Tema 13: Procesos grupales y relaciones intergrupales 1. Introducción Cuando actuamos como miembros de un grupo nos comportamos de forma distinta a cuando actuamos de forma individual, y actuamos de forma distinta en un grupo u otro dependiendo del rol que tengamos en ellos. 2. ¿Qué es un grupo? Todo grupo implica en mayor o menor medida: La existencia de una identidad social compartida Una cierta interdependencia entre los miembros del grupo La formación de una estructura social y de roles Existe una identidad social compartida cuando una serie de personas se consideran parte de un grupo (se crea con las interacciones entre los miembros). La interacción entre miembros no es estrictamente necesaria para considerarse miembros (españoles, estudiantes, etc..). Desde el punto de vista de la interdependencia, un grupo estaría constituido por un conjunto de personas que interactúan de forma regular, tiene vínculos afectivos, comparten un marco de referencia común y son interdependientes conductualmente. Desde el punto de vista de la estructura, un grupo es un sistema organizado de dos o más individuos que llevan a cabo alguna función, relación de rol entre sus miembros y un conjunto de normas que regulan la función. La interacción o interdependencia para conseguir una meta por fuerza ha de generar una estructura de roles y una cierta identidad social compartida. Si una serie de personas comparten una identidad social es más probable que se agrupen para conseguir sus fines y que se cree una estructura de roles. 3. La influencia del grupo sobre sus miembros Algunos de los experimentos clásicos demostraron la influencia del grupo: La creación de las normas grupales: Sherif (1936) Los trabajos de Sherif demuestran que la interacción dentro de los grupos tiende a crear normas y que dichas normas influyen posteriormente sobre los individuos. El paradigma de Sherif se basaba en el efecto autocinético (percibir el movimiento de un punto luminoso inmóvil en la oscuridad). Al poner juntas a varias personas, cada una con su propia norma individual (percepción a solas del punto luminoso), se observo un efecto de convergencia. Ante una situación de ambigüedad perceptiva la persona observa las respuestas de los otros y se establecía una especie de consenso entre las observaciones que constituía una norma grupal. Posteriormente, cuando las personas hacían estimaciones individuales mantenían la norma que había sido elaborada en el grupo (interiorización de la norma grupal). La tendencia al conformismo: Asch (1951) El trabajo de Asch demuestra la influencia que la mayoría, aunque esté equivocada, puede llegar a tener sobre el individuo. Para ello usaba líneas de diferentes tamaños y solicitaba comparar las longitudes a individuos aislados y a grupos, siendo el grupo cómplice del experimento. Cuando los cómplices daban respuestas erróneas, el porcentaje de errores del individuo aumentaba al 32% (conformidad con un grupo unánimemente equivocado). El grupo como agente de cambio de actitudes: Newcomb (1952) Newcomb trató de investigar la influencia del grupo sobre las actitudes sociopolíticas de sus miembros. Seleccionó a 550 mujeres, provenientes de familias conservadoras, que estudiaban en universidades privadas liberales. El resultado fue un cambio en las ideas de las alumnas hacia el polo liberal. Pasados veinte años, las personas que habían pasado más tiempo en la universidad mantenian sus posiciones liberales y apenas habían experimentado cambios hacia las posiciones conservadoras iniciales de sus propias familias. La línea de investigación basada en el grupo mínimo El grupo mínimo demuestra que cuando se consigue que las personas se consideren (se categoricen) como miembros de un grupo, aunque sea bao criterios sin importancia, inmediatamente se produce favoritismo endogrupal (favorecer a los miembros del grupo). Tajfel (1971) demostró esto usando grupos con preferencias hacia pinturas, encontrando que incluso usando un criterio de categorización tan trivial los individuos favorecían a los miembros de su grupo. La influencia adopta diversas formas que es necesario analizar. En algunos casos se produce porque la persona adquiere información que antes no poseía (influencia informativa) y en otros casos la persona adopta la postura del grupo simplemente