HISTORIA DE UNA ESCALERA 1. Historia de una escalera es una obra donde se analiza la sociedad española con todas sus injusticias, mentiras y violencias. Acto primero En al acto primero vemos la escena del cobrador de luz y los visibles problemas económicos de la vecindad, con una excepción : Don Manuel. Es la presentación de los personajes con sus características y sus limitaciones. Para terminar con este primer acto, Fernando se encuentra con Carmina y la expresa el amor que siente y ha sentido por ella diciéndola todos los planes de futuro que tenía para ambos. Parecería que una pareja se forma. Acto segundo Es este segundo acto ocurre tras 10 años, en los que han cambiado mucho las cosas en el edificio de la escalera. Muchas persona ya han fallecido como Asunción, Don Manuel y por último Don Gregorio. También las parejas se han casado, (pero no con los novios antiguos) y han formado nuevas familias, como Fernando y Elvira, tienen un bebé ; Urbano y Carmina que se hicieron novios enfrente del casinillo, aunque debido a estos nuevos emparejamientos el ambiente entre la gente ha empeorado por que ahora se llevan mucho peor y se siente un gran rencor. Rosa y Pepe siguen de novios a pesar del mal trato que este da a Rosa y de que el señor Juan no se hable con su hija por los rencores del pasado. Don Juan sigue preocupado por su hijo y tiene noticias de ella por Trini Acto tercero Este tercer acto continúa después de 20 años, en los que han pasado muchas cosas, además de las que se suponen, como la del envejecimiento de las personas y el fallecimiento de alguna de ellas. También aparecen nuevos vecinos que se quejan de los antiguos inquilinos y los dueños del edificio, pues los menosprecian por su categoría social. El edificio de la escalera también ha cambiado, por ejemplo, el cambio de los cristales de las ventanas, las paredes están un poco mas blancas, hay timbres en las puertas. Fernando y Elvira ya tienen dos hijos Fernando (hijo) y Manolín, el segundo y menor, las escenas se repiten mas o menos de la misma manera que en el segundo acto en cuanto a las aspiraciones de Fernando hijo. Además ocurren otras cosas como, el noviazgo de Fernando (hijo) y Carmina (hija) repitiendo de esta manera la historia de sus padres. Al enterarse los padres de Fernando y de Carmina de eso, estos se enfadan y entran en una grave discusión que acaba reproches y viejos rencores que salen al aire. Pero a Fernandito no le importa y a expensas de sus padres los dos jóvenes se aman en el casinillo. 2. RESUMEN DEL ARGUMENTO La frustración, el desasosiego, la impotencia de una clase trabajadora que no logra salir adelante aunque haga todos los esfuerzos para ello. Aunque también encontramos personajes y sobre todo la escalera que encarnan la demagogia y la inmobiblidad del sistema, el decir que se va a hacer todo por avanzar pero quedarse en el mismo punto de partida, sin dar ninguna salida a la gran mayoría de la población . En la escalera del edificio encontramos, así como en la sociedad de posguerra, una mayor parte de personas que viven sin ninguna proyección hacia el futuro debido a la imposibilidad económica, y una familia minoritaria que encarna esa mínima parte de la sociedad que tiene los medios para progresar. TEXTO: FERNANDO.– No me creo nada. Sólo quiero subir. ¿Comprendes? ¡Subir! Y dejar toda esta sordidez en que vivimos. URBANO.– Y a los demás que los parta un rayo. FERNANDO.– ¿Qué tengo yo que ver con los demás? Nadie hace nada por nadie. Y vosotros os metéis en el sindicato porque no tenéis arranque para subir solos. Pero ese no es el camino para mí. Yo sé que puedo subir y subiré solo. URBANO.– ¿Se puede uno reír? FERNANDO.– Haz lo que te dé la gana. URBANO.– (Sonriendo) Escucha papanatas. Para subir solo, como dices, tendrías que trabajar todos los días diez horas en la papelería; no podrías faltar nunca, como has hecho hoy… FERNANDO.– ¿Cómo lo sabes? URBANO.– ¡Porque lo dice tu cara, simple! Y déjame continuar. No podrías tumbarte a hacer versitos ni a pensar en las musarañas; buscarías trabajos particulares para redondear el presupuesto y te acostarías a las tres de la mañana contento de ahorrar sueño y dinero. Porque tendrías que ahorrar, ahorrar como una urraca; quitándolo de la comida, del vestido, del tabaco… Y cuando llevases un montón de años haciendo eso, y ensayando negocios y buscando caminos, acabarías por verte solicitando cualquier miserable empleo para no morirse de hambre… No tienes tú madera para esa vida. Antonio Buero Vallejo, Historia de una escalera. Resumen Fernando y Urbano hablan sobre el futuro. Fernando aspira a ascender socialmente sin ayuda de nadie. Quiere que su vida actual cambie, abandonar la miseria de su entorno. Sin embargo, Urbano le explica que este cambio que desea le supondría un enorme esfuerzo personal, un sacrificio que probablemente no tendría la recompensa esperada. En definitiva, Urbano no tiene esperanza en que Fernando logre su propósito, ya que no lo cree capaz de realizar un esfuerzo tan grande. 