Evolución de las ideas de equilibrio químico

Anuncio
Historia de la química. Los equilibrios químicos-
Grupo Lentiscal
NACIMIENTO DE LA CINÉTICA QUÍMICA
Los comienzos de la cinética química fueron un poco más tardíos. Se considera que el primer estudio
cuantitativo se hizo en 1850 y fue obra de Wilhemy, que estudió la inversión de la sacarosa bajo la
acción catalítica de los ácidos. La sacarosa da por hidrólisis una mezcla de glucosa y levulosa. Para
estudiar esta reacción, Wilhemy tuvo en cuenta por primera vez el factor tiempo.
Después de los trabajos de Wilhelmy sobre la inversión de la sacarosa en función del tiempo, J. H.
Van't Hoff desarrolló las bases teóricas de la cinética química en su obra «Estudios de dinámica
química» publicada en 1884. El equilibrio químico se interpretó como el resultado de dos reacciones
inversas con diferentes velocidades de reacción. Las reacciones mono- y bimoleculares fueron dotadas
de una formulación matemática todavía vigente. Una nueva rama de la cinética experimentó un gran
desarrollo: la catálisis. Las aportaciones teóricas se deben en gran parte a Ostwald, que introdujo en
1890 la noción de energía de activación. El mismo año Mentchtkine atrajo la atención sobre la
influencia del medio en la velocidad de reacción. Su estudio se refiere a la reacción de cuaternización
del nitrógeno de una amina terciaria por el ioduro de etilo.
La industria se benefició muy pronto del fenómeno de la catálisis; Désormes y Clément la utilizaron
desde 1806 en la fabricación del ácido sulfúrico, aplicando las propiedades catalíticas de los óxidos de
nitrógeno. Se interesaron mucho por las propiedades catalíticas de los metales finamente divididos. G.
Bredig los llamó «fermentos minerales» (1899).
Van't Hoff, en sus «Estudios de dinámica química», obra muy importante publicada en 1884, sentó las
bases de una verdadera cinética formal, después de los primeros trabajos de Wenzell, Berthollet,
Berthelot, Péan de Saint-Gilles, Wilhelmy, Guldberg y Waage. Aunque no concedió una importancia
capital al choque de las moléculas, Van't Hoff precisó que existían, y que era muy improbable el
choque simultáneo entre tres o más moléculas. Estableció ecuaciones para las reacciones simples,
inversas, paralelas y en serie. Muchos fueron los que intentaron verificar experimentalmente los
conceptos teóricos de Van't Hoff. Si los primeros trabajos parecieron ser satisfactorios, rápidamente se
vio que algunas reacciones no cumplían la teoría definida por Van't Hoff. Incluso se puede decir que
cuanto más se buscaba que las cumpliesen, mayor era el número de excepciones que se encontraban,
sobrepasando incluso el de las confirmaciones. El hecho químico pronto pareció más complicado de lo
que se podía suponer con la ecuación de reacción, lo que llevó a los cineticistas a diferenciar entre el
orden de reacción y la molecularidad. En 1927, Tolman, seguido por Kassel en 1932, se dieron
cuenta de que el orden de reacción era un parámetro puramente experimental de primera importancia
y que podía tener cualquier valor, tanto entero como fraccionario, menor que 3, no sobrepasando más
que raras veces este número. Para comprender mejor la cinética de las reacciones, se estudiaron los
factores que podían influir en ella, de los cuales el más inmediato parecía la temperatura. En este
campo trabajaron químicos como Harcowt y Esson, Schwab, Bodenstein, Dupré, aunque fue la
formulación propuesta por Arrhénius la que pareció estar más de acuerdo con los datos
experimentales, y además concordaba con la teoría de los choques procedentes de la cinética de los
gases y del reparto energético de Boltzman. Según esta teoría, la velocidad de reacción es
proporcional al número de colisiones entre las moléculas que reaccionan. Sin embargo, si todos
los choques diesen lugar a productos, las velocidades de reacción serían 1015 ó 1020 veces más
rápidas de lo que son en realidad. Arrhénius introdujo el concepto de «choque eficaz», de forma que
sólo los reactivos que hubieran adquirido una cierta energía «de activación» estaban en condiciones
de reaccionar. Hinshelwood asoció a la constante de velocidad dos factores de probabilidad que
tenían en cuenta por un lado la energía de activación y por otro los factores estéricos que entorpecían
la reacción; este segundo término se identificó un poco más tarde con la entropía de activación.
