Tumores Cerebrales - NeuroCECAR2010-1

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Tumores Cerebrales
¿Qué es un tumor cerebral?
Los tumores cerebrales son los tumores sólidos más frecuentes en los
niños. A
aproximadamente 1500 niños en Estados Unidos se les diagnostica un
tumor cerebral
cada año. Los tumores cerebrales, ya sean malignos o benignos, tienen
su origen en las
células del cerebro. Un tumor es un crecimiento anormal de tejido.
Un tumor benigno no contiene células cancerosas y, generalmente, una
vez
extraído no vuelve a aparecer. La mayoría de los tumores benignos
tienen los bordes
bien delimitados, lo cual significa que no invaden el tejido que los
rodea. No obstante,
estos tumores pueden causar síntomas similares a los de los tumores
cancerosos debido
a su tamaño y ubicación en el cerebro.
Los tumores cerebrales malignos contienen células cancerosas. Estos
tumores
generalmente crecen rápidamente e invaden los tejidos que los rodean.
Los tumores
cerebrales malignos no suelen diseminarse a otras partes del cuerpo,
pero pueden
reaparecer después del tratamiento. A veces, un tumor cerebral que no
es canceroso se
considera maligno debido a su tamaño, su ubicación y el daño que
puede producir en las
funciones vitales del cerebro.
Los tumores cerebrales pueden aparecer a cualquier edad. Los tumores
cerebrales que se
desarrollan en bebés y niños son extremadamente diferentes de los que
se desarrollan en
adultos, ya sea en términos del tipo de células y de la receptividad al
tratamiento.
Anatomía del encéfalo:
El sistema nervioso central (CNS) está compuesto por el encéfalo y la
médula
espinal. El encéfalo (comúnmente llamado cerebro) es un órgano muy
importante, ya
que controla el pensamiento, la memoria, las emociones, el tacto, la
capacidad para el
movimiento, la vista, la respiración, la temperatura, el apetito y todos los
procesos que
regulan nuestro cuerpo.
El encéfalo se puede dividir en el cerebro, el encéfalo y el cerebelo:
• Cerebro (supratentorial o parte frontal) - está dividido en el hemisferio
derecho y el hemisferio izquierdo. Las funciones del cerebro incluyen:
iniciación
de los movimientos, coordinación de los movimientos, la temperatura, el
tacto,
la vista, el oído, el sentido común, el razonamiento, la resolución de
problemas,
las emociones y el aprendizaje.
• Tronco del encéfalo (línea media o medio del cerebro) - está formado
por el
cerebro medio, la protuberancia y el bulbo raquídeo. Las funciones de
esta zona
incluyen: el movimiento de los ojos y de la boca, la transmisión de los
mensajes
sensoriales (es decir, calor, dolor, ruidos estridentes), el apetito, la
respiración, la
consciencia, la función cardíaca, la temperatura corporal, los
movimientos
musculares involuntarios, los estornudos, la tos, los vómitos y la deglución.
• Cerebelo (infratentorial o parte posterior del encéfalo) - está situado
en la
parte posterior de la cabeza y se encarga de coordinar los movimientos
musculares voluntarios y mantener la postura, la estabilidad y el
equilibrio.
¿Cuál es la causa de los tumores cerebrales?
La mayoría de los tumores cerebrales tienen anomalías de los genes que
participan en el control del ciclo celular, haciendo que las células
crezcan de manera no
controlada. Dichas anomalías se deben a alteraciones directas de los
genes o a
desarreglos de los cromosomas que hacen cambiar la función de un
gen.
Los pacientes que tienen ciertas enfermedades genéticas (por ejemplo,
la
neurofibromatosis, la enfermedad de Von Hippel-Lindau, el síndrome de
Li-Frameni y
el retinoblastoma) tienen también mayor riesgo de desarrollar tumores
del sistema
nervioso central. Existen también algunos informes de niños de la misma
familia que
desarrollaron tumores cerebrales sin tener ninguno de los síndromes
genéticos
anteriores.
