entrada: RESTAURACIÓN DE LA IGLESIA MOZÁRABE DE SAN CEBRIÁN DEL MAZOTE ubicación: San Cebrián del Mazote (VALLADOLID) categoría: obra pública rehabilitación año concurso: colaboradores: año proyecto: 1987 año(s) obra: 1990 ingeniería(s): aparejador(es): contrata: encargante: Dirección Gral. De Patrimonio. Junta de Castilla y León Antonio García Paniagua Josefina González Cubero Emilio Cobos Mateos Belisario García Fiz Santiago Hernán CPA, s.a. texto: La iglesia mozárabe de San Cipriano (s. X) denota los elementos arquitectónicos mozárabes como síntesis de las dos influencias que los componen: lo musulmán y lo cristiano. El estado de la iglesia antes de la restauración correspondía a un proyecto de reconstrucción iniciado en los años treinta por los arquitectos Constantino Candeira y Luis Moya, y finalizado en los cuarenta por Francisco Iñiguez. Una primera parte de la intervención atendió a la reparación de las patologías y lesiones de orden eminentemente constructivo y tectónico (saneamiento del tejado, que se levantó totalmente reaprovechándose su estructura; cosidos de fábricas sueltas; consolidación de escalera al campanario; saneamiento del muro norte). Pero fue en el interior donde se trabajó más concienzudamente en la recuperación del carácter del espacio arquitectónico sobre el que estábamos actuando. Así, en la nave principal y laterales, de carácter basilical, se estucaron la totalidad de las paredes por medio de una pasta fina de colores claros, acordes con el tipo de iluminación natural alta. Sobre esta pasta de estuco se marcó el dovelaje previamente documentado de los arcos de herradura. Con la técnica de los marmoleados, se repusieron los añadidos de cemento que existían en los fustes de las columnas de la nave central, machones, pilares, pilas y otras decoraciones, adaptándose a las diferentes variedades de granitos, mármoles y alabastros existentes. En las paredes del cimborrio y a la altura de la ventana del muro del iconostasio, se simularon unos fingidos de ventanales con aparejo de ladrillo rojo y una decoración complementaria geométrica. En el arco toral se reprodujo una decoración anastilósica equivalente a la de Santiago de Peñalba; y en las bóvedas gallonadas de las exedras y ábside de la cabecera, se fingieron unos aparejos de ladrillo a sogas, en dos capas, una de ellas ligeramente resaltada de color rojo y juntas blancas. Premio de Opinión del Colegio de Arquitectos de Valladolid. 1992. documentos gráficos: Fotografías: