ETIOLOGÍA La toxoplasmosis es una enfermedad causada por el protozoo Toxoplasma gondii, pertenece a la familia Sarcocystidae, del género Toxoplasma1, un parásito intracelular obligado. Este parásito infecta a gran parte de los animales de sangre caliente, incluido el humano, siendo capaz de invadir a la mayoría de las células nucleadas.2 La infección en humanos puede provenir de: Transfusiones de sangre o trasplante de órganos sólidos Manejo inadecuado de los excrementos de gato, que puede llevar al consumo accidental de partículas infecciosas Ingerir tierra contaminada Comer carne cruda o mal cocida (de cordero, cerdo o res)3 Entre los animales de importancia epidemiológica están los de consumo habitual (cerdo, ovino, bovino, caprinos etc.) y los no tradicionales (como la liebre, vizcacha, etc.), también las aves y los insectos (moscas, cucarachas, etc.) pueden ser portadores y diseminadores del parásito.1 El huésped definitivo es el gato, o miembros de su familia, que tras ingerir alguna de las formas del parásito sufre en las células epiteliales de su intestino un ciclo asexual y luego un ciclo sexual, eliminándose en sus heces millones de ooquistes. Cuando estos esporulan se vuelven infecciosos pudiéndose infectar otros animales por su ingestión. Por debajo de 4 grados C, o por encima de 37, no se produce la esporulación y los ooquistes no son infecciosos.4 Bibliografía: http://www.monografias.com/trabajos12/toxoplas/toxoplas.shtml http://www.buenastareas.com/ensayos/Toxoplasmosis/869005.html http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000637.htm http://www.ctv.es/USERS/fpardo/vihtoxo.htm ANTECEDENTES La toxoplasmosis es la zoonosis parasitaria más difundida en la naturaleza, su incidencia varía de un lugar a otro afectando del 4 al 98% de la población mundial, estas variaciones se atribuyen a factores geográficos, sociológicos, económicos y ambientales. Dentro de la toxoplasmosis humana la que suscita mayor atención por su gravedad es la infección congénita, la cual se produce cuando la mujer sufre una primoinfección por T. gondii durante el embarazo, por lo que es importante localizar a las gestantes seronegativas. El riesgo de infección de adquisición reciente en una población de embarazadas depende tanto de la tasa de infección primaria en esa área geográfica específica y del número de sujetos que no han sido infectados previamente. Estudios indican que aproximadamente del 39 al 50% de las mujeres infectadas por primera vez durante el embarazo, no tratadas, dan lugar a hijos infectados. La incidencia de infección congénita varía de un lugar a otro pero puede oscilar entre 100 y 800 por 100.000 nacimientos. En nuestro país no se han realizado estudios serios para determinar la incidencia de infección por T. gondii en ningún nivel de población. EL PROBLEMA Según el reporte de la Revista Ecuatoriana de Higiene y Medicina Tropical MSP, volumen 43, explica lo siguiente: Pese a que los exámenes para la detección del TORCH (Toxoplasmosis, Rubéola, Citomegalovirus, Herpes simplex) están indicados a todas las mujeres embarazadas, en nuestro medio no se cumple con esta medida por la falta de recursos económicos. Entre otras, el TORCH investiga la infección por Toxoplasma gondii, que es un protozoario intracelular obligado y el hombre, huésped intermediario, es relativamente resistente. Rara vez produce infecciones generalizadas graves en los adultos inmunocompetentes pero la afectación del feto durante el embarazo, ocasiona la toxoplasmosis congénita. Esta enfermedad en la mayoría de los casos es asintomática al momento del nacimiento, pero con el desarrollo podrían aparecer anomalías como ceguera, sordera, epilepsia, retraso mental y psicomotor, lesiones de órganos (hígado, corazón, bazo). Uno de los problemas es que pocas son las mujeres embarazadas que se realizan los exámenes necesarios para determinar si son seronegativas frente a la infección por T. gondii y otro, es que generalmente se realizan los estudios serológicos a los recién nacidos de peso bajo o a los recién nacidos con síntomas característicos de una toxoplasmosis congénita, sin tomar en cuenta que no se puede asegurar que los neonatos de peso adecuado o alto no están libres de tal infección. Lamentablemente, no todos los pedidos son realizados, por lo tanto muchas infecciones no son detectadas a tiempo para ser tratadas. La posibilidad de infección al feto y la gravedad de dicho proceso depende principalmente del momento durante la gestación en que se adquirió la enfermedad. El riesgo de transmisión fetal se ha calculado entre 64 y 65%, si la infección en la madre se hace en el último trimestre del embarazo, pero su curso es clínicamente inaparente, el riesgo baja al 25% si ocurre durante el segundo trimestre, de los cuales 30% tendrán una enfermedad grave. Aproximadamente el 17% de niños se infectan cuando sus madres contraen la toxoplasmosis en el primer trimestre y 