La decisión más importante de tu vida,Vasanas y el

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La decisión más importante de
tu vida
Miguel Ángel: Mucho gusto. Fui introducido al Vedanta a través
de mis padres, quienes han dedicado su vida al
autoconocimiento a través de distintas ramas de la búsqueda
espiritual. He estado en contacto con ello desde niño, con una
diversa cantidad de información y he presenciado el camino de
mis padres y sus propias indagaciones, las cuales han
compartido conmigo. He indagado inclusive en otras corrientes
que señalan la Verdad; soy un seguidor de la enseñanza de
Jiddu Krishnamurti e inclusive he practicado Percepción
Unitaria de manera intermitente, pero no he mantenido la
constancia y el interés.
Mi padre me habló sobre la posibilidad de contactarme contigo,
Shams, algo que siempre es de agradecer. Me llamo Miguel
Ángel, tengo 20 años. Aunque reconozco que esos son datos que
sólo le pertenecen a mi falsa identidad, muy lejana del Ser.
Shams: La palabra no sería “lejana”. Curiosamente esa
identidad que describes no es lejana al Ser. Sé que quizá lo
dices como una simple expresión, pero vale la pena
aprovecharla para aclarar. Puesto que la realidad es no dual,
no hay, de hecho, nada que esté más cerca o más lejos de algo.
Esa “falsa identidad”, por cierto, no es una identidad en
absoluto, no podría serlo. ¿Por qué? Porque es un objeto. Y
una identidad verdadera debería ser algo consciente, un
sujeto. Pero esa persona de la que hablas es un objeto, otro
más entre los millares de objetos que surjen en ti. ¿Tú eres
una persona? Observa: si puedes percibir a la persona, ¿acaso
es posible que seas algo que percibes?
Miguel Ángel: Entonces, Miguel Ángel es un individuo al que
consideran artista. Ha publicado libros, dirigido cine e
indagado en otros artes. No tiene interés en drogas ni
alcohol, cosa que le aisla del círculo artístico en general.
Le apasiona el arte desde niño. Para satisfacer una incesante
curiosidad, es un gran consumidor de información y a lo largo
de su vida se ha refugiado en la intelectualidad a niveles
extremos, convirtiéndose esto a la vez en una prisión y
rechazando la espiritualidad la gran mayoría del tiempo.
Shams: En Vedanta llamamos mithya a la ilusión. No decimos que
el mundo no existe, pero decimos que es mithya, porque su
existencia es relativa y dependiente. Depende por completo de
ti, que eres la Conciencia en la que todo surje, gracias a la
ilusión de dualidad (la creencia de que hay separación entre
objeto y sujeto). Sabiendo esto, a veces decimos que el ego es
mithya de mithya. Es decir, el ego ni siquiera es como las
cosas que surjen de forma directa en este mundo de la ilusión.
No es como un árbol o un perro, que pueden explicarse como
hechos. El ego es una ilusión surgida dentro de la ilusión.
Esta ilusión llamada ego es una estructura necesaria para el
funcionamiento de una persona. No es un problema tampoco para
el “camino espiritual” ni una enfermedad, como dicen. Sin
embargo, es útil reconocerla por lo que es, y darle su lugar.
Una parte normal del desarrollo de una persona durante la
primera juventud es identificarse fuertemente con este objeto
que surge en ti y que está lleno de interpretaciones. Lo
normal es, paulatinamente, desarrollar cierto desapego hacia
esta idea peculiar llamada “yo soy” tal o cual cosa. El ego es
el pensamiento “yo soy…” más cualquier idea que puedas añadir
después. El ego gusta de identificarse a partir de sus
aversiones y de sus prefrerencias: yo soy esto y no soy esto;
a mí me gusta esto y para nada me gusta esto. Tanto aversiones
como preferencias son tendencias que aparecieron
arbitrariamente en la mente, dadas por el campo de la vida,
aunque por lo general el ego se ve como autor de estas.
Apropiadamente, has descrito al individuo en tercera persona.
¿Por qué menciono todo esto? Porque puede ser útil seguir
desarrollando el desapego hacia esa “falsa identidad” y, al
mismo tiempo, entender que no es necesario terminar con ella,
solo permitir que madure. Y para eso basta con entender su
lugar. El individuo intentando definirse es como un puño
apretado tratando de sostener algo con gran fuerza, sin
entender que en su palma hay solo aire. Esa mano, sin embargo,
se puede relajar; esto es, dejar de ceñirse con tanta fuerza a
la descripción interpretativa de sí mismo. Aún hay una
descripción de ti mismo que no requiere ningún esfuerzo,
porque es la natural: tú no tienes límites.
