CajaCanarias muestra la obra plástica de hondas raíces canarias

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Fuente: Diario de Avisos
Fecha: 04-09-2011
CajaCanarias muestra la obra plástica de hondas raíces canarias de Ortuño
La exposición antológica que se inaugura hoy abre el programa 'Artistas en la memoria'
Como apunta el crítico de arte y periodista Joaquín Castro San Luis en el texto que abre el catálogo, Ortuño "se
identificó con el color de la isla, las matizaciones de las panorámicas en los cambios de luces. Analizó las formas
que bañan en los contrastes. Y, la pintó dando soltura y vida a sus gamas y al espacio, sobre los que construyó
lugares abiertos, plétoricos de verdes, de amarillos, de cadmios, de rojos y azules" Esta exposición retrospectiva
muestra en las paredes de la Sala de Exposiciones del Centro Cultural de CajaCanarias algunas de las obras más
brillantes y elocuentes de este creador que supo impregnar de "un magicismo especial a la luz y el color que
impregnan su obra canaria"
José Ortuño, creador de inolvidables paisajes canarios, ha sido el pintor elegido por CajaCanarias para abrir el
programa Artistas en la memoria, que rendirá homenaje cada año a un creador cuya obra haya sido realizada o
inspirada en las Islas. Y ningún nombre más apropiado que el de este granadino nacido en 1943 para inaugurar un
ciclo de estas características.
Con esta muestra antológica, que quedará abierta hoy a las ocho y media en la Sala de Exposiciones del Centro
Cultural de la entidad financiera en Santa Cruz de Tenerife, se rinde un merecido homenaje a este creador, iniciado
en el arte a la edad de doce años cuando ingresa en la Escuela de Artes y Oficios, donde recibirá sus primeros
conocimientos
pictóricos
de
la
mano
de
Nicolás
Pérez
López.
De aquella primera etapa de formación quedan inolvidables paisajes que recuperan el Albaicín, las Alpujarras y los
rumores de la Alhambra.
Pero el José Ortuño más conocido y admirado en las Islas es el que supo como nadie plasmar sus hermosos
rincones en un itinerario que dio comienzo tras su llegada a la isla de Tenerife, donde expuso por primera vez sus
óleos en una muestra organizada por el Casino de Tenerife con la que cosechó un gran éxito.
A partir de esa primera exposición, José Ortuño quedó atrapado por el paisaje de esta tierra.
Como apunta el crítico de arte y periodista Joaquín Castro San Luis en el texto que abre el catálogo, Ortuño "se
identificó con el color de la isla, las matizaciones de las panorámicas en los cambios de luces. Analizó las formas
que bañan en los contrastes. Y, la pintó dando soltura y vida a sus gamas y al espacio, sobre los que construyó
lugares abiertos, plétoricos de verdes, de amarillos, de cadmios, de rojos y azules".
De su estancia en Tenerife, José Ortuño dejó una amplia producción pictórica en la que plasmó desde las playas de
Taganana y Almáciga, hasta la de la Arena de Buenavista , el legendario Garachico y su roque, o el parque de
Teno, marcado por la inmensidad del acantilado de Los Gigantes.
El pintor quedó impactado por la fuerza del Atlántico, por la violencia de los barrancos y las agrestes montañas...,
"todo eso y mucho más fue suficiente para que Ortuño quedara inmerso en el ambiente tinerfeño y se convirtiera en
un canario de adopción", señala Castro San Luis, para quien las obras del pintor granadino recogen fielmente no
sólo el paisaje canario sino la idiosincrasia del pueblo, que Ortuño plasmó en sus inolvidables obras dedicadas a
recrear la explosión colorista de las romerías.
"Y las vivió como un romero más perdiéndose en el bullicio popular. El colorido de los trajes típicos le llevó a realizar
óleos exuberantes donde la belleza de la mujer canaria quedó patente", dice el crítico.
Sensatez. La obra de José Ortuño destila "sensatez", como nos recuerda Joaquín Castro, quien asegura que en su
creación "brilla la sensatez pictórica, el equilibrio justo", porque, como él mismo recuerda, "sabía captar los temas
con la difícil aparente facilidad".
"Todo en él nacía de forma fluida en una relación limpia y segura. Su objetivo era plasmar la belleza y lo lograba
plenamente. Era Pepe Ortuño pintor costumbrista, pintor de los personajes de su tierra que reflejaba a través del
retrato. Sus personajes existen. No son tópicos. Rostros que respiran nobleza, de miradas claras. Era un
enamorado de la Naturaleza, del encanto apacible de rincones urbanos y rurales, como lo hizo en la plaza de
Bibarrambla o en el mercado de Pórtugos", recuerda el crítico en su introducción a la obra de este autor granadino
fallecido el pasado año.
Esta exposición retrospectiva muestra en las paredes de la Sala de Exposiciones del Centro Cultural de
CajaCanarias algunas de las obras más brillantes y elocuentes de este creador que supo impregnar de "un
magicismo especial a la luz y el color que impregnan su obra canaria".
El visitante de esta muestra podrá recorrer esos sabios paisajes llenos de hermosura donde Ortuño recogió la playa
de Punta de Teno, la plaza del Príncipe, las playas de Buenavista o la alameda del Duque de Santa Elena.
Una valiosa oportunidad la que brinda esta muestra para llegar hasta el fondo de la producción de este creador
nacido lejos de las costas de un Archipiélago en el que descubrió bellos parajes y que le hizo descubrir y le brindó
una segunda morada, una casa desde la que pintar.
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