SC -T- No - Corte Suprema De Justicia

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República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
Sala de Casación Civil
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACION CIVIL
AC143-2014
Radicación n° 11001-02-03-000-2013-02020-00
Bogotá D.C., veinticuatro (24) de enero de dos mil
catorce (2014).
Resuelve la Corte lo pertinente respecto del recurso de
queja interpuesto por el demandado frente al auto de 17 de
junio de 2013, por medio del cual la Sala Civil-Familia del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla
declaró desierto el de casación del fallo de 22 de agosto de
2011, dictado dentro del proceso ordinario de Doris Elena
Gómez Aguirre contra José del Carmen Barros Redondo.
ANTECEDENTES
1.-
La actora pidió declarar que entre ella y el
demandado existió una unión marital de hecho, desde el 18
de enero de 1991 hasta el 3 de noviembre de 2000, con la
consecuente
sociedad
patrimonial
entre
compañeros
Radicación FGG n° 11001-02-03-000-2013-02020-00
permanentes, que está disuelta y debe liquidarse (folios 3 y
4, cuaderno 1).
2.-
El Juzgado Cuarto de Familia de Barranquilla
desestimó tales súplicas, en fallo de 30 de enero de 2006,
que apeló la promotora (folios 926 al 980, cuaderno 1).
3.-
El superior, en sentencia de 22 de agosto de
2011, revocó la decisión y, en su lugar, declaró la existencia
de la unión marital de hecho y sociedad patrimonial entre
las partes, desde el 18 de enero de 1991 hasta el 3 de
noviembre de 2000, fecha de su disolución, y ordenó su
liquidación (folios 117 al 127, cuaderno 10).
4.-
El opositor recurrió en casación y ofreció prestar
caución para responder por los perjuicios que pudiese
ocasionar a su contendiente con la suspensión de lo
resuelto (folio 130, cuaderno 10).
5.-
En relación con esa impugnación se presentaron
las siguientes situaciones:
a.-) Fue concedida en auto de 12 de diciembre de
2011, sin exigir garantía porque «la unión marital de hecho
es una especie de estado civil” (folios 149 y 160, cuaderno
10).
b.-) La Corte declaró prematuro el pronunciamiento
del ad quem, en auto de 16 de marzo de 2012, en vista de
que el «fallo opugnado no versa exclusivamente sobre el
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Radicación FGG n° 11001-02-03-000-2013-02020-00
estado civil», pues, el mismo comprendía la disolución y
liquidación de la comunidad de bienes, que es susceptible
de cumplimiento (folios 17 al 22).
c.-) El juzgador de segundo grado procedió así:
(i)
Designó perito para cuantificar las pretensiones
del libelo, el 17 de julio de ese mismo año (folios 157 y 158,
cuaderno 10).
(ii)
Concedió el recurso extraordinario, el 4 de
diciembre siguiente, ordenando al interesado pagar los
portes, suministrar dentro de los tres (3) días siguientes a la
ejecutoria lo necesario para expedir las copias requeridas
para el cumplimiento del fallo y «prestar caución para
efectos de la suspensión del cumplimiento de la sentencia;
por valor de $1.405.121,68, la cual podrá ser prestada en
dinero, compañía de seguros, real o bancaria” (folios 172 al
174, cuaderno 10).
(iii)
Repuso el anterior proveído, el 6 de marzo de
2013, en cuanto al monto de la garantía, que fijo en un mil
cuatrocientos trece millones ciento setenta y cuatro mil
novecientos cincuenta y seis pesos ($1.413’174.956), a
constituir en diez (10) días «contados a partir de la
notificación del presente auto» (folios 190 al 192, cuaderno
10).
