Modernización de la contratación pública en el entorno

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Modernización de la contratación pública en el entorno
Iberoamericano:
La Contratación Pública Ecológica (CPE)
Ernesto Jinesta L.1
Sumario: Introducción. I.- Contratación Pública Ecológica (CPE). 1.- Beneficios
CPE. 2.- Origen. 3.- Obstáculos para la implantación CPE- 4.- Medidas para superar los
obstáculos a la CPE. 5.- Definición CPE (Contratación Pública Ecológica). 6.Proyección de la CPE en las diversas etapas de preparación, formación, formalización
y ejecución del contrato administrativo. A.- Definición del objeto contractual. B.Selección del procedimiento de contratación. C.- Invitación. D.- Pliego de condiciones y
especificaciones técnicas. E.- Selección y exclusión de proveedores. F.-Adjudicación.
G.- Ejecución del contrato. II.- Buenas prácticas normativas CPE en el entorno
Iberoamericano. 1.- Argentina. 2.- Chile. 3.- Costa Rica. 4.- México
Introducción
Obviamente, la contratación pública en el entorno iberoamericano requiere de
una serie de adecuaciones y modificaciones para ponerla a tono con las
exigencias de la sociedad de la información y del conocimiento.
Dentro de los principales desafíos de la modernización de la contratación
pública en Latinoamérica podemos, sin propósito exhaustivo, identificar los
siguientes:
Primero: La necesidad de flexibilizar, desregular y simplificar los
procedimientos de contratación administrativa, lo que supone, al propio tiempo,
el reto de uniformarlos al máximo, lo que no siempre resulta fácil cuando no
existen procesos de integración regional debidamente consolidados en ese
subcontinente.
1
Catedrático de Derecho Administrativo Universidad Escuela Libre de Derecho (UELD) -Costa
Rica-, Profesor y miembro de las Comisiones Redactora y Académica Programa de Doctorado
en Derecho Administrativo Iberoamericano (DAI), Universidades de la Coruña, España, Nacional
del Litoral (Argentina),
Nacional del Nordeste (Argentina), de Montevideo (Uruguay),
Veracruzana (México), de Guanajuato (México), Santo Tomás de Tunja (Colombia), de Piura
(Perú), Monteávila (Venezuela), Hispanoamericana (Nicaragua), Escuela Libre de Derecho
(Costa Rica), Director y profesor programa de doctorado en Derecho Administrativo UELD,
Presidente de la Asociación Costarricense de Derecho Administrativo, Miembro de la
Asociación Internacional de Derecho Administrativo (AIDA), el Foro Iberoamericano de Derecho
Administrativo (FIDA), Vicepresidente, por Costa Rica, de la Asociación Iberoamericana de
Derecho Administrativo, miembro de honor Asociaciones Mexicana, Dominicana y
nicaragüense de Derecho Administrativo. www.ernestojinesta.com
2
Segundo: El requerimiento, frente al uso intensivo y extensivo de las nuevas
tecnologías de la información y del conocimiento (TIC’s), de generalizar la
contratación pública electrónica para eficientar y transparentar los
procedimientos de contratación, la perfección, formalización, ejecución y
extinción del contrato administrativo, habida cuenta del derecho de los pueblos
a saber cómo se invierten los dineros públicos que pagan los contribuyentes. Al
respecto son relevantes las experiencias positivas de “chilecompra”2,
“panamacompra”3 y “mer-link”4 en el caso costarricense, en los que se ha
digitalizado, integralmente, los procedimientos de contratación y demás fases
de las adquisiciones públicas.
Tercero: Fomentar la divulgación, regulación e implementación efectiva de las
“compras públicas sustentables” (CPS) que procuran un desarrollo
sostenible, precisamente, en el entorno latinoamericano tan urgido del mismo,
por las necesidades de protección del ambiente ante una explotación histórica
irracional del mismo y de los grupos sociales vulnerables o en desventaja, ante
una pobreza, expoliación e inequidad, también, crónicas.
De ahí, la necesidad, dentro del género de las “compras públicas sustentables”
de fomentar y regular la denominadas “compras públicas sociales” que
permita durante todo el circuito contractual administrativo incorporar los
criterios de desarrollo, integración, justicia y solidaridad sociales. Al respecto,
conviene verificar que los oferentes y proveedores adjudicados cumplan,
directamente e indirectamente –en la sub-contrataciones- los derechos
fundamentales de los trabajadores y trabajadoras establecidos en la respectiva
Constitución, los convenios de la OIT, las convenciones y declaraciones en
materia de derechos sociales, la legislación laboral protectiva de los
trabajadores que aseguran condiciones de trabajo justas, dignas y equitativas
la reducción de la pobreza y la vigencia de la justicia social y la solidaridad, que
fomenten la prohibición de la explotación infantil y en general de la trata de
personas en condiciones laborales esclavizantes, el trabajo de las mujeres en
condiciones equivalentes, la contratación de personas en paro y de
discapacitados, la responsabilidad social de las empresas, la preferencia en la
contratación de las “Pymes” y, en general, la práctica de un “comercio justo”.
De otra parte, tenemos, también, la especie de las “compras públicas
ecológicas” que introducen la variable medioambiental durante todo el ciclo de
formación, ejecución y extinción del contrato administrativo.
De todos estos grandes retos de modernización de la contratación pública en
Iberoamérica, hemos escogido la temática de las “compras públicas
2
http://www.chilecompra.cl/
http://www.panamacompra.gob.pa/portal/PortalPanama.aspx
4
http://www.mer-link.co.cr/index.jsp
3
3
ecológicas”, por su gran sensibilidad para lograr el desarrollo sostenible de los
países del sub continente.
Para efectos metodológicos y expositivos, la contribución la hemos divididos en
dos grandes partes, una primera referida, en general, a las compras públicas
ecológicas y una segunda que atañe a las experiencias positivas o buenas
prácticas que se han dado en el entorno iberoamericano sobre “compras
públicas ecológicas”, para lo cual hemos tomado aquellos ordenamientos
nacionales que ofrecen una regulación normativa más intensa o tupida sobre el
tema.
I.- Contratación Pública Ecológica (CPE)
1.- Beneficios CPE
Durante muchos años los poderes públicos han soslayado el valor
medioambiental de los productos, servicios y obras que contratan, sin embargo,
esto cambió con el surgimiento del concepto de “desarrollo sostenible”, sea el
que atiende las necesidades actuales sin sacrificar la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer las suyas (Informe Brundtland “Nuestro
Futuro Común” de 1987 y Declaración de Río de Janeiro de 1992, producto de
la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Ambiente y
el Desarrollo).
Anualmente, los poderes públicos gastan un significativo porcentaje del PIB en
la adquisición de bienes y servicios, creando, con tal poder de compra, un
vasto y complejo mercado de la contratación pública que determina, finalmente,
tendencias sostenibles y responsables de producción y consumo. De ahí la
necesidad de fomentar la adquisición de bienes y servicios ecológicos que
fomente un mercado para los que son respetuosos con el medioambiente. Los
poderes públicos, entonces, tienen un liderazgo natural en fomentar un
desarrollo sustentable. Por su parte, el ambiente del planeta está sometido a
serias amenazas como el cambio climático, lo gases de efecto invernadero, la
lluvia ácida, contaminación, degradación de los bosques, pérdida de la
biodiversidad, desertificación, sobre-explotación de los recursos marinos y de
los mantos acuíferos, etc., y los poderes públicos deben garantizarlo,
defenderlo y preservarlo.
