras informó que la población de Trujillo estaba formada por
4 000 garífunas, 200 negros franceses, 300 negros ingleses, y 2 980 [
personas de ascendencia española (Anguiano, 1801). Desde Trujillo los •
Garífunas poblaron sitios al oeste y al este en la costa (Davidson, 1976, ~
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1974 y 1979).
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Los negros franceses ya estaban en Trujillo cuando llegaron losl
Garífunas. Aquéllos eran haitianos previamente aliados con los españoles, .
y partidarios de la Revolución Francesa. Después que Francia y España
hicieron la paz se le permitió a un grupo de 700 haitianos incluyendo a
sus familias, establecerse en Trujillo en el año 1795 (Houdaille, 1954:
65). Después de recopilar genealogías garífunas en Livingston, Guatema·
la y la costa hondureña, Solién de González ( 1959 :300-307) concluyó (
que muchas familias garífunas tienen algún antepasado haitiano, unas
!
generaciones atrás.
El catolicismo entre los Garífunas fue fomentado por los curas en
Honduras, y a mediados del siglo XIX un esfuerzo misionero extenso fue
realizado por el padre Manuel de Jesús Subirana (Cavero, 1975:139-140).
A pesar del trabajo misionero en San Vicente y Honduras, los Garífun~
mantienen su sistema propio de religión, una mezcla sincrética de tradi·
ciones africanas y amerindias que ha incorporado elementos del catolicis·
mo franeés y latinoamericano (Coelho, 1955:19-20; Kerns, 1977:264·
265; Taylor, 1951).
Durante un año de investigación de campo en 1983 observé y partí·
cipé en varias ceremonias garífunas en la comunidad estudiada, específi·
' cuatro eh ugus,
' y numerosas " mtsas
. " y " novenas ,,·
camente d os d ugus,
Observé que el proceso sincrético se refleja en las celebraciones modernas
de los ritos tradicionales.
ll
Enfermedad y sincretismo religioso
523
De importancia central en el sistema religioso garífuna son los conceptos de la enfermedad de gubida, la comunicación por medio del sueiio, y el trance ritual de posesión. Bourguignon (1975:6; 1973: 9-13)
ha definido el trance ritual de posesión como "un estado alterado de
conciencia que los participantes y creyentes consideran es causado por
una entidad espiritual al tomar posesión del cuerpo de un individuo''.
Tal estado es modelado por la cultura y está incorporado en las instituciones de un eulto religioso.
La enfermedad de gubida se puede definir eomo cualquier periodo
de anormalidad en el comportamiento o estado de salud, que es reconoóda por la familia, la comunidad y un buyei, y es atribuida por ellos a la
acción sobrenatural de gubida. El buyei es un shaman o curandero garíguna y puede ser hombre o mujer. Es el buyei quien diagnostica oficialmente la condición por medio de un trance en que consulta a los espíritus ancestrales de su paciente con la ayuda de espíritus llamados hiúruha,
gue también son de los muertos, pero no necesariamente de la familia
del buyei.
La creencia que los gubida pueden comunicarse a través del sueño
eon sus parientes vivos es algo esencial para el funcionamiento del culto.
Durante el sueño, se dice. un pariente muerto puede pedir comida,
bebidas, un baño, ropa limpia, o las ceremonias de misa, chugú, o dugú.
Con frecuencia las personas con enfermedad de gubida dicen que han
tenido tales sueños. Los individuos que no cumplen con los deseos expresados por los muertos en sueños, se dice, enfermarán a causa de gubidas
enojados.
Si la enfermedad se considera grave, el buyei rewmienda que la
familia de la víctima celebre el chugú o el ritual más elaborado y costoso,
el du.gú. Ambos incluyen grandes ofrendas de comida y bebidas y el sacrificio de gallos, pero sólo el dugú incluye el sacrificio de chanchos y trance ritual de posesión por gubida. Agóburiha y áu.eha son términos garífu nas que denotan estado de posesión. Sin la presencia de áueha entre
algunos participantes, un dugú se considera un fracaso. La víctima de la
enfermedad puede entrar en el estado de trance pero esto no sucede
siempre.
