•200 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (•24) Se asocian varias causas para que la obra de la denudación, alcance una importancia considerable en la reg-ión que estudiamos. Unas son meteorológicas, dependientes de la falta de abrigo y del clima destemplado, en invierno con hielos persistentes, que cuartean y hienden las rocas calizas de las alturas, y nieves y lluvias copiosas, y en verano con tronadas que producen crecidas enormes de las corrientes líquidas, aunque poco duraderas. Una segunda causa concomitante para favorecer la erosión radica en las condiciones de las rocas dominantes en la región: en las alturas, calizas que se trituran, pudingas y mantos de diluvium. con cantos rodados, los cuales proporcionan los m e dios de desgaste, y en los valles, areniscas, arcillas y margas triásicas, fácilmente atacables por los agentes mecánicos. De esta suerte la aspereza de las pendientes va acentuándose cada vez más, se desgastan' sin tregua las laderas, y apenas llueve, bajan por los barrancos y ramblas los torrentes cargados de detritus é intensamente teñidos de rojo y gris, comunicados por el deshecho de las rocas mencionadas. La tercera circunstancia, eficacísima para dar realce al trabajo erosivo en ésta y otras regiones que se hallan en su caso, depende de no haber experimentado cambio de nivel desde remotos tiempos, y en virtud de la ley de la permanencia de las líneas de desagüe, las corrientes vienen actuando sin interrupción sobre los mismos sitios, y así los que eran en su origen ligeros surcos se cambiaron en valles, y ensanchándose y ahondándose éstos, las porciones que las separaban fueron convertidas en cadenas y hasta en montes aislados. La erosión persistente empuja la ladera en que la pendiente es más brusca y la cuenca entera retrocede hacia el interior de la montaña. El siguiente perfil da idea de la serie continua de erosiones que el Gallo ha venido fraguando en El Rinconcillo, cerca de Molina, donde la resistencia de. las rocas infraliásicas ha permitido quede indeleble la huella de estos trabajos. La meseta más alta, señalada con el riúm. 1, está constituida por caliza siliciosa infraliásica, que alcanza allí á 1.070 m., viene después una segunda meseta, 2, cubierta de diluvium cuarcitoso, debido á la descomposición in situ de las capas n ú m . 3, de las que proceden los mantos diluviales que coronan extensas superficies elevadas en el partido de Molina. Las carñiolas,