La CPE, también, incentiva el desarrollo de tecnologías ambientales por parte
de los proveedores de tales bienes y servicios5. Adicionalmente, genera un
5
V. COM (2008) 400, Bruselas 16.7.2008, “Contratación pública para un medio ambiente
mejor”, Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico
y Social Europeo y al Comité de las Regiones.
4
ahorro presupuestario tomando en consideración el “costo del ciclo de vida”
(CCV) de un contrato administrativo o del producto (extracción materiales,
materia prima utilizada en la producción o procesamiento, distribución, uso,
reutilización, eliminación, disposición final o reciclaje, sea de la “cuna a la
tumba”) que debe ser objeto de análisis por los poderes públicos (ACV –
análisis del ciclo de vida-), para no solo dejarse llevar por el precio de compra
(v. gr. bienes o equipo que ahorran energía o agua o procuran su uso
eficiente)6. Es preferible adquirir un bien que tenga una vida útil prolongada,
que sea fácilmente reparable, “recargable” o reutilizable y reciclable, que sea
energéticamente eficiente, que utilice energías renovables, etc. a un mayor
costo, que otro producto que cuesta menos pero que tiene una vida útil más
corta, no es susceptible de ser reparado, reutilizado o reciclado7. En definitiva
“Un producto ecológico es aquel que tiene un menor impacto en el medio
ambiente durante todo su ciclo de vida, que cumple la misma o mejor función
que un producto no ecológico y que alcanza las mismas o mejores cuotas de
calidad y de satisfacción para el usuario”8
El factor medioambiental en la contratación pública, contribuye a mejorar la
relación calidad-precio al invertirse los dineros públicos con lo que se consigue,
también, un rendimiento máximo del dinero de los contribuyentes. En tal
sentido la ponderación de los criterios medioambientales conduce a adjudicar a
la oferta económicamente más ventajosa (para la protección del ambiente) y no
a la más barata9 que puede dañarlo.
La utilización sostenible de los recursos naturales y de las materias primas,
empleadas en la producción de un bien que debe ser proveído a los poderes
públicos, utilizado en la construcción de una obra pública o la prestación de una
servicio público, beneficia tanto al medioambiente como a la economía en su
conjunto, creando oportunidades para las “economías ecológicas emergentes”.
La variable medioambiental en la contratación pública impulsa la
competitividad, la investigación, el desarrollo y la innovación de la industria en
el uso de “eco-tecnologías” que reducen el impacto o huella ambiental.
6
Comisión Europea, Manual sobre contratación pública ecológica, 2ª. Edición, junio 2011, p. 6.
Además del ahorro tiene beneficios ambientales para toda la comunidad como la reducción de
gases de efecto invernadero (v. gr. por uso de electricidad ecológica), consumo de energía
eléctrica (v. gr. ordenadores con eficiencia energética) o del agua (inodoros y grifería eficiente
en edificios públicos).
7
V. Guía de compras públicas sustentables, argentinacompra, Jefatura de Gabinete de
Ministros, Presidencia de la Nación, Noviembre 2011.
8
V. Compras Verdes, Catálogo de Productos y Proveedores de Aragón. Prescripciones
técnicas para la compra pública sostenible, Gobierno de Aragón, 2007.
9
V. Comisión Europea, Manual sobre contratación pública ecológica, 2ª. Edición, junio 2011,
pp. 22-23.
5
Adicionalmente, la CPE tendrá un efecto reflejo necesario en la contratación
privada, en cuanto los proveedores privados participan de la cadena del
suministro público, promoviendo en ese ámbito la utilización de criterios
ecológicos que es lo que se ha denominado “ecologizar” la contratación
privada promoviendo la utilización de materias primas, métodos de producción,
envasado y etiquetado, etc. conforme a criterios de protección al
medioambiente. Consecuentemente, una política pública ambiental de compras
públicas ecológicas bien concebida, diseñada e implementada tiene efectos
multiplicadores incalculables y de gran repercusión en la creación de una
conciencia y cultura de protección y defensa del ambiente.
Lo anterior resulta congruente, con la proclamación casi generalizada del
derecho humano y fundamental de carácter prestacional o social a un ambiente
sano y ecológicamente equilibrado y que tiene una eficacia extensiva y
progresiva en un sentido vertical y horizontal, con lo que vincula no solo a los
poderes públicos sino, incluso a los sujetos de Derecho privado, según la teoría
de la irradiación de los derechos fundamentales al ámbito privado.
La CPE, además de beneficiar el medioambiente, mejora la imagen del poder
adjudicador o administración contratante y del contratista, sin mayores cambios
estructurales. Se requiere de una planificación estratégica nacional y
concertada para formar y capacitar a los funcionarios públicos encargados de
las adquisiciones públicas, para garantizar el acceso efectivo y expedito a la
información ambiental, en la definición de sectores prioritarios para implantar la
CPE y el diseño de un procedimiento ecológico de contratación pública.
2.- Origen
La preocupación por la CPE surge como consecuencia de una recomendación
adoptada por el Consejo de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) el 23 de enero 2002 No. C (2002) 3 “para
mejorar el comportamiento medioambiental de la contratación pública”10. Por su
parte, en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en
diciembre de 2002 en Johannesburgo, se instó a las autoridades nacionales
competentes, de todos los niveles, a “fomentar políticas de contratación pública
que favorezcan el desarrollo y la difusión de mercancías y servicios favorables
al medio ambiente”. Como consecuencia de lo anterior, se creó en 2003 en
Marrakech un Grupo de Estudio sobre la contratación sostenible para difundir y
10
http://www.oecd.org
6
fomentar el uso de prácticas ecológicas en la contratación pública (“Marrakech
Task Force”)11.
