guerra entre la confederación argentina y el estado

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GUERRA ENTRE LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA Y EL ESTADO DE
BUENOS AIRES:
BATALLA DE CEPEDA – 23 DE OCTUBRE DE 1859
ANTECEDENTES
Tras haber derrotado a Rosas en Caseros, Juan José de Urquiza, que era gobernador de Entre Ríos,
había asumido el cargo de presidente provisional de Argentina. Entre sus primeras acciones en el
cargo estuvo la disposición de reunir a enviados de todas las provincias para redactar la
Constitución Nacional.
Ese año, 13 provincias del territorio habían acordado las bases de Carta Magna, que fueron
incluidas en el Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos. De esta manera, un año más tarde, 1 de
mayo de 1853, se sancionó la Primera Constitución Argentina, en un encuentro que el Congreso
Constituyente celebró en Santa Fe.
Al poco tiempo de que Urquiza asumiera el poder en el territorio nacional, los unitarios de Buenos
Aires se transformaron en opositores a su régimen, pese a que lo habían ayudado para derrocar a
Rosas. Siguiendo su visión de modelo de país, los unitarios porteños se negaron a repartir las
ganancias de la aduana con el resto de las provincias.
En tanto, tampoco quisieron participar de la promulgación de la Constitución. Fue el único distrito
del país que no envió representantes al Acuerdo de San Nicolás ni al Congreso Constituyente de
Santa Fe. De esa forma, Buenos Aires se separó del resto de la Confederación Argentina.
GRAL. URQUIZA
Ilustración
GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA
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JUSTO JOSÉ DE URQUIZA
Presidente de la Confederación
En 1854, ante la ruptura de las partes, Urquiza instaló la capital de la
Confederación en Paraná y, una vez allí, asumió formalmente la
presidencia. Con el paso del tiempo, los problemas económicos de la
confederación se fueron incrementando, debido a que Buenos Aires
acaparaba todas las actividades comerciales, sobre todo con los países
extranjeros. Y, como venía sucediendo desde hacía muchos años, los
ingresos de la aduana se quedaban allí.
En 1858 los problemas entre unitarios y federales se tornaron irreversibles cuando el gobernador
de San Juan, Manuel Gómez Rufino, ordenó la ejecución de su antecesor, el caudillo federal
Nazario Benavídez, quien se encontraba preso al momento de suscitarse el hecho. Esta acción
contó con el apoyo de los unitarios porteños. En respuesta a ello, el ministro del interior, Santiago
Derqui, se trasladó hacia San Juan para detener a Gómez Rufino, quien fue llevado en esa
condición a Paraná.
GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA
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Por esas jornadas los unitarios habían asilado al uruguayo Venancio Flores, quien era el líder del
Partido Colorado, cuya tradición perseguía los preceptos aceptados por Rivera en Buenos Aires.
Esto irritó a las autoridades federales, ya que sus enemigos estaban planeando un golpe al
gobierno oriental, ejercido por el Partido Blanco, del cual Urquiza era aliado, y que tenía bases en
los conceptos que levantaba Oribe
Ante la inminencia de la reanudación de la guerra entre unitarios y federales, llegaron
diplomáticos extranjeros a Argentina para detener el conflicto. Por parte de Estados Unidos
estaba el ministro Benjamín Yancey y, por parte de Paraguay, había arribado Francisco Solano
López, hijo del presidente de la nación limítrofe.
Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano. Buenos Aires, por medio de su gobernador Valentín
Alsina, mantenía una postura intransigente ante la situación. Los porteños exigían la salida de
Urquiza para empezar a negociar.
En abril de 1859, la situación financiera de las provincias era tan desesperante que, en el
Congreso Nacional, establecido en Paraná, se aprobó una ley mediante la que Urquiza debía
reincorporar a Buenos Aires a la Confederación, fuese de manera pacífica o violenta.
NAZARIO BENAVÍDEZ
Caudillo federal
A comienzos de octubre, Urquiza, al frente de 14 mil soldados y 35 piezas de artillería encabezó la
movilización de las fuerzas federales hacia Rosario. De estos, 10 mil eran jinetes y tres mil estaban
dentro de la infantería. Contaban también con unidades de indígenas ranqueles, liderados por los
caciques Cristo y Coliqueo. Asimismo, entre sus filas, había militares vasta experiencia en este tipo
de enfrentamientos, como Juan Esteban Pedernera, Hilario Lagos, Juan Pablo López, Manuel
Basavilbaso, Manuel Urdinarrain, y Miguel Galarza.