por llevarse bien con los otros (influencia normativa). La influencia informativa La influencia informativa se produce cuando la persona quiere dar una respuesta correcta o adaptada a la realidad pero es incapaz por si misma de encontrarla con seguridad y es, por tanto, dependiente de la información que le aporten los demás (consideración de los otros como mediadores entre él y la realidad). El experimento de Scherif es un ejemplo de influencia informativa. Este proceso está implicado en la ignorancia pluralista que da lugar al efecto espectador. La influencia normativa En la influencia normativa el individuo se conforma a la opinión o norma del grupo con objeto de mantener unas buenas relaciones con los demás, debido al motivo básico de pertenencia. El experimento de Asch y el de Newcomb es un ejemplo de ello (se adopta la decisión de la mayoría aunque esté equivocada). 4. Procesos grupales Formación y desarrollo de los grupos Los grupos no son estáticos. Se crean en un momento dado respondiendo a una serie de necesidades, evolucionan a lo largo del tiempo y en muchas ocasiones acaban desapareciendo o transformándose en grupos diferentes. El modelo de Worchel (1992) describe seis fases por las que pasan todos los grupos a lo largo de su desarrollo; fase de descontento, acontecimiento desencadenante, identificación grupal, productividad, individuación y declive. Fase de descontento Partimos de la existencia previa de grupo. Algunos de sus miembros creen que sus interés o sus ideas no están bien representadas y comienzan a mostrarse incómodos. Acontecimiento desencadenante Se produce un acontecimiento que agudiza las tensiones y provoca la división del grupo (expulsión de los disidentes o abandono voluntario). Identificación grupal Constituye la primera fase en la formación de un nuevo grupo. El objetivo del nuevo grupo en este estadio es conseguir una identidad social compartida y establecer diferencias con otros grupos para justificar su existencia (agudización del conflicto con otros grupos y se acentúan la semejanza y cohesión dentro del grupo => presión hacia la conformidad). Productividad grupal El grupo puede centrarse ya en la consecución de sus objetivos. El conflicto con otros grupos se relaja y se toleran las discrepancias dentro del grupo (pero se rechazan si atacan la identidad grupal). Individuación La cohesión grupal empieza a disminuir y comienzan a aparecer subgrupos, primero en relación a habilidades y roles similares y después en función de semejanzas en actitudes, interés, etc.. Se trabaja menos para las metas grupales y más para las personales. Se cuestionan las normas del grupo y se exige mayor libertad personal. Declive El desplazamiento hacia la individualidad hace que el gripo sea menos importante para los individuos. Algunos miembros deciden marcharse y otros exigen cambios en el grupo. Si dichos cambios no se aceptan, se pasará al primer estadio (descontento) y el ciclo vuelve a comenzar. Una amenaza externa al grupo puede hacer que este retroceda a la fase de identificación para protegerse del peligro potencial. Cohesión grupal El concepto de cohesión (solidaridad, camaradería, espíritu de equipo) se utiliza en Psicología de los grupos para describir aquellos procesos que contribuyen a que los miembros de un grupo permanezcan unidos. La cohesión ha de ser contemplada como un proceso dinámico que cambia con el tiempo. La cohesión como atracción Shaw señala cinco posibles causas por las que las personas pueden sentirse atraidas hacia los grupos de los que forman parte: Atracción mutua entre los miembros del grupo: Si los miembros del grupo se relacionan entre si de forma positiva, la pertenencia al grupo será más atractiva que en caso contrario. Atracción hacia las actividades realizadas por el grupo: Atracción hacia las actividades que éste realiza. Atracción hacia los objetivos del grupo: Es conceptualmente diferente de la anterior. Se puede estar de acuerdo con el objetivo, pero no con las actividades que se realizan para llegar al objetivo. La atracción hacia la pertenencia a un grupo en concreto: En ocasiones, la pertenencia grupal es atractiva en si misma, con independencia de los miembros que componen el grupo o la actividad realizada (grupos de alto estatus). Atracción hacia las recompensas que se