SINGULARIDADES A TIEMPO FINITO PARA LOS FLUIDOS EN TRES DIMENSIONES Historia de una conjetura Comunicación efectuada por la Dra. Denisse Sciamarella en la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires en la sesión privada extraordinaria del 2 de noviembre de 2007 ‘‘Ya se gana mucho cuando se logra reducir una multitud de investigaciones a la fórmula de un solo problema’’1. I. Kant, Crítica de la Razón Pura Resumen Este artículo se propone revisar brevemente la historia de un problema que nace con la formulación de las ecuaciones diferenciales a derivadas parciales para los fluidos incompresibles en el siglo XVIII, y que no ha abandonado el terreno de la conjetura, pese a las numerosas tentativas de solución que se han realizado en el último siglo. Se ignora pues si las soluciones de las ecuaciones de Euler (en el caso invíscido) o de Navier-Stokes, partiendo de condiciones iniciales regulares en tres dimensiones, se mantienen regulares para todo tiempo, o bien si la vorticidad diverge a un tiempo finito. Esta cuestión vuelve inciertas todas las teorías de turbulencia en tres dimensiones. Anotaremos aquí algunos comentarios sobre la historia del problema, particularmente para el caso de las ecuaciones sin viscosidad, y describiremos una serie de propiedades de estas ecuaciones que permiten conjeturar qué características debería tener una solución singular de las ecuaciones de Euler que respetase las restricciones matemáticas y físicas de conservación de la energía y de la circulación. Abstract This article revisits briefly the history of a problem that is born in the eighteenth century with the formulation of the partial differential equations for incompressible fluids. In spite of the numerous attempts to solve the problem, the existence of singular solutions in three dimensions either for the Euler equations (in the inviscid case) or for the Navier-Stokes equations, remains conjectural. This question leaves in a quite uncertain state all theories of three-dimensional turbulence. We shall comment on some particular issues of the problem for the inviscid case, and we shall describe a series of properties fashioning an eventual singular solution of the 3D Euler equations in a scenario which respects the mathematical and physical restrictions dictated by conservation of energy and circulation. 1. Introducción La existencia de soluciones singulares con energía inicial finita para las ecuaciones de los fluidos perfectos e incompresibles en tres di1 Man gewinnt dadurch schon sehr viel, wenn man eine Menge von Untersuchungen unter die Formel einer einzigen Aufgabe bringen kann. 395 mensiones es un problema abierto. Sin embargo, ya a fines de los años 20, el problema de existencia y regularidad de las ecuaciones de Euler era de gran actualidad2. Jean Leray fue el primero en realizar un estudio profundo y sistemático de la cuestión, tanto para el caso de Euler como para el de Navier-Stokes. En sus trabajos de 1933 y 1934 introdujo conceptos que serían esenciales para el desarrollo posterior de esta historia, como las soluciones autosemejantes y las soluciones débiles (que Leray llamaba ‘turbulentas’). En particular, Jean Leray3 señaló la posibilidad de un colapso a tiempo finito t* de las ecuaciones, que fuese de tipo autosemejante, con todas las escalas espaciales decreciendo como (t*-t)1/2 y la velocidad en la vecindad del punto singular creciendo como (t*-t)-1/2. Esta propiedad de autosemejanza permite una reescritura de las ecuaciones tal que si éstas tienen una solución regular no nula, dicha solución corresponde a una solución singular de las ecuaciones originales. La busca de soluciones de tipo autosemejante de las ecuaciones para los fluidos es una suerte de categoría específica dentro del concierto de los intentos por construir soluciones singulares. En términos generales, podrían distinguirse tres líneas de investigación que corresponden a su vez a tres perspectivas distintas del problema. Una primera perspectiva, estrictamente matemática4, se 2 L. Lichtenstein, Über einige Existenzätze der Hydrodynamik homogener, unzusammendrückbarer, reibungsloser Flüssigkeiten und die Helmholtzschen Wirbelsätze, Math. Z 23, 89–154; 309–316 (1925). 