En el municipio donde se realizó la investigación de campo no había
Un cura residente, aunque varias veces al año un cura de Trujillo viene a
celebrar la misa católica en la iglesia municipal, especialmente en los días
524
América Indígena
Enfermedad y sincretismo religioso
525
santos. Durante otras misas, un rezador o una rezadora lee el texto Y diri- la formación de la cultura garífuna. Los rasgos del culto garífuna se puege las canciones religiosas, aunque la Eucaristía n~ se da. Los G~rífunas ~ den dividir en tres categorías con base en el origen de rasgos homólogos
celebran los días santos más importantes, ademas de ceremom~s para 0 eontrapartes: africanos, amerindios, y de ambas tradiciones culturales.
honrar a varios santos como la Virgen del Carmen, San Antomo, San 1 De importancia especial para este trabajo es señalar que hay seis caractelsidro, San Miguel, y el Dulce Nombre de Jesús.
rú;ticas de probable origen africano occidental que no tienen contraparTambién se .celebra con frecuencia la ~is~ par~ lo~. mu~rtos Y la tes en la tradición amerindia: la importaneia de los antepasados _Y ritos
novena, ceremomas que son muy concurndas. Las misas ) novenas para aplaearlos; las demandas hechas por los antepasados en suenos, las
garífunas incluyen una misa católica celebrada en la i~~esia Y rezos en ' que se satisfacen por medio de ritos; la enfermedad causada ~~r espíritus
castellano frente a un altar privado en la casa de la fam1ha que ha patro- como un castigo sobrenatural; los ritos con trance de poseston causado
cinado la ceremonia. Después de la misa Y el rezo, u~a parte adic~onal por espíritus ancestrales; los ritos con trance de posesión como ritot' de
del rito garífuna se celebra en la casa y en la calle, e mcluye cancwnes curación; y el espíritu vagabundo del sueño, parte del alma de una persoen el idioma garífuna, bailes y música tradicional con tambores. La fami- na viva, que se convierte en espíritu ancestral después de la muerte. 1
lia que patrocina la ceremonia da comida y bebidas a los participantes. ·
Es muy posible que entre las culturas africanas oct:identales que
E.l sincretismo es evidente en la celebración del chugú Y dugú en contribuyeron a la formación de la cultura garífuna fuera de especial imnumerosas maneras. Por ejemplo, durante los ritos, se reserva un espacio portancia la de Angola, seguida por las de Benín y la Costa de Oro. Los
en un cuarto de la casa de la familia patrocinadora o en un t:uarto especial dos barcos negreros que naufragaron cerca de San Vicente en 1635 víadel gayúnare, el salón de bailes construido para el dugú. En este espacio jaban hacia las colonias españolas (Calendario de Papeles Estatales de
se colocan retratos de Jesús y la Virgen María, un crucifijo, y unas velas Gran Bretaña, 1880:534) y probablemente llevaban africanos de Angola.
blancas encendidas. Frente a estos artículos sagrados se coloca parte Entre los años 1631 y 1635, de ochenta barcos negreros autorizados por
de la comida y botellas de aguardiente que estarán incluidas en la ofren- el gobierno español, sesenta y cuatro tuvieron a Angola como su fuente
da para los muertos. Más tarde, las ofrendas preparadas se ponen en una de aprovisionamiento de esclavos (Curtin, 1969:104-107).
mesa grande y el buyei roda aguardiente con su boca sobre ellas hacienEl barco negrero que naufragó cerca de San Vicente en 1675 había
do la señal de la cruz. Un líquido hecho de hierbas se tira trazando con salido de Benín e iba hacia la colonia inglesa de Barbados (Y oung, 1971:
él la señal de la cruz por cada ventana y puerta donde se celebra UD • 6-8). A la vez, el comercio de esclavos inglés se concentró en el área entre
chugrí o dugú.
