Poder Judicial de la Nación

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Poder Judicial de la Nación
Neuquén, 8 de febrero de 2012.
AUTOS Y VISTOS: Para resolver en los presentes,
caratulados: “AMIEBAS, MILAGROS DE LOS ANGELES Y OTRA C/OBRA
SOCIAL DE LOS EMPLEADOS DE COMERCIO Y ACTIVIDADES CIVILES
(OSECAC) S/ACCION DE AMPARO (SUMARISIMO)" (Expte. Nº 496,
Folio
269,
Año
2009)
sobre
el
recurso
de
reposición
con
apelación en subsidio intentado por la actora a fs. 456/457 y
por su letrado patrocinante, actuando por su propio derecho,
a fs. 458/459,
la
contra la providencia de fs. 455 que decretó
caducidad
de
la
prueba
testimonial
ofrecida
por
la
demandante respecto de los testigos Brito y Semprino; y
CONSIDERANDO: 1) Que a fs. 72/84 y vta. comparece
la representante legal de la menor Milagros de los Ángeles
Amiebas a solicitar que se ordene a la demandada brindar
USO OFICIAL
íntegra cobertura de los gastos que demande el tratamiento de
rehabilitación integral e interdisciplinaria que recibe su
hija,
y
la
restitución
de
las
sumas
abonadas
por
tales
prestaciones hasta la fecha, así como el pago de daños y
perjuicios materiales, daño moral y daño punitivo.
Detalla
que
su
hija,
afiliada
a
la
Obra
Social
demandada, desde el 08 de abril del 2005 -fecha en la que
según indica habría sido dada de alta - padece de parálisis
cerebral
infantil,
comportamiento
diagnóstico
de
que
retraso
grado,
surge
mental,
hemiplejia
del
certificado
deterioro
y
de
microcefalia,
de
discapacidad
-
emitido por JUCAID- que acompaña.
Relata
tratamiento
en
que
el
desde
el
Centro
año
Médico
2008
la
Naceres,
menor
recibe
asistiendo
en
principio con una frecuencia de tres veces por semana -según
prescripción
del
Dr.
Semprino,-
tratamiento
que
fue
modificado con posterioridad por el Dr. Carlos Brito, quien
le
indicó
mensuales
cuatro
de
kinesiología,
cuatro
desde
de
fonoaudiología,
ocho
sesiones
su
sesiones
sesiones
mensuales
domicilio
a
la
de
hidroterapia,
ocho
sesiones
mensuales
de
ocho
mensuales
de
psicomotricidad,
neurokinesiología
institución
sesiones
y
mencionada
traslado
así
como
asistencia a la escuela de pedagogía “Waldorf”, todo ello por
el periodo febrero/diciembre del 2009.
En dicha oportunidad ofreció prueba testimonial y
de
reconocimiento
de
los
Dres.
Marcos
Semprino
y
Carlos
Brito.
2) Corrido traslado de la demanda y contestado el
mismo, a fs. 362 se fijó audiencia a los fines previstos por
el art. 360 del CPCyC, compareciendo en la fecha fijada el
patrocinante de la actora pretendiendo intervenir en el acto
como
gestor
procesal,
petición
que
fue
denegada
por
el
Tribunal por haberse ya con anterioridad acudido al instituto
del art. 48 del CPCyC. Es así que en la ocasión (fs. 399) y
ante la voluntad de conciliación manifestada en el acto por
la apoderada de la accionada y del letrado de la accionante,
frente a la ausencia de ésta última se suspendió la audiencia
y se fijó una nueva fecha para su celebración.
Esta vez fue la representante de la obra social la
ausente del acto (fs. 441), lo que motivó la fijación de una
tercer audiencia que finalmente fue llevada a cabo con éxito
a fs. 447/448. Allí, ambas partes solicitaron la realización
de un cuarto intermedio para contar con un período de tiempo
adicional
para
analizar
algunos
aspectos
atinentes
a
la
conciliación en curso, el que fue otorgado por el Tribunal
que fijó como fecha para la reanudación del acto la del 6 de
septiembre de 2011, de lo que las partes quedaron notificadas
en ese momento.