Sin embargo, tampoco hay prisa para hacerlo. ¿O la hay? Una de
las cualificaciones básicas para estar listo para Vedanta es
tener un deseo ardiente por alcanzar la liberación. Pero, si
la mente aún está llena de ambiciones y gran curiosidad sobre
los objetos del mundo, lo cual quiere decir que aún hay otras
cosas que parecen más importantes que Moksha, ¿tiene eso algo
de malo? La mayor parte de las veces, es necesario vivir esos
deseos, esas pasiones e intereses, agotar esos karmas. Después
de todo, los intereses del alma, seguidos con respeto por el
orden del universo (manifiesto sobre todo en los valores), son
el svadharma, el camino particular de cada persona. Y esa,
curiosamente, es otra de las características de una mente
tranquila.
Miguel Ángel: En la actualidad experimenta una crisis
existencial (no es la primera, e inclusive se han reiterado a
lo largo de los años, provocada por el quiebre de una
relación, la pérdida),
Shams: Como quizá sabes o intuyes, Vedanta no sirve para
resolver las crisis. Pero, al mismo tiempo, muchas personas
llegan a Vedanta gracias a diversos tipos de crisis. Vedanta
fue creado para resolver la gran crisis de identidad que
sufren todos lo seres. Para poder aplicar Vedanta, es
necesario que la mente posea cierto nivel de tranquilidad y
desapego, por lo que se entiende que muchas veces será útil
resolver, superar o aprender a mirar de otra manera las
diversas crisis que aquejen la mente de una persona.
Miguel Ángel: lo cual le ha arrinconado y le ha permitido
darse cuenta de qué es lo que necesita buscar, pues ha estado
buscando por dónde no es, y se siente atrapado en sí mismo y
en el sin sentido de vivir por vivir,
Shams: Todos buscamos por donde no es, por causa de la
ignorancia. ¿Dónde es que buscamos? En el mundo, en los
objetos. Por eso, la primera indagación o enseñanza consiste
en reconocer que el gozo no está en el objeto. ¿A qué me
refiero con los objetos? A lo que sea: desde cosas hasta
emociones, sentimientos o ideas. La búsqueda de la mente
nublada por la ignorancia es siempre de objetos, unos más
densos y otros más sutiles. Lo que en verdad busca la mente es
el goce, la dicha que (según ella) proviene de ellos. El
conocimiento común defiende que uno debe de ir tras la dicha
que hay en los objetos para completarse, para satisfacerse y
volverse más adecuado. Esta afirmación reside en la creencia
de que, cuando la mente o el cuerpo entran en contacto con el
objeto deseado, este objeto entrega como resultado el goce.
Basta con mirarlo un poco para percatarnos de que hay una
constante en toda búsqueda de goce en los objetos, y esa
constante eres tú. Los objetos siempre serán los mismos,
incluso el estado de tu mente (que también es un objeto)
cambiará siempre. Lo único que está ahí perpetuamente eres tú.
De súbito, cuando la mente contacta con lo que desea o evita
lo que detesta, aparece el gozo, la dicha. ¿Vino la dicha de
la acción de evitar o de encontrar? No, la dicha eras tú, eres
tú. Cuando la mente deja de buscar o de escapar, y sobre todo
cuando entra en contacto con lo deseado, por un instante se
suspende, y por ese instante lo que se experimenta es el
reflejo de ti mismo sin la interrupción de los pensamientos.
La mente, acostumbrada al lenguaje dual de la experiencia, lo
interpretará como que la dicha está en el objeto y reforzará
su inclinación hacia el objeto que, en apariencia, le dio esa
dicha. Esto tampoco quiere decir que tú, la conciencia, seas
la experiencia de dicha. Tú incluyes todas las experiencias al
mismo tiempo que eres libre de toda experiencia. Sin embargo,
la mente experimenta el reflejo de la conciencia ilimitada y
ordinaria como dicha.
Como verás, el problema con esto, lo que genera el
sufrimiento, no es la experiencia, sino la interpretación que
se hace de la experiencia. Entonces, ¿qué es lo que podría
detener esta búsqueda? ¿Más experiencia?