Benín y la Costa de Barlovento (Curtin, 1969: 122, 128). Jamaica, que
En medio del suelo del gayúnare, el buyei pone dos montículOI recibió sus esclavos desde la fuente misma, al igual que Barbados, obtuvo
pequeños, aproximadamente de 25 cms. de largo y lO cms. de ancho, la mayoría de sus esclavos de la Costa de Oro (Parrinder, 1970:36 ).
que representan las tumbas de los primeros padres del mundo. Encima Así, en el naufragio de 1675 es probable que se incluyeran africanos de
de cada montículo en el lodo se coloca una cruz pequeña hecha df < la Costa de Oro y Benín, áreas contiguas.
ramitas. El sincretismo también es evidente en las explicaciones dt
La llegada de cada grupo de negros a San Vicente ocurría como parlos buyeis con respecto a los motivos de la gente garífuna para celebrar te de una secuencia de reclutamiento que se desarrollaba durante el transe! chugú y dugú, por ejemplo cuando una justificación bíblica se med' cur;.;o del tiempo. Según los principios de cristalización cultural, un conClOna.
cepto discutido por Foster (1960:229-233), si los negros que llegaron
En trabajos previos he presentado un análisis de las contrapart~ a San Vicente en 1635 eran de Angola, sus creencias y prácticas religiosas
africanas, occidentales y amerindias de algunos rasgos del culto·de gubi~ habrían dominado la formación temprana del culto de gubida. Los que
(Chamberlain, 1979 y 1977). En éstos incluí también una crítica de 1t se juntaban con los marrones garífunas más tarde, se habrían aculturado
interpretación de Taylor (1951) con respecto al proceso s.incrético et al sistema religioso que existía entre ellos.
1
1
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Enfermedad y sincretismo religioso
América Indígena
527
Los espíritus ancestrales personales, en contraste con los tribales, con las expectativas del papel cultural para el cual ha sido socializado.
importantes especialmente para la gente de Angola pero también impor- También se incorporaron las ideas interpretativas de Bourguignon
tantes para otros africanos occidentales, fueron el foco de la religión ' (1979). Según ella, los fenómenos llamados síndromes reactivos por
garífuna en San Vicente. Las religiones de muchos grupos africanos Yap, deben examinarse a través de conceptos émicos y éticos. Específioccidentales incluyen la veneración de los espíritus ancestrales persona- camente, hay que considerar los conceptos émicos que los indígenas usan
les pero ponen énfasis en los espíritus de la tribu y de la naturaleza. En para reconocer, interpretar y curar enfermedades, además de los concepAngola el foco de la religión es la veneración y aplacamiento de los ante- tos éticos usados por los siquiatras para diagnosticar desórdenes de
pasados personales y los de las familias de los jefes. La creencia en que comportamiento. Es probable que los síndromes reactivos sean desórdelos espíritus ancestrales puedan causar enfermedades y comunicarse nes siquiátricos con síntomas que han sido modificados y moldeados por
por medio de sueños, existe en Angola y en otras partes de Africa Oeste la cultura.
Un área de investigación siquiátrica especialmente pertinente es
como Benín y la Costa de Oro.
la que trata de los síntomas emocionales y físicos de la ansiedad. Después
de revisar la literatura pertinente, Zung y Cavenar (1980:~50-351) preLa enfermedad de Gubida:
sentaron
la lista siguiente de síntomas asociados con la ansiedad: aprenla investigación de campo
sión, miedo, temores de ruina inminente, sentimiento de incapacidad,
Un concepto importante incorporado en el diseño de la investiga- desorientación mental, tensión muscular, temblores, espasmos, dolores
ción es que la enfermedad de gubida puede ser interpretada como un sín- de cuello, dolores de espalda, pulsaciones dolorosas en el pecho, debilidrome reactivo que es definido y estructurado por la cultura, un concepto dad, inquietud, palpitaciones del corazón, parálisis, náusea, vómitos,
etnosiquiátrico que ha sido discutido por Yap ( 1969), Kennedy (1974) anorexia, sonrojo de la cara, sensación de calor, falta de concentración,
disminución de la memoria, im:omnio y pesadillas.
y Bourguignon (1979).
