Economía Institucional Original: Una introducción necesaria * Por Jairo J. Parada Corrales∗ Resumen El propósito principal de este ensayo es reconsiderar las contribuciones básicas a la teoría económica de Thorstein Veblen, C. E. Ayres, y John Commons quienes representan la base de la economía institucional original (EIO). El artículo intenta determinar si sus contribuciones dan a un estudiante actual de economía, ideas determinantes sobre los problemas básicos de la teoría económica, problemas que todavía necesitan resolución a pesar de los enormes avances hechos por la disciplina. A renglón seguido se examinan algunas concepciones básicas de la EIO y finalmente se derivan conclusiones relevantes que ayudan a entender mas las características de esta corriente de pensamiento, diferenciándola de la Escuela Neo-institucionalista. Finalmente, se reflexiona sobre sus perspectivas en el siglo XXI. Palabras claves: Instituciones Economía Institucionalista Abstract The main purpose of this paper is to reassess the basic contributions to economic theory of Thorstein Veblen, C. E. Ayres, and John Commons who represent the ‘core’ of the institutional economics. The paper tries to assess if their contributions give to a current student of economics, powerful insights about the basic problems of economic theory, problems that still need resolution despite the enormous advances made by the discipline. Afterwards, some basic conceptions of the OIE are assessed and finally relevant conclusions are derived in order to understand more the main characteristics of this current of thought differentiating it form the Neo-institutional School. Finally, I explore the perspectives of the OIE school in the XXI century. Key words: Institutions- Institutional Economics * Este ensayo fue escrito bajo supervisión del Dr. Philip Klein del departamento de Economía en la Pennsylvania State University en el invierno del 2000. Muchas ideas originales sufrieron modificaciones posteriores con base en la influencia recibida después de mi traslado a la Universidad de MissouriKansas City, cuyo departamento considero hoy es una de las cunas mas sólidas del institucionalismo original y la teoría postkeynesiana. Es una versión modificada de una publicación inicial. Ver Parada, J. “Original Institutional Economics: A theory for the XXI century?” Oekonomikus. Fall 2001. Department of Economics. University of Missouri. Kansas City. Este ensayo se encuentra en prensa en la revista Ensayos de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del Atlántico,2005. *∗ Economista, PhD Candidate-University of Missouri-Kansas City. Ex-Decano Facultad de Ciencias Económicas Universidad del Atlántico. Actualmente Profesor Instituto de Estudios Económicos del Caribe (IEEC) de la Universidad del Norte. Profesor Visitante-Universidad del Magdalena. Email: [email protected] I. Introducción Hace más de cien años, aproximadamente, Thorstein Veblen inició una de las corrientes más interesantes del pensamiento económico en América, conocida como "Economía Institucional Original" (EIO).1 En este documento doy por sentado que esta rama del pensamiento económico está basada en la denominada tradición de VeblenAyres, seguida por el enfoque de Commons y Mitchell, aunque incorpora posteriores contribuciones de muchos Economistas Americanos y Europeos. Debe decirse que en los países en desarrollo, este pensamiento ha sido ignorado, sobre todo en comparación con el pensamiento económico Keynesiano, post Keynesiano y Neoclásico.2 En el caso de América Latina, la llamada Economía Institucionalista se ha puesto de moda desde hace más de una década, pero generalmente se confunden las distintas aproximaciones paradigmáticas sobre la Economía Institucional. En efecto, la Economía Institucional se puede aproximar desde una visión puramente neoclásica, como es el caso de ver las instituciones como una aplicación de la teoría de juegos, dentro de los marcos maximizadotes y racionales del agente económico. Una segunda aproximación a la Economía Institucional es la Neo-institucionalista, la cual, aunque en la esfera de la teoría neoclásica, acepta supuestos menos restrictivos, definiendo la conducta del agente económico como oportunista con astucia y de racionalidad limitada. El enfoque institucionalista original, difiere de los anteriores profundamente. Se basa en un enfoque filosófico basado en el Pragmatismo filosófico de John Dewey, en la teoría evolucionaria de Darwin –versión Lamarckiana y en las tradiciones provenientes de Europa desde inicios del Siglo XX, traídas a Estados Unidos, y desarrolladas por economistas norteamericanos en las primeras décadas del siglo XX1. El propósito principal de este ensayo es reconsiderar las contribuciones básicas a la teoría económica de estos autores (Thorstein Veblen, C. E. Ayres, y John Commons) quienes representan la base de la economía institucional original(EIO). El artículo intenta determinar si sus contribuciones dan a un estudiante actual de economía, ideas determinantes sobre los problemas básicos de la teoría económica, problemas que todavía necesitan resolución a pesar de los enormes avances hechos por la disciplina. Aunque la mayoría de los economistas de la corriente Neoclásica podrían ver este ejercicio como uno de uso limitado, sugiero que las ideas básicas postuladas por los economistas institucionales durante el siglo pasado son todavía demasiado importantes para ser ignoradas. Además, la reciente y poderosa reactivación de la Nueva Economía Institucional (NEI), y su creciente movimiento algo alejado de la economía convencional, sugiere que la EIO todavía sigue siendo vital como un paradigma en evolución, uno que anticipa una teoría económica alternativa. Por ultimo, considero que las duras realidades de las economías en desarrollo y el continuo desgaste de las teorías neoliberales en la formulación de políticas exitosas que generen desarrollo y empleo en el continente latinoamericano, hacen este ejercicio todavía más útil. Primero, repasaré los orígenes de la Economía Institucional, revisitando sus cuestiones metodológicas para comprender las ideas principales de Veblen, Ayres, y Commons.3 Segundo, revisaré los orígenes metodológicos de la economía institucional. 1 Para una distinción clara entre la Economía Neo-institucionalista y la Economía Institucionalista Original ver Parada, Jairo. “Economía Institucional Original y Nueva Economía Institucional: Semejanzas y Diferencias.” Revista de Economía Institucional. Universidad Externado de Colombia, 1er Semestre 2003. 