En la Unión Europea12 arranca con la Comunicación de la Comisión sobre la
política de productos integrada de 2003, en la que se recomendaba a los
Estados miembros adoptar planes de acción nacionales en materia de CPE
antes de finalizar el año 200613. La UE, actualmente, cuenta con el “Manual
sobre contratación pública ecológica”14 en su 2ª edición de junio de 2011
emitido por la Comisión Europea para orientar a los gobiernos nacionales sobre
la materia. También existe un tupido entramado de directivas y políticas tales
como los siguientes: 1) Directiva 2004/18/CE, sobre coordinación de los
procedimientos de adjudicación de los contratos de obras, de suministro y de
servicios; 2) Directiva 2004/17/CE, sobre la coordinación de los procedimientos
de adjudicación de contratos en los sectores del agua, de la energía, de los
transportes y de los servicios postales; 3) Reglamento (CE) No. 1177/2009 por
el que se modifican las Directivas 2004/17/CE, 2004/18/CE y 2009/81/CE del
Parlamento Europeo y del Consejo en lo que concierte a sus umbrales de
aplicación en materia de procedimientos de adjudicación de contratos; 4)
Contratación pública para un medio ambiente mejor COM(2008)400 y su
documento de trabajo SEC (2008)2126; 5) Plan de acción sobre consumo y
producción sostenibles y una política industrial sostenible COM(2008)397; 6) La
contratación precomercial: impulsar la innovación para dar a Europa servicios
públicos de alta calidad y sostenibles COM(2007)799; 7) Comunicación
interpretativa de la Comisión sobre el Derecho comunitario aplicable en la
adjudicación de contratos no cubiertos o solo parcialmente cubiertos por las
Directivas sobre contratación pública 2006/C 179/02; 8) Directiva 2009/33/CE
relativa a la promoción de vehículos de transporte por carretera limpios y
energéticamente eficientes; 9) Reglamento (CE) No. 106/2008, relativo a un
programa comunitario de etiquetado de la eficiencia energética para los
equipos ofimáticos; 10) Directiva 2010/31/UE, relativa a la eficiencia energética
de los edificios; 11) Directiva 2010/30/UE, relativa a la indicación de consumo
de energía y otros recursos por parte de los productos relacionados con la
energía, mediante el etiquetado y una información normalizada; 12)
Reglamento No. 66/2010, relativo a la etiqueta ecológica; 13) Directiva
2009/125/CE, por la que se instaura un marco para el establecimiento de
11
http://www.unep.fr/scp/marrakech/taskforces/pdf/Procurement2.pdf
Sobre el desarrollo de la CPE en el ámbito europeo consultar el excelente trabajo de
PERNAS GARCÍA (J.J.), Contratación pública verde, Madrid, La Ley, 1ª. Edición, 2011, in
totum.
13
Sin embargo existen precedentes como la “Estrategia de la Unión Europea para un
desarrollo sostenible adoptada por el Consejo Europeo de Gotemburgo de 2001 COM (2001)
264 y el “Sexto Programa de Acción en Materia de Medio Ambiente” adoptados por el Consejo
y el Parlamento Europeos en 2002, Decisión No. 1600/2002/CE de 22 de julio de 2002.
14
Disponible en http://ec.europa.eu/environment/gpp (hay versión en español).
12
7
requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos relacionados con la
energía; 14) Reglamento (CE) No. 1221/2009, relativo a la participación
voluntaria de organizaciones en un sistema comunitario de gestión y auditoría
medioambientales (EMAS); 15) Reglamento (UE) No. 995/2010 por el que se
establecen obligaciones de los agentes que comercializan madera y productos
de la madera; 16) Directiva 2002/96/CE, sobre residuos de aparatos eléctricos
y electrónicos (RAEE); 17) Directiva 2002/95/CE, sobre restricciones a la
utilización de determinadas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y
electrónicos; 18) Reglamento (CE) No. 1907/2006, relativo al registro, la
evaluación, la autorización y la restricción de las sustancias y preparados
químicos (REACH); 19) Directiva 2009/28/CE, relativa al fomento del uso de
energía procedente de fuentes renovables y 20) Directiva 2008/98/CE, sobre
los residuos o Directiva marco de residuos.
3.- Obstáculos para la implantación CPE
En el entorno europeo se lograron identificar una serie de obstáculos o
de barreras para la implantación de la CPE15, que resultan igualmente
extrapolables al entorno iberoamericano, con algunas variantes y adaptaciones
obvias, que son los siguientes:
Primero.- Limitaciones de los criterios medioambientales establecidos para
productos, obras y servicios; cuando existen, los mecanismos para darlos a
conocer, como base de datos, suelen ser insuficientes, lo que precisa de
garantizar su acceso efectivo y expedito y una grado de interoperabilidad
significativo.
Segundo.- Insuficiente información sistematizada sobre el coste de los
productos durante su ciclo de vida y de los costes relativos de los productos y
servicios respetuosos con el medio ambiente.
Tercero.- Escaza sensibilización acerca de los beneficios de los productos y
servicios respetuosos con el medio ambiente.
Cuarto.- Incertidumbre jurídica acerca de posibilidad de incluir criterios o
especificaciones medioambientales en el pliego de condiciones o cartel,
selección, exclusión y adjudicación de las ofertas (v. gr. asignando una mayor
15
V. COM (2008) 400, Bruselas 16.7.2008, “Contratación pública para un medio ambiente
mejor”, Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico
y Social Europeo y al Comité de las Regiones.
8
puntuación o porcentaje), en las especificaciones técnicas mínimas de la oferta
y en el clausulado de ejecución del respectivo contrato administrativo.
Quinto.- Falta de liderazgo y apoyo político y de recursos para promover la
CPE, así como la ausencia en el diseño de políticas públicas claras sobre el
particular.
Sexto.- Inexistencia de un intercambio coordinado y fluido de las mejores
prácticas y de la información.
4.- Medidas para superar los obstáculos a la CPE
Para solventar las barreras a la CPE en Iberoamérica, se podrían tomar una
serie de medidas, sin pretensión de exhaustividad, como las siguientes:
Primera.- Desarrollar y ejecutar un proceso para establecer criterios comunes o
uniformes a nivel nacional y en los espacios de integración regional de
Iberoamérica, para evitar distorsiones del mercado y la afectación de la libre
concurrencia (etiqueta ecológica, normas ISO, requisitos de eficiencia
energética de equipos ofimáticos “Energy Star”, flota vehicular limpia y eficiente
energéticamente, bio-carburantes y bio-líquidos, uso de energías de fuentes
renovables). En el caso del espacio iberoamericano, este factor tiene gran
importancia, habida cuenta de los precarios, débiles y aislados procesos de
integración regional (v. gr. Comunidad o Unión Centroamericana).
La regulación asimétrica de la CPE en Iberoamérica, a diferencia de la
experiencia de la Unión Europea, básicamente, en los espacios nacionales o
locales, puede provocar serias distorsiones del mercado de compras públicas,
propiciando el “dumping ambiental o ecológico”, puesto que, los proveedores
de los países de la región con una normativa escaza o ausente sobre las
compras públicas ecológicas, pueden ofrecer precios predatorios en perjuicios
de las industrias y empresas locales de los ordenamientos nacionales que sí
han implementado las compras ecológicas.
Sobre el particular, ciertos organismos regionales deben asumir un rol
protagónico y responsable en la elaboración de modelos, recomendaciones,
directivas o guías acerca de lo que debe ser la CPE en el entorno
iberoamericano, aunque no tengan un carácter estrictamente vinculante, para
lograr un grado importante de uniformidad.
Segunda.- Contar con información confiable y fidedigna sobre el costo de los
productos durante su ciclo de vida (CCV) que facilite el análisis respectivo
(ACV).
Tercera.- Brindar una asesoría jurídica y operacional oportuna a los poderes
adjudicadores o administraciones contratantes.
9
Cuarta.- Planificación estratégica y diseño de una política nacional y regional,
así como la imposición de un objetivo con indicadores cuantitativos (v. gr.
número de contratos ecológicos frente a los que no lo son) y cualitativos (v. gr.
ahorro público obtenido con los contratos ecológicos) y un seguimiento puntual
y oportuno16.
