PASTOR SANCTUS VIRTUTIS CULTOR

Pastor Sanctus Virtutis Cultor
El legado del Patriarca Juan de Ribera
en su IV centenario
Iglesia de Corpus Chisti
S
an Juan de Ribera concibió esta Iglesia de
Corpus Christi no sólo como la capilla de su
Colegio, sino ante todo como un modelo ideal
de ser la nueva iglesia parroquial, según la
renovación emanada del Concilio Tridentino.
Un modelo reformado que abraza los aspectos constructivos, decorativos y también los
relativos al culto. Está dotada incluso de un
campanario que ha servido de ejemplo durante siglos, con ligeras variaciones, a muchas
iglesias.
Por decisión del arzobispo, adopta un esquema enteramente novedoso, tanto en planta
como en alzado, en el orden estilístico y en la
decoración, y en ella se edificó, por vez primera en Valencia, una cúpula sobre tambor destinada alumbrar el santuario.
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Sacristía Mayor
Construida por Guillem del Rey
entre 1591 y 1595, sus paredes
fueron a continuación revestidas
enteramente con extensos murales al fresco encargados al pintor
genovés Bartolomé Matarana,
con una magnitud y complejidad
que no tenían antecedente ni
parangón en el arte valenciano.
Consciente de la formidable capacidad de la pintura a la hora
de trasmitir, convencer y conmover, quiso una espectacular homilía en imágenes que plantease
perpetuamente ante los ojos de
los clérigos y de los fieles las verdades esenciales del catolicismo
y la defensa de su Iglesia.
Un edificio singular, en el que
cada parte y cada ornamento
disponían de un sentido y una
razón de ser, logrando crear un
grandioso programa iconográfico, que comprendía un profundo mensaje.
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La Sacristía Mayor donde se revisten los celebrantes
para la realización de los ritos sagrados tiene rango de
Capilla, por lo que aparece presidida por una imagen
de Cristo crucificado, sobre la cajonería de maderas
nobles donde se guardan, ordenadas y clasificadas,
las distintas vestiduras sacras y ornamentos litúrgicos.
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Capilla de las Reliquias
El contexto espiritual de la época y su piedad religiosa impulsaron al arzobispo fundador a coleccionar
salvaguardándolas las reliquias sagradas, menospreciadas y aún destruidas con saña por los hugonotes.
En 1607 las reunió en esta estancia, construyendo para
ellas el gran armario, lujosamente decorado por el dorador Tomás Gil de Bolaynos y el pintor Tomás Hernández, y coronado por las estatuas de las Virtudes
Cardinales, así como ricos relicarios, elaborados con
metales y piedras preciosas por los mejores plateros
La sala de Ornamentos
de Valencia, la mayor parte de
los cuales fueron incautados en
1814, a raíz de la ocupación napoleónica; se conservan pese a
todo las reliquias en receptáculos más modestos.
La Capilla está presidida por el
altar con el sobrecogedor Tríptico del Juicio del Alma, encargado
en 1567 a Luis de Morales, donde
aparece el retrato juvenil como
difunto del propio Juan de Ribera, cuando obispo de Badajoz.
La Sala está adornada con magnificencia mediante el alto zócalo
de azulejería, la colorida bóveda,
pintada por Jerónimo Chavarri
en 1608, y el elegante friso de
cuadros italianos de asunto devoto, entre los que destaca la
emotiva pintura de la Oración
de Cristo en el Huerto de los Olivos del famoso pintor cremonés
Antonio Campi.
Esta cámara abovedada exhibe
algunas vestiduras sacras especialmente valiosas, como la Capa
Pluvial, bordada en 1599, para
que el arzobispo Juan de Ribera
bendijese en la Catedral de Valencia las bodas entre el rey Felipe III
y su esposa Margarita de Austria,
así como diversos ornamentos y
objetos de orfebrería empleados
en el culto divino que se celebra
en esta iglesia de Corpus Christi.
Bodas de Felipe III por Vicente Lluch Museo de BB AA de Valencia.
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Patio Romano
Refectorio, pintura mural y mobiliario
La pintura mural que preside el
testero del Refectorio representa
la Ultima Cena de Jesucristo con
sus apóstoles, y fue encargada al
genovés Bartolomé Matarana en
1599. En ella se intenta reconstruir la cena legal judía del Seder,
con los asistentes reclinados en
lechos a la manera romana, en
torno a la mesa donde se ha dispuesto el cordero pascual.