5(8): 92-116. Tercero, discutiré los elementos básicos de la teoría propuesta por los fundadores de EIO. Cuarto, me referiré a un análisis del papel económico del gobierno. Finalmente, discuto las características básicas de la economía institucional como paradigma, y concluyo con la elaboración de una serie de sugerencias para investigación adicional. Asombrosamente, y para sorpresa de muchos economistas jóvenes de hoy, que ignoran la historia del pensamiento económico2, la EIO fue muy influyente durante la primera mitad del siglo XX. Su alcance y metodología era muy fuerte en algunos departamentos de economía entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, pero la influencia de la EIO comenzó a declinar durante los años 50 arrollada por el entusiasmo por las ideas Keynesianas. Hoy, la EIO tiene una influencia pequeña y, como W. Samuels (2000) ha indicado, "... ha pasado de ser una más o menos reconocida parte de la disciplina y práctica de la economía a un estado heterodoxo marginado, y de ser parte de la estructura del pensamiento y del trabajo de muchos, si no la mayoría, de economistas, a ser una de las escuelas especializadas para algunos economistas y latente en el trabajo de algunos especialistas en algunos campos especializados... pero..(este enfoque). esta vivo y razonablemente bien, si no próspero." 4 II. Los orígenes y bases metodológicas de la EIO Las raíces metodológicas de la economía institucional se pueden remontar a la Escuela Histórica Alemana (EHA), durante el siglo XIX., cuando ganó cierto reconocimiento entre los eruditos. Como reacción a la economía clásica Británica, la EHA mantuvo que cada sociedad debe establecer sus propias reglas, afirmando que solamente una atención detallada a los progresos históricos sería la manera de alcanzar verdaderos progresos en el análisis económico. La EHA defendiendo la superioridad del método inductivo, consideró que el método deductivo usado por los economistas clásicos era demasiado abstracto. La EHA criticó el supuesto básico de la economía convencional sobre el comportamiento racional humano y cuestionó la pretensión de encontrar leyes generalmente aplicables. Según la EHA, los economistas deben prestar atención solamente a los patrones de desarrollo comunes a diversas economías; también rechazaron las políticas de libre comercio predicadas por Gran Bretaña para el resto de Europa. Entre los eruditos de la EHA, Wilhem Roscher intentó encontrar la interacción entre los fenómenos éticos, políticos y económicos, subrayando el papel de factores no económicos en la vida económica. Bruno Hildebrand desarrolló métodos estadísticos aplicados a las ciencias sociales. Uno de los principales eruditos de la EHA fue Gustav Schmoller, quien subrayó el papel de la intervención del estado en Alemania y escribió una serie de artículos acerca de leyes sociales, pólizas de seguro contra enfermedad, accidentes, y vejez. Sus discusiones con Carl Menger fueron muy conocidas y su influencia sobre W. Sombart se reconoce claramente [Schizinger 1987]. La EHA desafió las asunciones básicas de la escuela Marginalista, proponiendo una metodología inductiva en vez de la deductiva de los marginalistas. La EHA acentuó primero las especificidades de una investigación particular en vez de las fáciles generalizaciones de la economía predominante. También, subrayaron otros motivos para las actividades económicas diferentes de los estrictamente económicos. La herencia de la 2 Un colega de mi Departamento en la Universidad de Missouri-Kansas City me comentaba como esta ignorancia afecta aun a los mejores egresados de las escuelas neoclásicas de los Estados Unidos, pues en un evento conjunto en el cual el participo, sus contertulios no podían distinguir entre Keynesianos, PostKeynesianos e Institucionalistas. Solo entendían de modelos que maximizaban la utilidad de los consumidores o el beneficio de los empresarios. En realidad, no entendían a que se refería su trabajo cuando hablaba de Economía Post-Keynesiana. EHA no fue olvidada por los fundadores de la EIO: Veblen mismo abordó la importancia del trabajo de Schmoller, y más adelante Ayres se formó bajo las ideas de esta escuela. Veblen (1901) consideraba que Schmoller modernizó la EHA y que él había comenzado una rama más teórica comparada con el viejo empiricismo. Veblen precisó que el acercamiento ´histórico´ de Schmoller era más Darwinista que Hegeliano. Schmoller, según Veblen, vió la evolución de las instituciones que apuntaban “... al relato Darwinista del origen, crecimiento, persistencia, y de variación de instituciones por cuanto estas instituciones tienen que ver con los aspectos económicos de la vida como causa o como efecto” [Veblen 1901, 81]. Schmoller argumentó que detrás del proceso de producción, no tenemos solamente los factores de producción (tierra, capital y trabajo), sino también población, ambiente material, y condiciones tecnológicas. Esta visión va a ser desarrollada más adelante por los primeros economistas institucionalistas. Los pilares metodológicos de la EIO se basan sobre todo en el influyente trabajo de John Dewey sobre la "investigación." Como anota Dewey, la "investigación es la transformación controlada o directa de una situación indeterminada en una que sea tan determinada en sus distinciones y relaciones constitutivas como para convertir los elementos de la situación original en un todo unificado" [Dewey 1991, 108]. Para Dewey, el proceso de determinar un problema de investigación implica siete pasos: 1) la situación indeterminada; 2) Establecimiento de un problema o descubrir cuáles son los problemas; 3) La determinación de una solución al problema; 4) el proceso del razonamiento; 5) El razonamiento; 6) los caracteres operacionales de significación de hechos; 7) la evaluación del sentido común y de la investigación científica [Dewey 1991, 113]. Dewey insistió que cada investigación especial "... era un proceso de reorganización progresiva y acumulativa de condiciones precedentes." Él creyó que no hay cosa tal como una pregunta instantánea; y "no hay, en consecuencia, cosa tal como un juicio (la conclusión de la investigación) que se aísle de lo que lo antecede y precede" [ Dewey 1991, 245 ]. Dewey indicó la importancia del método inductivo. Él afirmó que: "... cualquier teoría que no pueda tomar como básico en su concepto las operaciones experimentales de los procesos inductivos, de la transformación de objetos dados de la opinión y de la institución de nuevas órdenes de datos, es radicalmente defensiva" [Dewey 1991, 422]. Basado en la filosofía pragmática o instrumentalista de John Dewey, Gruchy (1987) exigió una teoría económica que reflejara el mundo verdadero y propuso un método ´culturalista` en lugar del formalista de de la economía tradicional. La metodología de Gruchy se basa en las siguientes asunciones: • • • No es necesario imponer suposiciones racionales excesivas a los agentes económicos. Se concentra más en el concepto del proceso más que en la obsesión por el equilibrio. El sistema económico es un resultado histórico-cultural en vez de uno hipotético, idealizado, y altamente competitivo [Gruchy 1987, 43]. Gruchy sostiene que el problema de la teoría económica no es el de la predicción, pero sí "... el uso de la comunidad organizada o de la inteligencia nacional para proveer algún tipo de control social sobre las actividades económicas con el objeto de elevar el proceso de la vida..." [Gruchy 1987, 45]. En otras palabras, una buena teoría debe darnos las herramientas poderosas para generar propuestas políticas en nuestra sociedad para realzar vida humana. Ello no excluye, sin embargo, que