El nacionalismo

Anuncio
CURSO DE FORMACION DE SGTOS. MSCS.
GENERACION 2014-2015
MAESTRO: SGTO 1 AUX MUSICO MARIO CORTES
CORONADO.
MATERIA: HISTORIA DE LA MUSICA.
DISCENTE: SGTO.2/AUX.MSC ENDRAS EDGAR ENDONIO
RIVERA.
TRABAJO: EL NACIONALISMO MUSICAL MEXICANO
CURSO DE FORMACION DE SARGENTOS PRIMEROS
MUSICOS.
Introducción
El concepto de nacionalismo ha sido tema de exploración y reflexión de los
músicos mexicanos, dedicados a la investigación o práctica musicales.
El surgimiento de
nuestro país como
nación independiente es
relativamente muy
breve. A través de
doscientos años hemos
tenido grandes y
numerosas experiencias
en el ámbito político,
militar y social. Sin
embargo, en el ámbito
musical, hemos
atravesado por algunos
cuantos procesos
artísticos, sobre todo si
tomamos en cuenta que las grandes corrientes tardan muchos años en formarse y
desarrollarse. México vivió su primer siglo mientras se desarrollaba la época del
Romanticismo fundado por Beethoven pero que alcanzaría pleno auge con
Chopin, Schubbert y Mendelssohn. Esta música permeaba entre las clases
acomodadas citadinas y entre sus compositores: Juventino Rosas, Felipe
Villanueva, Ernesto Elorduy yRicardo Castro.
El nacionalismo musical mexicano surgió a partir del impacto social y cultural de la
Revolución. En diversos países de América Latina los compositores emprendieron
la indagación de un estilo nacional hacia la mitad del siglo XIX. La búsqueda de
identidad nacional en la música comenzó con un movimiento indigenista romántico
en Perú, Argentina, Brasil y México, basado en símbolos prehispánicos atractivos
para la ópera. El compositor mexicano Aniceto Ortega (1823-1875) estrenó su
ópera Guatimotzin en 1871, sobre un libreto que presenta a Cuauhtémoc como un
héroe romántico.
A fines del siglo XIX y principios del XX se percibía ya un claro nacionalismo
musical en México y sus países hermanos, influido por corrientes nacionalistas
europeas. Este nacionalismo romántico es resultado de un proceso de
“criollización” o mestizaje musical entre las danzas de salón europeas (vals, polka,
mazurka, etc.), los géneros vernáculos americanos (habanera, danza, canción,
etc.) y la incorporación de elementos musicales locales, expresados a través del
lenguaje romántico europeo dominante. Entre las óperas románticas nacionalistas
están El rey poeta (1900) de Gustavo E. Campa (1863-1934) y Atzimba (1901) de
Ricardo Castro (1864-1907).
Las ideas estéticas de los compositores nacionalistas románticos representaban
los valores de las clases media y alta de la época, en concordancia con los ideales
del romanticismo europeo (elevar la música del pueblo al nivel de arte). Se trataba
de identificar y rescatar ciertos elementos de la música popular y revestirlos con
los recursos de la música de concierto.La numerosa música de salón publicada
durante la segunda mitad del siglo XIX ofrecía arreglos y versiones virtuosísticas
(para piano y guitarra) de los famosos “aires nacionales” y “bailes del país”,
mediante los cuales se introdujo la música
vernácula a las salas de concierto y al salón
familiar, con un aspecto presentable para
las clases medias. Entre los compositores
mexicanos del siglo XIX que contribuyeron a
la búsqueda de una música de carácter
nacional están Tomás León (1826-1893),
Julio Ituarte (1845-1905), Juventino
Rosas (1864-1894), Ernesto Elorduy
(1853-1912), Felipe Villanueva (1863-1893) y Ricardo Castro. Rosas se hizo
famoso a escala internacional con su vals (Sobre las olas, 1891), mientras
Elorduy, Villanueva y otros cultivaron la sabrosa danza mexicana, basada en el
ritmo sincopado de la contradanza cubana, origen de la habanera y del danzón.
