D. Romualdo de Céspedes.

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NcíifMROCARRiLES, INDUSTRIA Y SEGUROS.:
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SUMARIO
D . R o m u a l d o d e Céspedes.— HANCA. I,a reforma del Banco de Kspaña.
—Banco de Crédito de Zaiagoza. - El Crédito Navarro.—I.as sucursales del Banco de España en 1901: La de Victtria —La de Burgo*.
—La de (lijón. —Los d i v i d t n d c s de
1901.—Gracias, señor elefante.
— F E R R O C A R R I L E S : LOS trenes palacios,—Cambio de vía en los tranvías eléctricos.—INDUSTRIA:
Tranvías.
Crédito Industrial ( l i j o n é s . - L a s carre-
teras, L —Los Sindicatos Agrícolas.—Registro Mercaotil é Industrial.
—SKGUKOS: N u e v a aplicación del s e g u r o . - El amparo del agricultor.
— Sociedad general de seguro?.— La Fquitativa en 1 9 0 1 . - 1 . 3 Fratern a l . — L a Rosario.—Información.— llibliograna.—Guía del accionista.^—Sección de publicidad.
NOTA Prohibida la publicación de IOB trabajos de
eeta REVISTA no citaüdo BU procedencia.
Siempre que se diga que están tomados de la REVISTA ILUSTRADA DE BANCA, FERROCARRILES, INDUSTRIA Y SEGUROS, agradeceremos como un honor
BU reproducción.
D. Romualdo de Céspedes.
Pasado mañana hace quince años que el espíritu
sublime, el alma grande del ilustre personaje cuyo
nombre figura á la cabeza de estas lineas, abandonó
á la materia inerte para comparecer á recibir del
Tribunal único llamado á juzgar los actos realizados durante su paso por este mundo, por el que se
llamó Romualdo Céspedes y Ogazón, el premio á
que por su filantropía incomparable se hizo acreedor; quince años que han pasado c(>mo un día,
porque desde su desaparición se observa de una
manera evidente la falta de su mano protectora, y,
ccmo es natural, no puede menos de echarse de
ver el poderoso concurso que sus sentimientos eminentemente caritativos |3restaban á las clases m e nesterosas, y aparece bien patente la ausencia de
aquella noble personalidad, que no parecía sino
que su predilecta ocupación era averiguar dónde
existía miseria real y efectiva para acudir solícito á
remeaiarla en lo posible.
Así que el nombre respetable que hoy va al frente de nuestro número no puede menos de producir
muchos gratos y dulces sentimientos, y en las clases á cuyo alivio tanto contribuyó, los más elevados que nacen de altares sacrosantos (jue la gratitud erigiera en corazones nobles.
Nació U. Romualdo Céspedes en i)lebeya cuna,
hijo de modestps labradores, en un humilde pueblo
de la provincia de Burgos llamado Nocecno, cursando el año de i8og, y durante los años primeros de
SU vida aquéllos supieron, por medio del más dul-
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ce de los sistemas, por el sacrosanto amor paternal,
inculcar en su alma tierna los más dulces sentimientos de amor al trabajo y al desvalido, sembrando aquel campo virgen de santas y nobles doctrinas que con tal lozanía en él brotaron, que su paso
por este mundo no fué otra cosa que una continua
manifestación de cuanto es capaz un corazón sublime y magnánimo en el que se hallan grabadas,
con caracteres indelebles, las máximas más sanas y
admirables que envolverse pueden compendiadas
en el precepto divino que dice: «...y al prójimo
como á ti mismo».
Porque Céspedes, que al hacer los primeros estudios en Espinosa de los Monteros dio muestras
elocuentes de penetración sublime y preclara inteligencia, fué acogido, envista de tan esenciales dotes, apenas contaba la edad de quince años, bajo
la poderosa protección de su señor tío I). Valentín,
que le trajo á Madrid para dedicarle á la honrosa
profesión del comercio á que él se dedicaba con
justa fama de inteligencia y honradez; y al retirarse éste de la vida activa de los negocios, animado
del deseo de disfrutar reposadamente del producto
de una labor constante de largos años, dejó á nuestro biografiado al frente de sus vastos negocios, y
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