la teoría también debe tener un buen poder explicativo y predictivo. Pero su importancia no se reduce a eso. Commons y Mitchell, durante su época hace varias décadas, demostraron la fuerza de su análisis con respecto a resultados explicativos y predictivos de los hechos principales de nuestra vida económica en los Estados Unidos. Un enfoque de esta naturaleza, probaría la superioridad de una metodología que demanda ser objetiva, realista y pragmática e inductiva, sobre la deductivo-idealista de la economía Neoclásica. Más recientemente, Stanfield (1999) ha subrayado que EIO utiliza un método histórico crítico, el cual examina explicaciones alternativas, selecciona una explicación alternativa cercana a estos hechos, y señala implicaciones de pensamiento y acción. En su opinión, EIO depende "... menos pesadamente de técnicas econométricas... y más de los métodos comparativos desarrollados por los antropólogos para recoger información de acuerdo a generalizaciones sobre las actividades económicas de grupos humanos...” [Stanfield 1999, 236]. Mientras que la declaración de Stanfield tiene mérito, debemos interpretarla con cuidado. Debemos reconocer que un método histórico en realidad depende menos de técnicas econométricas, aunque la Cliometría Neoclásica nos ha hecho ver la posibilidad de utilizar la Econometría en estudios históricos, lo cual debe hacerse con sumo cuidado. Sin embargo, el papel de la econometría y de las técnicas avanzadas que se han generado en las últimas décadas, es bien conocido. Los economistas de EIO deben estar enterados de estos factores e intentar utilizar todas estas técnicas en su investigación para probar sus hipótesis. Un paradigma progresivo tiene que utilizar todas las técnicas que la econometría ofrece antes que ser especulativo o incapaz de justificar modelos matemáticos y econométricos. A diferencia de los neoclásicos, la Econometría es para los economistas EIO solo un instrumento adicional de investigación, no una herramienta que ‘demuestra” verdades.5 Para resumir, la metodología de EIO se basa en un enfoque orientado por valores, no pretendidamente aséptico, 6 proceso dinámico que es instrumental, no enfocado al equilibrio, ergódico, en tiempo histórico y evolutivo. Este método es activista, en el sentido de reconocer el tremendo rol de la agencia humana individual y colectiva, concentrado en hechos donde la tecnología desempeña un papel crucial, holístico y no orientado ni basado exclusivamente en la elección racional, y por esencia no-dogmático. Se reconoce de salida que el conocimiento humano es incompleto y limitado. Muchos de estos conceptos iban a ser desarrollados por los fundadores de EIO. III. Fundación y Desarrollo Teórico de la EIO Dicotomía de Veblen Como G. Hodgson (1998) ha afirmado, las contribuciones de Veblen a la teoría económica son extensas, extendiéndose desde el planteamiento del comportamiento del consumidor y de la actualmente popular noción de los costos de la transacción, al énfasis moderno en el papel del conocimiento y del “capital” humano en el desarrollo económico. Veblen también produjo ideas importantes sobre la noción moderna de la "racionalidad limitada" desarrollada más adelante por H. Simon (1957). Resulta necesario referirme a la noción de la dicotomía de Veblen, un concepto de gran alcance que ha conducido el análisis en la economía institucional y que es una de las bases de esta escuela3. En su famoso trabajo, The Theory of Leisure Class (1899), Veblen distinguió entre las actividades "industriales" y las "pecuniarias". Para Veblen, la noción de la "industria" implica un esfuerzo que crear una nueva cosa usando algunos insumos. Veblen regresa en la historia, y compara estas actividades con las predatorias. Veblen también opone el instinto del ' salesmanship ' (espíritu de vender, de lograr un beneficio) al de 'workmanship'(espíritu del trabajo productivo y perfeccionista), y distingue entre comportamiento ceremonial desagradable o y comportamiento 'instrumental´ (tecnológico)7. Para Veblen, la aparición de una clase ociosa coincide con el principio de la propiedad, y da a luz al ocio visible y al consumo visible. Veblen entonces analiza el nivel de vida pecuniario, y distingue entre el querer "elemental" y el "más alto", que son influenciados por el consumo visible. El último es definido por Veblen como "consumo especializado de bienes como evidencia de la fuerza pecuniaria" [Veblen 1899, 60]. Veblen creyó que, "las instituciones son, en esencia, hábitos frecuentes del pensamiento con respecto a relaciones particulares y funciones particulares del individuo y de la comunidad" [Veblen 1899, 132]. Usando este concepto, él introdujo la visión evolutiva de las instituciones, que mantienen que en sociedad, con la lucha para la existencia, el hombre desarrolló un proceso de adaptación selectiva para elegir las instituciones más convenientes. Sin embargo, este proceso es dialéctico. Veblen (1899) afirma que "... [las instituciones] son al mismo tiempo métodos especiales de vida y de relaciones humanas, y por lo tanto a la vez son factores eficientes de selección. De modo que las instituciones cambiantes vienen a seleccionar individuos dotados con el temperamento más apto, y otra adaptación del temperamento y de hábitos individuales al ambiente cambia con la formación de nuevas instituciones "[Veblen 1889, 131]. Según Veblen, las instituciones nunca están en total concordancia con los requisitos de la sociedad actual; ellas incorporan elementos de la inercia social y psicológica. Por lo tanto, el cambio en estas instituciones va a requerir cambios en los hábitos del pensamiento de los individuos [Veblen 1889, 132-133]. ¿Cuáles son las fuerzas detrás de los cambios en las instituciones? Veblen sugiere que hay una respuesta clara: "las fuerzas que inducen un reajuste de las instituciones, especialmente en el caso de una comunidad industrial moderna, son, en el último análisis, casi enteramente de una naturaleza económica..." [Veblen 1889, 134]. La evolución en sociedad va a ser un resultado de la contradicción entre el comportamiento "ceremonial" o "pecuniario", impuesto básicamente para beneficio de la clase ociosa. Las fuerzas sociales progresivas están más interesadas en actividades "industriales"4. Veblen define "actividades industriales" para referirse a "todos los esfuerzos dirigidos a realzar la vida humana aprovechando el ambiente no humano..." [Veblen 1889, 26]. En otra parte brillante de sus escritos Veblen (1998, [1898]) critica la economía convencional por su inhabilidad de ser una ciencia evolutiva, y por el contrario ser estática. Según Veblen, para que una ciencia sea evolutiva, necesita ser una teoría de proceso, con una secuencia sin fin sujeta a la causalidad acumulativa [Veblen 1898, 403404]. En este artículo, Veblen publica su crítica del hombre hedonista que es la base de la teoría micro y macro moderna, llamándolo "un relámpago calculador de placeres y 3 Este concepto de dicotomía no debe confundirse con ‘dualismos’. John Fagg Foster de la Universidad de Denver en los años 60s y 70s va a introducir