Lecciones que pueden aprenderse de los pobres de las zonas rurales

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Sexta sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención
de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación
F O N D O I N T E R N AC I O N A L D E D E S A R R O L LO AG R Í CO L A
N O TA I N F O R M AT I VA
Lucha contra la degradación de la tierra y la pobreza
Lecciones que pueden
aprenderse de los pobres
de las zonas rurales
Los sistemas tradicionales de transferencia de
la tecnología, con los cuales los científicos
elaboran tecnologías en los centros de
investigación y los agentes de extensión las
trasladan a los agricultores, han dado resultados
decepcionantes.
Gran parte de lo que se propone a los
pequeños agricultores, especialmente de
África, es demasiado costoso, no se ajusta a las
condiciones en que se desarrolla su actividad
agrícola o es inaceptable por cualquier otro
concepto.
Por lo general, los investigadores, técnicos y
responsables de las políticas han tendido a
ignorar o a dejar de lado los sistemas
tradicionales de producción.
En 1986, el primer documento de política
del FIDA sobre la conservación de suelos y
aguas en África subsahariana destacaba con
fuerza el potencial y la importancia de las
lecciones que podían aprenderse de los
pequeños agricultores y sus técnicas
tradicionales. Cada vez se reconocen más el
potencial y la utilidad de esas técnicas, que
pueden emplearse con éxito como punto de
partida de nuevas iniciativas de desarrollo.
Las donaciones para investigación del
FIDA, por ejemplo, han contribuido a elaborar
técnicas y procedimientos mejorados de
conservación de suelos y aguas basados en las
tecnologías indígenas, para combatir la
amenaza de la desertificación.
Una de las lecciones importantes que el
FIDA ha aprendido es que las tecnologías
de utilización de la tierra que se basan en
prácticas locales tienen un impacto más
positivo en el medio ambiente que las
tecnologías normalizadas de uso abundante de
insumos. Las primeras ofrecen mayores
posibilidades de éxito porque responden mejor
a las prioridades de los agricultores y a los
recursos de que éstos disponen. Asimismo, son
fáciles de adaptar a diversas condiciones
locales, con frecuencia cambiantes.
Las tecnologías más adecuadas para los
agricultores locales son relativamente baratas y
no requieren una alta densidad de mano de
obra. Se basan en los conocimientos y técnicas
ambientales de los propios agricultores y dan
lugar a un aumento de los rendimientos o,
cuando procede, a la mejora del rendimiento
estable mínimo garantizado.
Una importante característica de programas
más recientes de investigación es que los
científicos, los agentes sobre el terreno y los
agricultores aprenden a comunicarse entre sí
en pie de igualdad. Esto trastoca por completo
los papeles. Los científicos y los agentes sobre
el terreno escuchan lo que tienen que decir los
agricultores y aprenden de ellos, y estimulan
los procesos locales de innovación mediante la
experimentación conjunta y el intercambio de
información entre los agricultores sobre sus
experiencias y las lecciones aprendidas.
Las poblaciones rurales poseen un acervo
de conocimientos sobre la agricultura en
condiciones locales que puede enriquecerse
mediante sistemas adecuados de accióninvestigación-aprendizaje, que vinculen las
prácticas locales con los conocimientos
externos. En África, por ejemplo, el potencial
creador de los agricultores es un recurso que
todavía no se ha aprovechado. Los agricultores
de Burkina Faso, con el apoyo del FIDA, han
‘esculpido’ relieves festoneados en forma de
media luna en las laderas de sus tierras para
capturar y retener el agua de lluvia. En el
Níger, los agricultores idearon una técnica
llamada tassa que combina los beneficios
básicos de la innovación: resultados
inmediatos, sencillez y la capacidad de
integrarse en los sistemas existentes de cultivo.
Esta técnica ha sido mejorada con el apoyo
del FIDA.
La muestra del FIDA testimonia los éxitos
en la elaboración de tecnologías
ambientalmente sostenibles, basadas en
conocimientos y prácticas locales de
utilización de la tierra:
Medias lunas
En Burkina Faso, los agricultores esculpen
microcuencas en forma de media luna en las
laderas de sus tierras, con una distribución en
cuadrícula, para capturar y retener el agua de
lluvia. Las medias lunas sirven para:
■ rehabilitar la tierra degradada para dedicarla
a cultivos comerciales y a la producción de
forraje;
■ conservar el agua y el suelo fértil;
■ mejorar la fertilidad del suelo, aplicando
abonos órganicos;
■ extender las superficies de cultivo; y
■ mejorar la infiltración y la retención de agua
en el suelo.
Tassa
Tassa es una técnica tradicional para rehabilitar
los suelos degradados, consistente en cavar
hoyos de plantación para capturar la escorrentía
de agua de lluvia. Se cavan los hoyos en la
temporada seca en tierras baldías y encostradas
y se siembran las semillas, a veces fertilizadas
con estiércol. El estiércol se convierte en
mantillo para las termitas, que perforan el suelo
endurecido produciendo una red de túneles
que se inundan cuando vienen las lluvias.
Tassa mejorada
Los agricultores de Burkina Faso observaron
que los hoyos de mayor tamaño y la aplicación
sistemática de abonos no orgánicos y estiércol
se traducían en una mejora de los
rendimientos. Esta innovación concentra los
nutrientes del agua y contribuye a promover la
actividad de las termitas durante la estación
seca, aumentando la infiltración de agua. La
utilización de tierra excavada para construir un
caballón que rodee parcialmente el hoyo
contribuye a retener el agua.
Agrosilvicultura
La agrosilvicultura es un sistema tradicional
de utilización de la tierra basado en la
combinación de árboles con cultivos y
ganadería.
Ese sistema depara considerables beneficios
económicos y ambientales. Los árboles
proporcionan madera y leña, así como
productos no madereros como forraje, frutos,
hojas, resina y medicinas. Además, contribuyen
a restablecer la fertilidad del suelo y a
protegerlo contra la desertificación.
Las técnicas agroforestales basadas en los
conocimientos tradicionales son las siguientes:
■ setos vivos;
■ bancos de forraje; y
■ rompevientos.
PARA MÁS INFORMACIÓN, SÍRVANSE DIRIGIRSE A:
Sra. Farhana Haque-Rahman
Coordinadora de Programas Especiales de Comunicaciones
Delegación del FIDA, COP6, La Habana (Cuba)
Tel. (+39) 335 737 4859
[email protected]
Sr. Shantanu Mathur
Asesor Técnico
División de Asesoramiento Técnico, FIDA
Tel. (+39) 06 5459 2515
[email protected]
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