Documento descargado de http://www.elsevier.es el 21/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Hipertens riesgo vasc. 2013;30(Supl 1):21-27 Órgano oficial de la Sociedad Española de HipertensiónLiga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial ISSN: 1889-1837 Hipertensión y riesgo vascular Volumen 30, Extraordinario 1, Enero 2013 ¿Qué aporta el olmesartán en el tratamiento de la hipertensión arterial? Coordinador: Gabriel Coll de Tuero Introducción 1 G. Coll de Tuero Antagonistas de los receptores de la angiotensina II en el tratamiento de la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares y las renales. Realidad y futuro 3 A. de la Sierra Olmesartán: evidencia y práctica clínica 11 F.J. Morales-Olivas Olmesartán con diuréticos o con antagonistas del calcio: ¿a qué perfil de paciente hipertenso? 16 J. Segura Aspectos prácticos de la combinación de 3 fármacos antihipertensivos a dosis fijas 21 M. de la Figuera von Wichmann Selección de olmesartán en monoterapia, combinación o triple terapia en función del descenso necesario de la presión arterial 28 M.A. Paz Bermejo Farmacoeconomía de olmesartán en combinaciones a dosis fijas para el tratamiento de la hipertensión arterial 35 A. Sicras-Mainar www.elsevier.es/hipertension www.elsevier.es/hipertension ¿QUÉ APORTA EL OLMESARTÁN EN EL TRATAMIENTO DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL? Aspectos prácticos de la combinación de 3 fármacos antihipertensivos a dosis fijas Mariano de la Figuera von Wichmann Medicina Familiar, Centro de Atención Primaria Sardenya, Barcelona, España PALABRAS CLAVE Hipertensión; Terapia combinada; Cumplimiento; Inercia KEYWORDS Hypertension; Combined therapy; Adherence; Inertia Resumen Recientes estudios realizados en España demuestran un incremento en el grado de control de la hipertensión arterial (HTA) asociado a una mayor utilización de la terapia combinada. La combinación de fármacos antihipertensivos, como señalan todos los ensayos clínicos de morbimortalidad, es una condición fundamental para lograr los objetivos de control tensional y reducir las complicaciones cardiovasculares asociadas a la HTA. Sin embargo, en la práctica clínica todavía queda un largo recorrido hasta alcanzar unos niveles de control aceptables. Dos de las barreras más ampliamente reconocidas son el incumplimiento terapéutico por parte del paciente y la actitud conservadora de algunos médicos (inercia). Las combinaciones de 3 fármacos a dosis fijas pueden ayudar a vencer dichas barreras, entre otras razones, por la simplificación del tratamiento que comporta su uso. Algunos estudios, entre los que destaca el TRINITY, demuestran que una combinación de olmesartán, amlodipino e hidroclorotiazida puede conseguir tasas de control de hasta el 80%. Además, en relación con la tolerabilidad de las combinaciones triples actualmente disponibles en España, tiene la ventaja, al incluir un antagonista de los receptores de la angiotensina II (ARA II) en su composición, de reducir la incidencia de efectos adversos clínicos (edema periférico de los antagonistas del calcio) y metabólicos (hipopotasemia de las tiazidas). Los posibles candidatos a recibir una triple combinación fija son los pacientes no controlados con 2 fármacos o aquellos con cifras de presión arterial en objetivo tratados con 3 fármacos, con una combinación fija de 2 y 1 en asociación libre. © 2012 SEHLELHA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. Practical features of triple-antihypertensive fixed-dose drug combinations Abstract Recent studies performed in Spain show an increase in hypertension (HT) control associated with greater use of combination therapy. As indicated by all clinical trials analyzing morbidity and mortality, antihypertensive combinations are essential to achieve Correo electrónico: [email protected] 1889-1837/$ - see front matter © 2012 SEHLELHA. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 21/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 22 M. de la Figuera von Wichmann blood pressure targets and reduce the cardiovascular complications of HT. However, in clinical practice, blood pressure values are still far from acceptable. Two of the most widely recognized barriers to acceptable control are lack of patient adherence and the conservative attitudes of some physicians (inertia). Triple-drug fixed-dose combinations for the treatment of HT can help to overcome these barriers as, among other reasons, these regimens simplify the treatment. Some studies, notably the TRINITY trial, have shown that the combination of olmesartan, amlopidine and hydrochlorothiazide can achieve blood pressure control rates of 80%. Moreover, by including angiotensin II receptor antagonists, the triple combinations currently available in Spain have the advantage of reducing the incidence of clinical adverse effects (the peripheral edema associated with calcium channel blockers) and metabolic adverse effects (thiazide hypokalemia), thus increasing tolerability. Possible candidates for receiving fixed-dose triple-drug combination therapy are patients poorly controlled with two drugs or those with blood pressure values on target receiving triple therapy, with a fixed combination of two and a free combination of a third. © 2012 SEHLELHA. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved. Introducción Las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las mayores amenazas sanitarias de los países occidentales, entre los que se incluye España. La hipertensión arterial (HTA), la hiperlipidemia y la diabetes mellitus constituyen el trío de factores de riesgo cardiovascular (FRCV) mejor conocidos y con evidencias muy consistentes acerca de la eficacia del tratamiento farmacológico. En relación con la HTA, el objetivo fundamental del tratamiento es la prevención de las complicaciones cardiovasculares (CV) relacionadas con ella. Para conseguirlo es necesario actuar sobre los valores de presión arterial (PA) y sobre el conjunto de FRCV modificables o condiciones clínicas asociadas a la HTA. Desde la publicación de los primeros grandes ensayos clínicos en HTA, hace ya más de 30 años, es evidente que la reducción farmacológica de la PA consigue, a su vez, reducir la morbimortalidad CV. El tratamiento de la HTA es, probablemente, una de las estrategias de prevención CV de la que se dispone de más información científica y también desde hace más tiempo. En el terreno de la práctica clínica, el tratamiento farmacológico de la HTA es un proceso que, de forma simplificada, incluye varios aspectos: la indicación del tratamiento (es decir, cuándo y a quién tratar), la elección del fármaco inicial o una combinación de ellos (con qué tratar) y la estrategia o esquema terapéutico durante el seguimiento (cómo tratar). Dicho esquema debe ser sencillo, tanto para el médico prescriptor como para el paciente. En el primer caso, con fármacos capaces de llevar la PA a los valores objetivo, en un tiempo y con una carga asistencial razonables, con una dosificación simple y que, además, procuren unos beneficios máximos (en términos de reducción de las complicaciones asociadas a la HTA). Por otra parte, los pacientes, en general, quieren tomar el menor número posible de fármacos y que éstos se toleren bien y no alteren su calidad de vida; sabemos que ello es una garantía de un buen cumplimiento terapéutico. Tanto los ensayos clínicos como la realidad asistencial demuestran que alrededor de un tercio de los pacientes hiper- tensos se controlan con un solo fármaco antihipertensivo y que en más del 20% de los casos, especialmente en los sujetos de mayor riesgo CV, es preciso utilizar 3 o más antihipertensivos para lograr los objetivos de control tensional. Por tanto, la terapia combinada es más una necesidad que una alternativa terapéutica. Control de la hipertensión arterial en España y estrategias terapéuticas En España, el control de la HTA en el ámbito de la atención primaria ha experimentado un notable incremento en los últimos años. Los estudios PRESCAP, iniciados en 2002, son un buen ejemplo de ello1. Así, en relación con el grado de control de las cifras tensionales (en general, PA < 140/90 mmHg y PA < 130/80 mmHg en diabéticos, con enfermedad renal crónica o enfermedad CV) los porcentajes en 2002 eran del 36%, en 2006 del 41,4% y en 2010 las cifras alcanzadas fueron del 46,3%, diferencias clínica y estadísticamente significativas. Esta mejoría en el grado de control se ha acompañado de una disminución del uso de la monoterapia antihipertensiva (56% en el PRESCAP 2002 y 36,4% en 2010) paralela a una mayor presencia de la terapia combinada (44% tratados con 2 o más fármacos en el PRESCAP 2002 y 63,6% en 2010), diferencias significativas motivadas, en parte, por una mejora en el cumplimiento de las recomendaciones de las diferentes guías de práctica clínica sobre HTA (GPC-HTA)2. Causas de la dificultad en el control de la hipertensión arterial A pesar de la mejoría observada en el control de la HTA, las tasas de control de la HTA siguen siendo bajas y ello depende de múltiples factores, de los que citaremos los siguientes: 1. La medida de la PA en la consulta tiene una serie de limitaciones que, en parte, se han resuelto con la extensión Documento descargado de http://www.elsevier.es el 21/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Aspectos prácticos de la combinación de 3 fármacos antihipertensivos a dosis fijas del uso de las técnicas de medición ambulatoria. Por otra parte, el estudio MEDIDA demostró que cuando el profesional mide de manera correcta la PA en la consulta incrementa el grado de control de la HTA3. Además, el estudio CAMBO puso de manifiesto que la automedida de la PA por parte del paciente en la consulta reduce la reacción de alerta que produce el médico y, por lo tanto, la prevalencia de HTA de bata blanca4. 2. El cumplimiento terapéutico es, sin duda, uno de los elementos cruciales en el tratamiento de las patologías crónicas como la HTA. Varios estudios han demostrado que el cumplimiento terapéutico se relaciona con una menor mortalidad e incidencia de ictus5,6, una reducción de las hospitalizaciones y, en definitiva, una disminución de los costes sanitarios7. En relación con la HTA, los estudios realizados en España muestran que el incumplimiento terapéutico es muy frecuente. Así, en la revisión de Márquez et al8, sobre un total de 26 estudios publicados en España, la media ponderada de incumplimiento fue del 32,78%. En la reciente publicación de Espinosa et al9, que incluye los estudios realizados tanto en España como a nivel internacional, la media ponderada de incumplimiento fue del 37,60%. Un estudio reciente demuestra que, incluso en pacientes hipertensos de alto riesgo, el incumplimiento terapéutico es muy frecuente, en torno al 25%10. 