Los investigadores han estudiado a los padres de niños que tienen
tumores
cerebrales y su exposición en el pasado a ciertas sustancias químicas.
Algunas
sustancias químicas pueden cambiar la estructura de un gen que
protege al cuerpo de las
enfermedades y del cáncer. Los trabajadores de las refinerías de
petróleo y de las
fábricas de caucho y los químicos tienen una mayor incidencia de
ciertos tipos de
tumores. Aún se desconoce la sustancia química tóxica (si es que existe
alguna) que está
relacionada con dicho aumento en el desarrollo de tumores.
Los niños que han recibido radioterapia en la cabeza como parte de un
tratamiento
previo para otros tumores malignos también tienen mayor riesgo de
desarrollar nuevos
tumores cerebrales.
¿Cuáles son los síntomas de un tumor cerebral?
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de un tumor
cerebral. Sin
embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los
síntomas varían
dependiendo del tamaño y de la ubicación del tumor. Muchos de los
síntomas están
relacionados con un aumento de la presión en el encéfalo o en esa
zona. En el cráneo no
hay espacio libre para ninguna otra cosa que no sean los delicados
tejidos del encéfalo y
su líquido. Cualquier tumor, tejido adicional o fluido puede ejercer
presión en el
encéfalo y provocar los siguientes síntomas:
• Aumento de la presión intracraneal (ICP) - causado por la presencia
de
tejidos o fluido adicional en el encéfalo. La presión puede aumentar
porque se
bloqueó uno o varios ventrículos que drenan líquido cefalorraquídeo
(CSF, el
fluido que rodea el encéfalo y la médula espinal) dejando líquido
atrapado en el
encéfalo. El aumento de la ICP puede causar lo siguiente:
• Dolor de cabeza.
• Vómitos (generalmente por la mañana).
• Náuseas.
• Cambios de personalidad.
• Irritabilidad.
• Somnolencia.
• Depresión.
• Disminución de las funciones cardíaca y respiratoria que, si no se
tratan, pueden
resultar en un estado de coma.
Los síntomas varían en función de la parte del encéfalo en la que se
encuentra el
tumor. Los síntomas de los tumores en el cerebro (la parte frontal del
encéfalo) pueden
incluir:
• Convulsiones.
• Alteraciones visuales.
• Dificultad al hablar.
• Parálisis o debilidad en una mitad del cuerpo o de la cara.
• Aumento de la presión intracraneal (ICP).
• Somnolencia o confusión.
• Cambios de personalidad.
Los síntomas de los tumores en el tronco del encéfalo (la parte media
del encéfalo)
pueden incluir:
• Convulsiones.
• Problemas endocrinos (diabetes, trastornos de la regulación hormonal
o ambos).
• Alteraciones visuales o visión doble.
• Dolores de cabeza.
• Parálisis de los nervios y músculos de la cara o de la mitad del cuerpo.
• Cambios respiratorios.
• Aumento de la presión intracraneal (ICP).
Los síntomas de los tumores en el cerebelo (la parte posterior del
encéfalo) pueden
incluir:
• Aumento de la presión intracraneal (ICP).
• Vómitos (generalmente por la mañana y sin náuseas).
• Dolor de cabeza.
• Falta de coordinación de los movimientos musculares.
• Problemas para caminar (ataxia).
Los síntomas de un tumor cerebral pueden parecerse a los de otras
condiciones o
problemas médicos. Siempre consulte al médico de su hijo para el
diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica un tumor cerebral?
Además del examen físico y la historia médica completos de su hijo, los
procedimientos para el diagnóstico de un tumor cerebral pueden incluir
lo siguiente:
• Examen neurológico- el médico de su hijo examinará los reflejos, la
fuerza
muscular, los movimientos de los ojos y de la boca, la coordinación y el
estado
alerta de este último.
• Tomografía computarizada (también llamada escáner CT o CAT.) procedimiento de diagnóstico por imágenes que utiliza una
combinación de
radiografías y tecnología computarizada para obtener imágenes de
cortes
transversales (a menudo llamadas "rebanadas") del cuerpo, tanto
horizontales
como verticales. Un escáner CT muestra imágenes detalladas de
cualquier parte
del cuerpo, incluyendo los huesos, los músculos, la grasa y los órganos.