3 J. Leray, Sur le mouvement d’un liquide visqueux emplissant l’espace, C. R. Acad. Sci. Paris 196 (1933) 527. 4 L. Caffarelli recuerda que el problema de la regularidad de las ecuaciones para los fluidos es un problema de autoconsistencia (y no de la capacidad de las ecuaciones para describir la realidad, que se sabe limitada a escalas no muy pequeñas, en la medida en que es una ecuación de la mecánica de medios continuos). Por otra parte, Caffarelli atribuye el origen del eventual problema de autoconsistencia a que las ecuaciones para los fluidos tienen la particularidad de combinar, en una misma expresión, cantidades que son naturalmente dinámicas (como la aceleración), con cantidades que son naturalmente estáticas (como el tensor de tensiones viscosas). A la hora de escribir las ecuaciones puede optarse, o bien por una escritura en coordenadas eulerianas (que privilegian la perspectiva ‘estática’ del punto espacial fijo), o bien por una escritura en coordenadas lagrangianas (que privilegian el seguimiento ‘dinámico’ de la partícula de fluido). La impenetrabilidad de la materia no es transparente en coordenadas eulerianas. La aceleración es una cantidad naturalmente dinámica en el sentido de que admite una escritura sencilla en coordenadas lagrangianas. No obstante, las ecuaciones para los fluidos se escriben usualmente en coordenadas eulerianas, que hacen intervenir la aceleración de un modo no lineal, pero que admiten una escritura sencilla para la acción de la viscosidad (contenida ad hoc en el laplaciano de la velocidad, que representa macroscópicamente la disipación de energía cinética a nivel molecular). De acuerdo con esta visión del problema, la posibilidad de resolución dependería del planteo de una ley de escala euleriana. 396 basa en la demostración de teoremas que podríamos clasificar a su vez en teoremas de existencia y regularidad en formulaciones alternativas (soluciones débiles, regularidad parcial5), teoremas ‘condicionantes’ de la singularidad (que establecen desigualdades que deben verificarse necesariamente para una solución de tipo singular6) y teoremas de no existencia (que eliminan entre los candidatos posibles a solución singular algún tipo de solución en particular7). El resultado de mayor repercusión en esta línea de trabajo para las ecuaciones de Euler es un teorema condicionante de la singularidad conocido como teorema BKM. Fue obtenido por J. T. Beale, T. Kato y A. Majda en 19848. Este teorema demuestra que para una vorticidad inicial perteneciente a un espacio de Sobolev Hm (R3) con m>3/2, la existencia de una singularidad a tiempo finito t* tiene por condición necesaria y suficiente que: (1) Para las ecuaciones de Navier-Stokes, el resultado más citado es otro teorema condicionante conocido como teorema CKN9. L. Caffarelli, R. Kohn y L. Nirenberg demuestran en 1982 que el conjunto de puntos en los que una solución podría ser singular (incluyendo a sus puntos inmediatamente vecinos) tiene necesariamente medida de Hausdorff unidimensional nula (es decir, que dicho conjunto de puntos no puede llenar una curva en el espacio-tiempo). La demostración de este teorema depende enteramente de la acción regularizadora de la viscosidad. Esta condición es altamente restrictiva: no descarta que haya singularidades en el escenario viscoso pero limita fuertemente su estructura espacio-temporal. De aquí que se considere la resolución del problema sin viscosidad como un paso previo a la resolución del problema viscoso10. 5 V. Scheffer, Partial regularity of solutions to the Navier–Stokes equations, Pacific J. Math. 66 (1976), pp. 535–552. 6 J. T. Beale, T. Kato, A. Majda, Remarks on the breakdown of smooth solutions of the 3D Euler equations, Commun. Math. Phys. 94 (1984) 61–66. 7 D. Chae, Comm. Math. Phys. 273 (1) 1-281 (2007). 8 J. T. Beale, T. Kato, A. Majda, Remarks on the breakdown of smooth solutions for the 3-D Euler equations. Commun. Math. Phys. 94 (1984), 61-66. 9 L. Caffarelli, R. Kohn, L. Nirenberg, Partial regularity of suitable weak solutions of the Navier-Stokes equations. Comm. Pure Appl. Math. 35 (1982), 771-831. 