Mientras tanto, los 10 mil hombres y los 24 cañones que conformaban el ejército unitario, al
mando del general Bartolomé Mitre, se encontraban en San Nicolás. En su formación, los unitarios
tenían a destacados líderes militares, como Wenceslao Paunero, Venancio Flores, Manuel Hornos,
Ignacio Rivas, Julio de Vedia, Benito Nazar, Emilio Conesa, Adolfo Alsina y Emilio Mitre
BATALLA
Antes de la contienda las fuerzas federales superaban a sus enemigos en cantidad y en
preparación, sobre todo por la caballería de Urquiza. Al mediodía del 23 de octubre de 1859,
ambas fuerzas se encontraron en las cercanías de la ciudad de Cepeda, en Santa Fe. Momentos
más tarde, el combate se iniciaría con un ataque de la infantería unitaria. Al producirse este
movimiento, Mitre se encargó de cubrir la retaguardia de su formación con la caballería.
Con esta jugada, los unitarios ganaron terreno sobre las posiciones enemigas y detuvieron el
empuje que les estaba propinando la infantería federal. Pero, mediante una rápida reacción,
Urquiza ordenó que su mejor arma, la caballería, embistiera las posiciones enemigas. Los jinetes
salieron desde los dos flancos de la formación federal rodeando a los unitarios. En ese momento,
la caballería atacó a sus enemigos inflingiéndoles graves daños. Mientras esto ocurría algunas
divisiones de la infantería federal estaban aniquilando la pobre defensa que les brindaban tres
unidades porteñas, unitarias. Para ese entonces, la batalla estaba ganada por los federales.
Sin embargo, en horas de la tarde, en un desesperado intento por revertir la situación, Mitre le
ordenó a su formación girar un cuarto de vuelta, por lo que terminó desorganizando a todas sus
fuerzas. Allí, al ver ganada la contienda, la artillería federal cesó su accionar y el campo de batalla
cayó en el más profundo de los silencios.
Pero, lejos de aceptar la derrota, Mitre hizo que su banda tocara el Himno nacional y algunas otras
piezas de música. Cuando sucedía esto, el general unitario se dedicó a conocer el estado de sus
fuerzas y de las municiones. No estaban preparadas para continuar la contienda ni unas ni las
otras, por lo que, muy a su pesar, debió disponer la retirada de su ejército.
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Las fuerzas unitarias sufrieron a causa
de la batalla la muerte de 150
soldados, perdieron dos mil hombres
que fueron tomados prisioneros y
dejaron en el campo de batalla la
totalidad de la artillería. En tanto, los
federales tuvieron más de 300
muertos en el combate
CONSECUENCIAS
Las fuerzas unitarias sufrieron a causa de la batalla la muerte de 150 soldados, perdieron dos mil
hombres que fueron tomados prisioneros y dejaron en el campo de batalla la totalidad de la
artillería. En tanto, los federales tuvieron más de 300 muertos en el combate.
El Ejército federal acampó en el partido de San José de Flores, en las afueras de la ciudad de
Buenos Aires, de manera amenazante, y Urquiza, instantáneamente, exigió la renuncia de Alsina
a la gobernación. Sólo así, los federales comenzarían a negociar con sus enemigos.
Ante ello, Alsina renunció y en su lugar asumió Felipe Lavallol.
En esos términos las tratativas empezaron con la mediación de Solano López.
Finalmente, el 10 de noviembre de 1859, luego de discutir las condiciones,
Buenos Aires se integró a la Confederación Argentina por medio del Pacto de
San José de Flores. En ese acto, la provincia hasta entonces rebelde, aceptó
los derechos y garantías presentes en la Constitución Nacional, que había
sido promulgada en 1853.
PACTO DE SAN JOSÉ DE FLORES
Estampilla conmemorativa
La unión no se prolongaría durante mucho tiempo, los unitarios implementarían una serie de
acciones contra las cúpulas federales y contra las provincias, que acabarían por llevar a una salida
legal de la misma. Los enfrentamientos habrían de continuar.
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BATALLA DE PAVÓN - 17 DE SEPTIEMBRE DE 1861
ANTECEDENTES
Al término de la victoria federal en Cepeda, en octubre de 1859, Buenos Aires aceptó los términos
para negociar su ingreso a la Confederación Argentina. En primer lugar, el gobernador de la
provincia, Valentín Alsina, renunció a su cargo, siendo reemplazado por Felipe Lavallol. Ambos
bandos se reunieron en San José de Flores, en las afueras de Buenos, para comenzar las tratativas.