La
tomografía computarizada muestra más detalles que las radiografías
comunes.
• Imágenes por resonancia magnética (MRI) - es un procedimiento de
diagnóstico que utiliza la combinación de imanes grandes,
radiofrecuencias y
una computadora para producir imágenes detalladas de los órganos y
las
estructuras internas del cuerpo.
• Radiografía - un examen de diagnóstico que utiliza rayos de energía
electromagnética invisible para obtener imágenes de tejidos internos,
huesos y
órganos en una placa.
• Escáner de los huesos - fotografías o radiografías de los huesos
tomadas tras
haber inyectado un líquido de contraste que es absorbido por el tejido
de los
huesos. Se utilizan para detectar tumores y anomalías en los huesos.
• Angiograma - se utiliza un líquido de contraste para visualizar todos los
vasos
sanguíneos que se encuentran en el cerebro a fin de detectar
determinadas clases
de tumores.
• Mielograma - radiografía de la columna; es similar a un angiograma.
• Punción lumbar/punción raquídea - se coloca una aguja especial en
la parte
baja de la espalda, en el interior del conducto raquídeo. Ésta es la zona
que rodea
la médula espinal. De esta manera se extrae una pequeña cantidad de
líquido
cefalorraquídeo (CSF) para ser analizado posteriormente. El líquido
cefalorraquídeo es el líquido que baña el encéfalo y la médula espinal.
El diagnóstico de un tumor cerebral depende fundamentalmente de los
tipos de
células en los que se originó el tumor y de la ubicación del mismo.
¿Cuáles son los distintos tipos de tumores cerebrales?
Entre los distintos tipos de tumores cerebrales se incluyen los siguientes:
• Gliomas: El tipo más frecuente de tumor cerebral es el glioma. Los
gliomas
comienzan en las células gliales, que son el tejido de sostén del
encéfalo. Existen
varios tipos de gliomas que se clasifican en función del lugar en que se
encuentran y
del tipo de células que originaron el tumor. Los diferentes tipos de
gliomas son los
siguientes:
o Astrocitomas: Los astrocitomas son tumores de células gliales que
derivan de
células de tejido conectivo llamadas astrocitos. Estas células pueden
encontrarse
en cualquier lugar del encéfalo o de la médula espinal. Los astrocitomas
constituyen el tipo de tumor cerebral más frecuente en los niños. Los
astrocitomas se suelen subdividir en tumores de alto grado y tumores de
bajo
grado. Los astrocitomas de alto grado son los más malignos de todos los
tumores
cerebrales. Además, los astrocitomas se clasifican según las señales que
presentan, los síntomas que causan, el tratamiento y el pronóstico. Sin
embargo,
todos estos elementos dependen de la ubicación del tumor. La
ubicación más
común de estos tumores es el cerebelo; por ello reciben el nombre de
astrocitomas cerebelares. Los pacientes suelen tener síntomas de
aumento de la
presión intracraneal, dolores de cabeza y vómitos. También se pueden
originar
dificultades en la marcha y la coordinación, así como visión doble.
o Gliomas del tronco del encéfalo: Los gliomas del tronco del encéfalo
son los
tumores que se encuentran en el tronco del encéfalo. La mayoría de los
tumores del tronco del encéfalo no se puede extraer quirúrgicamente
debido a
su ubicación remota y a las delicadas y complejas funciones que se
controlan
en esta área. Los gliomas del tronco del encéfalo se producen casi
exclusivamente en la infancia, principalmente en los niños en edad
escolar. El
niño generalmente no registra aumento de la presión intracraneal, pero
puede
presentar problemas como visión doble, dificultad para mover la cara o
un
lado del cuerpo o dificultades en la marcha y la coordinación.
o Ependimomas: Los ependimomas son también tumores de las células
gliales.