10 P. Constantin sostiene que el problema de colapso en Euler tiene mucha mayor relevancia en términos físicos de la que tiene el problema en Navier-Stokes, que es no obstante el más conocido por ser uno de los Clay Millennium Problems. 397 La segunda línea de investigación surge con el perfeccionamiento de los métodos numéricos de simulación que han permitido estudiar la evolución de soluciones a partir de condiciones iniciales elegidas convenientemente y que ha sido ampliamente desarrollada en los años ochenta y noventa, con resultados conspicuos pero no decisivos, dada la inestabilidad numérica propia de las ecuaciones. El teorema BKM facilitó la tarea numérica en el caso invíscido, en tanto que limitó el número de cantidades a monitorear durante las simulaciones: el seguimiento de las derivadas primeras del campo de velocidades basta para detectar la aparición de una singularidad en las simulaciones. J. D. Gibbon presenta una lista actualizada11 de los resultados numéricos (a favor y en contra de la existencia de singularidades a tiempo finito) compilada originalmente por R. Grauer. Algunos de los autores que han trabajado en esta línea son M. E. Brachet, A. Pumir, E. D. Siggia, R. M. Kerr, R. Pelz, R. Grauer, A. J. Chorin. Entre las condiciones iniciales estudiadas pueden mencionarse el vórtice de Taylor-Green, el par de vórtices antiparalelos, los flujos perfectos axisimétricos con circulación no nula o los filamentos de vorticidad en una configuración geométrica con simetría cúbica. La investigación numérica del colapso ha sido enriquecida por la extensión del problema al plano complejo, buscando singularidades reales precedidas por singularidades complejas12. Sin embargo, es difícil establecer cuán cerca de un colapso efectivo han llegado las simulaciones numéricas. Señalaremos por último una tercera vía, menos transitada que las anteriores, que ha privilegiado la física del problema, analizando las restricciones impuestas por los principios de conservación mediante la escritura de leyes de escala13, examinando mecanismos de inestabilidad14, 15 o haciendo intervenir ideas provenientes de las teorías de turbulencia16 desarrolladas, entre otros, por Kolmogorov y Onsager J. D. Gibbon, Junio 2007 (http://www.ma.ic.ac.uk/~jdg/jdg250.pdf) U. Frisch, T. Matsumoto, J. Bec, Singularities of the Euler equation? Not out of the blue, J. Stat. Phys. 113 (761-781) (2004). 13 Y. Pomeau, Singularité dans l’évolution d’un fluide parfait, C. R. Acad. Sci. Paris Ser. II 321 (1995) 407. 14 Y. Pomeau, Remarques sur l’instabilité d’un vortex axial, C. R. Acad. Sci. Paris Ser. II 318 (1994) 865. 15 Es preciso distinguir entre inestabilidad en el marco de un problema consistente y colapso o crecimiento catastrófico en el marco de un problema que no es autoconsistente. La polisemia del término inestabilidad es frecuente en física clásica. Una solución singular puede concebirse como una solución catastróficamente inestable. 16 K. R. Sreenivasan, C. Meneveau, Singularities of the equations of fluid motion, Phys. Rev. A, 38 (6287-6295) (1988). 11 12 398 a partir de los años 40. Las leyes de autosemejanza propuestas por Leray pueden clasificarse dentro de esta tercera rama, al igual que el escenario conjetural que presentaremos en el último parágrafo. 2. Fenomenología de las singularidades En un artículo reciente7, U. Frisch expone una serie de argumentos heurísticos a favor de la existencia de singularidades a tiempo finito. El más intuitivo de ellos es quizás el examen de la ecuación para la vorticidad en fluidos perfectos: (2) La vorticidad es transportada por el fluido pero su magnitud aumenta o disminuye por acción del miembro derecho de la ecuación (2), que controla la amplificación no lineal de la vorticidad. Este término tiene dimensiones de vorticidad al cuadrado y por lo tanto es escalarmente compatible con una vorticidad cuya magnitud W diverge como: (3) En realidad, el operador vorticidad es vectorial y tiene tres autovalores asociados a tres autovectores ortogonales. La amplificación de la vorticidad es posible sólo si está alineada con el autovector correspondiente a un autovalor positivo. En consecuencia, el colapso está condicionado por propiedades no triviales