consiguen formando parte del grupo: (atracción instrumental). Ser socio de un grupo por las ventajas que esto conlleva. Estas razones pueden darse por separado o de forma simultanea. Cohesión y categorización Desde la teoría de la categorización del yo se sostiene que las personas podemos considerarnos a nosotros mismos, según las circunstancias, como individuos o como miembros de un grupo. Cuando nos categorizamos como miembros de un grupo se producen varios efectos importantes: Tendemos a ver a los miembros de nuestro grupo parecidos a nosotros y entre sí (semejanza endogrupal), aunque en menor medida que a los miembros del exogrupo (homogeneidad exogrupal). Se incrementan las diferencias con otros grupos (diferenciación exogrupal). Se produce favoritismo endogrupal, que consiste en tener una actitud más positiva hacia los miembros del propio grupo que hacia los miembros del exogrupo. Categorizarse como miembros de un grupo implica percibir el mundo en términos grupales. Las personas que componen el endogrupo (incluidos nosotros) no son vistas ya como individuos sino como miembros del grupo, y serían en este sentido intercambiables. La cohesión esta relacionada no tanto con la atracción interpersonal como con la atracción intragrupal que las personas experimentan hacia los miembros de su propio grupo. Puede darse atracción intragrupal (cohesión) sin que exista atracción interpersonal con la mayoría de miembros. Podemos definir un grupo cohesivo como un grupo con el que sus miembros se identifican fuertemente a través de un proceso de categorización del yo, y así, manifiestan en diversos grados atracción intragrupal, etnocentrismo, conducta normativa y diferenciación intergrupal. En situaciones de conflicto con otro grupo la pertenencia grupal se torna importante (inventar un enemigo para aumentar la cohesión). La toma de decisiones en grupo El pensamiento de grupo El concepto de pensamiento de grupo trata de explicar por qué en ocasiones ciertos grupos cualificados se empeñan en pensar de forma rígida tomando decisiones catastróficas haciendo caso omiso de información que hubiera ayudado a tomar la decisión correcta. El concepto de pensamiento de grupo fue acuñado por Janis (1972) para referirse a un modo de pensamiento que se da en los grupos cohesivos cuando los esfuerzos de los miembros por mantener la unanimidad superan la motivación por evaluar de forma realista cursos de acción alternativos. Cabe distinguir entre los antecedentes y los síntomas del pensamiento de grupo. Entre los antecedentes cabe distinguir: la existencia de una alta cohesión grupal la existencia de defectos estructurales en la organización como el aislamiento del grupo o la existencia de un liderazgo autoritario la existencia de un contexto situacional provocativo como una amenaza externa o una situación de baja autoestima colectiva dentro del grupo debida a fracasos anteriores (necesidad imperiosa de acuerdos). Entre los síntomas se pueden señalar: la sobreestimación del grupo (ilusión de invulnerabilidad) y el sentimiento de superioridad moral con respecto a otros grupos la cerrazon mental (tendencia a desestimar información que podrían ir en contra de la decisión que el grupo desea tomar) las presiones hacia la uniformidad (presión y ridiculización de aquellos integrantes que no se muestran de acuerdo con la decisión=> autocensura) Entre los fallos en la toma de decisión a los que conduce el pensamiento de grupo se puede mencionar: la consideración, tan sólo, de la alternativa y los objetivos preferidos inicialmente, descartando sin mucha reflexión alternativas posibles el análisis insuficiente de los posibles riesgos de la elección los sesgos en el procesamiento de la información el no desarrollar planes alternativos por si surgen problemas Janis propone una serie de medidas para dificultar el pensamiento grupal basadas en la creación de diversos grupos que evalúen las alternativas por separado, fomentar la imparcialidad del líder, y recurrir a expertos no relacionados con el grupo. Finalmente, una vez tomada una decisión, es conveniente realizar una segunda reunión oara expresar dudas y reflexionar sobre las alternativas no elegidas. 