2. Tema y estructura 2.1. Tema El ascenso socio-económico es prácticamente imposible, ya que implica numerosos obstáculos y sacrificios personales. 2.2. Estructura Externa: el fragmento teatral seleccionado incluye ocho intervenciones alternativas de dos personajes, Fernando y Urbano. El hecho de que uno de los personajes responda inmediatamente al anterior facilita la comprensión de la estructura del texto. Interna: en el fragmento propuesto de Historia de una escalera las ideas se distribuyen atendiendo a lo que podríamos denominar un sistema de réplica y contrarréplica, puesto que Fernando y Urbano defienden dos posturas ideológicas opuestas: Fernando comienza defendiendo su postura individualista en lo que respecta al ascenso social. Argumenta su posición aludiendo al deseo de escapar de su miserable y sórdido presente. Urbano, por su parte, considera que el ascenso individual es prácticamente inalcanzable para Fernando; implicaría tanto una enorme capacidad de ahorro como una voluntad de trabajo férrea para someterse al pluriempleo. 3. Comentario crítico Nos encontramos ante un fragmento perteneciente a una de las obras teatrales más conocidas del literato Antonio Buero Vallejo, Historia de una escalera. El dramaturgo manchego presenta esta pieza al premio Lope de Vega en 1949 y obtiene el preciado galardón. Como consecuencia, la obra se estrena con enorme éxito ese mismo año en el Teatro Español. Por tanto, Buero Vallejo atrae al público ya desde su primera representación, y ello a pesar de que nos encontramos ante un teatro realista de denuncia social. Por tratarse Historia de una escalera de una pieza dramática, nos enfrentamos ahora a un fragmento dialogado entre Fernando y Urbano, que puede localizarse en el primer acto. Estos dos personajes manifiestan una visión antitética de la vida, que en este texto se plasma en lo que atañe a sus ilusiones de futuro. Fernando representa al joven pequeñoburgués que sueña con ascender en la jerarquía social para desligarse del mundo de pobreza en que vive. Pero lo suyo son sólo proyectos imaginarios, en él no hay ni acción ni movimiento. Además, sueña con alcanzar su propósito de manera individual, sin contar con nadie. Esto es lo que Urbano, el obrero sindicalista, le reprocha. A través de su discurso intenta que Fernando comprenda lo utópico y egoísta de sus palabras. Aunque Fernando se aferra al tiempo, esperando un destino mejor, Urbano rechaza esta solución. Y es que Historia de una escalera es el drama de la frustración de los sueños, tanto por el peso del medio social como por la debilidad de los personajes para ser fieles a sus ilusiones. En definitiva, la problemática en la obra de Buero tiene una doble vertiente: social y personal, colectiva e individual. Así pues, Buero está tratando un tema universal, que a todos nos afecta en mayor o menor medida. Nos referimos al anhelo por lograr una posición socio-económica estable, que no siempre llega. Ahora bien, lo que se plantea en este fragmento es el distinto camino que Fernando y Urbano han escogido para luchar por los mismos ideales: el primero opta por el individualismo, mientras que el segundo se decanta por el asociacionismo. Y decimos que Fernando y Urbano luchan por una causa común, aunque el segundo se muestre un tanto escéptico, porque ambos son producto de la invención de Buero que, sin duda, deseaba una mejora de la España del momento. Buero plasma tanto en el fragmento como en toda la pieza su visión más íntima y subjetiva, al estar influido por su propia experiencia (su filiación marxista hizo que fuera preso político tras la Guerra Civil). Sin embargo, el hecho de cultivar el género dramático le da cierta libertad, pues le permite diseminar su visión de los hechos en distintos personajes, e incluso enfrentarlos como a Fernando y Urbano, para mostrar lo positivo y lo negativo de ambas visiones de la vida. El fragmento que hemos comentado manifiesta una de las preocupaciones sociales de Buero Vallejo: el hecho de encontrar una salida al estancamiento, al inmovilismo en que se hallaba sumida la España de posguerra. Y para lograr que el lector extraiga esta conclusión acude acertadamente a la presentación de dos personajes en apariencia opuestos, pero inmóviles tanto personal como socialmente. El autor, desde una vertiente social, fustiga, no sin sentir un profundo dolor, el desaliento, el fracaso, el irreal idealismo de esta colectividad. Buero presenta al espectador una radiografía de la sociedad española del momento, un testimonio directo de su circunstancia, una organización social consecuencia de la posguerra española, que parece proyectarse en la continua guerra que los personajes sostienen entre sí. El mundo trágico que Buero presenta, tiene el mérito de haber ganado para la conciencia española, en las más diversas y difíciles circunstancias, un espejo donde poder mirarse a sí misma.