Según Yap ( 1969), este síndrome es un estado de enfermedad con
Se examinaron algunas hipótesis con el propósito de calificar las
síntomas físicos y sicolóbricos, que pueden desarrollarse como parte de la características de Ja enfermedad de gubida, sus síntomas, los conceptos
reacción de una persona a tensiones y problemas desconcertantes que se de la gente garífuna tocante a su significado, y el contexto sociocultural
perciben subjetivamente. Cuando esto ocurre, la reacción se expresa a ' en que ocurre. Se incluyeron las hipótesis siguientes: 1) la enfermedad
través de emociones y comportamientos anormales del individuo, pero en de gubida está asociada a la ansiedad, y muchos síntomas reportados al
maneras que son influidas y modeladas ex tensamcnte por factores weio· respecto son similares a los de la ansiedad; 2) está asociada con la prcsenculturales. La cultura puede determinar cuáles incidentes y circunstancias cia precedente de tensiones desconcertantes; 3) su presencia está asociase consideran amenazantes, sus significados para el individuo y la comu· da al temor de la persona de no cumplir con las obligaciones rituales con
ni dad, las acciones que se consideran apropiadas para remediar sus efec· • sus parientes muertos; Y 4) la enfermedad de gubida Y las tensiones asociadas con dicho papel cultural ocurren con más frecuencia entre las
tos y las consecuencias posibles si nada se hace para mejorar la situación. h
ernbras que entre los varones.
Yap señaló que la cultura puede inducir reacciones no muy adaptantes
Además de la observación participante de las ceremonias del culto
a tensiones ordinarias como, en la cultura garífuna por ejemplo, pesadi· de gubida, se incluyó la selección de una muestra de la población cstullas sogre gente muerta.
diada, compuesta por los residentes de ochenta casas y se hizo entrevistas
Otro concepto pertinente es lo de la tensión asociada con d cl'rnpli-' estandarizadas para obtener información de ellos. Todas las casas selecmiento de un papel en situaciones definidas por la cultura. Según ( J'i'\cU: cionadas estaban en el mismo barrio del pueblo. Entrevistas adicionales
y Selby (1968:97) esta tensión ocurre por el fracaso o d tcmnr al fra•·aso' se realizaron con un representante de cada casa donde se reportó resipor un individuo, una situación percibida por sí mismo de no cumplir' dentes que habían recibido un dugú para curar la enfermedad de gubida.
Í
América Indígena
Enfermedad y sincretismo religioso
También se incluyeron entrevistas con representantes de las casas donde
un chugú· se celebró y que observé durante la investigación de .campo.
Las entrevistas se realizaron en idioma castellano.
La población del poblado estudiado asciende a 3 00~ ha~itantes,
según el cálculo aproximado del director de la escuela pnmana local.
De las ochenta casas censadas se obtuvo una muestra de 429 personas
con la distribución siguiente de edad y sexo:
De esta muestra 96.5% de los informantes se identificaron como
católicos, 2.33% corno protestantes evangélicos, O. 93% corno baháis,
y 0.23% como cristianos sin iglesia específica. Con una historia de enfermedad de gubida se reportaron 46 personas ó 1O. 72% de la muestra.
Esta cantidad incluyó a 33 hembras (13.09% de la muestra femenina) y
13 varones (7.34% de la muestra masculina). De estas 46 personas una
se identificó como bahái y las otras corno católicas.
Unas personas habían tenido la enfermedad más de una vez. Para los
57 casos de enfermedad reportados entre 46 personas, la distribución
de edades cuando ocurrió la enfermedad es la siguiente:
528
Distribución de edad y sexo en la muestra
Varones
Edad
Hembras
0-5
6-10
11-15
16-20
21-25
26-30
31-35
36-40
41-45
46-50
51-55
56-60
61-65
66-70
71-75
76-80
81-85
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25
24
20
20
38
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lO
9
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Total
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7
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lO
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6
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Total
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49
44
36
42
52
19
19
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21
14
26
Distribución de edades cuando ocurrió la enfermedad
Edad
Hembras
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Total
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lO
31-35
3
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4
14
6
6
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36-40
3
2
o
o
3
41-45
2
46-50
3
2
5
429
La emigración circular desde la comunidad estudiada a ciudad~
hondureflas y estadunidenses con un regreso más tarde a la comunidadt
es muy común en el poblado estudiado (Bianchi, 1984:28-31 ). Proba~
blemente, esta emigración ha afectado la distribución.
51-55
3
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4
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'>
61-65
5
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1
o
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Total
43
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57
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América Indígena
530
En unos casos más, un espíritu se identificó como la causa de la
enfermedad. Las clases de parientes muertos que se nombraron como
Parientes muertos nombrados como causa de enfermedad
Pariente
causaH de la enfermedad son las siguientes.
Parientes muertos nombrados como causa de enfermedad
Pariente
madre
hermana de madre
madre de la madre
hermana de la madre
de la madre
1nadre de la madre
d,~ la madrr
hermana dd padre
de la madre
lnadre del padre
de la madre
hermana del padre de
la madrr de la madre
Total de espíritus
femeninos maternos
hermano de la madre
t>arln~ de la madre
h,·nnam; del padre de
la nwdn~
padre del ¡.adrr
de la madre
hermano de la madre
dr la madre
padre de la madre
d r la madre
Total de espíritus
masculinos maternos
padre
ht~rmano
riel padre
padre dd padre
Nombrado
por hembras
Nombrado
por varones
Total
de veces
nombrados
9
2
o
13
2
4
4
8
o
o
o
l
1
2
4
o
o
o
o
o
o
1
o
1
17
9
26
2
5
o
2
3
8
o
o
o
l
l
2
2
o
2
2
l
3
12
5
17
l
10
9
o
7
o
o
o
7
531
hermano del padre
del padre
padre del padre
del padre
hermano de la madre
del padre
padre de la madre
del padre
Total de espíritus
masculinos paternos
hermana del padre
madre del padre
hermana de la madre
del padre
madre de la madre
del padre
hermana del padre
del padre
madre del padre
del padre
Total de espíritus
femeninos paternos
hermana
hermano
esposo
esposa
Nombrado
por hembras
Nombrado
por varones
Total
de veces
nombrados
o
o
o
l
o
l
o
o
o
l
o
18
1
19
o
4
o
o
4
l
o
l
o
o
o
l
o
l
o
o
o
6
o
6
l
o
o
2
o
o
1
1
2
o
Después que se completaron las entrevistas preliminares con las
ochenta casas, se realizaron entrevistas adicionales con las familias de
doce personas que habían recibido una curación de dugú o chugú (8
dugús y 4 chugús ). Había once informantes, seis padecían la enfermedad
de gubida y los otros eran parientes de las víctimas. Ue éstos, había dos
tnadres, una hija, una prima hermana, y una mujer que era hermana de
Un paciente y tía materna del otro.
América Indígena
532
Se obtuvieron descripcione1\ de los síntomas en cada caso y de las
tensiones desconcertantes que los pacientes habían sentido antes del
comienzo de su enfermedad. Además se les pidió a los once informantes
que hicieran una lista de todos los síntomas posiblemente asociados
con la enfermedad de gubida en general. Diez de los once informantes
describieron las obligaciones rituales a los difuntos con que sus parientes
vivos deben cumplir. También se anotaron las diferencias en estas obli.
gaciones y las expectativas para cumplirlas que existen para las mujeres,
en contraste con los hombres. Después se describieron las consecuencias
y los castigos por no cumplir con dichas obligaciones. Las respuestas se
presentan en las cifras siguientes:
Los síntomas reportados en 12 casos de Gubida
Síntomas
533
Enfermedad y sincretismo religioso
Veces reportados
sueiios de parientes muertos que piden comidas o ritos
sentimiento de depresión, aprensión, o miedo
presencia de tensiones desconcertantes anterior al
comienzo de la enfermedad
9
7
7
Descripción por caso:
falta de amistades, sentimiento de la víctima que ella misma
era diferente de otras personas
2 problemas matrimoniales
3 la soledad después de la muerte del esposo y un hijo, falta
de dinero
't la soledad después de la muerte del esposo
5 abuso físico por un esposo durante el primer embarazo de
la víctima
6 la pobreza, falta de com~Ja suficiente, falta de ayuda dada
por familiares
7 embarazo causado por un profesor casado; temor de la reacción de los padres
enfermedad física o síntomas físicos que no han respondido
bien a tratamiento rnPdicn
dolor severo de cabeza
cabeza volando, pensamientos desconcertantes
dificultad o incapacidad para levantarse de la cama
Los síntomas reportados en 12 casos de Gubida
Síntomas
Veces reportadas
hablar a espíritus de difuntos
dificultad o incapacidad de caminar
fiebre o sem;ación de fiebre
dolor de estómago
dolores en todo el cuerpo
cansancio del cuerpo
pesadillas no de difuntos
hinchazón de las piernas
pérdida del apetito
pérdida de peso
dolores de las piernas
dificultad de mover los brazos
correr al monte con visiones de difuntos
correr al mar con visiones de difuntos
subir a las vigas de la casa
no hablar a otras personas
~erida.
