alacena | clavo de olor El árbol de clavo de olor más antiguo del mundo –llamado Afo– se encuentra en Ternate, una de las islas Molucas de Indonesia: tiene aproximadamente 400 años Clavo de olor Intenso aroma De singular apariencia y conocida por sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias, esta especia debe ser utilizada con moderación en la cocina para que no enmascare el sabor de otros ingredientes María Isabel Capiello | fotografía orlando palencia Proveniente de las remotas islas Molucas de Indonesia, también llamadas “islas de las especias”, el clavo de olor (Syzygium aromaticum) le ha dado la vuelta al mundo. Se trata de un capullo que brota de un árbol que demora 20 años en desarrollarse y llega a medir hasta 15 metros de altura. Su nombre deriva de la forma que toma al secarse. Algunos escritos registran que hace miles de años los aborígenes de las islas Molucas plantaban el árbol de clavo de olor para celebrar el nacimiento de un niño. Al recién nacido se le colgaba esta especia para protegerlo contra los malos espíritus y las enfermedades. Asociado desde siempre a la salud, se cuenta que en el siglo III aC un emperador chino de la dinastía Han exigía a quien se acercara a hablarle que antes masticara clavos de olor para refrescar su aliento, una costumbre que se hizo popular en China, país asiático donde, además, se com- 76+SALUD probó por primera vez su eficacia para aliviar los dolores de muela. Hacia el siglo XV dC los árabes ya comercializaban el clavo de olor en la ruta marítima del océano Índico. En aquella época, portugueses, españoles, ingleses y holandeses lucharon por apoderarse de las islas Molucas, única región productora de clavo de olor, pues el valor de cada kilo equivalía entonces al de 7 gramos de oro. Cuando los holandeses, en el siglo XVII, consolidaron su control de la ruta de esta especia y lograron su monopolio, el comercio del clavo de olor comenzó a regirse por severos estándares y la Dutch East India Company, compañía holandesa encargada de administrar la actividad comercial con Asia, limitó su suministro para mantener los precios elevados: sólo entre 800 y 1.000 toneladas de clavos de olor eran exportadas anualmente, el resto era quemado o echado al mar. 77+SALUD alacena | clavo de olor Sinbad, el marino –personaje del relato Las mil y una noches–, incluía el clavo de olor entre las especias que comercializaba Hasta la era moderna el cultivo de la especia se limitó a Indonesia, pero en 1770 el naturalista francés Pierre Poivre logró robar algunas semillas y llevarlas primero a Francia, luego a las islas Seychelles y, finalmente, a Zanzíbar, una de las principales regiones productoras de clavo de olor hoy, junto a Indonesia, Madagascar, Sri Lanka, Malasia y Granada. Aliado de bienestar Uno de los usos medicinales más resaltantes del clavo de olor está relacionado con la salud bucal: disminuye la inflamación bucofaríngea y mitiga las molestias ocasionadas por aftas. Por su alto contenido de eugenol –sustancia muy utilizada como anestésico dental–, alivia el dolor de muelas al aplicarlo directamente sobre las encías. No obstante, su uso frecuente puede causar daño en las membranas mucosas y en la pulpa de los dientes. La especia también alivia la inflamación de las articulaciones ocasionada por la artritis y el reumatismo, actúa como estimulante del sistema digestivo, mitiga los espasmos intestinales y las diarreas, y combate los vómitos y las flatulencias. Además, favorece la memoria y disminuye el agotamiento. Rico en vitaminas K y C, el clavo de olor es una buena fuente de omega 3 y minerales como manganeso, magnesio y calcio. Además, de acuerdo con una investigación de la Universidad Miguel Hernández de Elche (España), gracias a su alta concentración de compuestos fenólicos es la especia con mayores propiedades antioxidantes. El eugenol también previene la formación de 78+SALUD coágulos en el torrente sanguíneo, con lo cual ayuda a la salud cardiovascular. No obstante, por esas mismas propiedades, está contraindicado en personas que padezcan trastornos hemorrágicos o que vayan a ser sometidas a una cirugía. Con moderación en la cocina Picante, ácido, dulce y amargo: todo a la vez. De intenso sabor y aroma, el clavo de olor debe ser usado con moderación en la cocina. De lo contrario, enmascara el sabor de otros ingredientes. Va bien en platos dulces y salados. Se utiliza en preparaciones como el pastel de pollo, el guiso de conejo, el atún abrasado, el jamón glaseado y el plátano asado. También se usa en postres como el dulce de lechosa, el arroz con leche, las galletas navideñas y el pastel de manzana. El clavo de olor combina con otras especias como la canela, la vainilla, el anís estrellado y el orégano. De allí que se utilice en la preparación de salsas tradicionales como la inglesa y en mezclas de especias de uso popular en la cocina árabe como la hindú Tandoori masala y la marroquí Ras el Hanout. Para aprovechar su versatilidad en la cocina, se recomienda usarlo entero, pues en polvo pierde rápidamente su aroma y sabor. La mejor manera de preservar los clavos de olor es en un frasco hermético, en un lugar fresco, oscuro y sin humedad. Bajo esas condiciones, pueden conservarse hasta por un año. • Fuentes www.nlm.nih.gov / www.infojardin.com / www.gastronomiaycia.com / www.euroresidentes.com / www.whfoods.com. clavo de olor | alacena Atún abrasado y macerado en clavos de olor (Para 4 personas) Receta del chef Federico Tischler Ingredientes • 500 gramos de lomo de atún rojo. • 10 clavos de olor. • 4 huevos frescos. • 250 mililitros de aceite vegetal. • 50 mililitros de aceite de oliva extra virgen. • 1 diente de ajo blanco. • 1 limón. • 5 gramos de ciboulette. • Hojas frescas de cilantro. • Una pizca de salsa tabasco. • Sal y pimienta negra recién molida. Preparación • Limpiar el lomo de atún de grasas y fibras molestas al paladar. Luego tomar la mitad de los clavos de olor y “clavarlos” al atún de manera desordenada para que se vaya impregnando con su aroma. • Sellar el lomo de atún en una sartén con un chorrito de aceite, a fuego alto, durante algunos segundos, hasta dorar su exterior, sin alterar el color rojo intenso de su interior. Dejar reposar a temperatura ambiente, envolver con un plástico transparente, bien prensado, y meter en el refrigerador por 12 horas, aproximadamente. • Llevar al fuego por al menos 1 hora, sin que llegue a hervir, el aceite vegetal junto con el diente de ajo y los clavos de olor restantes para infusionar. Tapar, dejar enfriar a temperatura ambiente y luego meter en el refrigerador durante 12 horas, aproximadamente, para que los aromas y sabores sean absorbidos por el aceite. Pasado ese tiempo, colar. • Preparar una mayonesa: separar las yemas de los huevos (reservar las claras para otra preparación) y colocarlas en un bol junto con la salsa tabasco. Batir enérgicamente con un batidor de mano o eléctrico. Sin dejar de batir, agregar el aceite infusionado en finos chorros. Luego, añadir el aceite de oliva para aromatizar. Sazonar con sal, pimienta negra recién molida y el jugo de limón recién exprimido. Reservar en frío. • Quitar los clavos del lomo de atún sellado y proceder a cortar en láminas medianamente delgadas. • Al momento de servir, extender las láminas en un plato y hacer trazos con la mayonesa aromatizada. Decorar con el ciboulette recién picado y las hojas frescas de cilantro. 79+SALUD