Miguel Ángel: pues tiende a ser pesimista y observa decadencia
por doquier y le parece que la mayoría de actividades humanas
y todo lo que se busca generalmente en la vida es superfluo.
Que inclusive la búsqueda del amor responde a un interés
egoísta y a una falencia emocional.
Shams: O de una confusión, más bien. ¿Por qué buscar amor
cuando tú eres la fuente del amor?
Miguel Ángel: Ha tenido una relación muy cercana a su madre y
en general, conflictiva con su padre, cosa que ha ido
cambiando con el tiempo, pero se mantienen ciertas
situaciones. A lo largo de los años ha tenido atisbos y
experiencias particulares (sueños lúcidos incluídos), pero ha
habido una resistencia constante al autoconocimiento, cosa que
a nivel intelectual comprende es la única salida a sus
conflictos.
Shams: Tal vez sí, pero tal vez no. Si un día yo tengo un
conflicto y por la noche me ilumino, lo más probable es que al
otro día ese conflicto seguirá ahí. Claro que será mirado
desde otra perspectiva y tal vez ya no me afecte, pero quizá
la resolución del problema necesita que yo actúe de una forma
determinada. Es muy importante comprender desde el principio
que la liberación, el conocimiento del Sí mismo, no exenta a
nadie de las cosas que tiene que hacer en el mundo. De ninguna
de ellas.
La idea, en realidad, es resolver los conflictos más grandes
antes de llegar a Vedanta, para tener una mente tranquila. El
mundo espiritual está lleno de personas que están intentando
satisfacer sus necesidades emocionales y su ego descontrolado
con determinadas prácticas y etiquetas espirituales. Vedanta
no sirve para eso. Eventualmente, algunas de estas personas
maduran y llegan a Vedanta, pero, por lo general, esto no
sucede. Y, sin saberlo, transmiten la idea equivocada de que
la “espiritualidad” es la solución de todos los problemas. Sí
que lo es, pero, al mismo tiempo, no lo es.
Por fortuna, Vedanta sugiere algunas prácticas preparatorias,
que son básicamente tres: karma yoga, devoción y manejo de los
gunas.
Miguel Ángel: En síntesis, datos poco relevantes afuera del
mundo terrenal, pero relevantes para describir al ego.
Shams: Te agradezco mucho lo que compartes, Miguel Ángel. Lo
leí con mucha atención. Tu escritura es sincera e inteligente.
Miguel Ángel: He tenido experiencias de unidad rotunda, siendo
las últimas hace unos días, por ende he llegado a conocer mi
verdadera naturaleza, donde realmente sólo hay vacío;
plenitud, el vacío de sí mismo.
Shams: Eso que experimentaste es el reflejo de ti (el Ser) en
una mente clara. Recuerda esto: nunca jamás te experimentarás
a ti, porque la mente (el objeto) es más densa que tú (el
sujeto). Y la experiencia solo sucede en el nivel de la mente.
Lo que sucedió aquí es más bien que la mente, creyendo ser un
sujeto, vio el reflejo de ti, y (gracias a la ignorancia) te
tomó por un objeto. Tú no eres un objeto y no puedes ser
experimentado. Todo lo que experimentas aparece en la mente y
por ende es solo la mente: un objeto. Paradójicamente, aunque
la mente no puede experimentar al Ser, lo cierto es que todo
lo experimentado es ya el Ser. Todo lo que experimentas es
siempre tu verdadera naturaleza, porque tú eres lo único que
hay. La mente imagina que el Sí mismo está vacío, porque lo
concibe en sus términos, pero eso es una fantasía del budismo.
Tú no eres vacío sino, como también has dicho, plenitud,
porque lo contienes todo y aún estás más allá de todo. Todo
depende de ti y tú no dependes de nada. La liberación es saber
esto, quitando la ignorancia al respecto de quién eres. La
liberación no es una experiencia y no depende de experiencias.
Básicamente, hay dos fases en la comprensión de la mente.
Primero, cuando hay ignorancia, prima la idea: “yo
experimento, yo busco, yo conozco al Ser”. Después, cuando la
ignorancia se ha ido, queda la idea: “yo soy el Ser”. Si
hubieras llegado a conocer tu verdadera naturaleza, no
estarías escribiendo esto.