5. Las relaciones intergrupales Nos centraremos aquí en el conflicto intergrupal y algunas propuestas de solución. El conflicto intergrupal: definición y clases Existe un conflicto intergrupal cuando dos grupos, sociedades o naciones perciben que sus objetivos, intenciones y/o acciones son mutuamente incompatibles. Fisher distingue entre conflictos de baja y alta intensidad. En los de baja intensidad (los más estudiados) la competición no abarca todos los aspectos de las relaciones entre los grupos. Si la situación no se resuelve, la propia dinámica interna puede hacer que el conflicto aumente transformándose en uno de alta intensidad. La teoría realista del conflicto grupal La teoría realista del conflicto grupal sostiene que el conflicto intergrupal está originado por una competición real entre los grupos con el fin de acceder a recursos escasos. Las teorías realistas del conflicto comparten tres premisas básicas (Taylor y Moghaddam): 1) que el ser humano es egoísta y trata de obtener los mayores beneficios posibles 2) que el conflicto surge cuando están en juego intereses incompatibles 3) que los procesos psicosociales que acompañan el conflicto (actitudes negativas, hostilidad hacia el grupo rival, etc..) surgen de la existencia de intereses contrapuestos y no al revés. Desde esta perspectiva, existe la creencia implícita, de que el conflicto es algo negativo y que debe ser evitado. Los desarrollos más importantes de la teoría realista del conflicto son los derivados por Sherif. Los trabajos de Sherif Sherif realizó experimentos para demostrar la teoría realista del conflicto. En ellos se demostró que la competición entre grupos produce actitudes negativas, prejuicios y comportamientos hostiles hacia los miembros de otro grupo. Los experimentos de Sherif en campamentos demostraron que para reducir el conflicto entre grupos la difusión de información positiva del otro grupo, el contacto en situaciones agradables, las reuniones de líderes o apelar a normas morales resultó inadecuadas. Lo único eficaz fue la creación de “metas supraordenadas” (metas donde los dos grupos deben colaborar). La teoría realista proporciona una explicación sólida del conflicto intergrupal, pero dicha explicación es aplicable a las relaciones entre grupos de similar estatus de carácter cerrado (el cambio de grupo es difícil). En otros casos su poder explicativo disminuye. Los grupos desfavorecidos, a pesar de su desigualdad de recursos, no siempre entran en conflicto con el grupo dominante sino que, en muchas ocasiones consideran de forma negativa al propio grupo y aceptan la distribución desigual como algo legítimo. La teoría de la identidad social La teoría de la identidad social no reemplaza a la teoría realista del conflicto, sino que la complementa. Esta teoría parte de la afirmación de que todas las personas tratamos de alcanzar y mantener una identidad social positiva (formada por aspectos del autoconcepto que proceden de las categorías sociales (grupos) a las que pertenece). Esta identidad social positiva se consigue realizando comparaciones favorables entre el propio grupo y otros grupos relevantes. No se busca tanto maximizar beneficios propios como diferenciarse positivamente del grupo de comparación. Conceptos claves de la teoría de la identidad social (TIS) aplicada a las relaciones grupales son la movilidad y cambio social. En una determinada sociedad predominan las creencias de movilidad social cuando las personas están convencidas de que es posible cambiar de grupo o categoría social con cierta facilidad cuando su grupo de origen no logra satisfacer su necesidad de una identidad social positiva (es difícil que se produzca conflicto intergrupal). Predominan las creencias de cambio social cuando las personas perciben que el abandono, de forma individual, de su grupo de pertenencia es casi imposible. Cuando una persona no puede abandonar su grupo de origen, puede adoptar dos estrategias para salvaguardar su identidad social positiva: la creatividad social y la competición social. Mediante la creatividad social la persona puede buscar una dimensión de comparación nueva que le permita salir favorecida con respecto al exogrupo (los afroamericanos son mejores que los blancos en el deporte). La competición social se produce cuando los miembros de un grupo deciden buscar su distintividad positiva tratando de superar al exogrupo en aquella dimensión en la que era