T24// TENDENCIAS | LATERCERA | Sábado 29 de diciembre de 2012 Panoramas al aire libre en la Quinta Región A una hora y media de Santiago encontramos paseos llenos de vigor y rodeados de naturaleza, ideales para desconectarse de la ciudad y el ajetreo de fin de año. Si todavía no define el lugar perfecto para estas vacaciones o ya escogió la costa central, acá les proponemos cuatro buenas opciones outdoor. TEXTO : Rosario López Frecuentado por los viñamarinos pero desconocido para muchos santiaguinos, este parque de más de 100 hectáreas no es sólo uno de los mejores lugares para ver colecciones botánicas en la región. Ubicado en el sector El Salto, en la periferia de la ciudad, también es un entorno perfecto para aprovechar los senderos de trekking o asistir a alguno de sus conciertos en vivo. En el sector boscoso de Los Tilos se puede practicar canopy, con cuatro circuitos que atraviesan un frondoso bosque de cedros, eucaliptos y palmas chilenas. Muchos de los árboles tienen más de 70 años y alcanzan alturas de 60 m. Este es un canopy con estaciones, que combina la tirolesa con plataformas de madera y puentes colgantes. Los circuitos están diferenciados según el grado de dificultad, pero van desde tramos básicos para niños de tres años en adelante y acompañados por un adulto, hasta el circuito Cóndor, que recorre más de 800 m a 17 metros de altura, y está pensado para mayores de 15 años. No es necesario tener experiencia previa, y hay programas especialmente diseñados para paseos de empresas y colegios, además de celebraciones de cumpleaños, talleres de medioambiente y una cálida cafetería. El jardín botánico está ubicado en Camino El Olivar 305, y toda la información de precios y horarios está en www.canopysuramerica.cl Si por estos días está descansando en el litoral central, tome nota de este panorama que es gratis y puede realizarse en cualquier época del año. Sólo necesita buenas zapatillas, bastante agua, gorro y bloqueador solar. En el tranquilo balneario de Mirasol, al norte de Algarrobo, hay una fascinante y poco visitada ruta de trekking costero, poblada de pequeños rincones, playas solitarias, cuevas e increíbles formaciones de rocas golpeadas por el mar. El recorrido parte en el humedal El Yeco, que tiene un acceso sólo para peatones, al final de la calle San Patricio. Es una quebrada verde en la que desemboca el estero San José: vale la pena detenerse en este humedal, que por su valioso ecosistema, abundante vegetación y diversidad de especies es uno de los imperdibles de la zona. Habitado por zarapitos, pilpilenes, coloridos cactus, frondosos helechos y flora nativa protegida, la bajada es una pendiente demarcada por senderos, pasarelas de madera y escaleras. En el camino encontrará vistas soñadas de la pequeña playa Mirasol y sus aguas con tonos verde esmeralda, no aptas para bañarse. Parece difícil de creer, pero este engorroso acceso es también el mejor aliado de quienes se han esmerado en proteger el humedal y ese sector de la costa. Llegando a la playa, al lado izquierdo FOTO: RODRIGO PRIETO. Canopy en el Trekking de costa Jardín Botánico de por El Yeco y Viña del Mar Mirasol está la famosa “cueva del Pirata”, una formación de rocas costeras que, haciendo honor a su nombre, tiene una leyenda de tesoro escondido. La excursión continúa hacia el lado norte del litoral, atravesando cadenas de rocas con extrañas geometrías y algunos lomajes empinados. Antes de llegar a la solitaria playa del Cura, sálgase del sendero de tierra y baje hacia las rocas, que se cierran formando un refrescante pozón de agua de mar. Llegando a El Yeco, puede continuar la caminata por la orilla de la playa y sus aguas azules, o aprovechar los senderos que suben hasta el acantilado, en medio de eucaliptos, cactus y suculentas. Lleve algo de picnic porque no hay vendedores ambulantes ni kioscos pla- yeros. Si todavía le quedan energías, camine hasta el Mirador de Tunquén, que ofrece una privilegiada y extensa vista del litoral. Láser y optimist para niños en Algarrobo Para que sus hijos dejen de lado por un momento la consola de juegos o el computador, en el Club de Yates de Algarrobo funciona una escuela de verano para niños, con entretenidas clases de opti-