Generalmente se desarrollan en el revestimiento de los ventrículos o en
la
médula espinal. El lugar donde se suelen encontrar con más frecuencia
en los
niños es en las proximidades del cerebelo. El tumor a menudo obstruye
el flujo
de líquido cefalorraquídeo (el líquido que baña el encéfalo y la médula
espinal) causando un aumento de la presión intracraneal. Este tipo de
tumor
afecta principalmente a los niños menores de 10 años. Los
ependimomas
pueden crecer lentamente, en comparación con otros tumores
cerebrales, pero
pueden reaparecer una vez que se termina el tratamiento. Los
ependimomas
recurrentes son tumores más invasivos y presentan mayor resistencia al
tratamiento.
o Gliomas del nervio óptico: Los gliomas del nervio óptico se encuentran
en la
zona de los nervios que envía mensajes desde los ojos hasta el encéfalo.
A
menudo se encuentran en personas que padecen neurofibromatosis,
una
condición de nacimiento que hace que los niños sean más propensos a
desarrollar tumores en el encéfalo. Los pacientes suelen presentar
pérdida de
visión y problemas hormonales, ya que estos tumores generalmente
están
situados en la base del encéfalo donde se ubica el control hormonal.
Por lo
general son difíciles de tratar debido a que están rodeados de
estructuras
encefálicas muy sensibles.
• Tumores neuroectodérmicos primitivos (PNET): Los PNET pueden
aparecer en
cualquier parte del encéfalo de un niño, aunque la ubicación más
frecuente es la
parte posterior del encéfalo, cerca del cerebelo. Cuando aparecen en
esta zona se
denominan meduloblastomas. Los síntomas dependen de su ubicación
en el encéfalo
pero, por lo general, el niño experimenta un aumento de la presión
intracraneal.
Estos tumores crecen rápidamente y suelen ser malignos y, en ocasiones,
se
propagan a todo el encéfalo o a la médula espinal.
• Meduloblastomas: Los meduloblastomas son un tipo de PNET que se
encuentra
cerca de la línea media del cerebelo. Este tumor crece rápidamente y
a menudo
obstruye el drenaje del líquido cefalorraquídeo (el líquido que baña el
encéfalo y la
médula espinal), causando síntomas asociados con un aumento de la
presión
intracraneal (ICP). Las células de los meduloblastomas pueden
diseminarse (por
metástasis) a otras zonas del sistema nervioso central, especialmente
alrededor de la
médula espinal. Generalmente se requiere un tratamiento combinado
de cirugía,
radiación y quimioterapia para controlar estos tumores.
• Craneofaringioma: Los craneofaringiomas son tumores benignos que
aparecen en la
base del encéfalo, cerca de los centros hormonales y de los nervios que
van desde
los ojos al encéfalo. La mayoría de los pacientes que tienen este tipo de
tumor
desarrolla los síntomas antes de los 20 años de edad. Los síntomas
incluyen dolores
de cabeza y problemas en la visión. Los desequilibrios hormonales son
frecuentes e
incluyen la falta de crecimiento y baja estatura. También pueden
aparecer síntomas
de aumento de la presión intracraneal. Aunque estos tumores son
benignos, son
difíciles de eliminar debido a que están rodeados de estructuras
encefálicas muy
sensibles.
• Tumores de la región pineal: Cerca de la glándula pineal, que
contribuye a controlar
los ciclos del sueño y la vigilia, pueden desarrollarse muchos tumores
diferentes.
Los gliomas son frecuentes en esta región, al igual que los
pineoblastomas (PNET).
Además, los tumores de las células germinales, otro tipo de tumores
malignos,
también pueden aparecer en esta zona. Los tumores en esta área son
más frecuentes
en los niños que en los adultos y constituyen entre el 3 y el 8 por ciento
de los
tumores cerebrales pediátricos. Los quistes benignos de la glándula
pineal también
aparecen en este lugar, con lo que resulta difícil diferenciar entre un
tumor maligno
y uno benigno. Con frecuencia es necesario realizar una biopsia o
extraer el tumor
para distinguir si se trata de un tumor maligno o uno benigno. Los
pacientes que
tienen tumores en esta zona a menudo padecen dolores de cabeza o
síntomas de
aumento de la presión intracraneal. El tratamiento depende del tipo de
tumor y de su
tamaño.