Los trabajos de Mentchutkine sobre la influencia del disolvente en la velocidad de reacción fueron
continuados por Soper en 1929. Las anomalías observadas, atribuidas a la influencia de las paredes
del recipiente de reacción, fueron objeto de los trabajos realizados por Kooij, Juliard (1933), Stoddart
(1939) y Pascal-Compard, que estudiaron en 1940 la reacción de ciclación del acetileno, a partir de la
cual los químicos alemanes pusieron en marcha un proceso industrial de primera importancia para su
economía de la guerra.
Después de los trabajos de Arrhénius sobre la activación de las moléculas reaccionantes, se planteó el
problema de saber cuáles eran las causas de esta activación. El mismo Arrhénius pensaba que se
debía a la aparición de formas tautómeras más reactivas. La idea parecía difícilmente generalizable; en
efecto, no se veía cómo se podía aplicar a las reacciones en las que no intervenían moléculas
diatómicas o a fortiori átomos libres. Trantz (1906) Lewis (1916) y J. Perrin (1919) se inclinaron por
una hipótesis <radioquímica» en la que la activación era debida a una absorción de la energía
1
Historia de la química. Los equilibrios químicos-
Grupo Lentiscal
luminosa que atravesaba el sistema de reacción. Sin embargo, las energías de activación conocidas
variaban entre 25 y 55 kcal, lo que correspondía a cuantos energéticos cuyas longitudes de onda (0,5 1,1µ) se situaban en el infrarrojo reconocido como poco activo desde el punto de vista químico. No
quedaba más que invocar los «choques moleculares». La energía adquirida durante el choque se
repartiría entre los distintos grados de libertad de la molécula y la redistribución energética interna
daría a la molécula una configuración cinéticamente activa. El estado de activación duraría alrededor
de 10-10 segundos, es decir, el tiempo medio entre dos choques consecutivos. Podría ocurrir también
que la molécula sufriese un nuevo choque que la desactivase antes de reaccionar. Esta teoría,
publicada por Lindemann en 1922, fue sucesivamente completada por London (1928), Kassel (1923),
Eyring y su equipo (1931-1935), Hinshelwood (1935) y Noyes (1925-1939). De estos trabajos surgió
la idea de la formación de los «complejos activos» intermediarios. De aquí partió la nueva
preocupación de los cineticistas que investigaban los procesos elementales, y los intermediarios
activos como los átomos o los radicales libres. En este sentido, fueron particularmente activas la
escuela inglesa con Bone (1930-1931), y la americana con Sachanen y Eglov (1930-1932). Paneth
(1930) puso a punto un método muy ingenioso (utilizando depósitos metálicos) para descubrir los
radicales libres hidroxicarbonados. Kistiakowsky (1932) y Polanyi (1933) determinaron las energías
de activación de los átomos y de los radicales libres (5-15 kcal.), lo que iba contra la idea comúnmente
admitida de que las reacciones elementales en las que participan se efectuaban de forma completa e
instantánea.
Igualmente fue en esta época cuando comenzó a estudiarse la influencia de los rayos luminosos en las
velocidades de reacción, punto que se desarrollará en el párrafo siguiente. Max Bodenstein, que
estudió la síntesis de los ácidos clorhídrico y bromhídrico a partir de sus elementos, demostró que el
mecanismo de estas reacciones era muy complejo y que no había un orden definido con relación al
halógeno. El mecanismo de esta síntesis lo propusieron de forma independiente Christiansen (1919),
Herzfeld (1919), y Polanyi (1920); los tres hablaban de la existencia de «reacciones en cadena>.
La teoría de las reacciones en cadena fue propuesta casi simultáneamente por Hinshelwood en
Oxford y Semenov en Leningrado en los años 1927-28. Kassel la aplicó de forma crítica en 1931 a las
reacciones homogéneas. El estudio de estas reacciones tuvo gran éxito. Jost en 1929, seguido por
Bursian y Sorokin en 1931, demostraron la importancia de las paredes en el desarrollo de las
reacciones en cadena. Al absorber los centros propagadores, las paredes juegan un papel cinético
importante, puesto que favorecen la interrupción de la cadena. Era preciso admitir que durante algunas
etapas intervenían fenómenos de adsorción de los reactivos en las paredes. Basándose en los
estudios de los fenómenos de adsorción hechos por Freundlich y Kroeber, Langmuir interpretó en
1916 el mecanismo y el formalismo de este tipo de reacciones.