Este patio de servicio fue construido en lo principal
entre 1586 y 1589 y da acceso a su alrededor a la
cocina y sus accesorios, a los cuartos de servicio de
la sacristía, a las habitaciones privadas del fundador,
junto a las que se alza el hermoso
Ciprés del Patriarca, y a través del
Refectorio, al Claustro porticado
que centra las dependencias del
Colegio.
Debajo se han dispuesto diversos elementos que se
han conservado del mobiliario (Papelera o bargueño,
Sillas de descalzar, Pedestal, Atril, Mesa, Caja, etc.)
que usó durante su vida el fundador del Colegio, realizados por encargo con maderas preciosas embutidas,
cuero y metal repujado, mármoles y jaspes.
Está adornado por el grandioso
panel cerámico de La Sagrada
Eucaristía adorada por los
ángeles, realizado en 1796 en la
Real Fábrica de Valencia; una de
las columnas de mármol italiano
adquiridas en 1596 por San Juan
de Ribera para la construcción
del Claustro, coronada por una
cruz de forja; las piezas de la
monumental fuente renacentista
que ocupó su centro hasta la
instalación de la estatua de San
Juan esculpida por Mariano
Benlliure en 1896, y una estatua
del siglo V que representa a
un togado romano sobre su
pedestal.
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San Juan de Ribera
San Juan de Ribera nació en
Sevilla el 27 de diciembre de 1532.
Desde 1544 estudió teología Universidad de Salamanca con los
mejores maestros del momento: Pedro Sotomayor, Domingo
de Soto y Melchor Cano. Trabó
amistad con, san Juan de Ávila,
fray Luís de Granada, los primeros jesuitas, que marcaron su espiritualidad. En 1562, fue nombrado obispo de Badajoz, donde se
empeñó a fondo para aplicar las
reformas del Concilio de Trento.
En 1568, San Pío V le concedió
el título de Patriarca de Antioquía
y le nombró arzobispo de Valencia. Trató entonces de renovar los
estudios sagrados en la Universidad valentina, pero su principal
preocupación fue la reforma del
clero y del pueblo, que llevó a
cabo decidiendo residir permanentemente en su archidiócesis,
visitándola con frecuencia, celebrando siete sínodos, predicando
y administrando los sacramentos
personalmente. También prestó
atención a la reforma de la vida
religiosa regular y fundó varios
monasterios y conventos. En sus
últimos años Felipe III le nombró
virrey y capitán general de Valencia por un breve periodo entre
1602 y 1604. Además, procuró
integrar a los moriscos mediante
su evangelización, pero ante el
fracaso de ésta recomendó insistentemente su expulsión, medida que tomó el Consejo de Estado en 1609 sin su conocimiento
ni intervención.
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Toda esta actividad la pudo
realizó sin abandonar el cultivo
de su espíritu y su polifacética
curiosidad científica, ni la inquietud intelectual, que le llevó a
reunir una formidable biblioteca,
así como al mecenazgo artístico
bajo la impronta de su refinada
sensibilidad. Dejó plasmado el
fervor de su piedad eucarística
y sabiduría teológica en su Colegio de Corpus Christi, que fundó con la finalidad de formar un
clero reformado de acuerdo con
las disposiciones conciliares, y al
que doto de numerosas obras artísticas y una expresiva y singular
liturgia. Murió en Valencia, el 6
de enero de 1611. Fue beatificado
por Pío VI en 1796 y canonizado
por Juan XXIII en 1960.
La fundación más importante
y obra predilecta del arzobispo
Ribera fue el Real Colegio-Seminario de Corpus Christi, que deseaba destinar a la formación de
sacerdotes instruidos y virtuosos
que le ayudaran a llevar adelante
la reforma religiosa de los fieles.
Los edificios fueron construidos
entre 1586 y 1610, y ricamente
alhajados de cuadros y libros,
junto con una bellísima iglesia,
que dotó y adornó para servir
de ejemplo y modelo a las que
habrían de levantarse en adelante en la archidiócesis valentina. La realización y supervisión
de las obras la encomendó a su
amigo de muchos años y entera
confianza, D. Miguel de Espinosa
(1530-1600), que era su obispo
auxiliar, y fue el primer Rector del
Real Colegio.
