los antiangiogénicos contribuirán a cronificar el

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Clase Magistral “Cáncer de mama & Angiogénesis”
Madrid, 13 de septiembre
LOS ANTIANGIOGÉNICOS CONTRIBUIRÁN A
CRONIFICAR EL CÁNCER DE MAMA AVANZADO
•
Cuando el tumor se ha diseminado, el objetivo es utilizar tratamientos
que retrasen todo lo posible la aplicación de nuevas terapias
•
España, a través de GEICAM, encabeza en Europa la investigación de
tratamientos antiangiogénicos
•
El grupo ha diseñado y lidera un estudio europeo que combina terapia
hormonal con antiangiogénesis
•
El reto actual es poder contar con marcadores biológicos que identifiquen
a las pacientes que responden a estos fármacos
Madrid, 13 de septiembre de 2010.- Hace más de tres décadas que los expertos
saben que es posible ponerle freno al cáncer inhibiendo el proceso conocido como
angiogénesis. Un proceso a través del cual los tumores generan nuevos vasos
sanguíneos de los que se nutren para seguir creciendo. Puede parecer que ha pasado
demasiado tiempo desde que el investigador norteamericano Judah Folkman hiciera
aquel descubrimiento, pero el volumen de conocimiento no ha cesado y el verdadero
beneficio clínico que aporta esta estrategia ha comenzado a recoger sus frutos en los
últimos años.
“En el caso concreto del cáncer de mama, los antiangiogénicos pueden contribuir a
cronificar la enfermedad en fase avanzada. Un objetivo impensable en otros tumores
pero que en éste podemos plantearnos porque la oferta de opciones es cada vez
mayor y con ellas conseguimos que pase más tiempo entre las distintas líneas de
tratamiento”, asegura la doctora Ana Lluch, del Servicio de Oncología del Hospital
Clínico de Valencia, que participa hoy en una clase magistral para medios sobre
Cáncer de mama & Angiogénesis, organizada por la Fundación Grupo Español de
Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), en colaboración con Roche Farma.
Según el doctor Juan de la Haba, oncólogo del Hospital Reina Sofía de Córdoba, si se
pone en un lado de la balanza la cantidad de experiencia de laboratorio publicada y se
compara con el conocimiento que ha llegado a la cama del enfermo, se puede decir
que “el uso de la antiangiogénesis aún está en pañales y que sólo un 10% de lo
comprendido ha llegado a la práctica clínica. Son fármacos que apenas tienen diez
años de vida. Ahora bien, ya representan una esperanza para muchos pacientes con
distintos tumores, entre ellos el de mama. En algunos, como el renal, directamente se
han convertido en una oportunidad única dada la escasez de posibilidades”.
Y es que el control de la angiogénesis, sobre el papel, es una estrategia válida para
cualquier tumor. “Es un proceso fisiológico extremadamente complejo presente en
todos los tejidos. Por eso es razonable prever su utilidad para una gran variedad de
carcinomas y, de hecho, Bevacizumab, que es el antiangiogénico más desarrollado
hasta la fecha, tiene aprobadas varias indicaciones. No obstante, es probable que
luego cada tumor tenga sus propio mecanismo de regulación de la angiogénesis
porque hemos visto que frente a unos se consiguen diferentes resultados que frente a
otros”, explica el doctor de la Haba.
Mayor supervivencia
El de mama es uno de los tumores en los que está demostrado que la angiogénesis
juega “un papel importante”, según la doctora Lluch, aunque la experiencia disponible
por ahora sea sólo en enfermedad avanzada. “En las pacientes con metástasis
sabemos que si añadimos un antiangiogénico ampliamos el tiempo durante el cual
vivirán sin que la enfermedad progrese. En la última reunión monográfica sobre cáncer
de mama en San Antonio, Estados Unidos, se presentaron datos que mostraron un
aumento de la supervivencia libre de progresión que se pudo cifrar entre 5 y 2,5
meses. Esto significa una reducción del riesgo de que la enfermedad progrese en
entre el 31 y el 52% de las pacientes. Puede no parecer mucho pero para las
enfermas es esencial retrasar todo lo posible la aplicación de un nuevo tratamiento”,
aclara esta experta.
Antiangiogénesis para prevenir recaídas
Aunque aún no existen datos que avalen el uso de esta estrategia en pacientes
sometidas a cirugía, la doctora Lluch asegura que actualmente GEICAM participa en
un estudio que incluye pacientes HER2 positivo para probar el beneficio de la terapia
adyuvante. “La idea es añadir el antiangiogénico Bevacizumab a otra terapia dirigida,
el anti-HER 2 Trastuzumab. En un año o año y medio podremos saber si es una
opción a tener en cuenta”, comenta.
El uso de antiangiogénicos en cáncer de mama debe cumplir siempre un requisito
cuando se aplica por primera vez: combinarse con quimioterapia. El doctor de la Haba
asegura que en una enfermedad tan heterogénea actuar en una sola dirección no
suele dar buenos resultados. A esta necesidad hay que sumar un desafío: ser capaces
de identificar qué pacientes se van a beneficiar más del tratamiento antiangiogénico.
“Hasta que dispongamos de marcadores biológicos que nos den esa información,
tendremos que seleccionar las pacientes en función de características clínicas y
biológicas, como la edad, si son triple negativas,… No obstante, necesitamos estudios
que nos indiquen quiénes se benefician más de la medicación”, admite la doctora
Lluch.
El doctor de la Haba es optimista y cree que se descubrirán esos factores predictivos,
pero mientras tanto advierte que no cabe descartar el uso de un fármaco en una
enfermedad tan grave. “Hacerlo requiere un grado de certeza muy alto. No obstante, si
bien es cierto que todas las pacientes son candidatas a ser tratadas con
antiangiogénicos, no lo es menos que debemos esforzarnos por optimizar este
recurso. Por eso es importante identificar lo antes posible a las no respondedoras. De
ese modo estaremos ahorrando un gasto al sistema y a la paciente la exposición
innecesaria a un tratamiento”, advierte este experto.
Liderazgo de GEICAM
Sólo en el ámbito específico de los tratamientos antiangiogénicos, GEICAM participa
en cuatro estudios internacionales probando su potencial como terapias adyuvantes
(tras cirugía), neoadyuvante (antes de la cirugía) y en fases metastásicas. El esfuerzo
del grupo sitúa a España a la cabeza de los países que analizan este tipo de
fármacos. “Además de participar en grandes ensayos, desde GEICAM se aportan
ideas. Una de ellas, la más reciente, parte de una hipótesis: ver si es posible regular
hormonas y angiogénesis y que eso repercuta bien en una mayor eficacia de la terapia
hormonal, bien del tratamiento antiangiogénico sin que en ningún caso suponga un
incremento de la toxicidad”, explica el doctor de la Haba. Este estudio, conocido con el
nombre de LEA, está liderado por GEICAM y en él también participa Alemania. De las
270 pacientes incluidas, 189 son españolas.
Fundación GEICAM
La Fundación GEICAM es el grupo líder en investigación en cáncer de mama en España, y
cuenta en la actualidad con un reconocido prestigio tanto nacional como
internacionalmente. Actualmente está constituido por cerca de 500 expertos, que
trabajan en más de 140 hospitales de toda España. Entre sus principales objetivos
está promover la investigación, tanto clínica como básica, la formación médica
continuada, y la divulgación para facilitar la información a las afectadas acerca de los
tratamientos y sus efectos secundarios, y así promover su participación en ensayos
clínicos.
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