Miguel Ángel: Hay quietud, no hay pensamiento, no hay
conflicto, no hay un “Miguel Ángel”, no hay una carga
psicológica. Es solo Ser, despojado de la identidad. El asunto
es que tarde o temprano regreso a la inercia del
condicionamiento dual, y parece que olvidara dicha
experiencia, y me quedo atrapado en la mente, en los
pensamientos y en lo que todo ello provoca en mi vida; caos,
conflicto, desesperación, desánimo, depresión, etc.
Shams: La liberación no es llegar al estado de gracia y
escapar del estado de conflicto. La liberación es saber que
todo lo que hay es la Conciencia ilimitada y ordinaria y que
eso es lo que tú eres, fuera de toda duda. Esto incluye
reconocer cuál es la relación del individuo con respecto a ti
(la conciencia, el Ser) y con respecto al campo de la vida
(Dios, la creación). La liberación no resolverá el caos, el
conflicto, la desesperación, el desánimo y la depresión
(características del guna llamado tamas). La conciencia
incluye eso y no tiene problemas con ninguna acción o emoción.
Para el Ser, la mente de un asesino serial es tan amada como
la de un santo. Claro que, cuando el caos, el conflicto, la
desesperación, etc. dominan la mente, es muy difícil, si no
imposible, que esa mente pueda realizar la ingagación del Sí
mismo. La liberación (1) llega cuando la ignorancia es
eliminada de la mente, lo cual (2) solo se puede realizar con
la aplicación del medio de conocimiento (Vedanta), y (3) esto
solo se puede lograr cuando la mente es clara. En otras
palabras, hablando de los gunas (que son las energías o
cualidades que forman al mundo y a la mente), la mente
necesita disminuir tamas (depresión, oscuridad, desánimo) y
rajas (ansiedad, angustia, deseo), e incrementar sattva (que
es la claridad, el brillo), para poder indagar sobre el Ser.
El Conocimiento de ti mismo no liberará a Miguel Ángel, pero
te liberará de Miguel Ángel. Todo esto, pardójicamente, en
beneficio de Miguel Ángel, el pequeño individuo, cuya vida se
vuelve pacífica, libre, nada del otro mundo…
Miguel Ángel: Entonces para mí sería una verdadera alegría
contar con tu guía, pues he decidido que el pilar de mi vida
sea el autoconocimiento y solo prime la Verdad en mí. Me he
rendido ante las circunstancias y a la
espiritualidad. Muchas gracias de antemano.
verdadera
Shams: Esta rendición y esta declaración sobre la decisión de
tu vida no las haces ante mí como persona, sino ante el Ser,
que siempre entrega lo solicitado. Sin importar cuándo es que
esto rinda fruto, confío en que un día se hará claro por qué
esta es la decisión más importante de tu vida.
En lo personal, estoy a tu servicio, como parte de Shining
World y como alguien que conoce el final del camino y sabe
desplegar Advaita Vedanta, pero sobre todo como un simple
acompañante. Poco a poco se irá haciedo claro que tú eres el
Maestro. Sin embargo, ahora que eres un buscador, digamos que
el primer paso es convertirte en un buscador informado. Un
buscador informado es aquel que ha comprendido que la búsqueda
de liberación no es búsqueda de experiencia sino de
Conocimiento, y lo que ello implica. Eres muy joven y tienes
todo el tiempo del mundo, así que te recomiendo avanzar
lentamente, con paciencia y amor hacia ti mismo.
El segundo paso, ya que eres un buscador informado, es conocer
la prácticas preparatorias de Vedanta (karma yoga, devoción y
manejo de los gunas) e irlas aplicando en tu vida.
Si lees en inglés, te sugiero que compres y leas alguno de los
dos libros de James Swartz: How to attain enlightenment? o The
essence of enightenment, para que obtengas un panorama amplio
de Vedanta. En español estamos realizando la traducción de
ambos libros de manera gratuita, y puedes encontrar los
avances
en
este
link
http://www.shiningworld.com/top/index.php?option=com_content&v
iew=article&id=72&Itemid=89
Bienvenido.
Vasanas y el camino de vida
Francisco: Para empezar, me gustaría entender qué son vasanas
no aprisionadores, y por qué dices que con el reconocimiento
del Ser se agotan. Parece una contradicción. ¿Se agotan los
vasanas o el hecho de que sean aprisionadores?
Shams: Un vasana aprisionador es aquel ante el cual el
individuo prácticamente no puede hacer otra cosa más que
actuar. No tiene opción, pues la presión que genera no se irá
sino hasta que se efectúe la acción. El vasana aprisionador te
obliga a decir o hacer algo que probablemente producirá karma
no deseado. Por el contrario, ante el vasana no aprisionador
la mente advierte una inclinación o una aversión, pero tiene
la opción de no entregarse a ella.
