Artículo autodisciplina

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¿Está su hijo
desarrollando
autodisciplina?
E
l rey Salomón , a quien Dios dio gran sabiduría , llegó a tener un profundo entendimiento de
lo que es la educación de los hijos, y consignó muchas de sus observaciones en el libro de
los proverbios.
En Proverbios 29:15 el rey Salomón señala el meollo de un problema común: “Niño dejado a sí
mismo, avergüenza a su madre” (Biblia de Jerusalén).
Muchos de los que no tienen en cuenta las claras instrucciones de Dios, no tienen idea de la
dirección en la cual van o de la dirección que deberían tomar sus hijos.
Para estas personas, la educación de sus hijos es algo que “apenas ocurre por casualidad”.
Los resultados son desastrosos, devastadores para esta sociedad.
Los niños crecen sin desarrollar ninguna autodisciplina.
Muchos son incapaces de entretenerse ellos mismos porque han pasado incontables horas al
frente de un televisor que los entretiene. Son incapaces de aprender en el salón de clase porque
no pueden estar atentos ni concentrarse. No están calificados para m a n t e n e r u n e m p l e o
cuando salen de la escuela porque no han aprendido a cumplir con sus responsabilidades.
Así como un músico necesita instrucción y práctica constante para poder llegar a poder tocar en
una orquesta, de la misma manera un niño necesita instrucción y práctica constante, basada en
las leyes que Dios revela, para desarrollar autodisciplina. A un niño se le debe enseñar a cumplir
responsabilidades; pueden ser las tareas de la escuela, faenas del hogar, a dominar sus
emociones o a tener la paciencia y la diligencia necesarias para aprender un arte o desarrollar
una habilidad.
Por ejemplo, un joven que nunca ha aprendido acerca de la puntualidad, a entenderse bien con
los demás o a seguir instrucciones no puede integrarse en la fuerza laboral y trabajar con éxito
durante ocho horas al día. Hallará gran dificultad en cumplir con exactitud las asignaciones con
frecuencia tediosas que vienen con el trabajo. A lo mejor no respetará a sus superiores o no
considerará importante hacer un trabajo de calidad. Un niño desarrolla su actitud hacia el trabajo
de parte de sus padres. Examinemos ahora algunos aspectos en que los niños necesitan aprender
autodisciplina.
Hábitos de trabajo
Es esencial que los niños desarrollen buenos hábitos de trabajo. El respeto hacia el trabajo y la
aspiración hacia el progreso pueden impartirse desde una edad temprana enseñándoles a los
niños a que se encarguen de ciertas faenas sencillas en la casa.
Un niño de tres años puede ser enseñado a mantener su cuarto ordenado, a vaciar el pequeño
recipiente de papeles y ayudar a Papá a limpiar el coche. Al principio esta instrucción puede crear
aún más trabajo para los padres que quieren instruir, pero únicamente los padres que están
dispuestos a trabajar con sus hijos pueden enseñarles estos hábitos.
Obviamente, a medida que los niños crecen aumenta su confiabilidad y su sentido de
responsabilidad hasta que pueden llevar a cabo una tarea de sin necesidad de supervisión.
Habilidades nuevas
Una de las maneras más eficaces para enseñar autodisciplina es ayudar a los niños a desarrollar
nuevas habilidades. Instrumentos de música, deportes o diferentes pasatiempos pueden ser
divertidos y constructivos. Los padres, por supuesto, deben tener en cuenta las habilidades e
intereses de sus hijos y proporcionarles oportunidades que estén de acuerdo con los mismos. El
forzar a un niño a hacer una actividad para la cual no tiene aptitud o interés, le causa más
perjuicio que bien. Para llegar a ser experto en música o en deporte, un niño debe dedicar muchas
horas al estudio y a la práctica. Esto le enseñara autodisciplina.
Un pasatiempo como el coser, cocinar, la jardinería o los arreglos florales pueden ayudar a una
niña a desarrollar habilidades para los años futuros. También le enseña la valiosa lección de
aferrarse a una actividad hasta terminarla, a pesar de sus altibajos.
De la misma manera, un niño puede aprender los principios esenciales de la carpintería
construyendo modelos o juguetes. El tener un pequeño huerto de legumbres puede encender el
interés por la ciencia o por la agricultura. Aprender a reparar su propia bicicleta puede ayudarle a
desarrollar la habilidad para la mecánica
Todas estas actividades pueden ser divertidas y estimulantes para los niños mientras que les
enseñan el desarrollo de la autodisciplina. Lo importante es que los padres tomen parte para que el
niño pueda aprender las lecciones correctas a medida que se presentan obstáculos. La poca
estima de sí mismo es uno de los elementos más destructivos en la vida de los adolescentes de
hoy. Los que no han aprendido a realizar algo no tienen identidad propia; entonces buscan a sus
amigos para sentirse seguros. Pero sus amigos tampoco tienen valores o habilidades más
positivas que ofrecer. Entonces muchos no tienen la oportunidad de desarrollar todo su potencial
en la vida. El hecho de que los niños no hayan aprendido hábitos de trabajo y no hayan
desarrollado sus talentos y autodisciplina, contribuye a la delincuencia juvenil. Por otro lado, el
desarrollo de las habilidades, de los talentos y de la confianza de los niños disminuyen
dramáticamente el potencial para la delincuencia.
Empiece ahora mismo
La instrucción correcta hoy supera a la experiencia de mañana. El maestro más severo de la vida
son los duros golpes de la experiencia. Por supuesto, nuestros hijos deben aprender muchas
lecciones por sí mismos, pero los padres pueden disminuir la carga. Una maldición de nuestra
sociedad, donde el desempleo es uno de los principales problemas es la falta de oportunidades
para que los jóvenes desarrollen experiencia en el trabajo. Y aun cuando consiguen un empleo,
muchos son incapaces de conservarle porque no pueden aplicarse.
Proverbios 21:25 dice que el deseo del perezoso lo mata. Esto es cierto. No obstante, una actitud
perezosa se desarrolla a lo largo de los años. Si los padres reconocieran la necesidad que tienen
sus hijos de instrucción, muchos jóvenes evitarían los traumas que suelen abatirlos, no sólo
cuando son niños sino más tarde también.
El desarrollo del carácter y de la autodisciplina en nuestros hijos son firmes cimientos para el
mañana. Siga las instrucciones que Dios les da a los padres en Deuteronomio 6:7 y ¡prepare a sus
hijos para que entren adecuadamente en la edad adulta!
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