pin~hazón. en el pie, mordedura posible de murciélago
mfecc10n y hmchazon del vientre
enfermedad del hígado
enfermedad de los pulmones
expectorar sangre
?e
4
4
3
3
3
3
2
2
1
1
1
1
l
I
l
J
1
1
1
1
1
Síntomas posibles de la enfermedad de Gubida
Síntomas
7
5
5
5
Veces reportadas
sueños de parientes muertos que piden comidas o ritos
dolores severos de cabeza
hablar a espíritus de difuntos
pérdida del apetito
dolores en todo el cuerpo
cabeza volando, pensamientos desconcertantes
fiebre o sensación de fiebre
correr al mar con visiones de difuntos
dificultad o incapacidad de leva!ltarse de la cama
cansancio del cuerpo
correr al monte con visiones de difuntos
subirse a las vigas de la casa
dificultad o incapacidad de caminar
enfermedad física o síntomas físicos que no han respondido bien
a tratamiento médico
9
8
7
5
5
5
4
4
4
3
3
3
3
3
534
Diferencias en obligaciones y expectativas
para hombres y mujeres
Síntomas posibles de la enfermedad de Gubida
Veces reportadas
Síntomas
Obligaciones/expectativas
2
2
2
l
dificultad o incapacidad d~ donnir
comportamiento loco
expectorar sangre
dolores de pecho
dolores de estómago
rigidez del cuerpo
pérdida de peso
dolor de piernas
sensación de frío en todo el cuerpo
le dan vueltas los ojos y la cabeza
no hablar a otras personas
hinchazón de las piernas o los pies
llagas que duran por años
dolor de muela
1
1
1
Veces reportadas
Durante el luto los hombres no deben llevar rojo
Es más frecuente entre los hombres el no cumplir obligaciones con los muertos
Los hombres no ~e lamentan tanto como las mujeres
2
Consecuencias y castigos por no cumplir
las obligaciones con los muertos
l
1
l
Consecuencias/castigos
Veces reportadas
l
1
1
l
Obligaciones que los vivos tienen con los difuntos
Obligaciones rituales
535
Enfermedad y sincretismo religioso
América Indígena
Veces reportadas
A un pariente muerto debe darse una misa y una novena y si está
pedido en suelio, un chugú o dugú
Un pariente vivo debe llevar ropa de luto por un año después
de la muerte de un familiar
Debe llevar ropa de luto por los abuelos, abuelas, padres, madres,
tíos, tías, hermanos, hermanas, esposos y esposas
Cuando la familia hace arreglos para un chugú o dugú los parientes deben contribuir con dinero, comida y aguardiente
Al padre y a la madre debe dar misas de vez en cuando
A un pariente muerto sólo debe dar una misa y una novena
9
9
6
6
1
1
Diferencias en obligaciones y expectativas
para hombres y mujeres
Obligaciones/expectativas
Las obligaciones a parientes muertos son casi las mismas
para hombres y mujeres
Sólo las mujeres deben llevar ropa de luto
El llevar ropa de luto es discrecional para los hombres
Veces reportadas
10
9
5
La mujer que no lleva ropa de luto por un pariente muerto recibe
lO
la critica de toda la comunidad
Si una persona no cumple con lo que un pariente muerto pide en
el sueño, losgubida la castigan con enfermedad, locura o la muerte 4
Si una persona no cumple con lo que un pariente ~1_1erto pide en
el sueño, los gubida la castigan con enfennedad
4
Si una persona no cumple con lo que un pariente muerto pide en
4
el sueño, los gubida la castigan con la muerte
Conclusiones
Los datos del estudio apoyan la tesis de que la enfermedad de
gu bida es un síndrome reactivo definido y estructurado por la cultura.