inferiores a él (las mujeres tratando de ser más competentes que los hombres). La competición social de la TIS es distinta a la competición instrumental por los recursos de la teoría realista del conflicto. La estrategia de movilidad individual y la creatividad social pueden evitar el conflicto intergrupal a pesar de existir competencia por recursos escasos. La movilidad individual destruye la solidaridad del grupo subordinado y no proporciona una solución contra la identidad social negativa para el grupo. La TIS es una teoría psicosocial del conflicto intergrupal que tiene un ámbito de aplicación mayor que la teoría realista del conflicto, explicando cuando y bajo qué condiciones la desigualdad de recursos dará origen a un conflicto intergrupal, teniendo en cuenta si los grupos son cerrados o abiertos. El modelo de los cinco estadios El modelo de los cinco estadios de Taylor y McKirnan (1984) es difícil de comprobar empíricamente por incorporar una perspectiva histórica. Se asume que las sociedades están estratificadas (grupos de alto y bajo estatus). Las relaciones entre grupos pasan siempre por cinco etapas de duración indeterminada. La transición de una a otra etapa se produce a partir de dos procesos psicológicos básicos: los procesos de atribución causal y los procesos de comparación social. Las cinco etapas por las que pasan las relaciones intergrupales son: 1) Relaciones intergrupales claramente estratificadas Está clara la existencia de dos grupos, siendo uno dominante sobre el otro (barreras insalvables). Las pautas de atribución y comparación social se basan totalmente en las características inherentes a los grupos se produce únicamente en el seno de cada grupo. 2) Emergencia de una ideología social individualista Sigue persistiendo la estratificación. Se empieza a pensar que es posible la movilidad social y a estimarse la valía personal. Ambos grupos atribuyen su estatus a características personales (habilidad, esfuerzo). Se pueden dar comparaciones entre miembros a nivel interindividual (entre personas). 3) Movilidad social Los miembros más competentes (élite potencial) de los grupos desfavorecidos intentan cambiar de grupo (TIS=> búsqueda de identidad social positiva). Las acciones colectivas de los grupos desfavorecidos sólo tienen lugar cuando estos intentos individuales de ascenso social fracasan. 4) Surgimiento de la conciencia El ascenso individual de algunos miembros del grupo desfavorecido contribuye a mantener el statu quo, ya que se priva al grupo subordinado de los líderes potenciales que podrían fomentar el conflicto y por otro lado hace ver la justicia del sistema existente. Como no todos los que intentan pasar al grupo dominante lo consiguen, se va creando un estado de descontento. Sucede cuando el fracaso se atribuye a la discriminación en lugar de a causas personales (no soy lo bastante bueno). Se comienzan a hacer comparaciones sociales de forma intergrupal. 5) Relaciones intergrupales competitivas Se producen intentos del grupo desfavorecido para mejorar su posición con respecto al grupo dominante (competición directa o redefinición de características). El grupo desfavorecido hace comparaciones intergrupales y el dominante hace creer que sólo tienen sentido las comparaciones individuales. El grupo desfavorecido realiza atribuciones externas por la subordinación presente y pasada hacia el grupo dominante, y atribuciones internas en relación al futuro. Llegados a este punto el conflicto intergrupal puede terminar de tres maneras: Si no cambia la relación de poder entre los grupos subordinado y dominante, se vuelve a la etapa 2 y el ciclo continua El grupo dominado puede dar la vuelta a la tortilla y volver a la etapa 2 pero cambiando los papeles. Los grupos pueden alcanzar una relativa igualdad de poder con constantes comparaciones intergrupales (saludable estado de competición social). El conflicto intratable Según Bar-Tal los conflictos intratables son aquellos que reúnen las siguientes características: Persisten durante un largo periodo de tiempo (varias generaciones) Las partes implicadas se perciben como irreconciliables Ciertos estamentos (ejercito, partidos políticos) de los grupos implicados tienen interés en la continuación del conflicto Son violentos Cuando un grupo gana, el otro pierde necesariamente