Los (1) vasanas aprisionadores, pueden volverse (2) no
aprisionadores, y estos, a su vez, pueden (3) desaparecer.
¿Qué es lo que vuelve no aprisionador a un vasana y después
permite que se agote? Básicamente, es la comprensión de que el
gozo no está en el objeto sino en el sujeto.
Francisco: Me he dado cuenta de que la vida es una vasana.
Todo son vasanas. Como dices, el individuo es un amasijo de
vasanas. Por lo tanto, en el caso de que los vasanas se
agoten, el organismo ya no tiene motivación, le falta el motor
para seguir en samsara, y entonces, ¿no debería morir?
Shams: Cierto, cuando los vasanas se agotan los cuerpos
mueren. Los cuerpos son solo karma alojado en forma de vasanas
en el cuerpo causal.
Francisco: Cuando un individuo reconoce al Sí mismo, ¿qué le
impulsa a permanecer en este mundo?
Shams: Reconocer al Sí Mismo no equivale a eliminar los
vasanas. Reconocer al Sí Mismo es darte cuenta de que tú eres
el Sí Mismo, y que el individuo es un objeto en ti. El
individuo mantiene sus vasanas intactos y, básicamente, a
Ishvara no le importa si está iluminado o no. Él le seguirá
entregando al individuo los resultados de todas sus acciones
pasadas. Y los karmas seguirán apareciendo en forma de
individuo, quien durará tanto como los karmas duren. Pero… los
vasanas (relacionados con esos karmas) son incontables. Si el
individuo siguiera el camino de la actualización del Ser, lo
cual es, hasta cierto punto, inevitable, sus vasanas negativos
comenzarían a agotarse. Aún así, eso no equivaldría a eliminar
todos los vasanas de inmediato.
Muchos jnanis optan por dejar de ocuparse en la mente. Se dan
cuenta de que los vasanas (aprisionadores o no aprisionadores)
son otro objeto surgiendo en ellos. Así que no se molestan en
indagar sobre los aspectos negativos de su mente, pues saben
que no tiene nada que ver con ellos. Esa también es la razón
de que la mayoría de los jnanis sean gente normal y algunos de
ellos, con una mente negativa (pues el Ser no se ha
actualizado). Como ya dije, la diferencia es que, al saber
quién eres, sabes también que ningún vasana te limita, lo cual
destruye el sufrimiento.
Francisco: ¿Desarrolla vasanas positivos como el deseo de
ayudar o servir?
Shams: No. La razón de que cualquier vasana se forme es la
ignorancia. Por ignorancia de su verdadera identidad, porque
creer que el Ser es incompleto, la mente busca lo Real en los
objetos, lo cual forma hábitos, como los surcos que crea el
agua al repetir su paso sobre un sitio. ¿A qué me refiero con
que busca los Real en los objetos? Me remito a una explicación
de mails anteriores, donde se dijo que el deseador busca al
objeto deseado por el placer que le produce la desaparición
del deseo, que implica la desaparición del deseador. Cuando no
hay deseador, por un instante, estoy solo yo. Así que, en
realidad, todo el tiempo solo busco a lo Real, a Mí. Mi deseo
de papas fritas es, en realidad, deseo de Mí Mismo, deseo de
liberarme del deseador. Y si vuelvo a recurrir a las papas
fritas para compensar este deseo de liberación, estoy
contribuyendo al crecimiento de mi vasana por las papas
fritas.
Por lo tanto, una vez que el Conocimiento de ti mismo es
firme, ningún otro vasana se formará. Solo estarán en juego
los vasanas existentes antes de que la ignorancia
desapareciera. Pero no son un par de vasanas. Son millones,
quizá miles de millones. Por eso, el deseador seguirá deseando
papas fritas, pero tú sabrás que no eres el deseador.
Francisco: Me he dado cuenta de que, aunque siguen apareciendo
y desapareciendo múltiples vasanas menores, el vasana que ha
sido el centro de la vida de Francisco ha sido el de buscar el
conocimiento, tal como me has ayudado a comprender en tu
último email. Ahora este vasana es más poderoso y consciente,
ya que antes de descubrir el Vedanta creía que el conocimiento
venía después de la experiencia, con lo cual me afanaba por
alcanzar experiencias especiales y mantenerlas una vez
logradas (siempre infructuosamente).