El síndrome se desarrolla como reacción a la presencia de tensiones
inesperadas y sentimientos de depresión. También puede desarrollarse
en asociación con enfermedades físicas que no han sido tratadas con
éxito ni por médicos ni por curanderos. El complejo de síntomas <¡uc
se asocia con la enfermedad de gubida, la explicación que se da a la
L:ondición y los ritos que se consideran apropiados para curarla, no se
hallan entre los grupos culturales que viven alrededor de los Garífunas.
Debido a que no fue posible el examen de archivos médicos durante la investigación, no se puede decir en la actualidad si los individuos
con enfermedad de gubida tenían síntomas de ansiedad, una enfermedad
física con algunos síntomas similares a los de la ansiedad, o una condieión causada por la presencia de una enfermedad física y la ansiedad.
536
América Indígena
Enfermedad y sincretismo religioso
537
Si las causas físicas se excluyen, potencialmente en once de los doce
nas me dijeron que la enfermedad de gubida, los sueños en que los
muertos piden algo, y la posesión ritual, son causados por el diablo. Los
casos considerados, las personas enfermas sufrían de ansiedad (Bianchi,
1984:15-17, 3 5). Este estudio no trató de determinar la presencia de
protestantes evangélico~ de la comunidad expresaron esta opinión
síndromes siquiátricos específicos en los casos examinados. La ansiedad
particularmente.
puede ocurrir en asociación con varios desórdenes siquiátricos, síndromes
Entre los Garífunas la enfermedad de gubida se diagnostica a través
que están presentes en todas las poblaciones del mundo (American . de un complejo de síntomas observables y condiciones subjetivas que son
Psychiatric Association, 1980:225-239).
sentidas y reportadas por el paciente, además de la adivinación por un
De interés especial en este estudio son los siete casos en que se rebuyei, la persona que oficialmente anuncia la causa sobrenatural de la
portó la presencia de tensiones desconcertantes que se desarrollaron
condición.
con antelación al comienzo de la enfermedad de gubida. En cada caso
A causa de la ambigüedad inherente al sistema de diagnóstico,
ocurrió una separación o la amenaza de separación de un esposo, persoes probable que algunas enfermedades físicas con síntomas similares a los
na amada, o miembros de la comunidad. Además en unos casos se re-¡ de la ansiedad contribuyan algunas veces a la condición diagnosticada
portó la presencia de pobreza, el abuso por el esposo, o un embarazo 1e corno enfermedad de gubida. El complejo cultural entre los Garífunas
.
.
·~
Imprevisto.
E para definir, interpretar y curar la enfermedad de gubida constituye
En siete casos, los individuos tenían una e~1fcrmed~d. física o sín-~ un sistema émico para tratar anormalidades del comportamiento y protomas físicos que no respondieron bien a tratamientos m~dtcos. La con·J blemas amenazantes a la salud.
tinuación de tales condiciones puede ser una fuente Importante de
Este sistema funciona con algún éxito, me parece, porque los ritos
aprensión y ansiedad. Otra fuente de ansiedad potencialmente importan-~ de chugú y dugú ayudan, al disminuir la ansiedad sentida por el indivite en nueve casos fue la ocurrencia de sueños en que un pariente muertofl duo. Durante estas ceremonias la víctima recuerda constantemente
pidió algo, como comida o ceremonia. Esto puede causar ansiedad entrel \ que él o ella es parte de la comunidad y miembro de una familia grande
las personas garífunas porque en su cultura tales sueños tienen un signi·'~ y cariñosa. Todas las actividades rituales tienen el propósito final de
ficado sobrenatural y potencialmente amenazante. Esto es un ejemploJ ayudar al paciente y de aplacar las fuerzas sobrenaturales. Una mucheperfecto de una tensión inducida por la cultura.