de las ecuaciones, de modo que contar las potencias puede ser engañoso17. Por otra parte, las soluciones eulerianas presentan en muchos casos un comportamiento mucho menos singular del que predice este análisis dimensional, a causa de un fenómeno conocido como remoción de la no linealidad y que consiste en la predominancia de un régimen (rápido) en una sola dirección espacial que reduce la dimensionalidad efectiva del sistema. La reducción de la dimensionalidad del problema es fatal para la subsistencia de una singularidad porque anula la acción del término que introduce el estiramiento de la vorticidad. Algunos autores sostienen que el mayor obstáculo para demostrar 17 Dombre & Pumir, ‘‘Turbulence: a tentative dictionary’’, editado por P. Tabeling et al., 1995. 399 regularidad de las ecuaciones para los fluidos a tres dimensiones es la rudimentaria comprensión que tenemos de la matemática de la remoción de la no linealidad. Dicho esto, buscar una singularidad a tiempo finito equivale, por así decirlo, a comprender las condiciones de posibilidad para la acción de la amplificación no lineal de la vorticidad. Este modo de concebir el problema es constitutivo de la tercera vía de exploración según la clasificación que introdujimos. En cuanto a la geometría de la hipotética singularidad, la mayor parte de los autores asume tácitamente que el eventual colapso sucede en una región localizada en el espacio-tiempo, pese a que no es sencillo encontrar argumentos sólidos a favor de esta hipótesis en la bibliografía. 3. Retrospectiva de los resultados numéricos Según R. Kerr18, el primer candidato que se examinó para determinar si las ecuaciones de Euler o de Navier-Stokes en tres dimensiones (3D) admiten soluciones singulares es el vórtice de Taylor-Green, es decir, se utiliza una geometría periódica en el campo inicial de velocidades: (4) En 1983, Brachet et al. encuentran en este escenario y a partir de un método pseudo-espectral de resolución de las ecuaciones para el caso de Euler, una singularidad compleja que podría conducir a una singularidad real19. No obstante, en 1991, los mismos autores descartan esta posibilidad mediante un control sistemático de la acumulación de la vorticidad. E. D. Siggia es el primero en advertir que cuando dos tubos de vorticidad antiparalela se acercan, el estiramiento de la vorticidad se amplifica. Sin embargo, en esta geometría, la remoción de la no lineaR. M. Kerr, Fluid Dynamics Research 36 (2005) 249-260. M. E. Brachet, M. Meneguzzi, A. Vincent, H. Politano, P. L. Sulem, Phys. Fluids 4, 2845-2854 (1992). 18 19 400 lidad es crítica: los tubos de vorticidad se aplanan rápidamente. En 1993, Kerr estudia perturbaciones del par de vórtices en geometría periódica. La evolución numérica de la vorticidad con métodos pseudo-espectrales parece conducir a una singularidad potencial de las ecuaciones de Euler 3D a partir de una condición inicial particular que fuerza el flujo a conservar su tridimensionalidad en la región singular20. Contemporáneamente comienza a estudiarse un tercer candidato: los flujos axisimétricos con circulación no nula. En esta geometría se encontró una amplificación espectacular de la vorticidad (de 400 veces su valor inicial) lejos del eje de simetría, que se asoció a una singularidad potencial21, hoy descartada. La estructura de las ecuaciones en el caso axisimétrico es comparable, lejos del eje de simetría, a las ecuaciones de Boussinesq 2D para un flujo estratificado, que no admiten singularidad alguna. La analogía se quiebra cerca del eje de simetría, de modo que la posibilidad de un colapso axial en escenario axisimétrico no ha quedado invalidada, tal como se verá más adelante. Años más tarde, R. Pelz propuso el estudio de filamentos de vorticidad en una configuración geométrica con simetría cúbica, anunciando una supuesta singularidad a tiempo finito22 caracterizada por una expansión cónica de los filamentos de vorticidad y acompañada por una evolución del máximo de la vorticidad acorde con las leyes de escala que determinan la relación (3). El intento de Pelz no es el primero ni el único caso en el que se ha verificado esta ley de escala (al menos en un rango acotado, anterior a la singularidad conjetural). También A. Pumir y E. D. Siggia la registraron en sus simulaciones numéricas. En la siguiente sección, mostraremos que esta ley de escala puede asociarse a una propiedad de autosemejanza de las Fig. 1. Máximo de la vorticidad ecuaciones de Euler y de Naviermultiplicado por (t*-t) , tomado del Stokes, que discutió por primera 16 artículo de R. Pelz vez Jean Leray en 1933. 