El nacionalismo musical consiste en la asimilación o recreación de la música
popular vernácula por los compositores de música de concierto, ya sea de manera
directa o indirecta, evidente o velada, explícita o sublimada. El nacionalismo
musical mexicano fue proclive a la mezcla estilística, lo que explica el surgimiento
de dos fases nacionalistas y varios estilos híbridos. El nacionalismo romántico,
encabezado por Manuel M. Ponce (1882-1948) durante las dos primeras décadas
del siglo, hacía énfasis en el rescate de la canción mexicana como base de una
música nacional. Entre los compositores que siguieron a Ponce por esta vía
estuvieron José Rolón (1876-1945), Arnulfo Miramontes (1882-1960) y Estanislao
Mejía (1882-1967). El nacionalismo indigenista tuvo como líder más notable a
Carlos Chávez (1899-1978) durante las dos décadas siguientes (1920 a 1940),
movimiento que pretendía recrear la música prehispánica mediante el uso de la
música indígena de la época. Entre los muchos compositores de esta fase
indigenista encontramos a Candelario Huízar (1883-1970), Eduardo Hernández
Moncada (1899-1995), Luis Sandi (1905-1996) y el llamado “Grupo de los cuatro”,
formado por Daniel Ayala (1908-1975), Salvador Contreras (1910-1982), Blas
Galindo (1910-1993) y José Pablo Moncayo (1912-1958).
Entre las décadas de 1920 y 1950 surgieron otros estilos nacionalistas híbridos
como el nacionalismo impresionista, presente en ciertas obras de Ponce, Rolón,
Rafael J. Tello (1872-1946), Antonio Gomezanda (1894-1964) y Moncayo; el
nacionalismo realista y expresionista de José Pomar (1880-1961), Chávez y de
Silvestre Revueltas (1899-1940), y hasta un nacionalismo neoclásico practicado
por Ponce, Chávez, Miguel Bernal Jiménez (1910-1956), Rodolfo Halffter (19001987) y Carlos Jiménez Mabarak (1916-1994). A fines de los años cincuenta se
percibe un claro agotamiento de las distintas versiones del nacionalismo musical
mexicano, debido en parte a la apertura y búsqueda de los compositores hacia
nuevas corrientes cosmopolitas, algunos de ellos educados en los Estados Unidos
y en la Europa de la posguerra.Aunque el nacionalismo musical predominó hasta
la década de 1950 en América Latina, desde el inicio del siglo XX surgieron otras
corrientes musicales, unas ajenas y otras cercanas a la estética nacionalista.
Ciertos compositores se sintieron atraídos por estéticas musicales opuestas al
nacionalismo, al reconocer que los estilos
nacionalistas los condujeron por la ruta
fácil de la expresión regionalista y los
alejaron de las nuevas tendencias
internacionales. Un caso único en México
es el de Julián Carrillo (1875-1965), cuya
extensa obra musical transitó de un
impecable romanticismo germánico hacia
el microtonalismo (sonidos inferiores al
medio tono), y cuya teoría del Sonido 13 le ganó fama internacional. Otro caso
especial es el de Carlos Chávez, quien después de abrazar el nacionalismo con
fervor pasó el resto de su trayectoria como compositor ejerciendo, enseñando y
difundiendo las más avanzadas corrientes de la música de vanguardia
cosmopolita.
En los años que precedieron a la Revolución Mexicana brotó en un hombre la
semilla que desencadenaría el surgimiento del movimiento musical más
importante de la primera mitad del siglo XX: el Nacionalismo Mexicano.
 Manuel M. Ponce
Manuel M Ponce (1886–1948) es sin duda alguna el padre del nacionalismo
mexicano. Nacido en Fresnillo Zacatecas se mudó a muy temprana edad a
Aguascalientes. Aprendió a tocar el piano durante su niñez y, posteriormente, hizo
estudios formales de piano y composición a temprana edad en el Conservatorio
Nacional de Música. Después continuó su preparación en Italia y Alemania en
1904 y regresó en 1908 a ocupar el puesto que dejara Ricardo Castro en la
cátedra de piano del Conservatorio. En 1915 viajó a Cuba y durante su estancia
en la Habana surgió en él la necesidad de crear un
método que rescatara la música popular, cosa que
consideraba muy valiosa y que debía ser
compartida en todo el mundo. En 1918 de regreso
en México contrajo matrimonio con Clementina
Maurel y fue nombrado director de la Orquesta
Sinfónica de México.