(iv)
Declaró desierto «el recurso extraordinario de
casación interpuesto por la parte demandada», el 17 de junio
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Radicación FGG n° 11001-02-03-000-2013-02020-00
de 2013, porque «el no haber aportado la caución para
suspender el cumplimiento de la sentencia, si bien no
impedía el trámite del recurso de casación; lo cierto es que el
no suministro de lo necesario para la expedición de las
copias por parte del recurrente dentro de los términos
señalados trae como consecuencia» ese efecto (folios 160 al
163, cuaderno 10).
d.-) El
contradictor
pidió
reponer
el
último
pronunciamiento citado y, en subsidio, que se le expidieran
«copias de la providencia recurrida y de las demás piezas
conducentes para interponer el recurso de queja» (folios 164
al 167, cuaderno 10).
e.-) El Tribunal rechazó por improcedente el ataque
horizontal e impartió las instrucciones necesarias para
acudir por esta vía, el 17 de julio de 2013 (folios 181 y 182,
cuaderno 10).
6.-
El costo de las reproducciones dispuestas fue
pagado el 24 próximo (folio 185, cuaderno 1); el 12 de
agosto se dio aviso para su retiro, lo que aconteció el 15, y
se presentó la sustentación el 23 de agosto (folios 1 al 9),
todo ello en términos.
7.-
El censor argumenta que es procedente el
reclamo porque el artículo 373 del Código de Procedimiento
Civil establece que:
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Radicación FGG n° 11001-02-03-000-2013-02020-00
(…) el recurso ordinario de queja cabe “cuando se deniegue el de
casación” referencia que resulta ser suficientemente amplia para
permitir que allí queden comprendidas todas las providencias
mediante las cuales el ad quem decida no darle trámite al
recurso
de
casación,
bien
sea negando
su
concesión
o
declarándolo desierto. Si el legislador no hizo diferenciación
alguna, mal puede hacerla el intérprete, máxime si dicha
distinción conduce a la privación del ejercicio del derecho a la
impugnación.
8.-
Por
secretaría
se
corrió
el
correspondiente
traslado mediante fijación en lista el 29 de agosto de 2013
(folio 12), habiéndose guardado silencio por su contradictor.
9.-
Con antelación a resolver lo correspondiente a la
queja, se rechazó de plano la nulidad que en el mismo
escrito planteó el inconforme, mediante proveído de 25 de
noviembre de esa misma anualidad.
CONSIDERACIONES
1.-
Los medios de contradicción que confiere la ley
procesal a los litigantes, como un mecanismo para hacer
que
la
misma
administración
de
justicia
enmiende
cualquier yerro en su actuar, no son ilimitados ni ajenos al
procedimiento, pues, para su ejercicio hay que tener en
cuenta que son taxativos, además de que cada uno posee
unas particularidades que los diferencian y los convierten
en idóneos para atacar las decisiones de los falladores.
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Radicación FGG n° 11001-02-03-000-2013-02020-00
La Sala sobre el particular, en auto del 21 de marzo de
2013, Rad. 2012-00973, precisó que
A pesar de que los recursos se encuentran instituidos como
garantías procesales, para evitar la perennidad de los yerros en
que pueda incurrir el funcionario judicial, no son ajenos a la
regulación que de ellos se hace en las normas adjetivas. Es así
como
obedecen
a
patrones
de
restricción,
oportunidad,
demostración y cumplimiento de las cargas procesales que les
son implícitas, como el pago de expensas y portes, en los casos
que lo requieran (…) Sobre la especificidad que los caracteriza,
tiene dicho la Corte que “[e]n el foro colombiano absolutamente
nadie discute el carácter extraordinario del recurso de casación,
lo que traduce, si se quiere, que en su ámbito es mayor el apogeo
del principio de la taxatividad que rige a todos los medios de
impugnación. A ello bien puede adicionarse que las normas
excepcionales son de interpretación estricta y alcance restricto, a
fin de encontrar, en la sumatoria de los argumentos expuestos,
que el singular recurso no es viable respecto de todas las
providencias judiciales sino sólo frente a las que la legislación
determina como susceptibles del mismo” (auto del 14 de enero de
2003, exp. 2002-00213).
2.-
Los artículos 25, 370 y 377 del Código de
Procedimiento Civil, en lo que se refiere al recurso
extraordinario de casación, señalan con estrictez qué clase
de providencias son susceptibles de impugnar por vía de
queja, circunscribiéndolo al auto que lo deniega y al que lo
declara desierto, pero, en este último caso, únicamente
cuando el censor no presta la colaboración necesaria para
cuantificar su interés.