Shams: Si seguimos la enseñanza de la reencarnación, podemos
decir que el desarrollo de este vasana por el Conocimiento es
el resultado de acciones positivas en vidas pasadas. Esto lo
digo como nota al margen (la enseñanza de la reencarnación, en
sí, no es importante para Vedanta) y para hacer notar que esta
inclinación por el conocimiento es también un karma, el
resultado de una acción.
Como todo vasana, el vasana por el Conocimiento es nacido de
la ignorancia. Si fueras libre de ignorancia, ¿seguirías
buscando el Conocimiento? Entonces el vasana ya no tendría
sentido. Y tampoco se formarían más vasanas. Ni negativos ni
positivos.
Un pregunta más: ¿en realidad estás limitado por esta
ignorancia y este conocimiento?
Francisco: Sin embargo, más confundido o menos, he sido un
buscador desde que tengo uso de razón, y dejé de lado toda
ocupación normal como estudiar y trabajar. Al hacerlo, sentía
la felicidad de cumplir com mi Dharma, despreciando al hacerlo
la felicidad del placer y la seguridad, de kama y artha, tal
como hacía la mayoría de gente. Necesitaba este vasana para
tener una identidad, ya que no me hallaba en nada más. No me
motivaba nada más, y cada sueño o ideal que implicara alcanzar
placer o seguridad se derrumbaba muy pronto.
Shams: Esa historia, ¿es tu historia o es la historia de
Francisco? ¿Y qué es Francisco? Conoces muy bien la respuesta,
pero la indagación constante debe traerlo a la mente una y
otra vez. La ignorancia es un hueso duro de roer, pero solo se
va con la aplicación constante.
Francisco: Ahora me doy cuenta de que moksha es el único
estado, mi estado natural, y por lo tanto siento que el vasana
de buscar también puede ser aprisionador.
Shams: Todo depende de cómo entiendas la búsqueda. Si te
“aprisiona” la búsqueda de conocimiento, vas por buen camino.
En realidad, el Conocimiento, por sí mismo, elimina los
vasanas. Así que ese aprisionar sería, paradójicamente, el
impulso para eliminar toda prisión. La ignorancia genera la
idea de que la acción puede producir la liberación. Todos
nuestros actos son para liberarnos, y los vasanas son,
finalmente, esos actos. Sin embargo, ninguna acción libera. De
no ser la acción de indagar. El deseo ferviente de moksha es
una cualificación totalmente necesaria. No es un obstáculo.
Pero si vives la búsqueda desde la perspectiva del individuo,
ya te imaginarás la de nuevos obstáculos que te esperan.
Percibo, pues, dos ideas que me parecen incorrectas:
“El vasana de buscar puede ser aprisionador, es decir, algo
negativo”: El deseo ferviente de moksha es totalmente
positivo. Y no es el único vasana ùtil y positivo. La vida
está formada y fortalecida por millones de vasanas positivos.
Si sabes que esta realidad es no dual, sabes que los vasanas
son la Conciencia.
“Los vasanas aprisionadores me limitan”: los vasanas
aprisionadores toman al individuo y ejercen presión sobre la
mente, pero la idea de que te limitan a TI, la Conciencia, es
una ilusión.
Francisco: Me apetece ser normal y encontrar finalmente una
profesión, vivir con más gente (siempre he sido un ermitaño),
y dejar de basar mi identidad en ser una persona espiritual.
Shams: ¿A quién le apetece esto? ¿Y por qué le apetece?
¿Supones que el hallar una profesión y el cambiar tu vida
social te hará más adecuado, completo? ¿Entonces eres
inadecuado e incompleto ahora? ¿Cambiarás tu identidad
“espiritual” por una identidad “no espiritual”? ¿Cuál es tu
verdadera identidad? ¿A esa verdadera identidad le afectan las
otras identidades?
Por lo que me cuentas, parece que has construido una vida de
renunciante. Sin embargo, también parece que esta nació de una
dualidad de la mente. Si rechazabas al mundo, a la sociedad,
etc., entonces la renuncia se formó como el opuesto a la vida
mundana. La verdadera renuncia, sin embargo, no es un esfuerzo
y no implica una dualidad con nada, no implica rechazar nada.