modificaciones claves en la visión dicotómicas de las instituciones, conceptos recogidos hoy en una visión mas moderna por Geoffrey Hodgson de la Universidad de Hertfordshire en UK. 4 La palabra ‘industrial’ debe entenderse aquí en sentido metafórico por analogía con lo que significó la industrialización en el surgimiento de la modernidad. En este sentido, dicho termino no se reduce a actividades del proceso de producción material industrial de bienes y servicios obviamente. dolores, que oscila como un glóbulo homogéneo de deseo y de felicidad bajo el impulso y estímulo que lo cambian de puesto sobre el área, pero lo deja intacto..." [ Veblen 1898, 411 ]. Como cualquier estudiante graduado en la economía sabe hoy, éste es el sagrado corazón (sacre coeur) de la economía de convencional y la razón por la que todos los modelos continúan maximizando la utilidad para los consumidores y el beneficio para las firmas, sin importar que tan estocásticos son los ambientes de los modelos, usando los procesos de Markov o las variables de i.i.d. Al final, el modelo es bueno, si usted descubre un estado ' constante ' que tenga sentido con las asunciones del hombre hedonista. Veblen propone un concepto muy diferente del individuo. Para él, "... la historia de la vida económica del individuo es un proceso acumulativo de la adaptación de un medio para alcanzar objetivos ese el cambio acumulativo como el proceso, ambos el agente y su ambiente son en cualquier punto el resultado del anterior proceso" [Veblen 1898, 413]. El papel de instituciones en el crecimiento económico y el desarrollo económico está no es cuestionable hoy. El hundimiento del socialismo en 1989 y las duras lecciones que los economistas occidentales han recibido al ocuparse de la penetrante crisis económica rusa y los mercados financieros del este de Asia, el desempleo creciente en América Latina, es solo el comienzo de cómo todavía permanece la herencia de Veblen. Clarence E. Ayres: Tecnología e instituciones El trabajo teórico de C. E. Ayres (1862-1945) apareció al final de la Segunda Guerra Mundial e influenció fuertemente la economía institucional, hasta el punto de que algunos eruditos demandan la existencia de una rama de Ayres en esta escuela. Sin embargo, si uno lee su trabajo cuidadosamente, lo encuentra muy fiel al acercamiento inicial de Veblen. Ayres introdujo a la Economía Institucional asuntos filosóficos profundos que se conocen hoy como teoría del "valor instrumental." Para Ayres, hay dos fuerzas principales que configuran el proceso evolutivo de la humanidad: "... uno, progresista, dinámico, productivo de cambio acumulativo; el otro contador-progresivo, estático, inhibitorio de cambio "[Ayres 1962, vi]. Ayres ve en la tecnología la fuerza progresiva. Él explicó que la tecnología no está reducida al uso de herramientas o de habilidades humanas, solamente la combinación inseparable de ambos elementos, anticipando la idea moderna del capital humano [Ayres 1962, vii]. Hay resistencia al cambio tecnológico en las instituciones ceremoniales que encajan en la estratificación social, las convenciones o las tradiciones (mores), y son cuidadosamente protegidas y reforzadas por ideología. Todos estos comportamientos se codifican en los ritos y las ceremonias [Ayres 1962, viii]. En su Teoría del Progreso Económico, Ayres (1944) demanda que la economía debe ser "una manera de pensamiento," no apenas un campo de investigación. Después de examinar el sistema de precios y el concepto del capital, él desarrolla su famosa “teoría del valor." Ayres cuestiona fuertemente la economía tradicional que explica el valor básicamente a través del sistema de precios. Después de criticar la obsesión de los economistas - hoy todavía mas dominante que nunca- con la noción del equilibrio, Ayres afirma que los precios relativos no pueden explicar la noción del valor. Ni es la noción de la "utilidad" un fenómeno natural que es determinado prácticamente por la naturaleza humana. Ayres demanda que " el medio social" en que cada hombre vive es el que determina cuál es su utilidad [Ayres 1964, 75]. Ayres utiliza una noción de cultura que él define como "la recopilación organizada del comportamiento de la cual la actividad económica es una pieza, es un fenómeno sui generis... que es la materia del comportamiento social" [Ayres 1964, 95]. Ayres nos previene de interpretar la dicotomía de Veblen como dualismo. Según Ayres, "... la distinción de los aspectos tecnológicos y ceremoniales del comportamiento organizado es una dicotomía pero no un dualismo... se compromete a distinguir dos aspectos de lo que sigue siendo único, la actividad continua de ambos aspectos que están presentes siempre" [Ayres 1964, 101]. Después de ocuparse de los conceptos de la tecnología y del progreso y de examinar la evolución industrial, Ayres acentuó el papel de la tecnología en el establecimiento de las instituciones del capitalismo, y el papel subyacente de la organización de una sociedad que permite que las invenciones sean fomentadas. Él explica la historia humana como "... una de perpetua oposición de estas fuerzas, la fuerza dinámica de la tecnología en su quehacer continuo para el cambio, y de la fuerza estática del status ceremonial, más la creencia legendaria de oposición al cambio..." [Ayres 1964, 176]. Ayres demanda que la presencia de las tradiciones destruye la teoría de los economistas donde el valor es explicado por el sistema del precios relativos. Él cree que la humanidad es una especie que utiliza herramientas, y con una actividad organizada, los hombres "hacen una vida." Lo que permite al hombre "continuar esta actividad es... económicamente valioso… “medios” y “fines” no son más ordenes distinta al fenómenos sino causas y efectos" [Ayres 1964, 224]. En opinión de Ayres, el proceso tecnológico es el locus o lugar geométrico de valor donde el progreso se define como "el desarrollo continuo de las artes productivas y tecnológicos, y la paralela recesión de la superstición y del investido estado ceremonial" [Ayres 1964, 231]. La visión de Ayres sobre la relación entre la tecnología y las instituciones pavimentó el camino para una teoría del valor instrumental en la Economía Institucional Original. En "Toward a Reasonable Society" (1961) examina el sistema de valor de la sociedad industrial buscando una relación entre el conocimiento científico (objetivo) por un lado, y los valores socialmente aceptados. Él distingue entre aquellos valores generados por conocimiento tecnológico y los arraigados por tradiciones, creencia, y costumbres. Según Ayres, el continuo proceso humano de de hacer y conocer implica que la ciencia y la tecnología no son libres de valor. Ayres argumenta que "este proceso vivo es la matriz de la cual todos los valores genuinos – distinguidos de las meras suposiciones sentimentales- derivan su significado" [Ayres 1961, 15]. Los valores no se pueden considerar de una manera agnóstica limitada a las prácticas sociales. Basado en el conocimiento acumulado, Ayres cree que es muy importante poder distinguir entre los valores que son verdaderos, progresivos, y