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Radicación FGG n° 11001-02-03-000-2013-02020-00
3.-
Tienen trascendencia en este caso en particular
lo que a continuación se relaciona:
a.-) Que el demandado recurrió en casación la
sentencia de segundo grado (folio 130, cuaderno 10).
b.-) Que el Tribunal concedió la impugnación en auto
de 4 de diciembre de 2012, en el cual se señalaron al
opugnador algunas cargas procesales (folios 172 al 174,
cuaderno 10).
c.-) Que en pronunciamiento de 17 de junio de 2013,
se declaró desierto «el recurso extraordinario de casación
interpuesto por la parte demandada», como consecuencia del
incumplimiento de los deberes impuestos (folios 160 al 163,
cuaderno 10).
d.-) Que el cuestionamiento se propone frente a esta
última decisión (folio 3).
4.-
La queja planteada es inviable, toda vez que el
recurso de casación no fue denegado sino que por el
contrario se concedió.
El que se truncara su curso, derivando en deserción,
fue el producto de la insatisfacción de obligaciones que
competían al interesado y cuyo control corresponde al
fallador de segunda instancia, sin que este supuesto
corresponda a alguno de los que expresamente contempla la
ley como susceptibles de examen por esta senda.
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Radicación FGG n° 11001-02-03-000-2013-02020-00
Como
se
señaló
con
antelación,
solamente
se
contempla la queja por deserción del recurso en el evento
del artículo 370 del estatuto procesal civil, esto es, cuando
antes de pronunciarse el Tribunal sobre la procedencia o no
del ataque, se requiere de la colaboración de la parte
afectada en la cuantificación del interés, entendiéndose
renuente a ello. Situación que difiere ostensiblemente de la
que aquí acontece.
5.-
La Corporación en auto de 8 de junio de 2010,
Rad. 2010-00563, al respecto recalcó que
De conformidad con lo establecido en el art. 377 del C. de P.C., y
en relación con lo que es materia del pronunciamiento de la
Corte, debe tenerse en cuenta que el recurso de queja procede
contra el auto que deniegue el de casación, y no contra el que lo
declara desierto, salvo el evento especial consagrado en el art.
370 del C. de P.C., que no tiene ocurrencia en el asunto que se
resuelve (…) Ya la Corte ha tenido oportunidad de pronunciarse
sobre esta temática así: “el auto que declara desierto el recurso
de casación y el que niega la concesión del interpuesto, si bien
aparentemente son decisiones que por alguno de sus efectos
permiten asimilarlas, no son sin embargo idénticas, desde luego
que cada una corresponde a situación jurídicamente diferente.
Obedece el primero de dichos autos al supuesto de que, por la
omisión de una conducta de realización facultativa establecida
en el exclusivo interés de un litigante, su inactividad conduce a
situarlo en posición desfavorable en el proceso, como es, por
ejemplo la ejecutoria de una providencia que le es perjudicial; el
segundo en cambio corresponde a la hipótesis de que el juez de
instancia, por estimar que el recurso de casación interpuesto es
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Radicación FGG n° 11001-02-03-000-2013-02020-00
improcedente según la ley, deniega la concesión” (auto de 27 de
agosto de 1975, sin publicar).
6.-
En consecuencia, como se arremete contra una
providencia que no es susceptible de este escrutinio, no se
avocará su estudio.
DECISIÓN
Con base en lo anteriormente expuesto, la Corte
Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil,
RESUELVE
Primero: Rechazar, por improcedente, el recurso de
queja del demandado frente al auto de 17 de junio de 2013,
por medio del cual la Sala Civil-Familia del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Barranquilla declaró
desierto el de casación del fallo de 22 de agosto de 2011,
dictado dentro del proceso ordinario de Doris Elena Gómez
Aguirre contra José del Carmen Barros Redondo.
Segundo: Devolver la actuación a la oficina de origen.
Notifíquese
FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ
Magistrado
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