Quinta.- Determinación de sectores “prioritarios” o “estratégicos” para la
implantación de la CPE, tomando en consideración criterios tales como las
posibilidades de mejora o de impacto en el medio ambiente, el gasto o
presupuesto público, la repercusión o influencia en la oferta y el mercado
(volumen de compra por las administraciones públicas), el efecto para los
hábitos de los consumidores (relevancia y visibilidad del bien, obra o servicio
entre la opinión pública) o , la disponibilidad de mercado y la eficiencia
económica.
En general, en la experiencia de la Unión Europea, que puede resultar
aprovechable en el espacio iberoamericano, se han identificado los siguientes
sectores prioritarios:
a) La construcción y remodelación sostenible, con edificios de bajo
consumo energético o energéticamente autosuficientes (v. gr. con
energía renovable generada in situ como paneles solares y turbinas
eólicas, reutilización aguas pluviales y grises, materiales de construcción
no peligrosos, tóxicos, reciclados, etc.).
b) La alimentación y el suministro de comidas (productos ecológicos –
agricultura orgánica- en comedores escolares, sodas o restaurantes
institucionales).
c) Transporte y, en general, servicios de transporte (vehículos eléctricos,
híbridos o de bajas emisiones).
d) Energía, con el uso de maquinaria, equipo y vehículos que procuren el
uso eficiente de la misma.
e) Equipo tecnológico y de oficina como muebles de madera sostenible
cuyo origen legal sea verificable y fácilmente trazable.
f) Ropa, uniformes y textiles.
16
El gobierno Belga se fijo un ambicioso objetivo para que en el 2020 se alcance un 100% de
la CPE; en 2008 el gobierno de Austria se impuso diferentes objetivos a cumplir para el 2010
en informática un 95%, electricidad un 80%, en papel un 30%, en productos de limpieza un
95% y en flota vehicular un 20%. Un objetivo realista y no ambicioso podría ser lograr,
gradualmente, que en un quinquenio, un 50% de las contrataciones públicas –por importe y
cantidad- incluyan criterios de la CPE. Los objetivos de la CPE deben alcanzarse de forma
gradual y progresiva.
10
g) Papel y servicio de impresión, fomentando el uso de aquel que sea
reciclado, políticas de “cero papel” y de utilización intensiva de los
medios digitales o de las TIC’s.
h) Productos y servicios de limpieza.
i) Equipo utilizado en el sector sanitario.
j) Reciclaje, recolección y tratamiento desechos sólidos.
Sexta.- Que las entidades financieras de carácter regional, al brindar un
empréstito público para construir obras públicas o prestar servicios públicos,
impongan la utilización de la CPE (v. gr. el Banco Interamericano de Desarrollo
–BID-, Banco Centroamericano de Integración Económica –BCIE-).
Séptima.- La sensibilización, formación y capacitación acerca de las ventajas y
beneficios de la CPE para los funcionarios públicos que son responsables y
participan, directa o indirectamente, en la contratación pública.
5.- Definición CPE (Contratación Pública Ecológica)17
La CPE, por sus siglas en español, ha sido definida como el proceso en el que
los poderes públicos tratan de adquirir bienes, servicios y obras con un impacto
medioambiental reducido durante su ciclo de vida, en comparación con otros
que pueden adquirir en el mercado18.
Los criterios ambientales pueden aplicarse en la determinación de las
necesidades públicas, el objeto contractual, las especificaciones técnicas, las
ofertas, los criterios de selección, exclusión y adjudicación y en el clausulado
para la ejecución contractual. Consecuentemente, la idea es que el criterio
medioambiental sea transversal y penetre todas las fases del ciclo de la
contratación pública.
6.- Proyección de la CPE en las diversas etapas de preparación, formación,
formalización y ejecución del contrato administrativo.
A.- Definición del objeto contractual
La fase preparatoria es trascendental para integrar los criterios ambientales. Lo
primero es la definición del objeto del contrato (producto, servicio u obra) según
las necesidades reales o concretas, criterios y el impacto medioambiental.
17
En inglés es conocida con las siglas GPP “Green Public Procurement”.
V. COM (2008) 400, Bruselas 16.7.2008, “Contratación pública para un medio ambiente
mejor”, Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico
y Social Europeo y al Comité de las Regiones.
18
11
Así, en contratos de suministro de productos debe ponderarse los materiales
para su producción o fabricación, la utilización de materia prima renovable, el
consumo energía y agua, la vida útil, la posibilidad de reciclado o reutilización
al final vida útil. En contratos de servicios debe valorarse la ejecución
contractual respetuosa con el medioambiente, la gestión para minimizar el
impacto ambiental, los productos y materiales utilizados en la prestación del
servicio. En los contratos de obra todo lo anterior y el impacto de la ésta en el
medioambiente.
Todas estas consideraciones deben efectuarse siempre que no se distorsione
el mercado, limitando u obstaculizando su acceso y la libre concurrencia, sea
tomando en consideración las salvaguardias contra la discriminación y a favor
de la igualdad de trato, la transparencia y la proporcionalidad.
B.- Selección del procedimiento de contratación
Se debe verificar los impactos ambientales de la adquisición prevista, antes de
definir el procedimiento, de ahí la importancia de la asesoría, las consultas al
mercado, el dialogo con proveedores y los contratos de Investigación y
desarrollo.
Según el tipo de procedimiento de contratación elegido, así se aplicaran los
criterios medioambientales.
En un procedimiento de contratación pública abierto (v. gr. licitación pública), se
podrá elegir entre una amplia gama de soluciones potencialmente respetuosas
con el ambiente, en tanto que en un procedimiento restringido puede haber una
evaluación previa o precalificación de la capacidad técnica ambiental de los
eventuales oferentes aptos.
Para reducir costos, pueden celebrarse acuerdos marco para no repetir
procedimientos de licitación (v. gr. adquisición de equipo cómputo según la
oferta económicamente más ventajosa por rendimiento energético, diseño
ecológico para minimizar el impacto final agotada la vida útil y para facilitar su
reciclado, la restricción de sustancias tóxicas o peligrosas; el suministro de
papel reciclado o de bosques sostenibles, parque de vehículos limpios y
energéticamente eficientes, etc.).
También puede haber contratación pública conjunta por varios poderes
públicos, lo que reduce los costos administrativos y facilita compartir los
conocimientos medioambientales (v. gr. la contratación de servicios limpieza
de edificios con reducción de ciertos productos químicos, uso de micro-fibra
para evitar mayores residuos, etc.; los contratos de rendimiento energético –
CRE- para que la autoridad pública que ocupa un edificio cuente por la
12
empresa que suministra servicios con una eficiencia energética superior y la
reducción en el consumo).
C.- Invitación
La invitación debe contener, por imperativo de los principios de publicidad,
transparencia y libre concurrencia, una clara referencia ecológica para que los
oferentes potenciales sean conocedores que los criterios medioambientales
son importantes para el contrato.
D.- Pliego de condiciones y especificaciones técnicas
En el cartel o pliego de condiciones se incluyen las especificaciones técnicas
mesurables, claras y comprensibles, tales como el rendimiento, eficiencia,
materiales, procesos y métodos de producción -uso de materiales reciclados o
reutilizados-, no uso de ciertas sustancias peligrosas o tóxicas perjudiciales
para el medioambiente o la salud humana, la forma de prestación de un
servicio o de construcción de una obra respetuosa con el ambiente.
Se deben incluir variantes o especificaciones flexibles, para que los oferentes
puedan proponer otras soluciones alternativas que sean equivalentes o más
respetuosas del ambiente. Es preciso incorporar la forma de evaluar el
cumplimiento de tales especificaciones de forma directa (v. gr. la etiqueta
ecológica o “ecoetiqueta” que contiene características medioambientales del
producto o servicio durante su ciclo de vida -CCV y ACV-, el cumplimiento de
normas ISO, etc.) o equivalente o indirecta por cualquier otro medio de prueba.
E.- Selección y exclusión de proveedores
En la evaluación de la capacidad técnica, es posible tomar en consideración la
experiencia y la competencia en relación con los aspectos medioambientales
referidos al objeto del contrato.
Así se puede ponderar la capacidad del contratista para reducir al mínimo los
residuos, para el evitar vertidos o fugas contaminantes, el ahorro y eficiencia
energética, la reducción del consumo del combustible fósil que genera los
gases de efecto invernadero, la reducción en la perturbación de los hábitats
naturales, el personal capacitado en materia de protección medioambiental con
que cuenta, el equipo técnico para la protección del medioambiente y la
experiencia previa en la ejecución contratos públicos ecológicos.
Tratándose de contratos de servicios y de obras, se puede evaluar la
capacidad para implementar medidas adecuadas e idóneas de gestión
ambiental durante la ejecución del contrato (v. gr. certificado según normas ISO
o equivalentes).
13
Se puede otorgar un puntaje superior al oferente que propone y demuestra un
comportamiento medioambiental superior al mínimo exigido en las
especificaciones del contrato.
Será, también, posible la exclusión de oferentes cuando hayan infringido,
reiteradamente, la legislación medioambiental, si constituye una falta tipificada
conforme a la legislación nacional (regulación pendiente), utilizando el principio
de proporcionalidad y de interdicción de las sanciones perpetuas.
F.- Adjudicación
Debe adjudicarse a la oferta económica y medioambiental más ventajosa, lo
que incluye, desde luego, criterios medioambientales para ponderarla, según
parámetros verificables objetivamente y previamente anunciados. Se podría
asignar un % al precio (40%) y otros a la calidad ambiental (60%).
Tiene importancia la etiqueta ecológica cuando son productos, no una
determinada, y los sistemas de gestión ambiental durante la ejecución del
contrato tratándose de servicios y obras. Asimismo el coste del ciclo de vida
(CCV) que no solo toma en consideración el precio de compra, sino el proceso
integral de adquisición, posesión o mantenimiento y eliminación (v. gr. en
adquisición de una flota vehicular es posible establecer umbrales máximos de
emisiones de CO2 y de consumo medio de combustible por km recorrido) y un
ciclo de vida útil más prolongado que asegure su no sustitución frecuente
(aunque sea más cara su adquisición), en contratos de obras el ahorro de
agua y energía. También se debe tener en cuenta el costo medioambiental
externo (externalidad ambiental) para la sociedad (v. gr. cambio climático,
contaminación acuíferos, etc.).
G.- Ejecución del contrato
En el clausulado del contrato se pueden incorporar las variables y criterios
medioambientales para asegurar su observancia durante toda la ejecución
contractual. Incluso, es posible prever sanciones por el incumplimiento de los
compromisos medioambientales o un sistema de bonificaciones por su
observancia. Lo anterior es posible siempre y cuando que se haya anunciado
en el cartel o pliego, no se genere discriminación y guarden vinculación con el
objeto del contrato.
En el contrato de suministro, por ejemplo, que el proveedor haga entregas
grandes para evitar el impacto ambiental del transporte reiterado de pequeñas
cantidades de suministros y se trate de producción local para minimizar los
requerimientos de transporte y el consumo de combustibles fósiles, que lo haga
14
fuera de horas pico del tránsito vehicular y que recicle o reutilice el embalaje,
etc.
En el contrato de obras públicas o de servicios públicos, se debe procurar la
gestión ambiental integral (v. gr. ISO-14001), que se cuente con personal
formado en el impacto ambiental de su trabajo, la reducción, al mínimo, de los
residuos del contrato, la utilización eficiente del agua y de la luz, etc.
Para el cumplimiento de tales cláusulas, se requiere de una supervisión o
fiscalización eficaz y adecuada, ya sea por la propia administración contratante,
un tercero con experticia en la materia o el contratista con pruebas objetivas y
fácilmente comprobables de cumplimiento.
II.- Buenas prácticas normativas CPE en el entorno Iberoamericano
En este apartado abordaremos las buenas experiencias normativas en el
entorno iberoamericano sobre el particular, sea a nivel de leyes nacionales,
regionales o federales, reglamentación administrativa, directivas o lineamientos
específicos. Por supuesto que hemos seleccionado los casos más
emblemáticos por el volumen del entramado normativo, sin pretender ser
exhaustivos. Así, se expondrá el desarrollo de la CPE en Argentina, Chile, Costa Rica
y México.
No nos ocuparemos de aquellas experiencias nacionales que hacen referencia
a la necesidad de evaluar el impacto ambiental de las obras, construcciones o
servicios adquiridos por las administraciones públicas (v. gr. Colombia en el
artículo 32 del Estatuto General de la Contratación de la Administración Pública
de 1993, El Salvador en el artículo 16 del Reglamento a la Ley de
Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública de 2005 y
Panamá en el artículo 25, inciso 11, del Reglamento de Contrataciones de la
Autoridad del Canal de Panamá de 1999) o que, sencillamente, sin mayor
desarrollo, enuncian la necesidad de las compras públicas sustentables (v. gr.
Perú en el artículo 4°, inciso m, del Decreto Ley que aprueba la Ley de
Contrataciones del Estado de 2008, al limitarse a formular el “principio de la
sostenibilidad ambiental” en las compras públicas para evitar impactos
ambientales negativos). En tales supuestos, estimamos, que no se puede
hablar de una contratación pública ecológica integral que se proyecte
intensamente a todas las fases de un contrato administrativo, que es una de las
características de la figura.
15
1.- Argentina
En el caso argentino encontramos, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
dos leyes significativas, a saber las siguientes:
a) Ley de Eficiencia Energética, No. 3246 de 5 de noviembre de 2009
En su artículo 1° se indica que tiene por objeto “reducir y optimizar el consumo
de la energía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires así como disminuir la
emisión de Dióxido de Carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero
(GEI) vinculados a esta temática”.
Luego, el ordinal 2°, dispone que su ámbito de aplicación son las obras y
construcciones en la Ciudad de Buenos Aires y, específicamente, las “compras
y contrataciones públicas”.
Por su parte, el numeral 10° estatuye que “Los pliegos de compras y
contrataciones de bienes y servicios y el pliego general de obras públicas
contemplará los criterios de eficiencia energética, los que serán establecidos en
la reglamentación de la presente”.
b) Ley de Compras Públicas de madera o forestales, No. 3540 de 26 de
agosto de 2010.
Esta ley contiene varios artículos de interés.
“Artículo 1°.- El objeto de la presente Ley es promover
una gestión forestal ambientalmente sustentable,
mediante la compra de madera y sus derivados, que
cumplan con las condiciones específicas que así lo
garanticen.
Artículo 2º.- La presente Ley está destinada a las
compras y contrataciones públicas del Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en todas sus
dependencias y en sus organismos descentralizados. Las
mencionadas compras y contrataciones que incluyan
madera y sus derivados, deberán efectuarse a través de
proveedores con certificado FSC (Forest Stewardship
Council), PEFC (Programme for the Endorsement of
Forest Certification) u otras certificaciones que garanticen
la sustentabilidad ambiental de todo el circuito productivo.
16
Artículo 3º.- El Poder Ejecutivo fijará metas concretas y
progresivas a dos, cinco y diez años para que la compra
de madera y sus derivados se realice a proveedores que
posean la debida certificación.”
2.- Chile
a) El Reglamento de la Ley No. 19.886, Ley de Bases sobre
Contratos Administrativos de Suministro y Prestación de Servicios, No.
250 de 9 de marzo de 2004
Este reglamento contiene algunas disposiciones de interés, como las
siguientes:
El artículo 16 dispone que en la celebración de Convenios Marco, en sus
bases, se pueda establecer, entre otros criterios de evaluación, las
“consideraciones medioambientales”.
El artículo 23 dispone que las bases del contrato, puedan incluir puntajes
o ponderaciones a los oferentes del “cumplimiento de normas que privilegien el
medioambiente”.
El artículo 38 dispone que entre los criterios de evaluación para escoger
la “mejor oferta”, se pueden tener las “consideraciones medioambientales” y de
“eficiencia energética”.
b) Directiva de Contratación Pública No. 9 de 14 de marzo de 2008 que
contiene las “Instrucciones para la contratación de bienes y
servicios incorporando criterios de eficiencia energética” de la
Dirección ChileCompra
Esta directiva pretende que los organismos de la contratación pública, al
adquirir bienes y servicios, consideren como variable no solo el precio o
inversión inicial de compra sino también los costos de pago mensual de los
servicios energéticos (iluminación, climatización, gas, transporte, etc.).
Recomienda evaluar los costos de operación a lo largo de la vida útil y en
los plazos totales de los contratos de suministro de servicio de energía,
según unas pautas determinas.
c) Directiva de Contratación Pública No. 13 de 23 de mayo de 2011,
que contiene las “Instrucciones para realizar contrataciones
sustentables en el mercado público chileno” de la Dirección
ChileCompra.
Obliga a incorporar los criterios de compras públicas sustentables (social,
económico y ambiental), desde la preparación del contrato hasta su ejecución.
17
3.- Costa Rica
a) Ley de Regulación del Uso Racional de la Energía, No. 7447 de 3 de
noviembre de 1994
Este texto legislativo, pionero por la fecha de su promulgación (1994), es
aplicable a todos los sectores de la sociedad –incluido el público y privado-,
tiene por objetivo fundamental (artículo 1°)
“consolidar la participación del Estado en la promoción y
la ejecución gradual del programa de uso racional de la
energía. Asimismo, se propone establecer los
mecanismos para alcanzar el uso eficiente de la energía y
sustituirlos cuando convenga al país, considerando la
protección del ambiente.
Esos mecanismos se basarán en tres postulados: la
obligación de ejecutar proyectos de uso racional de la
energía en empresas de alto consumo, el control sobre
los equipos y las instalaciones que, por su uso
generalizado, incidan en la demanda energética y el
establecimiento de un sistema de plaqueo que informe a
los usuarios de su consumo energético.”
En particular, impone la “eficiencia energética” a la industria de
producción, ensamble e importación de maquinaria, equipo y vehículos, siendo
que en el artículo 25, párrafo 1°, se indica que
“Para asegurar un consumo energético eficiente, las
instituciones y las empresas públicas, centralizadas y
descentralizadas, deberán acatar las disposiciones que
dicte el Poder Ejecutivo en materia energética,
especialmente en lo relativo al uso y la adquisición de
materiales, equipo, maquinaria, vehículos y en cuanto al
tendido de nuevas instalaciones eléctricas.”
Esta ley, también, regula la exención de impuestos (selectivo de
consumo, ventas, ad valorem) de ciertos productos o equipos, nacionales o
importados, que generan eficiencia energética (artículo 38), con lo que
incentiva su consumo y adquisición por los entes públicos y los particulares19.
19
Calentadores solares de agua para todo uso, con certificación de eficiencia expedida por un
laboratorio acreditado; tanques de almacenamiento de agua para sistemas de calentamiento
solar del tipo termosifón; paneles de generación eléctrica fotovoltaica, de cualquier capacidad;
Sistemas de control para paneles fotovoltaicos, generadores eólicos e hidroeléctricos de
corriente directa; convertidores estáticos de corriente directa en alterna para sistemas
fotovoltaicos, eólicos y generadores hidroeléctricos de corriente directa; baterías de plomo
ácido de ciclo profundo y baterías de níquel-cadmio y níquel-hierro, con capacidades mayores
18
b) Ley de Fortalecimiento y Modernización de las Entidades Públicas del
Sector de Telecomunicaciones, No. 8660 de 8 de agosto de 2008
“ARTÍCULO 12.-
Compras verdes
Autorizase al ICE y sus empresas, para que promuevan
la compra y utilización de materiales reutilizables,
reciclables, biodegradables y valorizables, así como de
productos fabricados con material reciclado bajo procesos
ambientalmente
amigables,
que
cumplan
las
especificaciones técnicas requeridas por la Administración
Pública.
Para ello, en la valoración de las licitaciones y compras
directas, deberán dar un veinte por ciento (20%) adicional
a los oferentes que, en igualdad de condiciones,
demuestren que los productos ofrecidos, incorporan los
criterios de la gestión integral de residuos, así como la
gestión del residuo, una vez terminada su vida útil.
La Proveeduría de la Institución deberá incluir, en los
carteles de licitación o de compra directa, criterios
ambientales y de ciclo de vida de los productos, para
evaluar las licitaciones de conformidad con los criterios
establecidos en el Reglamento de esta Ley.”
a 50 amperios-hora; cabezales economizadores de agua caliente para duchas y fregaderos,
con consumo inferior a 9,5 litros/minuto; luminarias fluorescentes y halógenos eficientes;
generadores eólicos e hidroeléctricos para uso no relacionado con la generación privada de
electricidad, que señala la Ley N.º 7200, de 28 de setiembre de 1990; equipos de control de
voltaje y frecuencia para generadores eólicos e hidroeléctricos; equipos electrodomésticos de
corriente directa, para utilizarse con paneles fotovoltaicos, generadores eólicos e
hidroeléctricos de corriente directa; materiales para construir equipos para aprovechar las
energías renovables; vidrio atemperado con menos de cero coma cero dos por ciento (0,02%)
de contenido de hierro; aislantes térmicos para colectores solares como polisocianurato y
poliuretano, los aditivos para elaborarlos o ambos; placas absorbentes y tubos aleteados para
calentadores de agua; perfiles de aluminio específicos para construir calentadores solares de
agua; aislantes térmicos para tuberías de agua; cualquier aislante térmico útil para mejorar el
aislamiento de tanques de almacenamiento de agua calentada con sistemas solares;
instrumentos de medición de variables relacionadas con las energías renovables, tales como:
medidores de temperatura, medidores de presión de fluidos, anemómetros para medir la
dirección y la velocidad del viento y medidores de la radiación solar; sistemas de bombeo
alimentados con sistemas fotovoltaicos y eólicos; refrigeradores y cocinas solares. Bombas de
ariete.
19
c) Reglamento al Título II de la Ley de Fortalecimiento y Modernización de
las Entidades Públicas del Sector Telecomunicaciones, Decreto Ejecutivo
No 35148 de 24 de febrero de 2009
“CAPÍTULO III
Compras verdes
Artículo 194.- El ICE (Instituto Costarricense de
Electricidad) y sus empresas promoverán las compras
verdes en sus procesos de adquisición de bienes y
servicios, de conformidad con el art. 12 de la Ley Nº 8660.
Por compra verde se comprenderá la contratación con la
inclusión de criterios ambientales relacionados con una o
varias de las etapas del ciclo de vida del producto por
comprar; sea desde la extracción de la materia prima, su
fabricación, distribución y uso, hasta su disposición final.
Cuando se incorporen criterios ambientales relacionados
con una o varias de las etapas del ciclo de vida del
producto por comprar, el ICE deberá dar un veinte por
ciento (20%) adicional a los oferentes que, en igualdad de
condiciones, demuestren que los productos ofrecidos,
incorporan los criterios de la gestión integral de residuos,
así como la gestión del residuo, una vez terminada su
vida útil.
Artículo 195.- En sus carteles, cláusulas de admisibilidad
o de calificación, el ICE y sus empresas podrán
contemplar, con respeto y equilibrio de los principios de
eficiencia y razonabilidad, cláusulas que reconozcan el
uso
de
materiales
reutilizables,
reciclables,
biodegradables y valorizables, así como productos
fabricados con material reciclado bajo procesos
ambientales amigables y la disposición integral de los
residuos, pudiendo ser éstos certificados por terceros
imparciales.
Artículo 196.- El ICE definirá la política de compras verdes
del ICE y sus empresas, los objetivos ambientales de las
compras, los planes de capacitación dirigidos a lo técnico
y la sensibilización de compras verdes, campañas de
difusión, plan de propuesta, desarrollo y monitorio de
20
compras verdes, cláusulas tipo a incorporar en los
carteles.”
d) Ley para la Gestión Integral de Residuos, No. 8839 de 24 de junio de
2010
El artículo 29 preceptúa lo siguiente:
“ARTÍCULO 29.- Compras del Estado
Autorizase a las instituciones de la Administración
Pública, empresas públicas y municipalidades para que
promuevan la compra y la utilización de materiales
reutilizables, reciclables, biodegradables y valorizables,
así como de productos fabricados con material reciclado
bajo procesos ambientalmente amigables que cumplan
las especificaciones técnicas requeridas por la
Administración
Pública;
dicha
condición
podrá
comprobarse por medio de certificaciones ambientales y
otro mecanismo válido establecido vía reglamento.
Para ello, en la valoración de las licitaciones y compras
directas concursables deberán dar un veinte por ciento
(20%) adicional a los oferentes que, en igualdad de
condiciones, demuestren que los productos ofrecidos
incorporan criterios de la gestión integral de residuos, así
como la gestión del residuo una vez terminada su vida útil.
Para el caso de las compras directas deberán
incorporarse criterios que promuevan la gestión integral
de residuos.
Las dependencias correspondientes de las instituciones
de la Administración Pública, empresas públicas y
municipalidades encargadas de elaborar los carteles de
licitación o de compra directa establecerán criterios
ambientales y de ciclo de vida de los productos para
evaluar las licitaciones, de conformidad con los criterios
establecidos en el Reglamento de esta Ley.”
e) Reglamento para la elaboración de Programas de Gestión
Ambiental Institucional en el Sector Público de Costa Rica, Decreto
Ejecutivo No. 36499-S-MINAET de 17 de marzo de 2011
Constituye el desarrollo del artículo 28 de la Ley para la Gestión Integral de
Residuos, No. 8839, que establece la necesidad de los entes públicos de
21
formular Planes de Gestión Ambiental para mejorar su desempeño en ese
ámbito. A través de este reglamento, se le impone a todos los entes
públicos elaborar, implementar y actualizar un “Programa de Gestión
Ambiental Institucional” (PGAI) que es definido en el artículo 2° como
“(…) un instrumento de planificación que se fundamenta
en los principios metodológicos de un Sistema de Gestión
Ambiental. Se parte de un diagnóstico ambiental del
quehacer institucional que considere todos los aspectos
ambientales inherentes a la organización, incluyendo los
relacionados con la eficiencia energética, residuos y
cambio climático, entre otros aspectos ambientales. A
partir de este diagnóstico, se priorizan, establecen e
implementan medidas de prevención, mitigación,
compensación o restauración de los impactos
ambientales, ya sea a corto, mediano o largo plazo.”
Ulteriormente, se dictó la “Guía para la Elaboración de los Programas de
Gestión Ambiental Institucional en el Sector Público de Costa Rica”
mediante resolución del Ministerio de Ambiente, Energía y
Telecomunicaciones (MINAET) No. R-429-2011-MINAET de 22 de julio de
2011.
En esta guía se indica que las “compras verdes” re-conceptualizadas como
“compras sustentables” son un componente clave de tales programas y se
dispone lo siguiente:
“4.2.2.2 Adquisición
tecnológica
de
bienes
y
transferencia
La compra de bienes es una actividad básica en cualquier
institución, incluye desde la adquisición de materiales,
implementos de oficina, equipos, compra de vehículos,
insumos para actividades de limpieza, mantenimiento y
hasta servicios.
El PGAI promueve una política de adquisición de bienes
basada en el concepto de Compras Públicas Sustentables
(CPS), proceso por medio del cual las organizaciones
satisfacen sus necesidades de bienes, servicios, trabajos
y utilidades, tomando en cuenta de forma integrada
aspectos sociales, económicos y ambientales. Dentro de
las CPS, se encuentra el concepto de compras verdes,
donde se satisface la necesidad de la institución que da
origen a la compra, sin descuidar el impacto ambiental
que ésta ocasionará. Este concepto impulsa la innovación
22
en productos y servicios más amigables con el ambiente,
al crear una demanda por parte del Estado (…) Del mismo
modo, al incorporar procesos de innovación y tecnologías
respetuosas con el medio ambiente se permite la mejora
en la disposición y acceso a la información especializada.”