80% de estos padecerán una enfermedad grave (3,14,19,25). Las manifestaciones que se pueden observan en una toxoplasmosis congénita son: peso bajo para la edad gestacional, prematurez, cicatrices retinianas periféricas, ictericia persistente eritema macopapular, hepatoesplenomegalia, trombocitopenia leve y pleiocitosis delíquido cefalorraquídeo y la clásica triada de signos que consisten en coriorretinitis, hidrocefalia y calcificaciones cerebrales (1,4,2,6). La infección congénita puede presentarse como una enfermedad neonatal leve o grave, con manifestaciones clínicas al nacer, durante el primer mes de vida o con secuelas o recidivas de una infección previamente no diagnosticada, que pueden aparecer en la edad escolar y aún más tarde. La mayoría de las infecciones congénitas son asintomáticas en el momento del nacimiento (75 – 80%) (6,27). La toxoplasmosis ocular es la manifestación clínica más frecuente de la toxoplasmosis congénita, que al nacimiento fue asintomática y se presenta en la niñez, adolescencia o aún en adultos jóvenes (12). DATOS EN UNA MUESTRA DE POBLACIÓN Según el reporte de la Revista Ecuatoriana de Higiene y Medicina Tropical MSP, volumen 43, explica lo siguiente: Durante el período del 14 al 28 de febrero del 2005 se recolectaron las muestras de 100 madres y sus respectivos hijos en el Hospital Gineco-Obstétrico Maternidad “Isidro Ayora” (HGOIA) de la ciudad de Quito. La selección de las pacientes se realizó a través de un muestreo al azar. No se utilizaron criterios de exclusión en la madre. No se tomaron en cuenta la salud de la madre, ni se tomaron como requisito datos sintomatológicos ni el peso, ni la talla. Una vez extraídas las muestras en el HGOIA fueron transportadas al Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical “Leopoldo Izquieta Pérez” (INHMT LIP), Quito La detección de anticuerpos antitoxoplasma de la clase IgG, en 100 pacientes del HGOIA demostró que el 60% de esta población ha tenido contacto con el parásito previo al período de embarazo (infección previa, generalmente subclínica latente), puesto que tenían un IgG positivo. En cambio con las IgM, tenemos que el 96% fue negativo y un 4% positivo, es decir, estas últimas tuvieron una primoinfección durante el embarazo. La edad de la población muestreada fue desde 12 a 40 años y mostró estar distribuida en grupos de edad que presentan diferencias en el t-test independiente de los promedios de los grupos. Así tenemos que la media de las edades de las madres con infección es de 25,24 años con una desviación estándar de 6.285 y la media de las madres seronegativas es de 23,2 años con una desviación estándar de 6.619. Con estos resultados podemos decir que el grupo de madres no infectadas está compuesta por una población promedio más joven que las mujeres infectadas. VARIABLES DE RIESGO Mediante la entrevista realizada a las madres, previo el consentimiento para formar parte del estudio, se obtuvo la información para realizar el análisis de las posibles variables que aportan un riesgo para adquirir toxoplasmosis en nuestro medio. De las posibles variables, se dio más importancia a aquellas que habían aportado un riesgo en base a la literatura previa. CONTACTO CON TIERRA El porcentaje de mujeres que tiene contacto directo con la tierra es del 19% y aquellas que no tienen manipulación con tierra es del 81%. POSESIÓN DE PERROS El porcentaje de madres que tienen contacto con perros es del 51% mientras que el 49% no poseen perros. POSESION DE GATOS El porcentaje de madres que tienen contacto con gatos es del 21% mientras que el 79% no tienen contacto con gatos. POSESIÓN DE AVES El porcentaje de madres que tienen contacto con aves (gallinas) es del 18% mientras que el 82% no poseen aves. AGUA POTABLE El porcentaje de madres que tienen agua potable es del 93% mientras que el 7% no poseen agua potable. FORMA DE PREPARACIÓN DE LA CARNE El porcentaje de madres que consumen la carne semicruda es del 13%, mientras que el restante 87% la consumen bien cocida Bibliografia o http://www.inh.gov.ec/index.php?option=com_docman&Itemid=192 o Revista ecuatoriana de higiene y medicina tropical. Ministerio de salud publica. Volumen 43 2006. Toxoplasmosis en mujeres embarazadas. Págs. (7,9) ESTADO BASES GENERALES DE LA ORGANIZACIÓN DEL PROGRAMA UNIVERSDADES SECTOR PRIVADO ESTADO Encargado de generar normas y reglamentos, a través de los datos otorgados por los siguientes: Ministerio de Salud Pública (MSP) Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical “Leopoldo Izquieta Pérez” (INHMT LIP) Municipio de las distintas ciudades Hospitales UNIVERSIDAD Trabaja por determinar la ecología de la enfermedad Universidad Central del Ecuador (UCE) Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) SECTOR PRIVADO Invierte capital, laboratorios, tecnología para que la universidad pueda trabajar Clínicas veterinarias privadas Clínicas humanas privadas Centro Internacional de Zoonosis