20 21 22 R. M. Kerr. Phys. Fluids A 5, 1725-1746 (1993). R. Grauer, T. C. Sideris, Phys. Rev. Lett. 67:25 (1991). R. Pelz, Phys. Rev. E 55, 1617 - 1626 (1997). 401 4. El legado de Jean Leray En su trabajo de 1933, Jean Leray considera la propiedad de autosemejanza para las soluciones de las ecuaciones de Navier-Stokes 3D. También para las ecuaciones de Euler puede derivarse una ley de autosemejanza, a partir de la conservación de la circulación (nótese que la circulación, invariante en el caso invíscido, tiene las mismas unidades que la viscosidad, invariante en el caso viscoso). De acuerdo con esta propiedad, toda cantidad sigue la siguiente ley de escala: (5) con α y β ajustables según el caso (por ejemplo, si la cantidad es la velocidad, α=1/2 y β=-1/2). No obstante, la conservación de la energía impide un colapso autosemejante en un punto, según lo demuestra Yves Pomeau en un artículo de 199523. El programa de Jean Leray es interesante en la medida en que permite transformar las ecuaciones originales en un nuevo problema numérico que no necesita resolución infinita para extraer conclusiones acerca de la singularidad. Sin embargo, en 1996 se demostró que las ecuaciones de Navier-Stokes no tienen soluciones autosemejantes no triviales24. Recientemente, se probó además la no existencia de singularidades autosemejantes para las ecuaciones de Euler25. Estos resultados descartan la posibilidad de singularidades autosemejantes stricto sensu, pero no descartan la posibilidad de aplicar el programa de Leray con una ley de autosemejanza parcial, como la que propone Yves Pomeau en 199626. En este trabajo Pomeau propone aplicar las leyes de autosemejanza, conservando separadamente una dependencia en el tiempo no afectada por la ley de autosemejanza. Con esta consigna, la velocidad se escribe : (6) 23 24 25 26 Y. Pomeau, C. R. Acad. Sci. Paris Ser. II 321, 407 (1995). Neças, Ruczicka & Sverák , Acta Math. 176, 283 (1996). Chae, Comm. Math. Phys. 273 (1) 1-281 (2007) (Euler 3D). Y. Pomeau, J. Plasma Phys. 56 (1996) 3. 402 Ahora bien, para obtener un sistema de ecuaciones en el que una solución singular del sistema original no lo sea en el sistema transformado, es posible aplicar una transformación independiente tal que la singularidad eventual suceda para tiempo infinito en el sistema transformado: (7) La propiedad de autosemejanza queda así restringida a una autosemejanza puramente espacial. Nótese que el sistema de ecuaciones es autónomo en el tiempo λ y que una solución regular del sistema en λ representa una solución singular del sistema para Euler 3D. La dependencia logarítmica de la transformación temporal, que podría parecer arbitraria, ha sido observada en simulaciones numéricas. 5. Construcción de un escenario conjetural Para construir un escenario conjetural favorable a la irrupción de una singularidad a tiempo finito es preciso considerar las restricciones geométricas que provienen de la conservación de la energía en la zona singular27: (8) Hemos llamado D al número de coordenadas espaciales afectadas por la propiedad de autosemejanza. Según (8), la energía en la región singular permanecerá acotada si Γ=0. Este caso no es una opción de interés puesto que si la circulación se anula, aparece una infinidad de cantidades conservadas que impiden la realización del criterio BKM: (9) 27 Las soluciones singulares con energía infinita carecen de interés. De hecho existen soluciones singulares con energía infinita en el caso de Euler 2D, para el cual se ha demostrado existencia y regularidad global de las soluciones inicialmente regulares. 