Taylor sugirió en 1931 que se considerase la adsorción como un proceso de activación, pero su desarrollo de
este planteamiento fue desgraciadamente demasiado sucinto. Muchos químicos intentaron confirmar estas
teorías o utilizarlas en el estudio de las reacciones que tenían una aplicación industrial. Citemos por ejemplo, el
estudio de la combustión del grisú hecho por Le Chátelier, el de la combustión lenta del hidrógeno, que preocupó
sucesivamente a Bodenstein, Bone y Wheeler, Hinshelwood y Thompson y después a Prettre. La oxidación del
metano estudiada por Kowalsky, Sadownikow v otros, se inscribía en el marco de múltiples estudios sobre a
oxidación de los hidrocarburos, cuya importancia fue creciendo con el desarrollo del motor de explosión (se
intentaba determinar: la temperatura de explosión en función de la composición de la mezcla gaseosa (Masson y
Wheeler, 1922/24), la influencia de la presión en la mezcla gaseosa (Dumanois, Mouval en 1928, Newman y
Estrocih en 1934), la inflamación a bajas temperaturas y la puesta en evidencia de las zonas de autoencendido
(Townend y Mandlekar, 1934), la composición de los gases de combustión (Tizar 1921, Lewis 1927/29, Lafitte,
Dumanois y Prettre 1931/32) y el resultado de la combustión de los compuestos aromáticos (Amiel 1933/36).
Muchos químicos de los años 30, como Mondoin-Monval, Quanquin, Newitt y Hafner se interesaron por los
mecanismos de las reacciones de oxidación de los hidrocarburos. Se propusieron varios modelos, pero el que
parecía estar más de acuerdo con los trabajos experimentales se debió a Bone y colaboradores, llamándosele a
veces < teoría de la hidroxilación» (1932). En este modelo la primera etapa de la combustión a temperaturas
comprendidas entre 300 y 500 °C sería la formación de alcoholes y aldehídos, descomponiéndose estos últimos
en óxido de carbono y en hidrocarburos inferiores. Otros, entre los que destaca Morrish (1935), evidenciaron la
presencia de peróxidos, lo que fue confirmado espectroscópicamente en 1942 por Galden. Ubbelhode admitió en
1935 que estas reacciones de oxidación se iniciaban en las paredes, lo que explicaría la inflamación a
temperaturas bajas. Como puede verse, la cinética tuvo muchos adeptos a comienzos de este siglo XX, y sus
trabajos hicieron progresar rápidamente este campo de la química.
2
Historia de la química. Los equilibrios químicos-
Grupo Lentiscal
HISTORIA DEL EQUILIBRIO QUÍMICO. LEY DE ACCIÓN DE MASAS
LEY DE ACCIÓN DE MASA O DE GULDBERG - WAAGE
A mediados del siglo XIX se habían descrito y estudiado de forma cuantitativa algunas reacciones que
nunca se producían de forma completa. Uno de los trabajos más relevantes en este terreno fue el
estudio realizado por Berthelot y Péan St. Giles acerca de la reacción de esterificación entre
compuestos orgánicos que puede representarse de forma general por la ecuación:
alcohol + ácido ' éster + agua.
Esta reacción nunca era total y comprobaron que siempre se aproximaba
lentamente a un estado de equilibrio. Además, este estado de equilibrio se podía
alcanzar tanto si se partía inicialmente del ácido y el alcohol como si se iniciaba el
proceso partiendo del éster y agua.
En el año 1862, estos estudios de esterificación sirvieron de base para el tra bajo empírico emprendido
por dos científicos noruegos, C. M. Guldberg (1836-1902) y P. Waage (1833-1900), profesores de
Matemáticas aplicadas y de Química, respectivamente, en la Universidad de Cristianía (actualmente
Oslo). Estos dos cuñados, tomando la Mecánica como paradigma, centraron sus esfuerzos en
encontrar la naturaleza que determina lo que ellos denominaban las 'fuerzas químicas'. Así, en un
proceso que podemos representar por A ' B + C '...dos fuerzas se ponen de manifiesto, una de
descomposición y otra de formación, ..., y establecemos como necesariamente inevitable el considerar
conjuntamente estas fuerzas si se desea encontrar una expresión cuantitativa para las mismas...'
Basándose en los trabajos que previamente habían realizado otros científicos y en el estudio de
múltiples procesos que ellos mismos se encargaron de estudiar, desarrollaron un tratamiento
matemático según el cual las fuerzas químicas eran proporcionales a las 'masas activas' (en la
actualidad diríamos molaridad) de los 'reactivos' o en su caso de los 'productos'. Para cada sustancia,
la masa activa estaba elevada a un exponente diferente.
En el primer artículo de 1864 particularizan su ley de acción de masas para el caso que supone que
dos sustancias A y B se transforman en A' y B' y en las mismas condiciones A' y B' pueden a su vez
transformase en A y B: 'Si existen cuatro sustancias, cuyas masas activas son inicialmente p, q y p´ q´
cuando el estado de equilibrio se ha alcanzado, una cierta cantidad, x, de las dos primeras sustancias
se habrá transformado. En consecuencia las cantidades que permanecen en el equilibrio de cada una
de las cuatro sustancias serán (p - x), (q -x) y (p' + x), (q' +x)... La fuerza química para las dos primeras
sustancias es (proporcional a las 'masas activas respectivas') α(p - x)a(q - x)b y la fuerza química de las
otras dos es (proporcional a las 'masas activas respectivas') α'(p'+x)a´ (q'+ x)b´. Cuando se alcance el
equilibrio se cumplirá:
α(p - x)a(q - x)b = α' (p'+x)a´ (q'+ x)b´
Utilizando esta expresión encontraron que para el proceso:
alcohol etílico + ácido acético ' acetato de etilo + agua
se cumplía la siguiente relación:
α ( p´+ x )a´ · (a´+ x )b´
=4
=
α´ ( p − x )a ·(q − x )b
Es decir, encontraron una relación constante (actualmente denominada Kc) entre las concentraciones
de equilibrio de los 'productos' y de los 'reactivos'.
Guldberg y Waage afirmaron en su artículo haber encontrado una expresión matemática de la
denominada afinidad química, que venía a superar las ideas anteriores expresadas por Bergman (en
1770) y Berthollet (entre 1801 y 1803).
Generalizaron sus resultados para cualquier sistema en equilibrio químico representado por la
ecuación: a A + b B ' c C + d D, existe una relación sencilla entre las concentraciones de las
sustancias presentes, denominada constante de equilibrio Kc , cuya expresión viene determinada
producto de las concentraciones de equilibrio de los “productos”, elevadas cada una de ellas a sus
coeficientes estequiométricos, dividido por el producto de las concentraciones de los “reactivos”
elevadas también a cada uno de sus coeficientes estequiometricos.
A.1 Realiza un resumen del texto y señala cuál es la aportación de Guldberg y Waage al
estudio de los equilibrios químicos.
3
Historia de la química. Los equilibrios químicos-
Grupo Lentiscal
INTERPRETACIÓN MOLECULAR DEL EQUILIBRIO QUÍMICO
En busca de un modelo para los procesos reversibles
A mediados del siglo XIX el interés existente por las reacciones orgánicas llevó a A.W. Williamson al
estudio de la reacción de esterificación. Para este científico la reversibilidad de este proceso podía
explicarse mediante un estado de equilibrio entre los “reactivos” y los “productos” que comportaba la
producción simultánea de dos reacciones químicas en sentidos opuestos.
Por otro lado, desde el trabajo iniciado por R. Clausius en 1850 diferentes autores trataron de
explicar tanto fenómenos físicos como químicos en términos de movimiento molecular. El propio
Clausius publicó en el año 1857 un trabajo que explicaba la evaporación de los líquidos. Según la
teoría cinética que sustenta la explicación de este hecho físico, en los líquidos las moléculas
individuales pueden tener velocidades que se desvíen de la media (dada para una determinada
temperatura) dentro de unos límites amplios. Debido a la complejidad del movimiento de las
moléculas, que supone que unas choquen contra otras, puede existir una coincidencia favorable que
otorgue a una determinada molécula una energía cinética suficiente para abandonar a sus moléculas
vecinas. Según este mecanismo, un espacio, inicialmente vacío, situado en la parte superior de la
superficie del líquido se irá llenando de moléculas, que se comportarán como un gas, chocando entre
sí y contra las paredes del recipiente. Estos choques también se producen contra la superficie del
líquido por lo que algunas moléculas que forman la fase gaseosa son de nuevo capturadas y pasan a
integrar la fase líquida. Finalmente, se alcanza un sistema en equilibrio que puede detectarse porque
la presión de vapor del gas deja de aumentar.
Ello no implica que la evaporación deje de producirse sino que existe un estado que supone la
evaporación y la condensación en igual magnitud.
Por su parte, L. Pfaundler, reformuló en 1867 la idea expresada por Williamson basándose en la
explicación empleada por Clausius en 1857 para explicar la evaporación de un líquido. Por ejemplo,
para explicar la disociación de un gas Pfaundler asume que igual número de moléculas se unen y se
descomponen por colisión. Esta explicación requiere que en un instante dado no todas las moléculas
se encuentran en el mismo estado cinético, lo que implica que sólo algunos choques son efectivos
para producir la reacción, bien en un sentido o en el otro.
La ley de acción de masas formulada por Guldberg y Waage en 1864 identificaba la
afinidad química con una fuerza, de forma que la condición de equilibrio suponía un
balance de dos fuerzas opuestas y de igual magnitud. Sin embargo, J. H. van't Hoff
(1852-1911), en el año 1877 y posteriormente en su libro Études de dynamique chimique
(1884) abandonó la idea de fuerza química y explicó el estado de equilibrio químico en
términos estrictamente cinéticos. Según este autor (primer premio Nobel de Química en
1901 por sus contribuciones en este campo), en cualquier proceso reversible, a una
determinada temperatura, el equilibrio químico se alcanza cuando las velocidades directa e inversa
son idénticas. Estas velocidades son directamente proporcionales a las concentraciones de las
sustancias que participan en cada una de ellas. De esta forma, una expresión análoga a la obtenida
por Guldberg y Waage explicaba la naturaleza del equilibrio químico en términos de ecuaciones de
velocidad.
En la actualidad, podemos reformular, de una forma simplificada, el tratamiento matemático realizado
por van't Hoff, tomando como ejemplo el proceso reversible que podemos representar por la
ecuación: a A(g) + b B(g) ' c C(g) + d D(g)
Si suponemos que se trata de reacciones elementales de un solo paso, podemos escribir:
Vdirecta =k1· [A]a [B]b y Vinversa =k2 [C]c· [D]d siendo k1 y k2 las denominadas constantes de velocidad de
cada una de las reacciones (directa e inversa, respectivamente).
En el equilibrio se cumple: Vdirecta = Vinversa, es decir, k1[A]a [B]b = k2 [C]c· [D]d
Al cociente k1/k2 lo denominó constante de equilibrio, K, de tal forma que esta constante tiene la
siguiente expresión matemática: K =
[C ]c ·[D]d
[A]a ·[B]b
(Se debe resaltar que la obtención de la expresión de la constante de equilibrio a partir de las correspondientes
ecuaciones de velocidad sólo es válida para reacciones elementales. El comportamiento cinético -ecuaciones
de velocidad- de un proceso reversible se debe determinar experimentalmente y, en general, no puede ser
predicho a partir de la estequiometría de la reacción). La idea básica que debe ser asumida es el carácter
dinámico del equilibrio químico.
Actividad: Realiza un resumen de esta lectura analizando la evolución de los conceptos tratados e
intenta establecer como hipótesis de partida un modelo que explique el estado de equilibrio químico.
4
Historia de la química. Los equilibrios químicos-
Grupo Lentiscal
CARACTERÍSTICAS DE LOS SISTEMAS EN EQUILIBRIO QUÍMICO
Resumen de las características generales del estado del equilibrio químico:
1. Un estado de equilibrio solamente puede alcanzarse en un sistema cerrado y aislado. No es
posible alcanzar un estado de equilibrio estable en un sistema abierto que permite el intercambio de
energía o de materia con el exterior. El recipiente debe estar herméticamente cerrado y encontrarse
aislado.
2. El estado de equilibrio puede alcanzarse desde cualquiera de los "extremos" , éstos
corresponden a cada uno de los miembros de la ecuación química que lo representa. Los cambios de
este tipo son reversibles. (No debe confundirse la forma de representar el equilibrio químico,
mediante la correspondiente ecuación química, con la situación real de las diferentes sustancias que
están reaccionando en la vasija de reacción. En la ecuación química escribimos los "reactivos" a la
izquierda y los "productos" a la derecha. Esta lateralización/separación de reactivos y de productos
no debe extrapolarse a la forma en que se encuentran ubicadas estas sustancias en el reactor).
3. Los estados de equilibrio suponen reacciones incompletas. Tanto si inicialmente se parte de
los "reactivos" como de los "productos", una vez se alcanza una situación de equilibrio químico se
encuentran presentes todas las sustancias químicas que participan en el mismo. No se agota
ninguna de las especies químicas puestas inicialmente a reaccionar.
4. Un estado de equilibrio se caracteriza por la invarianza de sus propiedades intensivas
(independientes de la cantidad total de materia presente). Son ejemplos de propiedades intensivas la
presión, la concentración y la temperatura. Otras propiedades como son la masa, el volumen o la
energía dependen de la cantidad de materia presente. Estas últimas se denominan propiedades
extensivas.
5. Las concentraciones de equilibrio (o también las presiones parciales en el caso de gases) guardan
una relación matemática constante denominada constante de equilibrio, Kc, (o KP).
•
•
•
•
El valor de la constante de equilibrio sólo queda determinado por la temperatura
a la cual se ha alcanzado el equilibrio químico. Sin embargo, existen, para una
determinada temperatura, diferentes "posiciones de equilibrio" definidas por- los
valores de las concentraciones (o en su caso de las presiones parciales) de las
especies químicas que participan en el mismo. Estos valores de equilibrio dependen
de los correspondientes valores de concentración iniciales, pudiendo adoptar
cualquier valor con la única condición de que éstos proporcionen el valor de la
constante de equilibrio cuando se sustituyan en la correspondiente expresión
matemática.
Esta expresión debe estar referida a una ecuación química particular que
represente el equilibrio químico al que hace referencia.
Para cualquier equilibrio químico que participen sólidos o líquidos puros, la
correspondiente constante de equilibrio, Kc, no incluye en su expresión matemática sus
concentraciones ya que éstas son constantes.
El valor de la constante de equilibrio nos proporciona información de la proporción
relativa de reactivos y de productos en el equilibrio.
6. El equilibrio químico es un estado dinámico en el que se están produciendo continuamente
cambios opuestos a nivel molecular. El resultado neto es que no varían las propiedades
macroscópicas de tal sistema en equilibrio.
7. Si un sistema en equilibrio se perturba o modifican sus condiciones (presión, temperatura,
concentraciones) el equilibrio se rompe y el sistema evoluciona en la dirección que tiende a
contrarrestar dicha modificación exterior, hasta alcanzar una nueva posición de equilibrio.
Actividad: Realiza un mapa conceptual en el que se pongan de manifiesto y se relacionen los
conceptos más relevantes sobre el equilibrio químico
5
Historia de la química. Los equilibrios químicos-
Grupo Lentiscal
EL PRINCIPIO DE LE CHATELIER
Los sistemas en equilibrio que han sido perturbados e evolucionan a nuevas posiciones de equilibrio.
Además, el principio de Le
Tanto desde un punto de vista práctico como didáctico
Chatelier empezó a ganar
puede ser provechoso disponer de reglas cualitativas
gran popularidad entre los
generales que predigan la evolución de los sistemas
autores
de
libros
de
físicos y químicos cuando se alteran las variables que
Química gracias a la
los definen. En 1884, un químico francés, H.L. Le
difusión dada, entre otros,
Chatelier (1850-1934), proporcionó para el principio que
por
autores
de
gran
lleva su nombre la siguiente formulación:
prestigio internacional como
“Todo sistema en equilibrio químico estable sometido a
Ostwald y Nernst (ambos
la influencia de una causa exterior que tiende a hacer
premio Nobel). Además,
variar su temperatura o su condensación (presión,
Braun intentó darle una
concentración, número de moléculas por unidad de
justificación termodinámica.
volumen) en su totalidad o solamente en alguna de sus
Finalmente, la ley del desplazamiento del
partes sólo puede experimentar unas modificaciones
equilibrio químico de Le Chatelier se aceptó
interiores que, de producirse solas, llevarían a un
como principio universal. Una de las razones
cambio de temperatura o de condensación de signo
por las que el principio ha llegado a alcanzar tan
contrario al que resulta de la causa exterior.”