A fs. 449 la actora manifiesta su falta de interés
en
arribar
a
una
conciliación,
apertura a prueba, a lo que a fs.
impulsando
el
decreto
de
450 se le ordenó estarse a
la reanudación de la audiencia en curso, prevista tan sólo
para tres días hábiles después.
Llegada la fecha, sólo la
Dra. Fabani -apoderada
de la obra social- concurrió a la misma, lo que no fue óbice
para su realización (art. 125 inc. 3 del CPCyC) de modo que
se tuvo allí por fracasada la instancia conciliatoria
y
existiendo hechos controvertidos se abrió la causa a prueba,
ordenándose la producción de la misma.
En lo que hace a la prueba testimonial requerida
por la actora, se fijó audiencia para recibirla el día 19 de
septiembre.
Todo ello sucedió el martes 6
de septiembre
de
2011. Encontrándose la actora debidamente notificada de la
citación a participar de aquél evento, y en el marco del art.
Poder Judicial de la Nación
135
tercer
párrafo
del
CPCyC
-según
el
cual,
“No
se
notificarán mediante cédula las decisiones dictadas en la
audiencia
preliminar
a
quienes
se
hallaren
presentes
o
debieron encontrarse en ella”- la parte quedó debidamente
notificada de lo allí decidido. Así se hizo además constar al
final del acta de fs. 451 vta. (“Las partes” -no sólo los
comparecientes- “quedan notificadas de lo aquí resuelto”).
Así
las
cosas,
el
patrocinante
de
la
actora
solicita a fs. 452 -recién el 13 de septiembre de 2011, esto
es, una semana después de la fecha en que se celebró la
audiencia-el
préstamo de las presentes actuaciones por el
término de 24 horas, petición que fue admitida el
15/09/11,
procediendo a su retiro el 21/09/11 conforme constancia que
luce a fs. 455 vta.
3)
Mientras
tanto,
transcurrido
el
curso
de
la
USO OFICIAL
audiencia fijada para recibir la testimonial ofrecida por la
actora el 19 de septiembre de 2011 sin que los testigos
hubiesen comparecido por falta de notificación, a fs. 454 la
representante de la demandada requiere que se tenga a su
contraria
por
desistida
de
dicha
prueba,
por
no
haber
comparecido los mismos, ni haberse activado su citación, ni
confeccionado
las
cédulas
correspondientes
por
la
actora
(Cfr. art. 432 inc. 1 del CPCyCN).
Así es que con fecha 20 de septiembre de 2011 se
decreta la caducidad de dicha prueba testimonial, en el marco
del art. 432 inc. 1 del CPCyCN.
4) Contra el decreto aludido, glosado a fs. 455,
interponen la actora y su letrado -por su propio derechosendos recursos de reposición con apelación en subsidio (fs.
456/457 y 458/459 respectivamente).
Relatan
discapacidad
ambos
visual.
que
Añaden
el
que
Dr.
el
Vázquez
nombrado
adolece
de
concurrió
al
tribunal con posterioridad al 6 de septiembre a consultar el
expediente, al que tuvo acceso, informándole el personal de
mesa de entradas que la providencia de esa fecha era “muy
larga”
para
serle
sugiriéndole la
leída
en
voz
alta
en
ese
ámbito,
conveniencia de solicitar en préstamo el
expediente, lo que el hizo el 13/09/11, siendo
proveído
favorablemente el 15/9/11 y retiradas las actuaciones el 21
de igual mes y año.
Explican por ello que
recién el 21/09/11 pudo su
parte tomar contacto con el expediente y notificarse de las
medidas probatorias dispuestas en la audiencia celebrada el
día 06/09/11.