los que son irracionales y falsos [Ayres 1961, 86]. Ayres también presta atención a los valores fundamentales en nuestra sociedad industrial occidental: libertad, igualdad, seguridad, abundancia, y excelencia. Critica la economía predominante con su noción del valor, que reduce la teoría económica "a una teoría de asignación de recursos." Ayres sufrió la influencia de la escuela conductista en Sicología muy popular en su tiempo, y esto lo llevo a minimizar el rol de las determinaciones biológicas y fisiológicas de la conducta humana, como ha quedado claramente establecido hoy por la Biología y la Neurología modernas. Por ello, exageró el rol de la cultura y la sociedad en la conducta de los agentes económicos. Hoy se tiene una visión más equilibrada, que combina el rol de la sociedad en la conducta humana pero reconociendo a la vez la agencia individual y colectiva influenciada por factores tanto psico-biológicos, como geográficos, en un proceso de feedback con el ambiente social, político y económico que lo rodean. Hoy los economistas institucionales ven la ciencia económica como orientada por valores, y rechazan la distinción del valor aséptico entre la economía positiva y la normativa. Para estos científicos sociales, la economía es no solamente una teoría de asignación de recursos, también es una teoría de despliegue de recursos. Y este despliegue de recursos, es orientado por valores (value-driven) 8 .Marc R. Tool (1993) ha desarrollado la teoría del valor instrumental inspirada por el trabajo de Ayres. Tool argumenta que "definir un problema económico es distinguir entre “lo que es” y “lo que debería ser” [Tool 1993, 119]. Este enfoque básico lleva a Tool a formular el principio del valor instrumental: "hacer o escoger eso que proporciona la continuidad de la vida humana y el esparcimiento no-excluyente de la comunidad a través del uso instrumental del conocimiento" [Tool 1993, 121]. Según Tool, uno puede encontrar cuatro componentes conceptuales primarios de este principio; 1) continuidad de la vida humana; 2) la reconstrucción de la comunidad; 3) la búsqueda del cambio no-excluyente; y 4) el uso instrumental del conocimiento. Tool demanda que el principio social del valor instrumental "... es derivado de reflexiones sobre la continua de la experiencia humana, el proceso social en sí mismo en toda su complejidad, el desarrollo evolutivo de culturas y la gente..." Él también rechaza cualquier idea teleológica detrás de este principio o cualquier ayuda en las "leyes naturales." Este principio no es hedonístico, no tiende a ningún equilibrio y no recomienda ninguna estructura institucional. Básicamente, proporciona los criterios para elegir entre las estructuras alternativas [Tool 1993, 124-126]. De acuerdo con la noción de Dewey de la "investigación," el principio de Tool proporciona los criterios de juicio prácticos, pragmáticos, y relevantes para el análisis del problema. Tool afirma que la teoría del valor instrumental ha sido ampliada y refinada usando los instrumentos matemáticos por Paul Bush (1986). Bush construyó ocho teoremas y diez axiomas referidos a las implicaciones lógicas de la dicotomía institucional y permitió que distinguiéramos entre cambios sociales "regresivos" y "progresivos" [Bush 1986, 131140]. Bush desarrolló la noción de Ayres del "progreso" que brinda a los economistas una herramienta de gran alcance contra muchas ideas falsas con respecto a valores y realzó nuestra capacidad de identificar claramente las progresivas y las regresivas. El enfoque de Ayres da ocasionalmente la impresión que las instituciones ceremoniales son siempre regresivas en comparación con las tecnológicas. Evitando que los economistas caigan en ese error común, Klein (1998) indica que "... los institucionalistas, después de todo, nos hemos afanado cierto tiempo por subrayar que las instituciones no pueden solamente frustrar el progreso como ha enfatizado Ayres, pero también son esenciales para contener y apoyar el progreso. Si las instituciones pueden estar vinculadas... es también verdad que sin instituciones no puede haber progreso, ni continuidad tecnológica, ni vida humana. No puede haber futuro "[Klein 1998, 839]. La economía institucional de J. R. Commons J. R. Commons (1862-1945) dedicó su vida al estudio del desarrollo de las instituciones a través del capitalismo. Atestiguando un período de desorden económico y social en el MidWest de los Estados Unidos, Commons combinó las actividades académicas e intelectuales con la participación personal en la búsqueda de soluciones económicas y sociales para los problemas enfrentados por la sociedad americana [Chamberlain 1963]. La importancia del trabajo de Commons yace en su interés en la ley y las organizaciones, así como en su evolución. Al principio de su carrera académica, Commons fue influenciado por R.T. Ely, quien enfatizó en el problema de los derechos de propiedad y las ventajas y privilegios derivados del institucionalizado poder del monopolio. La noción de Commons de las instituciones es única. Commons demanda que las instituciones han sido identificadas con un marco de leyes o derechos naturales, o el comportamiento de los individuos. Él define las instituciones como "acción colectiva en control, liberación y extensión de la acción individual" [Commons 1931, 648].9 Al mismo tiempo, la noción de la acción colectiva es importante para el enfoque de Commons. Esta noción se basa en lo que Commons llama "voluntad colectiva," el resultado total de los procedimientos de toma de decisión individual y colectiva, gubernamental y judicial, [Rutherford 1990]. Esta idea de colectivo no significa que no hay un papel para las decisiones de un individuo. El punto de vista de Commons no representa individualismo extremo u holismo extremo. Como Chamberlain plantea (1963): "cuando Commons habla de la acción colectiva... él no se está refiriendo simplemente a las actividades de organizaciones tales como las empresas de negocios y los sindicatos, las asociaciones comerciales y las agencias gubernamentales. Se incluyen éstas por supuesto... pero además (él) incluye costumbres desorganizadas, las leyes del estado y la ley común de las cortes, el paquete total de los patrones de la conducta que una sociedad sanciona u obliga de sus miembros "[ Chamberlain 1963, 72]. De acuerdo con esto, Commons enriquece la noción de las instituciones establecidas anterior por Veblen y Ayres. Commons cree que las instituciones emergen y cambian solamente con las acciones de toma de decisión, con esfuerzos políticos, o presiones de partidos políticos para cambiar la legislación. Siguiendo la tradición del institucionalismo, la opinión de Commons elimina cualquier visión teleológica en el papel de las fuerzas sociales autónomas [Rutherford 1990]. La unidad básica del análisis en el acercamiento teórico de Commons es la transacción como una relación entre individuos. Estas transacciones transfieren los derechos de propiedad de diversas clases, y generan negociaciones, persuasión, coerción, y diversos conflictos. Pero este proceso de transferencia... “se