403 Por otra parte si Γ≠0, D=2 es la única alternativa que permite conservar automáticamente la energía. Tomar D=2 significa realizar una nueva restricción a la ley de autosemejanza, que se aplicaría únicamente a dos coordenadas espaciales para el problema tridimensional. En este caso, puede concebirse un escenario singular con axisimetría, tal que la coordenada axial no esté afectada por la transformación autosemejante. Una transformación de estas características sería compatible con una singularidad que no ocurre en un punto del espacio sino en una línea (es decir, sobre el eje de simetría). La transformación global que resulta entonces de aplicar estas restricciones es la siguiente: (10) A diferencia de (6), la aplicación de este conjunto de transformaciones no da lugar a un sistema autónomo en el tiempo λ. Sin embargo, la pérdida de autonomía se ve compensada por una propiedad de invariancia de las nuevas ecuaciones frente a una transformación discreta tal que: (11) Esta propiedad expresa que una solución del sistema transformado es tal que al cabo de un período de tiempo Λ, se recupera la misma geometría con la coordenada axial dividida por un factor f. Este factor debería ser impar si se piensa en una geometría con rollos de circulación alternada, de modo que se conserve la circulación en el interior de cada celda. Esta propiedad puede verse como un solitón en el espacio de los números de onda. Por otra parte, la vorticidad transformada obedece a la ley de escala que establece el teorema BKM. Un ejemplo de estructura autosemejante de estas características aparece en los bordes de las hojas de algunas plantas como solución de la ecuación de elasticidad28. Argumentos puramente geométricos muestran que estas estructuras obedecen una ley de cascada hacia las escalas más pequeñas impuesta por el crecimiento no lineal de la cantidad de tejido. 28 B. Audoly. PRL 91 (8) 2003. 404 Z En el caso de las ecuaciones de Euler, esta estructura puede entenderse como una suerte de cascada dinámica y determinista de tipo Kolmogoroff-Onsager, tal que los vórtices a gran escala se vuelven vórtices a escalas pequeñas en un sentido bien definido (ver fiΛ gura 2)29. Nótese que puede conjeturarse además que la solución real se curva en un anillo, puesto que es previsible que una solución de estas características no sea sensible a una curvatura finita. En el marco de este escenario conjetural, sugerimos que la solución que debe buscarse es una solución axisimétrica que dependa de las variables espaciales con una longitud típica que se vuelva cada vez más pequeña a medida que el tiempo t se aproxima a la singularidad t*. Dicha contracción en longitud, sin Fig. 2. Estructura embargo, no operará de manera continua y en de la solución con f=3 consecuencia, el proceso de estiramiento de la vorticidad que permitiría alcanzar la singularidad, sería discreto en el tiempo. Las perspectivas del programa que corresponde a este escenario conjetural dependen de la posibilidad efectiva de encontrar este tipo de soluciones mediante métodos numéricos, eventualmente auxiliados por alguna consideración analítica previa. Puede argumentarse que la estructura de la solución que resulta natural en este escenario es compleja en el espacio-tiempo, pero esto no sería en absoluto sorprendente puesto que las ecuaciones de Euler son complejas en sí mismas, como lo señala el propio Euler en su trabajo de 175730. En definitiva, la estructura de la solución conjeturada es tal que la energía acumulada en las grandes escalas se transfiere a las pequeñas escalas en promedio, manteniendo la misma distribución global en el espacio de los números de onda. Tales ideas no difieren esencialmente de lo que se supone que sucede en los fluidos turbulentos reales. Hemos visto, pues, que la cuestión de las singularidades a tiempo finito es un problema abierto que exige el concurso de ideas provenientes de la matemática y de la física para socorrer las dificultades 29 30 Y. Pomeau, D. Sciamarella. Physica D Vol 205/1-4 pp 215-221 (2005). Mémoires de l’académie des sciences de Berlin 11, 1757, pp. 274-315. 405 propias de las simulaciones numéricas en los escenarios de colapso. En la estructura analítica de las ecuaciones para los fluidos en tres dimensiones se cifra, quizás, el último de los grandes problemas de la física clásica. [email protected] 406