Destacan
contrario a la
que
resulta
injusto,
arbitrario
legislación vigente hacer lugar
y
al pedido
inescrupuloso de la apoderada de la demandada de fs. 454 y
decretar la caducidad de la prueba testimonial ofrecida por
su
parte,
como
así
también
que
es
inconstitucional
e
“inconvencional” (sic), ya que se vulneran derechos tales
como la legítima defensa en juicio, la igualdad ante la ley,
la libertad, la propiedad, derecho a la salud, derecho a la
vida y los derechos humanos de los niños.
5) Habiéndose corrido traslado a la demandada de
los recursos articulados, los contesta a fs. 467
solicitando
su rechazo.
Sostiene
que
tanto
la
actora
como
su
letrado,
estaban obligados a concurrir a la audiencia celebrada el día
06/09/11 y que no solo incumplieron con esa carga sino que no
dieron
aviso
previo
sobre
su
ausencia.
Sostiene
que
“Probablemente si la actora y su letrado hubieran asistido a
la audiencia señalada, nada de esto hubiera acontecido”.
Agrega
hábiles
desde
testimoniales,
que,
la
transcurrieron
audiencia
sin
que
la
a
la
más
fecha
actora
de
siete
fijada
activara
para
ningún
días
las
acto
tendiente a la correcta producción de las pruebas, pudiendo
haber solicitado que se fijara una nueva fecha de audiencia
si consideraba muy próxima la establecida.
Señala que el hecho -cuya existencia niega- de que
el
personal
de
mesa
de
entradas
no
hubiese
dado
lectura
inmediata al contenido del acta de la audiencia impidiéndole
tomar conocimiento verbal del mismo resulta inoponible a su
parte, ya que de ser ello cierto, debió el actor insistir en
que de todos modos se le leyera la providencia a fin de
activar las medidas que hubieran sido dispuestas, y si el
personal no se avenía a ello debió acudir a los funcionarios
del Tribunal para lograr su objetivo.
Destaca que, sabiendo la actora de la importancia
del auto que emanaría de la audiencia celebrada –a la cual no
acudió-, como que su negativa a toda conciliación implicaría
que se procediera allí mismo a proveer las pruebas ofrecidas,
Poder Judicial de la Nación
no
adoptó
los
recaudos
pertinentes
para
actuar
diligentemente.
Concluye destacando la inadmisibilidad del recurso
de apelación intentado en forma subsidiaria.
6) Llegados de tal manera los autos a despacho para
resolver, y tras el sucinto relato efectuado, estimo que ello
será tarea sencilla pues por un lado, el letrado de la actora
carece en principio de toda legitimación para cuestionar por
su propio derecho el decreto atacado, que en nada afecta sus
intereses -más allá del eventual juicio de responsabilidad
que pudiere hacerse en torno a su desempeño en torno al
incidente
que
culminó
con
la
caducidad
de
la
prueba
testimonial de su cliente-. Pero lo cierto es que no siendo
personalmente parte en el expediente, más allá de lo atinente
a
los
aspectos
arancelarios,
carece
de
legitimación
para
USO OFICIAL
interponer el recurso.
Por lo demás, y refiriéndome también ahora a la
reposición
articulada
por
la
actora,
observo
que
la
aplicación conjunta de los arts. 135 y 432 inc. 1 del CPCyC
conducen ineludiblemente a rechazar ambas revocatorias, pues
tal
como
lo
señala
la
demandada
en
su
responde
-con
argumentos que en todo comparto y a los que me remito por
razones de brevedad, siendo suficientes ellos para fundar el
rechazo- la demandante se encontraba obligada a comparecer a
la
audiencia
fijada
para
reanudar
el
curso
del
acto
interrumpido a fs. 447/448 (audiencia preliminar), por así
preverlo el art. 360 del CPCyC, habiendo sido debidamente
citada a tales fines y notificada personalmente de ello a fs.
448.
Sabía que debía concurrir, estaba notificada de la
citación, y así surge además de su manifestación de fs. 449 en la que señaló al Tribunal por escrito su desinterés en
arribar a una conciliación, expresión ésta sin idoneidad para
eliminar la celebración del acto-.
En
este
contexto,
el
art.
