Tanta presión de los padres les impide elegir Domingo 28 de Julio de 2013 00:00 El escritor escocés Carl Honoré publicó el libro “Bajo presión: cómo educar a nuestros hijos en un mundo híper exigente” (Under Pressure) en el que resume dos años de investigaciones y entrevistas analizando la situación de la infancia de estos tiempos. Para ello visitó colegios, guarderías, clubes deportivos, laboratorios y ferias de juguetes entrevistándose con cientos de padres, niños, profesores, entrenadores, concejales, publicistas, policías, terapeutas, médicos y decenas de expertos en desarrollo infantil. Junto con eso, revisó las últimas investigaciones científicas. El libro intenta hacer un alegato a favor del sentido común en la crianza de los niños y un llamamiento a frenar la presión social y los mensajes confusos de la industria publicitaria y de los medios de comunicación que no buscan la felicidad y libertad de los pequeños, sino su adoctrinamiento, según se reseña en la introducción a una entrevista de Ima Sanchís publicada en magazine digital el 4/1/2009 que sirve de base para esta columna. Sostiene que los padres presionan tanto a sus hijos que no les dejan elegir su camino. Dice en una entrevista que “Los adultos secuestramos la niñez de forma nunca vista a lo largo de la historia y, desde el instinto de intentar hacer lo mejor para nuestros hijos, hemos caído en el exceso, lo que provoca un efecto negativo, tragicómico. Porque aun queriendo lo mejor, la forma en que educamos a nuestros les provoca problemas de salud mental, física…”; “Aplicamos la cultura del perfeccionismo, que tiene que ver con la del consumo, la que nos vende la idea de que todo tiene que ser perfecto, la casa, el cuerpo, las vacaciones, nuestros hijos… La cultura del managemet contagia toda nuestra vida”; “Los niños no están con los padres. Los padres despreciamos lo pequeño, lo simple, lo barato, y los niños lo que más necesitan es nuestra presencia, atención, que estemos. Esta es una línea fácil de cruzar. La mayor expresión del amor hacia nuestros hijos es estar con ellos”. Por ser de interés público resumiré las 10 ideas principales que vuelca en la entrevista en alusión a los hallazgos que originaron el libro 1. Se llena abusivamente la agenda de los escolares con clases extra y tareas que, en muchos casos, tan solo refuerzan los deseos de los padres. 2. El excesivo academicismo no deja espacio para trabajar las emociones y la libertad personal de los alumnos. 3. Los materiales pedagógicos prometen que si los compran y usan, harán de sus niños unos “genios”. El juego básico, puro, sencillo, que hace un niño con un lápiz y un papel o una caja de cartón es mucho más fértil, sano y útil para su desarrollo cerebral que el comprado derrochando fortunas 4. Denuncia feroz el Marketing Infantil que seduce y confunde a los niños a edades realmente precoces y que condiciona su comportamiento de consumidor. 5. Elogia el modelo educativo finlandés por retrasar la escolarización, tener deberes, buena formación de sus profesores y colaboración entre todos los estamentos sociales. “Antepone las necesidades de los niños a los ambiciosos deseos de padres y burócratas” 6. Crítica al niño cautivo que va de la casa al colegio en carro sin mucho espacio para los juegos libres, lo que favorece el sedentarismo y la obesidad. 7. Se burla de los manuales y consejos de educación tipo Super Nanny (excluye los buenos libros sobre crianza) que tan solo hacen perder la confianza de los padres en sí mismos. 8. Denuncia de la medicación infantil masiva y abusiva y la pandemia de consumo del psicotrópico Ritalin que anestesia a los niños inquietos, sin buenos diagnósticos y esfuerzos por crear condiciones para que esos niños la pasen bien sin tal medicación 1/2 Tanta presión de los padres les impide elegir Domingo 28 de Julio de 2013 00:00 9. Demanda que los padres pasen más tiempo con sus hijos 10. Anima a poner en juego el sentido común, la flexibilidad, el amor, el respeto y la toma de conciencia de que nuestros hijos no son “trozos de barro a los que moldear” a nuestro gusto, sino personas a las que acompañar en la vida. En resumen, demanda a la sociedad adulta recuperar la brújula para encontrar una educación con sentido común, capaz de educar niños sanos, competentes, solidarios y satisfechos. Artículos afines: 300 parejas de padres entrevistadas Castigado con recompensas Papá, Mamá: ¿por qué me torturan con sus exigencias? 2/2