JUSTO JOSÉ DE URQUIZA. Caudillo federal argentino. Ejerció la presidencia de la Confederación Argentina. Su apoyo, que nunca llegó, fue una delas principales esperanzas de los defensores de Paysandú. Urquiza nació en 1801 cerca de Concepción del Uruguay. Su padre lo mandó a Buenos Aires para realizar estudios, pero dos años después regresó a Entre Ríos para dedicarse a la actividad comercial. Amasó una fortuna que, con el tiempo, sería una de las más grandes de la Argentina. Se involucra en política para defenderla causa federal, y pronto se revela como un excelente conductor de ejércitos. En 1842 asume como gobernador de Entre Ríos. Desde ese cargo promueve la ganadería y los saladeros, crea numerosas escuelas primarias y ejerce un control estricto de la recaudación y del gasto público. Son los tiempos de gobierno de Juan Manuel de Rosas, que defiende la misma causa federal que defiende Urquiza. Pero las diferencias entre ambos hombres se van acentuando con el paso del tiempo. En mayo de 1851, y luego de negociar con el Imperio del Brasil y con exiliados argentinos antirrosistas, Urquiza suscribe tres documentos que son conocidos como “El Pronunciamiento”. Es el rompimiento con Rosas, que rápidamente lleva al conflicto armado. Este acontecimiento tendrá importantes consecuencias en Uruguay: Manuel Oribe perderá el apoyo que estaba recibiendo de un Rosas ahora debilitado, lo que conducirá al fin de la Guerra Grande en octubre de ese mismo año. Mientras tanto, Urquiza organiza el llamado “Ejército Grande”, compuesto de divisiones entrerrianas y correntinas, y respaldado por tropas brasileñas y orientales. Con ese ejército Urquiza vence a Rosas en la batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852. El 31 de mayo de 1852, Urquiza es designado Director Provisorio de la Confederación Argentina. La designación fu ratificada por todas la provincias pero no por la legislatura de Buenos Aires, que miraba con hostilidad al caudillo entrerriano. Urquiza se propone impulsar una nueva organización política del país, y en ese marco convoca a Congreso Constituyente. El 9 de julio de 1853, la Constitución de la Confederación Argentina fue jurada en todas las provincias, excepto en Buenos Aires, que se negó a integrar el nuevo orden institucional. Urquiza asumió la presidencia y Paraná fue la capital provisoria de la Confederación. La tensiones entre Buenos Aires, provincia rebelde, y el Gobierno de la Confederación condujeron a la batalla de Cepeda el 23 de octubre de 1859. Las tropas porteñas, al mando de Mitre, cayeron derrotadas. Con la mediación del presidente paraguayo Francisco Solano López se firma el pacto de San José de Flores, en el que Buenos Aires se comprometía a ingresar a la Confederación. Pero el acuerdo no se cumplió y los ejércitos volvieron a enfrentarse en Pavón, el 17 de septiembre de 1861. La situación era nuevamente favorable para la Confederación, que tenía una clara superioridad numérica. Pero, en un hecho confuso y muy discutido, Urquiza retiró sus poderosas divisiones entrerrianas. Esta vez la victoria fue para los porteños, que recuperaron su dominio sobre todo el país. Tras la derrota de Pavón, Urquiza se refugió en su Palacio San José y se dedicó a los negocios agropecuarios. Durante el sitio de Paysandú mandó alimentos para los refugiados de la Isla de la Caridad, pero se amputó la posibilidad de intervenir militarmente al aceptar vender miles de caballos al Brasil a un precio muy superior al del mercado. En 1865 reapareció en la política argentina, para apoyar a Mitre en la Guerra del Paraguay. Esta actitud desprestigió enormemente su figura en las provincias. En 1868 se presentó como candidato a presidente. Fue derrotado por Sarmiento, quien a poco de asumir apoyó su nombramiento como gobernador de Entre Ríos y lo visitó en su palacio de Concepción del Uruguay. Su imagen de traidor de la causa federal se extendió, hasta el punto de que murió asesinado en su palacio entrerriano, el 11 de abril de 1870.