que toma el color deseado para lo cual según los instruidos es bastante media ó una hora cuando las h . ras de la maceracion ó r e m o j o de la p l a n t a han sido ías convenientes. Entonces se deja reposar todo y estando clara el a g u í , se abre un agugero hecho de intento á distancia de un pie del fondo de la tina, y se deja salir el agua clara. Las heces que quedan abajo, se sacan con vasijas, y se hechan en un hoyo cuadrado y pequeño que se hace en Id tierra, en donde el agua desaparece casi toda, introduciéndose por ella y quedan las heces solas con un poco de agua, y esto es lo que se guarda en tinajas de barro pequeñas, y se vende la tinaja desde tres hasta ocho pesos. E s t e es el método que usan los indios para hacer lo que llaman lodo ó tintarron lo cual se ha prohibido por bandos, porque H O tiene saiida para con los Europeos. No obtante los naturales siguen haciendo lo mismo que antes, llevados de la f a , ciudad del trabajo y de la prontitud de la venta, que se efeetua en las Islas tomando también mucho los Chinos. Para hacer lo que se llama Añil verdadero, se procede según me han explicado, del mismo modo; solamente que se necesitan dos tinas. Hecho pues todo lo que se ha dicho en la tina primera, y cuando esta el agua bien teñida, se traslada esta sin batiría y antes que se aclare, á la segunda tina en donde se bate con las varas de que hable arriba. Reposada el agua, se des. tapa el agujero que se halla cerca del fondo, para que salga. Extrahese la pasta que se orea por algún tiempo, para hacer después pastillas de ella, y el quintal se Vende en Manila á sesenta noventa ó á mas de cien pesos. Esta mas perfecta elaboración del añil la pro0 e J 1 i