gran popularidad ha sido su carácter metafísico,
en el sentido del intento de explicar algún
Le Chatelier formuló su principio de una forma
principio básico de la ciencia en términos de
totalmente inductiva, sin ofrecer ningún tipo de prueba
"sentido común" o de "experiencias cotidianas".
teórica. De esta forma, en su trabajo intenta demostrar
la validez y generalidad de su principio tratando de
Sin embargo, ya desde 1909 diferentes autores,
explicar una serie de fenómenos que entonces eran bien
entre ellos varios premios Nobel -Ehrenfest,
conocidos. Con ello conseguía reunir toda una serie de
Planck, Bijvoet, Prigogine criticaron el carácter
fenómenos tanto físicos como químicos como casos
vago y ambiguo de las diferentes formulaciones
particulares de una misma ley general. En el año 1908
cualitativas que del principio habían dado tanto
lo formuló de una forma más resumida, que es uno de
el propio autor (entre 1884 y 1933 proporcionó
los que más aparece en los enunciados que se
cuatro enunciados diferentes), como otros
empezaron a utilizar: “La modificación de alguna de
autores diferentes. Además, estas críticas
las condiciones que puede influir sobre el estado de
solían señalar el carácter limitado del principio
equilibrio químico de un sistema, provoca una
para poder resolver múltiples problemas. Uno
reacción en un sentido tal que tiende a producir una
de los ejemplos elegidos para criticar la regla
variación de sentido contrario a la condición exterior
cualitativa supone el estudio del equilibrio
modificada.”
químico de síntesis directa del amoniaco. Si a
Este enunciado lo particulariza para variaciones de la
este sistema se añade nitrógeno, a presión y
masa de uno de los reactivos de la siguiente forma:
temperatura constantes, el principio establece
El aumento en un sistema homogéneo de la masa de
que se formará una mayor cantidad de
una de las sustancias en equilibrio provoca una reacción
amoniaco. Sin embargo, esto sólo ocurre si la
tendente a disminuir la masa de la misma.
fracción molar del nitrógeno es inferior a 0,5. En
Las aplicaciones industriales del principio de Le
caso contrario, se descompone el amoniaco.
Chatelier le otorgaron una gran relevancia. Podemos
Los autores defensores del principio han tratado
citar como ejemplos la aplicación de sus nociones del
de reformularlo de una forma sencilla y general,
equilibrio químico a la fabricación de cloro a partir del
ácido clorhídrico (procedimiento Deacon) y a la
pero no han conseguido superar las deficiencias
obtención del ácido sulfúrico por el método de contacto.
que supone un enunciado cualitativo. En
Nuevas aplicaciones se encontraron en la industria
cambio, la termodinámica proporciona para el
metalúrgica, de la cerámica y de la vidriería. Pero quizás
mismo formulaciones matemáticas que permiten
sea el proceso de la síntesis industrial del amoniaco
emplearlo de forma precisa para los casos en
el que mayor notoriedad le dio. F. Haber se basó en las
los que tiene aplicación.
condiciones previamente establecidas por Le Chatelier
para obtener amoniaco a partir de nitrógeno y de
hidrógeno (por esta contribución obtuvo el premio Nobel
de Química en el año 1918).
A.1: Resume el texto y realiza un esquema del mismo.
A.2 Enuncia y explica alguno de los enunciados del principio de Le Chatelier.
A.3 Intenta explicar por qué la adición de nitrógeno al equilibrio que corresponde a la síntesis directa del
amoniaco no siempre ocasiona la producción de una mayor cantidad de amoniaco?
6
Historia de la química. Los equilibrios químicos-
Grupo Lentiscal
FRITZ HABER: LAS DOS CARAS DE LA QUÍMICA
Para mucha gente, la palabra «química» es sinónimo de sustancia nociva, tóxica, o artificial. Se
olvidan de que gran parte de la mejora en la calidad de su vida se debe al descubrimiento de productos
y métodos químicos. Estas dos caras de la química se hallan reflejadas en
la figura del químico alemán Fritz Haber (1868-1934). Este científico es
conocido por haber conseguido la síntesis del amoníaco a partir del
nitrógeno del aire y que fue puesto a punto industrialmente por Carl Bosch.
Con ello abrió el camino a la utilización de los abonos nitrogenados, que
han hecho aumentar la producción agrícola mundial de una manera
espectacular; sin embargo, también es famoso por ser el iniciador de la
guerra química, al introducir los gases asfixiantes durante la Primera Guerra
Mundial.
En 1908, Haber fue nombrado profesor de Química y Física en la
Escuela Técnica Superior de Karlsruhe. En su laboratorio intentó resolver
un problema que desde hacía más de un siglo preocupaba a los químicos:
fabricar amoníaco a partir de nitrógeno e hidrógeno. Con su colaborador
inglés Robert Le Rossignol, estudió las temperaturas y presiones
necesarias para combinar ambos gases. Los dos investigadores descubrieron que estas condiciones
eran extremas: unos 200 °C y una presión de 200 atm. Sin embargo, aun en estas condiciones, la
producción de amoníaco era muy lenta. Para acelerar la reacción era necesario un catalizador, un
metal sobre cuya superficie la combinación de los dos gases se efectuara más rápidamente. Haber y
Le Rossignol ensayaron toda la lista de metales hasta llegar al osmio, que aceleró la reacción de forma
notable. Los dos científicos despertaron el interés de los dirigentes de la Badrische Anilin und Soda
Fabriken, la mayor empresa de productos químicos de la época, y, tras ensayar unos 4000
catalizadores diferentes, se seleccionó una mezcla de hierro y pequeñas cantidades de óxido de
aluminio como la óptima. Haber fue recompensado con importantes royalties y con el Premio Nobel de
Química en 1918.
En agosto de 1914, cuando estalló la Primera Guerra Mundial, la marina británica cortó el
suministro de nitrato de Chile, fuente tradicional de nitratos en aquella época.
De este modo, de no haber sido por el método de Haber, Alemania hubiera carecido de fertilizantes
para alimentar a una nación tan poblada. Haber fue nombrado jefe de la sección química del ministerio
de la Guerra. En diciembre de 1914, efectuó una prueba de artillería con un obús lleno de gases
lacrimógenos, pero el gas se dispersó rápidamente. Entonces propuso utilizar unos tubos cilíndricos
llenos de gases tóxicos y dejarlos en el suelo a merced del viento. Los tubos se instalaron durante la
noche del 10 al 11 de abril de 1915 en el frente de Ypres, a 30 km de la costa belga. La apertura
simultánea de casi 6000 tubos que dejaron escapar 150 t de cloro en un frente de 7 km fue
espectacular: 15 000 soldados franco-argelinos resultaron afectados, y 5000 de ellos murieron entre
terribles espasmos.
La noche del día en que Haber regresó a Berlín, su mujer, Clara lmmerwahr (hija de otra respetada
familia judía, como el propio Haber), se suicidó con la pistola de su marido mientras éste dormía.
En 1916 pidió a Carl Duisberg, director de Bayer, que propusiera la creación de un instituto para
la guerra química, al frente del cual estaría él mismo. En 1918, cuando Alemania perdió la guerra,
Haber fue declarado criminal de guerra por los aliados. Haber huyó a Suiza. Algunos meses más tarde,
los aliados abandonaron su demanda de extradición y el científico regresó a Alemania, donde continuó
en secreto la fabricación de gases tóxicos. Desarrolló un preparado que, en forma de polvo, contenía
ácido cianhídrico (para exterminar los insectos de los cultivos) y otro producto no tóxico pero irritante
para advertir a las personas del entorno).
En abril de 1993, los nazis decretaron el despido de todos los funcionarios de origen judio, incluidos los
del instituto de Haber. Max Planck, su presidente en aquella época, abogó por los trabajos de Haber ante el
recién nombrado canciller de Alemania, Adolph Hitler. No sirvió de nada; el científico alemán huyó a Inglaterra.
Poco después marchó a Suiza, donde murió en enero de 1934, a la edad de 65 años. Si hubiera vivido diez años
más, podría haber visto cómo aquel preparado suyo, bajo el nombre de Zycklon B, fue utilizado en los campos de
concentración Auschwitz (Polonia) y Oranienburg como instrumento de exterminio de seres humanos, entre
ellos algunos amigos y familiares del propio Haber.
A.1 ¿Qué dificultades tenían los químicos para producir cantidades significativas de amoniaco a partir de
nitrógeno e hidrógeno?
A.2 Señala aspectos positivos y negativos del desarrollo y utilización de la química para la humanidad.
A.3 Realiza un resumen del texto en el que recoges aspectos biográficos de Haber y la Sociedad de su tiempo.
7
Descargar