Tratamiento de los tumores cerebrales:
El tratamiento específico para los tumores cerebrales será determinado
por el
médico del niño basándose en lo
siguiente:
• La edad de su hijo, su estado general
de salud y su historia médica.
• El tipo, la ubicación y el tamaño del
tumor.
• Qué tan avanzada está la
enfermedad.
• La tolerancia de su hijo a
determinados
medicamentos, procedimientos o
terapias.
• Sus expectativas para la trayectoria de la
enfermedad.
• Su opinión o preferencia.
El tratamiento puede incluir (solo o en combinación):
• Cirugía
La cirugía suele ser el primer paso para el tratamiento de los tumores
cerebrales.
El objetivo consiste en eliminar la mayor cantidad de tumor posible
manteniendo al mismo tiempo las funciones neurológicas. También se
recurre a
una cirugía cuando se debe realizar una biopsia para examinar los tipos
de
células que constituyen el tumor y obtener un diagnóstico. Esto se suele
hacer
cuando el tumor está rodeado de estructuras sensibles que pueden
dañarse al
extraerlo.
• Quimioterapia / Radioterapia
• Esteroides (para tratar y prevenir la inflamación, especialmente en el
encéfalo).
• Medicamentos anticonvulsivos (para tratar y prevenir las convulsiones
asociadas con el aumento de la presión intracraneal).
• Derivación ventriculoperitoneal (también conocida como derivación
VP).
Se puede colocar una derivación VP en la cabeza a fin de drenar el
exceso de
líquido desde el interior del encéfalo. Dicha derivación ayuda a
controlar la
presión que se genera en el interior del encéfalo.
• Punción lumbar o raquídea (para medir la presión en el sistema
nervioso central,
detectar células sospechosas y administrar medicación si es necesario).
• Trasplante de médula ósea.
• Cuidados de apoyo (para tratar los efectos secundarios del tumor o
del
tratamiento).
• Rehabilitación (para recuperar las capacidades motoras y la fuerza
muscular
perdidas; en el equipo de cuidados de la salud pueden participar
fisioterapeutas y
terapeutas ocupacionales y del habla).
• Antibióticos (para tratar y prevenir las infecciones).
• Seguimiento continuo (para controlar la enfermedad, detectar
reapariciones del
tumor y controlar los efectos tardíos del tratamiento).
Perspectivas a largo plazo para un niño con un tumor cerebral:
El pronóstico depende en gran medida de lo siguiente:
• El tipo de tumor.
• Qué tan avanzada está la enfermedad.
• El tamaño y la ubicación del tumor.
• La presencia o ausencia de metástasis.
• La respuesta del tumor a la terapia.
• La edad y el estado de salud general de su hijo.
• La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos,
procedimientos o
terapias.
• Nuevos acontecimientos en el tratamiento.
Como sucede con cualquier tipo de cáncer, el pronóstico y la
supervivencia a largo
plazo pueden variar mucho según el individuo. La atención médica
inmediata y una
terapia agresiva contribuyen a un mejor pronóstico. El seguimiento
continuo es esencial
para un niño al que se le diagnostica un tumor cerebral. Los efectos
secundarios de la
radioterapia y la quimioterapia, así como la aparición de nuevas
enfermedades
malignas, pueden presentarse en los sobrevivientes de los tumores
cerebrales.
Tal vez se deba extender el período de rehabilitación para recuperar las
capacidades
motoras y la fuerza muscular perdidas. Los fisioterapeutas, terapeutas
del habla y
ocupacionales pueden participar en algún tipo de rehabilitación. Es
necesario realizar
más investigaciones para mejorar los tratamientos, reducir los efectos
secundarios de los
tratamientos y encontrar una cura para esta enfermedad.
Continuamente se descubren
nuevos métodos para mejorar el tratamiento y reducir los efectos
secundarios.
CRANEOTOMIA
El cerebro (encéfalo) está localizado
dentro del cráneo,
el cual está formado por una serie de
huesos. El cráneo
protege y sostiene el cerebro.