Cuando el individuo está listo, e Ishvara así lo quiere, los
karmas ya no lo atan, y las preferencias de la mente se ven
igual que las cosas que le disgustaban. Por eso, la verdadera
renuncia no es construida por el hacedor. Uno puede ser
renunciante viviendo en la ciudad y trabajando en cualquier
cosa. Y al mismo tiempo, hay miles de samsaris (personas
apegadas al mundo) viviendo recluidos en cuevas y templos.
Como sabrás, tu deseo de “encontrar una profesión” no es
nuevo, pero, gracias a la indagación y a la creciente claridad
en tu mente, puedes reconocerlo. También es un signo de
madurez en el mundo. Pero… solo en el mundo… Porque, para que
la mente se encuentre lista para moksha, estos deseos
fundamentales (sexo, dinero, profesión) deben haber sido
reconocidos por la mente como vacíos. ¿A qué me refiero con
esto? No a que la mente debe eliminarlos, sino que debe
reconocer que la felicidad no se encuentra en ellos. Deben
dejar se ser aprisionadores. La mayor parte de las veces, esto
solo puede ser reconocido yendo tras ellos, cumpliéndolos.
Así que, como parte de la búsqueda de Francisco, le toca
mirarse con sinceridad. Preguntarse qué tan fuerte es este
deseo. Tomando en cuenta que, para reconocer su verdadera
identidad, su único deseo aprisionador debe ser moksha, antes
hay que gestionar los otros deseos grandes, realizándolos con
karma yoga o descartándolos con indagación.
Como en la ocasión pasada, creo que no tengo suficiente
información al respecto. Si lo consideras necesario, puedes
contarme más.
Por ahora, me gustaría agregar algo. Arriba has comentado
sobre que te alejaste de “toda ocupación normal, como estudiar
o trabajar”. Es importante, desde la perspectiva del Dharma
del buscador, revisar cada detalle del estilo de vida. Eso
incluye la fuente de ingresos. Si no trabajas, ¿de dónde
vienen estos ingresos? Por ejemplo, si vinieran de tus padres,
creo que el deseo de salir a trabajar y ganar el dinero por
uno mismo, no solo es válido sino totalmente necesario. El
Dharma de un adulto es independizarse por completo de los
padres, lo cual implica encontrar el propio sustento. Por lo
general, es un requisito básico para cumplir con las
cualificaciones de una mente madura.
Francisco: Me doy cuenta de mi normalidad, y de que la vida
yóguica es un vasana más, que no cumple lo que promete.
Shams: Ey, un momento, chaval… Todo depende de lo que
entiendas por vida yóguica. Porque el yoga que Krishna enseña
siempre cumple lo que promete. Es más, el yoga es eso que
cumple lo que promete: ofrece un método para obtener un
resultado (una mente pura) y lo cumple con creces.
Aquí el problema es dónde hizo el individuo su “vida yóguica”.
Si la hizo en el mundo para construir una apariencia, en
definitiva no cumplirá lo que promete. No obstante, ahora que
la aplica en la mente, como Krishna enseña y como debe ser, el
individuo está viendo sus frutos con una velocidad que, si
pudiera contemplar desde cierta distancia, le sorprendería.
Francisco: ¿Es diferente el vasana por el conocimiento? Me doy
cuenta de que sí lo es, ya que no promete nada que no tengas.
Simplemente te recuerda que lo que buscas ya lo eres. Por lo
tanto, quizás se podría definir como el vasana que pone fin a
los vasanas aprisionadores.
Shams: Quizá. pero hay que recordar que, como vasana, es solo
un vasana. Lo que importa no es el vasana, sino lo que hay en
el vasana. Y el Conocimiento, en sí, ¿promete algo? Solo te
está describiendo.
Francisco: En realidad, hay un miedo a desprenderse de la
identidad del buscador, y estoy tratando de sustituirla por
otra clase de identidad, buscando una profesión. He trabajado
de muchas cosas, pero por poco tiempo, y ahora me gustaría
saber hacer algo que me guste aportando algo a la gente.
Shams: ¿Y a quién le importa una identidad limitada? Solo al
individuo. ¿Eres el individuo?
El “svadharma” es el nombre del Dharma individual. Cada quien
tiene uno. El individuo que lo sigue es un individuo
razonablemente feliz. Al individuo hay que permitirle que haga
lo que su naturaleza le solicita. El individuo se pregunta,
¿qué es lo que Ishvara desea de mí? Y vive de esa forma. Si no
siguiera su camino, estaría violando el Dharma y, en
consecuencia, se sentiría desgraciado. Pero ese seguir el
svadharma, lo haces solo por ti, no por los demás.