Manuel se convirtió en un compositor controvertido
y se dedicó a crear una obra basada en temas
tradicionales del folclor, mismo que combinó con
las formas del romanticismo europeo. En 1925
obtuvo una licencia para viajar a París, lugar donde, al darse cuenta de los
avances en las formas de composición, decidió quedarse hasta 1933. Estando
allá, Ponce se codeó con los grandes compositores del mundo: Paul Dukas, Heitor
Villa Lobos, Nadia Boulanger, Maurice Ravel, entre otros.
A su regreso fue nombrado director del Conservatorio Nacional de Música,
fundador de la cátedra dedicada al estudio del folclor nacional en la Escuela
Superior de Música de la Universidad y director de la publicación titulada Cultura
Musical.
Entre sus canciones, se encuentran: Estrellita, A la orilla de un palmar, Serenata
mexicana , Marchita el alma , La pajarera, Una multitud más, Tal vez, Necesito,
Lejos de ti, Lejos de ti II, Cuiden su vida, Si alguna vez , Que lejos ando , Si algún
ser , Yo mismo no comprendo , Isaura de mi amor , Por ti mi corazón , Marchita el
alma , Por ti mujer , Soñó mi mente loca , Tú , Aleluya , Rayando el sol, Cerca de
ti, Serenata mexicana.
Manuel M. Ponce compuso para varios instrumentos, entre los que se destacan el
piano y la guitarra. Gracias a su cercana amistad con Andrés Segovia, que se
encargó de tocar sus obras con completa devoción alrededor del mundo, Manuel
Ponce fue el primer compositor mexicano en obtener un verdadero reconocimiento
en todo el orbe.
 José Pablo Moncayo
Por su parte, José Pablo Moncayo (1912 – 1958) nació en Guadalajara, Jalisco.
Fue compositor y director de orquesta y pináculo de la corriente nacionalista que
naciera con Ponce y tuviera gran auge con Carlos Chávez y Silvestre Revueltas.
José Pablo se involucró en la música gracias a su hermano mayor que le enseñó
los rudimento, posteriormente, estudió piano en su ciudad natal, para luego
ingresar al Conservatorio Nacional en la ciudad de México. Tocaba Jazz en
algunos lugares para hacerse de dinero y pagar sus estudios. Fue compañero de
estudios de Salvador Contreras, Blas Galindo y Daniel Ayala. Los cuatro asistieron
a la cátedra de composición de Carlos Chávez en el Conservatorio y fueron de los
estudiantes más talentosos. En 1931, durante una presentación de la Sociedad
Musical “Renovación”, Moncayo presentó dos de sus primeras composiciones.
En 1932 ingresó a la Orquesta Sinfónica de México en
la sección de percusiones. Como incipientes protegidos
de Chávez, Moncayo y Galindo tuvieron oportunidad de
entablar una amistad con otros grandes compositores
como fueron Silvestre Revueltas y Aaron Copland. En
1934, debido al cambio de administración en la
federación, Chávez terminó su periodo en la dirección
del Conservatorio y la administración entrante cerró la
cátedra de composición y dificultó las situaciones para
los pupilos del director saliente. De cualquier manera,
Moncayo y sus compañeros lograron finalizar sus
estudios airosos y bien librados.
En 1941, Carlos Chávez le encargó a Moncayo una nueva obra basada en la
música tradicional para ser interpretada en una serie de futuros conciertos. Éste
viajó acompañado de Galindo a la ciudad de Alvarado, Veracruz, donde la música
folclórica se conservaba en su forma más pura. Estando ahí, recopilaron una serie
de melodías ritmos e instrumentaciones obtenidas de los huapangueros de la
región. La trascripción fue difícil, pues estos interpretaban los sones de un modo
distinto cada vez.
El Huapango de Moncayo fue estrenado el 15 de abril de 1941 en el Palacio de
Bellas Artes por la Orquesta Sinfónica de México dirigida por Carlos Chávez.
