El estudio LEA, que incluye pacientes españolas y alemanas, ha analizado si la antiangiogénesis puede favorecer la respuesta al tratamiento hormonal UNA INVESTIGACIÓN DE GEICAM PODRÍA IDENTIFICAR SI EXISTE UN SUBGRUPO DE PACIENTES CON CÁNCER DE MAMA QUE MEJOREN AÑADIENDO UN ANTIANGIOGÉNICO A LA TERAPIA HORMONAL Aunque los datos globales no muestren un incremento significativo de la supervivencia libre de progresión, el estudio sugiere que las pacientes hormonosensibles de peor pronóstico podrían beneficiarse de la terapia experimental. GEICAM examinará los datos de este trabajo, pionero a nivel mundial, para intentar saber qué pacientes podrían mejorar gracias a esta combinación experimental. Madrid, 29 de enero de 2013.- Probar la eficacia y seguridad de combinar terapia antiangiogénica y hormonal era el objetivo del estudio LEA, una investigación pionera a nivel mundial liderada por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), en la que han participado 380 mujeres de nuestro país y de Alemania. A pesar de que los resultados disponibles no han mostrado globalmente una mejoría en la supervivencia libre de progresión, GEICAM va a analizar los datos por subgrupos ante la hipótesis de que se pueda identificar un perfil de mujeres que sí se beneficiarían de esta estrategia. Así se ha puesto de manifiesto hoy en una Reunión sobre Cáncer de Mama celebrada en Madrid con la colaboración de Roche, y coordinada por los doctores Miguel Martín, del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y presidente de GEICAM, y Ana Lluch, del Hospital Clínico de Valencia. Este estudio ha analizado de forma prospectiva y controlada la sinergia derivada de utilizar la terapia hormonal sola o en combinación con el antiangiogénico Bevacizumab en primera línea de Cáncer de Mama metastásico. Los expertos participantes en el estudio partían de la hipótesis de que la combinación de fármacos antihormonales y antiangiogénicos no sólo permitiría una actuación dual sobre el tumor y su vasculatura, sino que sería capaz de interrumpir las comunicaciones intracelulares que estimulan la síntesis de VEGF (el mediador clave de la angiogénesis) y estimular el crecimiento del tumor. El estudio LEA evidencia que con la administración de Bevacizumab y una terapia hormonal no se alcanza una diferencia significativa en la supervivencia libre de progresión del tumor frente a la administración de terapia hormonal únicamente. Sin embargo, tal y como señala el doctor Martín, “el estudio sí parece sugerir la posible eficacia de combinar una terapia hormonal y un antiangiogénico como Bevacizumab en el subgrupo de pacientes con tumores de mama previamente expuestas al tratamiento con hormonas. La investigación realizada en el estudio LEA se basa en la necesidad de revertir las causas biológicas que condicionan la resistencia a la hormonoterapia de algunos tumores de mama, siendo la neovascularización exacerbada del tumor una de ellas”. El doctor Martín añade que el estudio LEA presenta unas curvas de supervivencia muy parecidas a las de los estudios de quimioterapia. “Al añadir Bevacizumab se redujo el riesgo de que la enfermedad progresara un 17%. En ese sentido, la diferencia no fue significativa, en particular porque precisaría una mayor potencia estadística ante una evolución del grupo control distinta de la estimada a priori. No obstante, sería posible que un subgrupo de pacientes se beneficiase de añadir un antiangiogénico a la terapia hormonal. En cualquier caso, aún es prematuro aventurar datos hasta que no terminemos de cerrar la base de datos y procedamos entonces al análisis definitivo de subgrupos”.