debe negociar entre las partes involucradas, según las reglas de funcionamiento de la sociedad, antes de que el trabajo pueda producir, o los consumidores pueden consumir, o los productos se entreguen físicamente a otras personas" [Commons 1931, 58]. Estas “reglas de funcionamiento” (que la economía predominante asume como “dadas”) son un concepto crucial en el análisis de Commons. De esta perspectiva, Commons deriva sus conocidas caracterizaciones de diversas clases de transacciones. Una transacción de negociación es una entre iguales que proceden según la autoridad predominante que resuelve los conflictos [Commons 1931, 59]. En las transacciones directivas y de racionamiento, hay una relación entre un "superior legal" y un "inferior legal." El "superior" es un individuo (o una jerarquía de individuos) que da órdenes a los inferiores. En las transacciones que racionan, el superior es “un colectivo superior o su portavoz oficial” [Commons 1931, 59], como una corte, un tribunal de arbitramento o una junta directiva. Las transacciones directivas y de racionamiento implican el uso de la autoridad legal que es obligada por un sistema particular de reglas previas (constituciones, costumbres, y procedimientos directivos). De acuerdo con esto, la riqueza se crea a través de transacciones directivas y se reparte a través de las de racionamiento. Pero siempre hay una relación clara entre los niveles superiores y los inferiores. Inversamente, las transacciones de negociación se basan en la igualdad legal que no excluye diferencias en la capacidad de ejercer poder económico de cualquiera de las partes implicadas. Commons definen poder económico como el número de oportunidades alternativas disponibles para aquellos implicados en el proceso de negociación y su capacidad de retener esta capacidad de negociación. Estas capacidades son restringidas por los "límites de la coerción" que definen el sistema de posibles resultados entre las partes. [Commons 1931, 58]. Estas transacciones ocurren dentro del contexto de las "reglas de funcionamiento" que definen para cada parte cuando puede o no puede, debe o no debe, o debería hacer [Rutherford 1989, xxx]. Definen los límites de las acciones colectivas en los procesos de transacción. Según Commons, las transacciones no son generadas solamente por los agentes económicos egoístas; ellas surgen de de las actividades organizadas de los individuos. Además, él rechaza cualquier visión Darvinista de corte Spenceriano de la evolución de las instituciones, que contaminaron la teoría de algunos seguidores de Veblen, y en cambio propone un hombre, sujeto a sus propias limitaciones, que puede utilizar sus capacidades para controlar las fuerzas naturales alrededor de él. Como Ayres, Commons intentó construir una teoría del valor y fue un pionero en el desarrollo del concepto de futuridad desarrollado más adelante por Knight. Commons también desarrolló una teoría de los derechos de propiedad y de su papel en las transacciones económicas. Para resumir, Commons siguió el acercamiento del institucionalismo considerando la actividad económica de los individuos conectados no solamente por los precios de transacciones sino como parte de las organizaciones y de las instituciones [Chamberlain 1963, 88]. Commons no era muy entusiasta sobre la capacidad del capitalismo para manejar las crisis financieras y económicas, pero, a pesar de su desconfianza del poder centralizado de los gobiernos, creyó que cierto tipo de mejora de las capacidades administrativas del gobierno podría disminuir el problema [Gruchy 1952]. A pesar de sus limitaciones en un amplio análisis del capitalismo, la herencia de Commons ofreció muchas herramientas que los economistas utilizan hoy extensamente, como lo reconoce O. Williamson en el campo Neo-institucionalista. Como Rutherford (1989) ha indicado, el interés reciente en el acercamiento de Commons se basa en el creciente interés en los derechos de propiedad, el comportamiento de las cortes y de la ley común, y el comportamiento de organizaciones. Es imposible que hoy los economistas tomen estas cuestiones como “dadas” (o como variables exógenas) por más tiempo. Las contribuciones de Commons a la economía institucional han pavimentado el camino para análisis adicional con respecto al problema del poder económico, del gobierno, y del sistema legislativo. Otros economistas institucionales subsecuentes prestaron atención a diversos problemas tales como los ciclos de los negocios en el caso de Wesley Clair Mitchell, que todavía hoy en día, los economistas convencionales consideran como investigación teórica y empírica importante para entender las complejas relaciones entre el crecimiento de las teorías y los ciclos de negocios.10 Pero para entender mas la EOI voy a dirigir mi atención a otras contribuciones de los economistas del institucionalismo con respecto al importante problema del papel económico del gobierno, tan distorsionado hoy en día por los economistas neoliberales y neoclásicos. IV. El Papel Económico del Gobierno Como cualquier estudiante de economía sabe, el papel económico del gobierno era, y sigue siendo, muy importante en el debate económico actual que tiene lugar a través del mundo. Desde las reformas económicas que fueron adoptadas durante los años 80s en naciones desarrolladas y países LDC, el problema del papel del estado permanece, debido a los resultados pobres de las políticas ortodoxas en las antiguas economías socialistas y en los países latinoamericanos. Además, todos los problemas que encaran los países latinoamericanos y africanos, aunque pasaron por la mayoría de las reformas económicas predicadas por el consenso de Washington, el FMI y el Banco Mundial, sirven como prueba patente de la frustración existente frente a estas políticas. Además, los eventos de protesta en Seattle y Washington, y el giro político que se observa en América Latina hoy, son solo la punta del iceberg de la futura discusión acerca del problema del papel económico del gobierno. Debemos reconocer, con Warren Samuels (1989) que "los fundamentos del papel económico del gobierno no son simples y obvios. La razón de ello surge del hecho que... la economía y la política no son auto-subsistentes pero pueden ser consideradas como mutuamente definidoras, o que se presenta en el nexo legaleconómico [que] es un proceso continuo, exploratorio e inesperado en el que están las soluciones en curso resueltas a los problemas tales como que intereses económicos está contar y que los resultados económicos y otros del funcionamiento deben ser perseguidos” [ Samuels 1989, 245]. El papel económico del gobierno depende también del sistema social de creencias y del concepto de poder, y de las interacciones simultáneas entre el poder económico y el político. Según Warren Samuels, el papel económico del gobierno “... no es exógeno a la sociedad o al individuo, y el no subsiste por si mismo ni es autodeterminado” (Samuels 1989, 246]. En breve, este rol no viene del cielo, sino que es un resultado de la relación compleja entre la política y la economía. El gobierno se puede considerar