La actividad artística de Moncayo se siguió desarrollando en el ámbito de la
composición y la dirección orquestal. Ocupó el cargo de director de la Orquesta
Sinfónica de México y, posteriormente, de la Orquesta Sinfónica Nacional (creada
en 1947).
El 16 de junio de 1958, José Pablo Moncayo murió en su casa en la avenida
Ámsterdam, poco antes de su cumpleaños 46. Junto con él, terminó el periodo del
nacionalismo Mexicano fundado en los ideales de la Revolución. Su legado fueron
un sin número de piezas para piano, música de cámara, una opera, algunas obras
sinfónicas y el monumental Huapango, fantasía sinfónica basada en tres sones
veracruzanos (“El Siquisiri”, “El Balajú” y “El Gavilancito”).
Es evidente que el talento
mexicano en la música ha sido
reconocido mundialmente, pero
ninguno ha sido tan glorificado
como el que existió durante el
periodo nacionalista, siempre
se tienen contempladas las
piezas de esta época por
grandes orquestas y por
condecorados directores. El
último gran homenaje al nacionalismo de México que le dio vuelta al mundo, fue el
que realizó la directora Alondra de la Parra en conjunto con la Orquesta
Filarmónica de las Américas de Nueva York en el año 2010 y que quedará
materializado en un disco llamado “Mi alma mexicana – My mexican soul”, un
disco en el que la directora se preocupó por acentuar la connotación ideológica,
política y social del México de finales del siglo XIX a mediados del siglo XX.
Por último, es preciso mencionar que hubo otros grandes compositores
mexicanos que presentaron el estilo nacionalista en sus obras, tales como Arturo
Márquez, reconocido internacionalmente por sus famosos danzones o como
Juventino Rosas quien creó un maravilloso vals llamado “Sobre las Olas”, sin
embargo, por el año en que fueron creadas sus piezas no pertenecen al
nacionalismo, sino a la época contemporánea y al romanticismo respectivamente.
Conclusiones:
se refiere al uso de símbolos u objetos típicos de un territorio o de alguna región.
Nace como un movimiento social del patriotismo criollo hacia el virreinato de la
Nueva España.
El nacionalismo en México fue considerado uno de los movimientos más fuertes
ya que ante todas las diferencias que existían, se mantenía la igualdad de
derechos y la lengua española.
En México se utilizó música folclórica y danzas como para formar obras.
El nacionalismo comprende el periodo entre finales del siglo XVIII y mediados del
siglo XIX. El nacionalismo es considerado una reacción a la música romántica
alemana.
En México el nacionalismo tuvo una fuerza ideológica, política y social. Uno de los
primeros nacionalistas mexicanos fue Manuel M. Ponce, sin embargo, también
existieron otras figuras como Carlos Chávez y Silvestre Revueltas, también se
formó el grupo de los 4, conformado por José Pablo Moncayo, Blas Galindo,
Daniel Ayala y Salvador Contreras.
El Nacionalismo es una ideología y un movimiento artístico, intelectual, social y
político que surge junto con el concepto de nación a finales del siglo XIX. En
música, la corriente nacionalista se refiere al uso de materiales que son
reconocibles como nacionales o regionales de algún sitio geográfico en específico.
Por ejemplo, el uso directo de la música folclórica, y el uso de melodías, ritmos y
armonías inspirados por el mismo folclore que termina siendo utilizado para formar
obras para orquesta y óperas. Dicho con palabras de autores, el nacionalismo es
toda aquella pieza musical que suena al país en el que fue compuesta; lo que se
compuso a Rusia, suena a Rusia. Lo que se compuso en México, suena a México.
Los primeros nacionalistas en el mundo surgieron en Europa, principalmente en
Rusia, Checoslovaquia y Hungría. En México, la música nacionalista apareció a
inicios del siglo XX con Manuel M. Ponce, quien empezó a componer piezas
basadas en música romántica europea de su época combinadas con temas del
folclore mexicano. Compuso para varios instrumentos, especialmente la guitarra.
Fue el primer compositor mexicano cuya música tuvo proyección internacional, y
su nombre fue ampliamente conocido en el extranjero. Después de Manuel M.
Ponce, siguieron otras figuras como Carlos Chávez y Silvestre Revueltas.
Descargar