Berta Cáceres en una reunión campesina en la región de Río Blanco, en la que se recordó a los miembros de la comunidad lenca muertos en la lucha. Poco después la mataron a ella. Fotografía: Goldman Environmental Award agresiones a los movimientos populares hondureños, en particular en estos últimos siete años. Despojo del pueblo garífuna. «Desde el golpe de Estado del año 2009, Honduras se ha convertido en un laboratorio político y económico, además de ser el inicio de una contraofensiva de los Estados Unidos para frenar la oleada de gobiernos populistas que se dio en el continente a partir de la instauración del Gobierno de Hugo Chávez en Venezuela en 1999», dice Miriam Miranda, referente de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH). Surgida en 1978, OFRANEH expresa la organización de las comunidades garífunas de Honduras. Este pueblo es el resultado del mestizaje entre los caribes –habitantes originarios del mar que lleva su nombre– y africanos que huyeron de la esclavitud. Actualmente, se calcula que existen aproximadamente 400.000 garífunas en Honduras, Belice, Nicaragua y Guatemala, que se dedican en gran parte a la pesca y a la agricultura. Otras varias decenas de miles han migrado a EEUU, al igual que millones de habitantes de la región que emprenden el camino hacia el sueño americano. Más del 50% de la población garífuna en Honduras posee títulos ejidales, de naturaleza colectiva, y el resto, tierras comunales que en muchos casos no están res8 zazpika paldadas por títulos de propiedad, aunque sí con la vida allí durante generaciones. En los últimos años se ha agudizado el proceso de conflicto con grandes empresarios, que pretenden hacerse con las tierras para instalar proyectos que van desde la minería y la agroindustria hasta el turismo. «Durante el Gobierno de facto de Roberto Micheletti (2009) se inició la aprobación de una serie de leyes de corte neoliberal a ultranza para facilitar la entrega de los recursos naturales», agrega Miranda. Explica que esta dinámica se aceleró con la consolidación del golpe: «El ejemplo más claro del saqueo es la creación, a inicios del año 2011, de la Ley Regiones Especiales para el Desarrollo (RED), con la que se pretendió subastar 21 de las 47 comunidades garífunas que existen en Honduras. Para octubre del año 2012, la Corte Constitucional declaró inconstitucional la Ley RED, acción que suscitó un golpe del Poder Legislativo al Judicial, defenestrando a los magistrados que ilegalizaron la Ley RED. Para el año 2014 fue aprobada una versión maquillada de la Ley RED, bajo el nombre de la Ley de Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE)». «El pueblo garífuna se enfrenta a un sistemático despojo de nuestro territorio ancestral, además de sufrir un constante racismo por parte del grueso de la población hondureña. Consideramos que las ZEDE son una