como: 1) una caja negra exógena; 2) una extensión o una agregación neutral de la elección privada; 3) un proceso no-neutral de toma de decisión o un proceso de agregación de preferencia; 4) un instrumento poderoso; 5) un instrumento con el cual comprobar el poder del poderoso; 6) una fuente de problemas, si no del mal, en sociedad; 7) una fuente del progreso; y 8) parte del marco necesario del mercado (1989). La economía convencional mira el papel económico del gobierno como uno que ayuda a reducir esas fallas del mercado que empujen la economía lejos del grado óptimo de Pareto. Este último es un estado ideal donde todos los recursos se utilizan en la mejor manera posible, y ningún agente económico puede ser mejor sin afectar el bienestar de otros. La economía tradicional reconoce el papel del gobierno en cuestiones de ley y orden, derechos de propiedad, aplicación de mercados competitivos, estructura monetaria adecuada y seguridad nacional. Cuestiones como equidad y bienes públicos se consideran como problemas "normativos" a ser resueltos por los economistas aplicados. Los economistas institucionalistas creen que el papel económico del gobierno, sin excluir las cuestiones antes mencionadas, implica una noción más amplia de la "eficacia" que va más allá del óptimo de Pareto. Aplicando la teoría del valor instrumental, los economistas institucionales plantean la pregunta: "dados los recursos y la tecnología de cualquier sistema dado, son sus recursos desplegados de tal manera que el sistema es maximizado (por lo tanto óptimo) hacia los objetivos totales que sus participantes, informaron que idealmente, desearían?5" [Klein 1994, 196]. Esta pregunta nos conduce a considerar el problema del poder económico, definido como "su capacidad de influenciar la manera en que funciona la economía para realizar las tareas asignadas a ella" [Klein 1994a, 149]. La fuente de este poder económico es tecnológica, en el sentido del Ayres. El sistema de creencias de la sociedad y la definición de los objetivos de la sociedad son influenciados por estas asimetrías de poder que encontramos en la sociedad. De acuerdo con esta visión, los economistas institucionalistas utilizan el concepto una "eficacia superior", adquirida cuando todos los participantes en 5 Nótese que la idea de ‘maximización’ o ‘eficiencia’ aquí planteada nada tiene que ver con el beneficiocosto de los neoclásicos ni con el óptimo de Pareto. Lograr el pleno empleo, por ejemplo, indicaría una política macroeconómica óptima y no solo una de baja inflación. sociedad tienen información completa y verdadera y valores como seguridad, equidad, libertad y compasión están igualmente incluidos [Klein 1994, 196]. De acuerdo con esta visión, el papel económico del gobierno se define según varias funciones: 1. Supervisando la asignación de recursos de la economía de mercado y desplegando recursos para alcanzar la "eficacia general" definida arriba a través de un sistema de valores. 2. Reconociendo la competencia monopolística e imperfecta que existe en la economía de mercado, y supervisando la asignación de recursos en áreas críticas de interés público de acuerdo con los valores de desarrollo de la comunidad [Klein 1994, 198]. 3. Proporcionando bienes públicos como defensa nacional y seguridad pero también tiene que fomentar la ciencia y la tecnología, mejorar el mercado laboral y garantizar un bienestar mínimo para la sociedad. 4. Transmitir valores en sociedad, valores que son resultado de los logros de la humanidad como derechos humanos, compasión, equidad etc. Como afirma Klein, los "institucionalistas no discreparían necesariamente con la caracterización de Friedman del gobierno como fabricante y árbitro de reglas, sino que agregarían que el gobierno a veces es también jugador, director y entrenador" [Klein 1994, 200]. En suma, los institucionalistas no son intervencionista, ni anti-intervencionistas. Se interesan sobre todo por el papel del gobierno en "realzar el proceso de la vida en comunidad" dirigido por la actual y continua construcción de valores en sociedad, donde el gobierno cuida no solamente la asignación de recursos en el mercado sino también el despliegue de estos buscando una eficacia superior desde una visión mas colectiva. Esta eficacia superior va a estar caracterizada por el "deber colectivo " que es definido por el proceso evolutivo que sigue la humanidad y no puede para ser determinado en términos relativos o arbitrarios por cada sociedad, sino que debe considerar el concepto de Ayres de "progreso." V. OIE como Paradigma Usando el concepto de Kuhn (1962) del paradigma, es válido preguntar si la economía institucional es una escuela diferente del pensamiento económico, o apenas una disensión de la economía convencional. Si entendemos el concepto del paradigma, no solamente como un sistema de creencias y prácticas compartidas, sino también como las respuestas concretas y las soluciones a algunos rompecabezas que se puedan fijar en modelos, entonces estos modelos se deben probar contra explicaciones alternativas basadas en herramientas analíticas y contrastarlas con evidencia empírica. Los economistas institucionales argumentan que su disciplina es un paradigma alternativo todavía en construcción. De la discusión arriba presentada, es posible resumir las características principales de IEO: • • La visión de la economía como proceso dinámico, basada en la idea de la continuidad de medios y fines de Dewey, que implica una visión evolutiva del proceso económico. La asignación de bienes y servicios en la economía no son definidos solamente por la "mano invisible" (incluso con imperfecciones) de una manera armónica, también por las condiciones culturales combinadas con los cambios en tecnología. Los conflictos son frecuentes. • • • • • • • • Los recursos económicos se asignan no solamente a través del sistema de mercado, sino también a través de un sistema de valor interactivo donde el poder y los valores juegan un importante papel. La motivación de los agentes económicos no se puede explicar como maximalista de la utilidad o de los beneficios, donde el interés propio es exógeno. Los agentes económicos se comportan según su "interés propio percibido", donde estos comportamientos vienen de un proceso endógeno definido por las instituciones históricas [Thelen y Steinmo 1992]. La distribución del proceso de toma de decisión no se asume para ser basada en un dólar o peso igual a un voto, pero si en la concentración de riqueza y poder. El objetivo de la economía no se reduce al claro equilibrio del mercado, sino que es un proceso continuo de medios y fines donde los valores de la comunidad juegan una un papel significativo. La toma de decisión en la economía no puede basarse en el proceso de competencia pura, pero sí según las opiniones los participantes en proceso económico. El cambio tecnológico es limitado por la concentración de poder económico. La soberanía del consumidor es limitada. Los mercados no pueden por sí mismos definir el bienestar máximo a la sociedad debido al conocimiento imperfecto que viene de las distorsiones de los