El 11 de noviembre de ese año las dos fuerzas firmaron el Pacto de San José de Flores, por medio
del que, finalmente, Buenos Aires se incorporaba a la Confederación. A posteriori se convocó a
una reforma de la Constitución de 1853 que, con la entrada de Buenos Aires al acuerdo, se debían
discutir algunas condiciones convenidas y agregar otras tantas.
Sin embargo la paz no perduró. El 16 de noviembre, el gobernador federal de San Juan, coronel
José Virasoro, fue asesinado junto a toda su familia. Virasoro, experimentado militar, había sido
designado en el cargo por pedido del presidente Justo José de Urquiza. Su ejecutor fue quien, en
pocos días, sería su sucesor, Antonino Aberastain. Este hombre era amigo de los líderes unitarios
Domingo Sarmiento y Bartolomé Mitre, y se había conducido a la casa de Virasoro para exigirle su
renuncia, a causa de la manera dictatorial con la cual regía la provincia.
Buenos Aires celebró la muerte del federal a quien consideraban un tirano, a pesar de que Mitre
como gobernador de la provincia, negó cualquier vínculo con lo acontecido. Por esos días, el
cordobés federal Santiago Derqui había asumido la presidencia del país en reemplazo de Urquiza.
En este contexto Derqui designó como interventor de San Juan al gobernador de San Luís, Juan
Saá. Saá se encargó de enfrentar a las fuerzas de Aberastain, a las que derrotó en la Rinconada del
Pocito. Allí, vengó a Virasoro con la ejecución de Abarastain y de gran cantidad de sus hombres.
BATALLA DE PAVÓN
Disposición de las tropas
ón
o Pav
Arroy
EJÉRCITO DE LA CONFEDERACIÓN
Gral. Galarza
13
Gral. Saa
10
12
9
11
7
8
EJÉRCITO DE BUENOS AIRES
1 - Caballería Gral. Machado
2 - Caballería Gral. Flores
3 - Cnel. Emilio Mitre
4 - Artillería Cnel. Naser
5 - Gral. Paunero
6 - Caballería Gral. Hornos
EJÉRCITO DE LA CONFEDERACIÓN
6
3
4
5
2
1
Parque
7 - Rgto. C de línea
8 - Caballería de Santa fé
9 - Caballería de San Luis
Reserva
10 - Milicias del interior y artilleros
11 - Caballería de Córdoba
Escolta
12 - Rgto. C 1º de Mayo y Esc. Sauce
13 - Caballería Entrerriana
EJÉRCITO DE BUENOS AIRES
GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA
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BATALLA DE PAVÓN
Partida de la Guardia Nacional
Ante los excesos llevados a cabo por las huestes de Saá, Mitre culpó a Derqui, a quien señaló
como el autor intelectual de los mismos. Pero, en respuesta al porteño, Derqui también se mostró
disconforme por las resoluciones que los federales de la zona habían tomado.
Los porteños debieron incorporar diputados y senadores a las Cámaras Legislativas, pero las
elecciones fueron regidas bajo los preceptos de la ley de Buenos Aires y no como debió haberse
hecho, bajo la reglamentación nacional. A partir de allí, Derqui instó a que Buenos Aires repitiera
los comicios, pero los bonaerenses, ofendidos por la cuestión, dejaron el recinto y rompieron el
Pacto de San José de Flores. Ante ello, se ordenó la intervención y la pacificación de la provincia
de Buenos Aires.
En mayo de 1861, Derqui en persona intervino Córdoba. El gobernador de la provincia, Félix de la
Peña, se había enemistado con el presidente y había terminado aliándose con los unitarios. Al
llegar a Córdoba Derqui se proclamó mandatario del distrito, mientras que aún conservaba el
cargo de presidente.
Luego de haber conseguido el control sobre el distrito, Derqui se asentó allí para preparar el
ejército que emprendería la batalla contra los unitarios.
El vicepresidente Juan Esteban Pedernera le encomendó a Urquiza la
preparación de los soldados de Entre Ríos y Corrientes. El entrerriano
había considerado que el traslado de Derqui hacia Córdoba, y su
posicionamiento en esa provincia, era una traición. Urquiza nunca
demostró entusiasmo por esta batalla.
Poco después las huestes de Derqui salieron hacia Rosario. Mientras que, por el sur, los unitarios
se encaminaron hacia el mismo lado. El 17 de septiembre de 1861. Los dos ejército se
encontraron en Pavón, al sur de Rosario.
GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA
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Al término de la batalla de Pavón, las
fuerzas unitarias de Mitre se
encaminaron a Santa Fe, con motivo de
comenzar a afianzar su control sobre el
territorio nacional. Paralelamente,
otros caudillos unitarios, como
Domingo Sarmiento o Ignacio Rivas,
realizaron las mismas acciones, pero en
otras provincias
BATALLA
Las fuerzas federales, lideradas por el general Urquiza, poseían cerca de 17 mil soldados,
mayormente representados por el militar entrerriano. Los federales tenían el apoyo de soldados
con enorme experiencia en este tipo de enfrentamientos, como Benjamín Virasoro, José María
Francia, Juan Saá y Ricardo López Jordán.
Por su parte, los unitarios estaban encabezados el general Mitre y tenían cerca de 22 mil
hombres, con 35 piezas de artillería. En tanto, los hombres de confianza que acompañaban al
porteño eran Wenceslao Paunero, Venancio Flores, Manuel Hornos y Emilio Mitre.
Cerca del mediodía se produjo el inicio de las hostilidades, con los disparos que efectuó la
artillería unitaria. Pero, este movimiento fue respondido, de la misma manera, por la artillería
federal. Luego, la infantería federal, situado en ala derecha, emprendió una feroz embestida
sobre la caballería de las fuerzas enemigas y terminó por doblegarla con facilidad. En tanto, la
caballería unitaria pudo resistir algunos momentos, pero la ofensiva enemiga fue demasiado
fuerte, y finalmente cayeron.
La batalla era ampliamente favorable para los federales en los flancos, aunque en el centro,
donde los confederados eran más débiles, los unitarios habían podido sacar ventaja de sus
posiciones e, incluso, adelantarse en el campo. Al observar esto, Urquiza se retiró del lugar sin
brindar ninguna explicación a sus generales y sin haber utilizado los cuatro mil hombres que
guardaba en la reserva. La razón nunca fue revelada, sólo hay versiones al respecto.
Urquiza se encaminó hacia Rosario y luego fue hacia San Lorenzo para recalar finalmente en Las
Barracas. En esa zona, un jinete le informó acerca del triunfo de su caballería. Pero, el entrerriano
optó por no regresar al campo.
Mientras tanto, el ejército unitario con Mitre a la cabeza, había tenido que replegarse hacia San
Nicolás ante la constante persecución de los enemigos. Luego de varias jornadas sin recibir
azotes, los unitarios se dieron cuenta que eran los vencedores del combate, por lo que siguieron
su curso hacia Santa Fe.
CONSECUENCIAS
Al término de la batalla de Pavón, las fuerzas unitarias de Mitre se encaminaron a Santa Fe, con
motivo de comenzar a afianzar su control sobre el territorio nacional. Paralelamente, otros
caudillos unitarios, como Domingo Sarmiento o Ignacio Rivas, realizaron las mismas acciones,
pero en otras provincias. Los unitarios acapararon el territorio nacional, derrotando
definitivamente a los federales, pese a que, tiempo más tarde, Ángel Peñaloza, “el Chacho”,
encabezó algunas revueltas menores contra las autoridades nacionales.
Poco después de los acontecimientos producidos en Pavón, el
presidente Derqui, quien estaba establecido en Santa Fe, renunció a su
cargo y se exilió en Montevideo. En su lugar quedó el vicepresidente
Juan Esteban Pedernera, quien, el 13 de diciembre de 1861, se encargó
de disolver el gobierno nacional.
BATALLA DE PAVÓN
Tropas porteñas esperan la paga
Esto se debió a la falta de respaldo que tenían los federales. Hasta Urquiza había pactado con
Mitre una serie de condiciones para asegurar la paz en el país. Entre otras cosas Mitre le pidió al
entrerriano que no se realice ningún tipo de acciones contra la destitución de las autoridades
nacionales. Mientras que, a cambio, Urquiza le reclamó que Entre Ríos y Corrientes no fuesen
hostigadas por ataques unitarios.
GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA
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BARTOLOMÉ MITRE
Presidente de la Nación Argentina
Urquiza cumplió con su propósito, Entre Ríos recuperaba su soberanía así como el control sobre
su capital, Paraná, que había sido cedida para ser sede del gobierno nacional. Por eso aceptó que
Mitre se hiciera cargo provisoriamente del gobierno.
Meses más tarde, la fórmula Bartolomé Mitre – Marcos Paz fue
elegida para encargarse del Poder Ejecutivo Nacional. De esta manera
los porteños comenzaron a controlar la administración nacional y los
rumbos del país. La sede del gobierno había sido trasladada
nuevamente a Buenos Aires, y los federales estaban proscriptos de la
vida política nacional.
GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA
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