La cirugía de cerebro se lleva a cabo
para tratar:
• Tumores cerebrales
• Sangrado (hemorragia) o coágulos
de sangre
producidos por lesiones (hematoma
subdural o
epidural)
• Debilidad de los vasos sanguíneos
(aneurisma
cerebral)
• Daño en los tejidos que cubren el
cerebro
(duramadre)
• Cavidades infectadas en el cerebro
(abcesos
cerebrales)
• Dolor severo nervioso o facial
(neuralgia del
trigémino o tic doloroso)
• Epilepsia
La craneotomía es un procedimiento
quirúrgico que permite entrar al
cerebro a
través del cráneo. Se afeita el cuero
cabelludo para practicar una incisión
y
luego se hace una perforación a
través del
cráneo. Se quita un pedazo del
cráneo
mientras el cerebro es operado y se
vuelve a colocar antes de suturar el
cuero
cabelludo.
Los resultados dependen del origen,
la
severidad y la ubicación del
problema.
CRANIOTOMIA FOSA POSTERIOR
Técnica quirúrgica
TECNICA QUIRURGICA
Sentada
Esta posición describe la figura del paciente con la espalda elevada en
el plano
vertical 60 – 90°, con los brazos flexionados sobre el tronco, las piernas
flexionadas y
rodillas a nivel del corazón. Esta posición es adoptada lentamente, en
algunos casos con
una carga de líquidos (5 ml/kg de NaCl 0.9%), previos a la inducción y
colocación de la
Posición, con el objeto de evitar alteraciones hemodinámicas. El
trandsuctor de presión
arterial debe calibrarse a nivel del meato auditivo o del punto más alto
de la cabeza del
paciente, con el fin de asegurar una adecuada perfusión cerebral (por
cada 1.25 cm por
arriba del nivel del corazón, la presión arterial local se reduce
aproximadamente 1
mmHg) y mantenerse durante la colocación de la posición y durante
todo el
procedimiento quirúrgico. Es probable, que la presión arterial sistémica
sea mucho
mayor que la presión arterial media a nivel del transductor, por lo que
en pacientes con
alteraciones cardiovasculares o historia de cardiopatía isquémica, se
tengan que tomar
mediadas apropiadas. Debe evitarse el estiramiento de la médula
cervical y prevenirse la
obstrucción del drenaje venoso de la lengua y de la cara, manteniendo
al menos 3 cm
entre la barbilla del paciente y el tórax y evitando la excesiva rotación
del cuello,
especialmente en pacientes ancianos.
Para el cirujano, esta posición tiene las ventajas de mejor exposición
quirúrgica
y orientación anatómica a las estructuras de la línea media, mayor
flexión y rotación del
cuello, sin obstrucción del drenaje venoso, menor sangrado debido a
menor presión
intratorácica, mejoría del drenaje del LCR y sanguíneo y eliminación de
los riesgos de
compresión del globo ocular. Para el anestesiólogo las ventajas
incluyen, menor presión
de vías aéreas y facilidad de excursión diafragmática, acceso al tórax y
al tubo
endotraqueal, para mejor monitorización de las vías aéreas, acceso a
las extremidades
para monitorización y administración de sangre, líquidos y
determinación de pH y gases
arteriales, visualización de la cara para observación de las respuestas
motoras durante
estimulación de nervios craneales y acceso a la pared anterior del tórax
para
reanimación cardiopulmonar en el caso de colapso cardiocirculatorio.
Las contraindicaciones relativas de la posición sedente incluyen,
defectos intracardiacos
conocidos(foramen ovale permeable), malformaciones arteriovenosas
pulmonares,
hipovolemia severa, caquexia, hidrocefalia severa y lesiones de gran
vascularidad.