bloques de poder que afectan a la sociedad. La Economía Institucional no es teleológica. No hay un extremo absoluto definible llamado "economía competitiva pura" o "comunismo." La sociedad define estos fines y medios con decisiones políticas y económicas.11 La Economía Institucional como uno puede observar ha podido desarrollar una crítica de la economía tradicional y construir un cuerpo de conocimiento y de herramientas que se pueda aplicar a los numerosos problemas económicos. De hecho, desde los años 50 la economía convencional ha estado incorporando muchos temas de economistas institucionalistas en su agenda de investigación. Sin embargo, la influencia de la EIO es todavía muy pequeña comparada con la edad de oro entre las guerras (I y II) y los 40s.12 Este asunto va a ser explorado en la última parte de este escrito. VI. OIE y sus Perspectivas Durante los años 90, comparada con la EIO, la Nueva Economía Institucional (NEI) ha llegado a ser más popular entre los economistas.13 Una razón para ello podría ser que la NEI no declara estar en desacuerdo con la economía convencional y ha encontrado cierto apoyo de instituciones como el Banco Mundial. Debe reconocerse que esta corriente de los economistas institucionalistas ha desarrollado herramientas importantes en el análisis económico que se están aplicando fuertemente en muchos campos. Éste no es el caso con la EIO, que parece reducirse a un "estado heterodoxo marginado" [Warren 2000]. Varias razones podían explicar esta situación: • La atmósfera política en el mundo cambió desde los años 80 hacia un pensamiento político y económico más conservador, aunque hoy parece que el equilibrio se está moviendo más hacia el centro y hacia versiones mas socialdemócratas. Las dos • • • décadas pasadas no han sido favorables para ninguna escuela heterodoxa del pensamiento en las ciencias sociales en general. La ciencia económica ha sido dominada hoy por una onda de formalización matemática excesiva, pareciendo más concentrada en convertir discursos en ecuaciones que en entender e interpretar el mundo verdadero [Hodgson 1999, 2]. EIO está detrás en el nivel de modelar y formalizar. Esto ya empieza a superarse con la aparición de trabajos econométricos realizados por economistas EOI, las propuestas de las teorías de la Economía Evolucionaria de Juegos y los desarrollos de los economistas de la escuela de Sistemas Dinámicos, quienes han desarrollado una modelistica matemática mas avanzada basada en la teoría de Sistemas. La presente investigación de la EIO debe ser enfocada más en desarrollar herramientas teóricas y empíricas sin acentuar demasiado en las reinterpretaciones de los conceptos construidos por los fundadores de la economía institucional, aunque la investigación pura y conceptual sigue siendo valida. Algunos grupos de eruditos de EIO se han convertido en aislados y dogmáticos. Esto podría conducirlos a convertirse en una secta antes que en un grupo de pensamiento económico6. Definitivamente, EIO debe abrir puentes con la NEI como sugirió Stanfield (1999), a pesar de las profundas diferencias ideológicas, pero reconociendo sus diferencias paradigmáticas. Si EIO desarrolla una renovación de sus herramientas y métodos teóricos, si avanza en modelar y formalizar, y si puede demostrar más investigación aplicada, el futuro podría reavivarla y llegará a ser otra vez atractiva a economistas más jóvenes. Es un camino promisorio, difícil y valiente a seguir, para preservar y desarrollar su rico legado del último siglo. Es lo que ahora se observa en muchos círculos académicos de Estados Unidos, Europa, Japón, México y Brasil. Hay esperanzas. Notas 1. Era conocida hasta los años 90 como Economía Institucional, pero con la creciente influencia del nuevo pensamiento institucional que venia, básicamente, aunque no exclusivamente, de la teoría economía predominante (Nueva Economía Institucional), se ha retitulado a veces como "Vieja Economía Institucional." En este documento adopto un término más respetuoso como "original" y no peyorativo como "viejo." 2. Una tentativa débil fue hecha por H. Macario durante los años 60 en América Latina, quien escribió varios artículos en el "EL Trimestre Económico" de México, buscando posibilidades de ligar el enfoque institucional americano a el de la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) que era muy popular durante esa época en esa región. 3. Está más allá del alcance de este trabajo pretender una revisión completa de la literatura extremadamente extensa escrita sobre Economía Institucional. 4. El Directorio de Socios de la Asociación para la Economía Evolutiva (AFEE 2000) registra más de 480 miembros y con una presencia en más de 40 países. Ver AFEE (por sus siglas en inglés), Directorio de Socios (Enero de 2000). 6 A mi juicio, Geoffrey Hodgson ha realizado el trabajo mas valioso hoy en materia de compilación y evaluación critica de la EIO, sugiriendo al final una agenda valida de investigación teórica de esta escuela de pensamiento. Ver Hogson. G. (2004). The Evolution of Institutional Economics: Agency, Structure, and Darwinism in American Institutionalism (Economics As Social Theory). London: Routledge. 5. Una buena tentativa de trabajar en modelos fue dada por Klein cuando analizó la teoría de la demanda y el impacto de los gustos cambiantes [Klein 1994]. 6. El papel de los valores en la EIO será discutido más adelante en este ensayo. 7. Como será demostrado más adelante, los términos ´ceremonial` y ´tecnológico` utilizados con respecto a esta dicotomía vienen de C. E. Ayres. 8. Esta noción de la economía, como también la idea del despliegue de recursos, es tomada de Klein, Philip durante sus conferencias en Penn State University (Primavera-1999), antes que los neoclásicos que hoy controlan el departamento de Economía cancelaran su curso de Economía Institucional por considerarlo “obsoleto”. Ver su artículo “Economía: asignación o evaluación?" [ Klein 1994, 3-25 ]. 9. Una buena y organizada presentación del marco teórico de Commons comparado con los institucionalistas modernos se pueden ver en Chen, Chen-Ping (1999). Una comparación de la economía institucional de John R. Commons y de Douglass C. North. Tesis Doctoral. Michigan State University. 10. Una buena revisión de las contribuciones de Mitchell a la teoría de los ciclos de negocio se puede considerar en Klein (1983). Una referencia más reciente a la investigación de Mitchell en esta área se puede encontrar en Cooley (1995). 11. Se ha desarrollado esta lista basado en conferencias y folletos dados por Klein en su curso de la Primavera (1999) en Penn State University. 12. La situación de la Economía Institucional entre la Primera y Segunda Guerra Mundial ha sido tratada por Rutherford (2000). 13. Las reuniones anuales del ISNIE se han atestado con miles de participantes en París (1998) y en Washington (1999), las cuales continúan hasta nuestros días. Es el enfoque “institucionalista” de moda. Referencias Ayres, C. E. Toward a Reasonable Society. Austin: University of Texas Press, 1961. 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