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Claustro y escalinata
Pinacoteca
La gran Escalinata de piedra se desarrolla a doble
“decenda de cava”, y fue construida por Francisco Figueroa (1599). Conduce desde el Aula al verdadero
corazón del Colegio, según el criterio del fundador:
la Librería, es decir a la nutrida y excelente biblioteca
recopilada por san Juan de Ribera, en la que se incluye la mayor y mejor colección privada de biblias de
Europa en su época.
En el año 1959, el Real Colegio Seminario de Corpus
Christi, consciente del inmenso y valioso patrimonio
cultural acumulado a lo largo de los siglos, quiso hacer
un esfuerzo para facilitar a los ciudadanos el conocimiento y disfrute de esos bienes culturales. Para ello
encargó al arquitecto valenciano Carlos Soria habilitar
un espacio museístico accesible al público en una parte
de las antiguas habitaciones de los colegiales, que ahora se trasladaron a los antiguos desvanes del edificio.
La cancela abalaustrada de madera da paso al
Claustro construido entre 1600 y 1603 por Guillem
del Rey. Los pórticos a doble altura se levantaron
con el magnífico lote de columnas dóricas y jónicas
de mármol de Carrara, adquirido
en 1596 por san Juan de Ribera
de los herederos de doña Ana
de Mendoza, Princesa de Éboli.
Los altos zócalos en azulejería de
arista de tradición morisca, con
diseños renacentistas, y vidriada
según la técnica de la “maiolica”
italiana, fueron realizados para el
arzobispo en sus hornos de Burjassot, entre 1604 y 1605.
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En este Museo del Patriarca se exhibe una escogida
selección de las valiosas obras artísticas con las que
el arzobispo fundador dotó al Colegio, asi como otras
muchas que llegaron posteriormente por medio de
donaciones y legados testamentarios. Obras de Caravaggio, Baglione, El Greco, Morales, Ribalta, Dirk
Bouts, Ignacio Pinazo, Mariano Benlliure, y muchos
otros artistas de altísima calidad, junto con muestra de
orfebría y libros de gran precio.
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La Capilla del Monumento
Esta capilla completa las funciones del templo mayor
y sirve expresamente a posibilitar desarrollo de algunas ceremonias sagradas ideadas y minuciosamente
descritas por el fundador en las Constituciones de la
Capilla de Corpus Christi. Dentro del triduo de la Semana Santa, dedicado a los momentos culminantes
de la institución eucarística, la pasión y la muerte del
Redentor, se reserva a las solemnes celebraciones del
jueves y el viernes.
El Jueves Santo, después de la brillante conmemoración de la Institución de la Eucaristía en la Missa in
Cena Domini, la Reserva Eucarística es trasladada en
una solemnísima procesión hasta aquí e instalada en
su altar, suntuosamente adornado para la ocasión. Es
lo que se denomina el Monumentum o Sepultura de
Cristo, que será acompañada por los rezos y la contemplación de los fieles durante toda esa velada.
Al día siguiente, durante la severa y estremecedora
liturgia del Viernes Santo, que hace memoria de la
muerte del Salvador, tras descubrir y adorar el gran
crucifijo del altar mayor de la iglesia se vuelven a correr
sus enlutados cortinajes y sale
desde la Sacristía mayor la procesión del Entierro de Cristo.
En este austero y severísimo
cortejo otra gran estatua d Cristo, ahora yacente, es llevada en
silencio y solemne procesión hasta la Capilla del Sepulcro, donde,
después de las oraciones prescritas, los sacerdotes proceden a representar el entierro en efigie de
Cristo dentro del nicho inferior
situado sobre la mesa del altar.
Presidida por la bellísima estatua de la Concepción Inmaculada, la capilla está consagrada a
la Pasión, Muerte y Resurrección
de Jesucristo, está adornada con
una espectacular bóveda pintada
al fresco y suntuosas colgaduras
de tapicería gótica.
PATIO ROMANO
REFECTORIO
ORNAMENTOS
SACRISTÍA
RELICARIO
AULA/Proyecciones
ESCALERA
IGLESIA
Capilla Mayor
CLAUSTRO
PINACOTECA
ATRIO
ENTRADA
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CAPILLA DEL MONUMENTO
SALIDA
Iglesia de Corpus Christi
C/ La Nave, 1
46003 Valencia
Horario:
De martes a sábado
De 11 a 13 h. y de 17 a 19 h.
Jueves de 17 a 18:30 h.
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