Son totales, es decir, existe la percepción de que el conflicto es vital para la supervivencia de cualquiera de los grupos Ocupan un lugar central en la vida de las personas y grupos implicados La asunción básica de Bar-Tal con respecto al conflicto intratable es que cualquier sociedad implicada en él necesita desarrollar una serie de mecanismos militares, políticos, económicos y psicológicos (devoción al endogrupo, motivación para la lucha, sacrificio personal,..) que la ayuden a afrontar con éxito la situación. Las creencias societales o creencias sociales son los mecanismos psicológicos y son un conjunto de cogniciones compartidas por los miembros de una sociedad sobre aspectos importantes para esta (dan unidad y sentido de la especificidad). Las creencias societales de un grupo o nación implicado en un conflicto intratable son: 1) 2) 3) 4) 5) 6) 7) 8) Creencias societales en la justicia de los objetivos que el grupo persigue. Creencias societales en relación con la seguridad del propio grupo o nación. Creencias societales que deslegitiman al grupo o nación rival Creencias societales de autoimagen positiva Creencias societales de victimización Creencias societales de patriotismo Creencias societales de unidad Creencias societales de paz Las creencias societales cumplen dos funciones, una cognitiva (explicaciones, justificaciones) y otra motivacional (inspiran, motiva, dan coraje). Las sociedades implicadas en conflictos intratables hacen especiales esfuerzos para transmitir las creencias societales a sus miembros. 6. La reducción del conflicto intergrupal Tajfel señala que el conflicto se origina a partir de la identidad de las personas con un grupo, y Sherif por la competencia por recursos escasos. Sin embargo disminuir la identificación grupal o la situación competitiva no es solución. Últimamente se considera el conflicto como una expresión de una situación de malestar existente entre grupos causado por situaciones de injusticia, explotación y abuso de poder. El contacto intergrupal El contacto entre miembros de diferentes grupos conduce a una reducción de la hostilidad intergrupal, pero tiene una serie de requisitos: Que el contacto esté apoyado institucionalmente (incentivos y recompensas) Que los contactos no sean esporádicos (para generalizar al exogrupo las relaciones interpersonales positivas) Que las personas que interactúan tengan un estatus similar (las diferencias de estatus distorsionan la relación => estereotipos) Que los contactos se produzcan en situaciones de cooperación (en caso contrario puede aumentar el conflicto intergrupal) La hipótesis del contacto fue propuesta por Allport. Otros autores (Wright, Aron, et. al.) formularon la hipótesis del contacto extendido que sostiene que el mero hecho de conocer u observar que un miembro de nuestro grupo mantiene una relación estrecha con un miembro del exogrupo puede contribuir a la mejora de las actitudes intergrupales. La reducción del conflicto desde la teoría de la identidad social Desde la TIS se sostiene que el favoritismo endogrupal (una de las principales raíces del conflicto) viene producido en gran medida por los procesos de categorización. Desde esta perspectiva habría tres procesos que tenderían a reducir el conflicto endogrupal. 1) La descategorización, que consiste en procurar que los miembros de los grupos discriminados sean percibidos por los miembros del grupo mayoritario como individuos y no como miembros de un grupo sobre el cual existen estereotipos negativos. 2) La categorización cruzada, que consiste en resaltar las categorías comunes de pertenencia que pueden tener los miembros de dos grupos enfrentados (mujeres de partidos políticos enfrentados pueden suavizar el conflicto si se centran en su condición común de mujer). 3) La recategorización consiste en tratar de crear una nueva categorización que englobe conjuntamente a los miembros del exogrupo y del endogrupo. En el modelo de identidad endogrupal común si se induce a miembros de grupos diferentes a imaginar que forman parte de un único grupo y no de grupos separados, las actitudes hacia los miembros del anterior exogrupo se harán más positivas debido a una serie de procesos cognitivos y motivacionales, entre los que se incluye la tendencia a favorecer a los miembros del propio grupo.