'·~ dumbre de parientes y amigos se reúne alrededor del paciente durante
L~s datos d~l estudio .apoyan las hipótesis de que la enfer~edadt ~l rito para ofrec~rle su apo!o emocio~~l. Esta ~xpresión de, c~riño sería
de gubzda, y tcnswnes asociadas_ con el papel cultural del descendiente,_~; Importante especialme~~e si la depreswn sentida P_~r la VIchma fuera
son más frecuentes entre las muJeres que entre los hombres. En la mues- f causada por la separacwn o la amenaza de separacwn de una persona
tra de 429 individuos, una historia de enfermedad de gubida se reportó~ amada, amigos, o de la comunidad en general.
para 13.09% de las hembras y 7.34% de los varones, ó 10.72% de la: '·
La cultura garífuna es vivaz, fuerte y rica en tradiciones. A la
Vez puede adaptarse a contextos sociales modernos, como la dispermuestra en general. Según las respuestas de los informantes hay más
presión social y moral para que las mujeres lamenten la muerte de un; sión de sus hijos e hijas en los centros urbanos de Honduras y los Estados
pariente, para expresar su lamentación en público por medio del luto, Y Unidos. Los ritos de chugú y dugú son ocasiones sociales importantes
de cumplir con las obligaciones rituales por los difuntos.
a las cuales acuden los parientes y amigos desde sitios lejanos, para
Aunque la mayoría de personas con quienes hablé durante la inveshonrar a los difuntos de la familia y reafirmar las amistades y relaciones
Con los vivos. En la expresión religiosa, como en otros aspectos de la
tigación indicó su creencia en la enfermedad de gubida y posesión de
gubida, esta creencia no es unánime. También hablé con numerosos
Cultura garífuna, una actitud esencial es evidente: la cooperación, el apoescéptieos, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, que no creían ni en Yo mutuo y el respeto para el individuo son indispensables para la sugubida ni en el poder curativo de los ritos chugú y dugú. Algunas perso·
Pervivencia.
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.1 nnP Chapman *
SUMMARY
\lfonso ~lart]u.,z (Tolupan de la Jl!lontaíia de la
Flor, 1/ondums):
''Los españoles tenían /,empira rodeado. El echó un
grito . .. Luego lo engañaron para matarlo ... Se
qtwda el pisto lempim (la moneda nacional) para
que todo el mundo esté mentando Lempira hasta qur
muere" (Cha¡mum 1982:287).
GUBIDA SICKNESS AND RELIGIOUS SINCRETISM AMONG THE GARIFUNA:
AN ETIINOPSl<)UIATRIC ANALYSIS. The author describes a Garifuna cult that
focuses on the veneration of the spirits of dead family members, called the gubida,
who are believed to communicate desires for ritual offerings of food (chugú or
dugú) through the dreams of their relatives. lf such requests are unheeded, it il
believed that the gubida will cause the dreamer to experience illness, insanity, or
death. In a survey of 80 households a history of gubida illness was reported for
1O. 72% of the sample. Gubida occurs in association with anxiety: threatening
situations such as separation from a loved one or the ocurrence of a physical illneu
resistant to medica[ treatment. This complex of belief and ritual is best interpreted
as a traditional system for coping with a range of health and behavior abnormalitie&
In 1roducr:úín
1\li pcrrnancrwia (~rllrc lo~ ~·anlpc,;ino~ de tradición knca del ~uroetite
de Honduras fw· de apro~imadamcntc siete meses en 1965, cortas visitas
en los arlo:,: 1(175 y 197(1 y cin!'o ,;emana,.; en ] 981 y 1982 (vóase mapa).
La !'Xpcricncia fue cxcc¡H"ionalrrwnt(· grata debido a la gran amabilidad
dr lo,.; cam¡wf'ino,;, mac,.;tros de e~euela y autoridades locales y a la colaboración de mis colegas hondureños. Tambión fue fructífera. ]{euní
Una documcnlaciórr rica en dctatlcs :,;ohre loti rituales y una cierta cantidad de textos, leyendas y relatos.
"
ANNE CIIAI'MAN, Investigadora del Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericallos, Y responsable de investigaciones del Centre I\ational de la Recherchc Scientifique.
América Indígena.- Vol. XLIV, no. 3,julio-Septiembre, 1984.
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