Uno de los fines de los PGAI, indicado en tal guía, es la “ambientalización” de
la administración pública o del sector público, entendiendo ese concepto como
la “Promoción de una mejora continua en la calidad ambiental de las entidades
públicas que incluye también la promoción de acciones de toma de conciencia
por parte de los funcionarios públicos en temas de mejora en la calidad del
medio ambiente.”. El que se sustenta en “(…) tres objetivos: a) promover una
mejora continua en la calidad ambiental de las entidades públicas; b) impulsar
acciones de toma de conciencia por parte de los funcionarios públicos en
temas de mejora en la calidad del medio ambiente; y c) reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero (GEI) de manera que se encamine al Sector
Público a la C-Neutralidad al 2021. De esta forma la ambientalización del sector
público genera iniciativas de protección ambiental “desde la casa”
f) Directriz No. 17-MINAET de 29 de abril de 2011 para que los
órganos, entes, instituciones y empresas del Sector Público Central
y Descentralizado elaboren planes de eficiencia energética
Ese plan formará parte del Plan de Gestión Ambiental Institucional,
disponiéndose lo siguiente:
“Artículo 2º—En la elaboración del Plan de Eficiencia
Energética se incorporarán acciones inmediatas y de
mediano plazo, tales como:
a) Acciones Inmediatas.
1. Medidas de ahorro en diferentes usos de energía
como: la iluminación, aires acondicionados, equipos de
cómputo, el uso de transporte y otros.
2. Comunicar los lineamientos obligatorios sobre el uso
racional de la energía y sensibilizar a los funcionarios en
el tema.
23
3. Realizar evaluaciones permanentes del consumo
energético en equipos, sistemas y transporte de la
institución.
4. Ejecutar en forma permanente, programas de
mantenimiento correctivo y preventivo en su flota
vehicular, equipos consumidores de electricidad e
instalaciones eléctricas.
5. Incluir en sus compras, los lineamientos de compras
sustentables y compras verdes.
6. Otros a conveniencia de las instituciones enfocadas a
la eficiencia energética.
b) Acciones de mediano plazo
1. Definir y ejecutar gradualmente, en los diferentes usos
de la energía, un programa de sustitución de las
tecnologías obsoletas por tecnologías eficientes.”
4.- México
a) Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector
Público de 4 de enero de 2000 (según reforma de 10 de febrero de 2009)
El artículo 22, segundo párrafo, fracción III, manda que las dependencias y
entidades deberán establecer comités de adquisiciones, arrendamientos y
servicios que tendrán, entre otras funciones, establecer en las políticas, bases
y lineamientos de adquisición “los aspectos de sustentabilidad ambiental,
incluyendo la evaluación de las tecnologías que permitan la reducción de la
emisión de gases de efecto invernadero y la eficiencia energética, que deberán
observarse en las adquisiciones, arrendamientos y servicios, con el objeto de
optimizar y utilizar de forma sustentable los recursos para disminuir costos
financieros y ambientales”
El artículo 26 dispone lo siguiente:
“Las adquisiciones, arrendamientos y servicios se
adjudicarán, por regla general, a través de licitaciones
públicas, mediante convocatoria pública, para que
libremente se presenten proposiciones, solventes en
sobre cerrado, que será abierto públicamente, a fin de
asegurar al Estado las mejores condiciones disponibles
en cuanto a precio, calidad, financiamiento, oportunidad,
crecimiento económico, generación de empleo, eficiencia
energética, uso responsable del agua, optimización y uso
24
sustentable de los recursos, así como la protección al
medio ambiente y demás circunstancias pertinentes, de
acuerdo con lo que establece la presente Ley.
Tratándose de adquisiciones de madera, muebles y
suministros de oficina fabricados con madera, deberán
requerirse certificados otorgados por terceros previamente
registrados ante la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales, que garanticen el origen y el manejo
sustentable de los aprovechamientos forestales de donde
proviene dicha madera. En cuanto a los suministros de
oficina fabricados con madera, se estará a lo dispuesto en
el Reglamento de la presente Ley.
En las adquisiciones de papel para uso de oficina, éste
deberá contener un mínimo de cincuenta por ciento de
fibras de material reciclado o de fibras naturales no
derivadas de la madera o de materias primas
provenientes de aprovechamientos forestales manejados
de manera sustentable en el territorio nacional que se
encuentren certificadas conforme a lo dispuesto en el
párrafo anterior o de sus combinaciones y elaborados en
procesos con blanqueado libre de cloro”.
b) Lineamientos Generales para la Adquisición de Bienes con
Características y Especificaciones de menor grado de impacto ambiental
para adquisiciones sustentables del Distrito Federal publicado en Gaceta
Oficial del Distrito Federal del 14 de junio de 2011 emitidos por la
Secretaría del Medio Ambiente y la Oficialía Mayor.
En el punto séptimo propone las siguientes recomendaciones para ampliar las
compras sustentables:
“I. Que el material con el que esté elaborado no dañe la
capa de ozono;
II. Que sean de rápida biodegradación;
III. Sin cloro o sin blanqueadores;
IV. En el caso de artículos derivados de la madera como
papel, cartón, lápices, que por lo menos un porcentaje de
la materia prima con el que fue fabricado, provenga de
uso de fibras de bosques con certificación de manejo
sustentable o contenido de fibras de desecho de cultivos
alternativos como bagazo de caña y otros, o materia
prima pre-consumo como aserrín y con certificado, o
materiales post-consumo; o sus combinaciones;
V. Que el producto sea de larga duración;
VI. Base agua en lugar de aceite o solventes;
VII. Sin fragancias;
25
VIII.
En la medida de lo posible, solicitar a los
proveedores que los empaques no contengan tintas,
IX. Que al final de su vida útil permita su reciclaje;
X. Que el producto no esté elaborado de unicel;
XI. Que sean productos orgánicos y/o sustentables con
prácticas de producción adecuadas en las que se
promueva y apoye la conservación del medio ambiente;
XII. Que contribuya al ahorro de agua, esto es: grifos y
regaderas que disminuyan el flujo de agua como máximo
a 10 lts /min, regaderas que funcionen a diferentes
presiones de operación (baja, mediana y alta presión), o
que prevengan la formación de sales (limitadoras del flujo)
en los puntos de extracción, o con dispositivos y
mecanismos de ahorro para inodoros de forma tal que no
rebasen los 5 lts/descarga, o que los productos cuenten
con la certificación de la Comisión Nacional de Agua
(reconocimiento grado ecológico) y Normas Oficiales
Mexicanas;
XIII. Que contribuya al ahorro de energía; esto es: usar
lámparas fluorescentes T5, T8, fluorescente compacta y
tecnología LED, sistemas eficientes para alumbrado
público, balastros electrónicos, sensores de movimiento
para el control de alumbrado, unidades de aire
acondicionado eficientes, motores eléctricos de alta
eficiencia, bancos de capacitores en acometidas trifásicas
para corrección del factor de potencia a un valor mayor o
igual a 0.90, en el caso de sistemas inteligentes para
control de iluminación interior (tableros de alumbrado
monitoreables y con encendidos programables por
horarios);
XIV. Considerar en la adquisición, la compra de Laptop
en lugar de computadoras de escritorio;
XV.
Si existe certificación bajo normas oficiales
mexicanas, normas mexicanas o internacionales
reconocidas por la APDF, que el producto esté
certificado.”
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