135
del
ordenamiento
procesal -que en su inc. 3) prevé la notificación por cédula
del auto de apertura a prueba- dispone la improcedencia de
notificar
por
“...cédula
audiencia
preliminar
a
las
quienes
debieron encontrarse en ella”.
decisiones
se
dictadas
hallaren
en
presentes
la
o
La
actora
debió
encontrarse
en
ella.
Consecuentemente, no era necesario notificarle aquello de lo
que debió anoticiarse personalmente durante la audiencia.
Si decidió no concurrir por razones ajenas a esta
incidencia,
un
mínimo
de
diligencia
hubiese
exigido
al
letrado concurrir al día siguiente a la mesa de entradas del
Tribunal a anoticiarse de lo decidido en el curso de la
audiencia a la que no asistió, y eventualmente, solicitar
entonces el expediente en préstamo o bien, una fotocopia del
acta.
También
pudo
acudir
acompañado
por
persona
de
su
confianza para que le diera lectura al acta, o por la propia
actora, o bien requerir -como también indica la apoderada de
la accionada- que el personal del Tribunal le diera lectura
en alta voz de la misma, insistiendo si fuere necesario para
ello. Incluso pudo dirigir el pedido a otro profesional con
el que hubiese coincidido en la mesa de entradas.
Lo que no es suficiente, es que en el marco de una
acción
de
amparo,
en
cuyo
trámite
se
supone
que
existe
urgencia de la parte para arribar a la solución final del
caso, es acudir una semana después a solicitar el préstamo
para verificar cuál fue el tenor de las decisiones adoptadas.
Más aún: conociendo el tenor de la prueba ofrecida
por su parte, incluso de resultar verídico que el empleado de
mesa de entradas desestimó la lectura completa del acta por
su longitud, pudo haberle requerido informe sobre la fecha
fijada para recibir las audiencias testimoniales ofrecidas
por su parte, única prueba de las solicitadas para la que
rige un supuesto de caducidad automática en el ordenamiento
procesal.
En
este
contexto,
acudir
a
la
condición
de
discapacidad visual del letrado para justificar la inacción
no
sólo
no
resulta
procesalmente
procedente
sino
además,
tampoco aparece compatible con una actitud digna del letrado.
Y tal como lo remarca la Dra. Fabani, admitir un planteo de
tal naturaleza importaría alterar el equilibrio y la igualdad
procesal en desmedro de la parte no discapacitada.
Juzgo
fundamental
para
así
sostenerlo
la
circunstancia de considerar que el motivo por el cual la
actora omitió notificar a los testigos las audiencias fijadas
o bien, solicitar la suspensión de las mismas, es claramente
ajeno
a
la
discapacidad
visual
de
su
patrocinante
y
Poder Judicial de la Nación
vinculado -en este aspecto- con una negligente procuración
del trámite.
Todo lo expuesto conduce a rechazar los recursos de
reposición
intentados,
sin
que
corresponda
conceder
las
apelaciones en subsidio articuladas por impedirlo no sólo el
art. 379 sino también, el art. 498 del CPCyC, que limita las
cuestiones
apelables
en
el
marco
del
proceso
sumarísimo
elegido para tramitar la acción.
Por ello,
RESUELVO:
RECHAZAR
los
recursos
de
revocatoria
articulados a fs. 456/457 por la actora y a fs. 458/459 por
el Dr. Sebastián Vázquez contra la providencia de fs. 455,
con costas a cada uno de ellos, por las razones expuestas en
el Considerando.
DENEGAR las apelaciones en subsidio articuladas.
USO OFICIAL
Notifíquese y regístrese.
Proveyendo
perjuicio
de
a
fs.
advertir
que
482
el
y
511:
Agréguese,
presentante
carece
sin
de
personería.
A fs. 504: Agréguese.
Agréguense los informes de fs. 505/506, 507 y 508 y
hágase saber.
Proveyendo a fs. 509: Téngase a la demandada por
desistida de la testimonial de los Sres. Cury y Morales.
A
fs.
510:
Líbrese
confronte por Secretaría.
el
oficio
acompañado
previo
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