La elevación de la cabeza por arriba del nivel del corazón, produce
una disminución en
la presión de los senos durales, que disminuye el sangrado venoso y
aumenta el riesgo
de embolismo aéreo venoso. Los efectos cardiovasculares secundarios
a esta posición
incluyen aumentos en las resistencias vasculares sistémicas y
pulmonares, disminución
en el gasto cardiaco, retorno venoso y de la presión de perfusión
cerebral. Los efectos
cardiovasculares son más pronunciados en esta posición que en la
posición horizontal,
independientemente de la patología cardiaca intrínseca del paciente o
secundarios a la
manipulación de los nervios craneales o del tallo cerebral.
La capacidad vital y capacidad funcional residual mejoran en la
posición
sedente. Sin embargo, la hipovolemia relativa puede disminuir la
perfusión de las zonas
superiores del parénquima pulmonar, ocasionando anormalidades de la
ventilaciónperfusión
e hipoxemia.
Decúbito prono
Es una alternativa a la posición sedente, con menor incidencia de
embolismo aéreo. El
acceso a las estructuras de la fosa posterior y la facilidad de
manipulación de la cabeza,
no son tan favorables como en la posición sedente. En esta posición
puede ocurrir
compresión de los globos oculares y ocasionar ceguera por trombosis
de la arteria
retiniana, en el caso de no usar suspención de la cabeza con el cabezal
de pinchos. El
edema conjuntival es otracomplicación de la posición, pero se resuelve
espontáneamente. La estasia venosa es otra complicación e esta
posición, por lo que
deben tomarse medidas para evitar las complicaciones de trombosis
venosa profunda,
especialmente en pacientes ancianos.
Decúbito lateral
Posición lateral o tres cuartos de pronación: Esta posición se usa, para
procedimientos
neuroquirúrgicos unilaterales de la porción superior de la fosa posterior.
Las
complicaciones asociadas con esta posición incluyen la compresión del
plexo braquial,
y la compresión neurovascular. Los brazos del paciente deben
descansar en actitud
cómoda. El brazo superior, debe descansar sobre su costado o sobre
una mesa en
semiflexión. El brazo inferior, se recomienda colocarlo a lo largo del torso
del paciente,
y mantener un rollo de tela bajo el tórax, para evitar la compresión. Es
mucho mejor
dejar el brazo dependiente del paciente (inferior), colgando de la mesa
quirúrgica y
suspendido en una férula de algodón y venda elástica, sujetado en
posición natural, sin
compresión y con el dedal del oxímetro de pulso en ésta mano. Si el
paciente no está
suspendido en el cabezal de pinchos, la compresión del globo ocular
contralateral,
puede ocasionar trombosis de la arteria retiniana y ceguera.
Rasurado
Asepsia y antisepsia
Incisión
Occipito-cervical mediana o en forma de bastón, previa infiltración de
piel y
tejido
subcutáneo con lidocaina al 0,5 % y epinefina.
El primer agujero de trépano se puede colocar en la región
medial al asterion
Fotografía de cráneo que muestra la colocación del trépano
a nivel asterional y su relacion con los senos venosos
transverso y sigmoides.
Osteoclástica u osteoplástica suboccipital
se retira también el arco posterior
del atlas
y ocasionalmente del axis
Craneotomía
Colocamos el retractor automático de Apfelbaum o de Leyla y
posteriormente el
microscopio quirúrgico.
Duramadre
Exponiendo los hemisferios cerebelosos, el vermis y la cisterna magna.
Osteoclástica u osteoplástica suboccipital
se retira también el arco posterior del atlas
y ocasionalmente del axis
Protegemos la duramadre y el parenquima sano con cotonoides
húmedos
Ayudados de coagulación bipolar, espátulas cerebrales, microtijera y
Microdisectores
disecamos el tejido tumoral, tomando muestras para el estudio
anatomo-patológico, con
pinzas de Allygator, y enviándolas al laboratorio en solución salina.
Mediante tracción cuidadosa y fragmentación se extirpa la tumoración
preservando las
estructuras anatómicas vitales subyacentes y succionando
directamente el componente
friable de la lesión realizamos Hemostasia en el lecho tumoral con
electrocauterio
bipolar y gelfoam.
Suturamos la duramadre, los planos musculares y la piel
Colocamos finalmente apósitos y vendaje.
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