Por otro lado…
El mejor aporte que puede hacer un individuo a “la gente”, es
conocer su verdadera identidad. Solo entonces comprende que no
hay “gente”. La ayuda que entregan los individuos que no
conocen al Sí Mismo la dan siempre desde la compensación,
porque siempre desean obtener algo, siempre hay el deseo
(oculto o no) de sentirse más adecuados. Siempre. En realidad,
querer ayudar a “la gente” es pensar que hay otros, lo cual es
ignorancia. Todo es la Conciencia y todo está fundamentalmente
bien. Quien se esfuerza por ser servicial y amoroso no está
haciendo más que crear una identidad, falsa como todas. Indaga
sobre este deseo. ¿Opaca a tu deseo de moksha?
Francisco: ¿Crees que esto es bueno? Y en este caso, ¿qué
clase de trabajo podría hacer? La pregunta viene dada por el
hecho de que no hay nada que motive especialmente, pues sé que
el placer que pueda encontrar en un trabajo es sólo una gota
de agua en el océano de moksha.
Shams: Todo es bueno, porque todo eres tú. Cada uno de
nosotros tenemos una inclinación a actuar en el mundo y
Vedanta no nos pide que nos aislemos de ello. Al contrario,
nos da las herramientas para permanecer en el mundo de cada
día mientras profundizamos en la práctica.
Al indagador cualificado, sin embargo, solo le importa una
cosa. Cuando sabe con claridad que lo que busca es el
Conocimiento, es como un pez fuera del agua, haciendo todo lo
posible por volver a ella. Solo realiza los vasanas que son
necesarios para sostener la vida (comida, vestido, cobijo,
etc.), y deja a un lado los vasanas gratuitos
(entretenimiento, mejora personal, poder, etc.), y así la
mente se vuelve muy pacífica e introvertida, lo cual permite
que la indagación suceda de manera automática. Es decir, no le
interesa tener un título, ni hacer dinero, ni fundar empresas,
ni ser reconocido, ni dejar una obra. Esto no sucede como
resultado del rechazo de esos vasanas, sino que, a través de
la vida y la indagación, los vasanas se han vuelto no
aprisionadores. Se puede decir que el indagador está de vuelta
de todo eso, pero no por rechazo o negación. Es como si a ese
pez fuera del agua le ofrecieras un título, dinero, empresas,
reconocimiento, cuando el pez solo necesita agua. Claro, el
jiva seguirá teniendo su inclinación de vida, pero su búsqueda
de sentido ya no estará enfocada en eso.
No sé cuál sea tu situación, pero si tu fuente actual de
ingresos económicos te diera lo suficiente para vivir y te
dejara tener mucho tiempo libre (tomando en cuenta que fuera
tu propio dinero, ganado por ti, como ya se dijo), además de
que (por lo que entiendo) vives en un lugar silencioso y
sáttvico, ¿por qué querrías cambiar esa situación? Si fuera
así, la respuesta sería porque te sientes inadecuado y tienes
la creencia de que cambiar de situación por fin te volverá
adecuado. Esa es casi la única razón por la cual las personas
cambian de trabajos y quieren diplomas.
No obstante, si es fuerte el deseo de algo más (el deseo de
hacer), es importante que mires ese deseo. ¿Qué tan
aprisionador es el deseo? Si lo fuera en gran medida, no sería
posible descartarlo con pura indagación. Entonces, habría que
realizarlo. Uno puede preguntarse: ¿Qué clase de trabajo
quiero y puedo hacer? ¿Para qué lo quiero hacer? ¿Cuál es mi
objetivo? ¿Mi objetivo es hacer dinero? ¿Es “realizarme
profesionalmente”? Si no sabes cuál es tu svadharma,
pregúntate: ¿qué actividad hago gratis y haría gratis por
siempre? ¿Qué tan importante es mi deseo de que se me
reconozca en ese ámbito? ¿Qué es lo que me gustaría
demostrarme a mí mismo? Si no lo pudiera seguir haciendo, ¿me
sentiría incompleto, ilimitado?
Francisco: Sé, sin embargo, que todo será como tiene que ser,
y que la mejor actitud es la de karma yoga. Hacer lo que tenga
que hacer sin esperar ningún resultado.
Shams: Cierto.Y mirando que todo es un regalo de Dios.
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