3. La inercia clínica fue definida hace más de 10 años como los fallos del médico en determinadas decisiones, como iniciar o modificar un tratamiento cuando está indicado11, y es una de las causas del control insuficiente de patologías crónicas como la HTA12. Algunos autores consideran que los cambios terapéuticos que se producen ante la falta de control de los diferentes factores de riesgo es una medida indirecta de la calidad asistencial13. En relación con la HTA, varios estudios realizados en España muestran que, ante la falta de control de las cifras tensionales, un elevado porcentaje de los médicos no modifica el tratamiento antihipertensivo, lo que induce a pensar que la inercia terapéutica es un problema de especial relevancia14-17. Entre las causas de la inercia terapéutica estudiadas en nuestro país destaca la infraestimación del riesgo CV por parte de los médicos14 o la percepción de que los objetivos terapéuticos han sido “casi alcanzados”18. Sin embargo, esta definición de inercia introduce un elemento de culpabilidad en la actitud del médico, con el riesgo de entrar en el terreno de la mala praxis. Por ello, otra definición, probablemente más cercana a la realidad, es la posición conservadora de algunos médicos cuando se enfrentan a determinadas situaciones clínicas, actitud que, incluso, puede estar plenamente justificada18-20. Terapia combinada en el control de la hipertensión arterial En 1990, la revisión de 14 ensayos clínicos aleatorizados en los que diversas medicaciones, solas o en combinación, fueron comparadas con placebo, demostró que un descenso modesto de la PA de 5-6 mmHg para la PA diastólica y de 10-12 mmHg para la PA sistólica se asociaba a una reducción 23 Tabla 1 Ventajas generales de la terapia combinada en hipertensión arterial (HTA) Acción farmacológica sobre varios mecanismos responsables de la HTA Interacción farmacológica con efectos aditivos o sinérgicos (potenciación) Mayor reducción de la presión arterial Mayor probabilidad de alcanzar los objetivos de control de la HTA Mayor rapidez en el control de la HTA Reducción de efectos adversos Por acciones complementarias Si se utilizan dosis más bajas de cada fármaco Mayor probabilidad de protección orgánica del riesgo de ictus del 38% y de infarto de miocardio del 14%21. Estos resultados se obtuvieron con una elevada proporción de pacientes tratados con combinaciones de fármacos, por lo que el beneficio del tratamiento no podía atribuirse a una determinada clase terapéutica. Diversos metaanálisis han llegado a la conclusión general de que la mayoría de los objetivos demostrados en los ensayos clínicos se deben a la reducción per se de la PA, aunque sitúan los bloqueadores de los canales del calcio y los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA II), especialmente los primeros, como 2 grupos terapéuticos especialmente eficaces en la prevención del ictus, y los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA) y ARA II en la prevención de la insuficiencia cardíaca22-24. En relación con los bloqueadores beta, las GPC-HTA del National Institute for Clinical Excelence del Reino Unido (NICE) publicadas en 2011, sitúan los bloqueadores beta como fármacos de combinación en un cuarto escalón25. La combinación de fármacos antihipertensivos tiene, en general, una serie de ventajas clínicas que se resumen en la tabla 1. En el año 2003 varios autores británicos publicaron una serie de artículos, entre ellos un metaanálisis sobre la eficacia antihipertensiva de las combinaciones farmacológicas y su potencial en la reducción de la incidencia de ictus y enfermedad coronaria26. Combinaciones fijas en el tratamiento de la hipertensión arterial La propuesta de iniciar el tratamiento con combinaciones de 2 fármacos a dosis bajas, tal como proponen algunas GPC-HTA, también ha sido motivo de ensayos clínicos para evaluar la eficacia antihipertensiva. En este sentido, tanto en el 7.º Informe del Joint National Committee de Estados Unidos27 como en las guías europeas de HTA del año 2007 y actualizadas en 20092, se proponía que, en situaciones concretas, podría iniciarse el tratamiento con combinaciones de fármacos y seguir con dicha estrategia en el caso de un control inadecuado de la PA. Algunas de las ventajas de las combinaciones fijas se muestran en la tabla 2. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 21/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 24 M. de la Figuera von Wichmann Tabla 2 Ventajas de las combinaciones fijas en hipertensión arterial (HTA) Simplificación del tratamiento Mejoría del cumplimiento Disminución de la inercia terapéutica Menor precio que cada uno de sus componentes por separado Ventajas de las combinaciones fijas Los 3 objetivos fundamentales de la utilización de las combinaciones fijas de fármacos antihipertensivos son: a) aumentar la probabilidad de control de las cifras de PA mediante la combinación de fármacos con diferentes mecanismos de acción antihipertensiva (efectos aditivos o sinérgicos); b) minimizar los efectos adversos dependientes de la dosis y, por tanto, la tolerabilidad; c) simplificar el tratamiento y facilitar un mejor cumplimiento, y d) disminuir la inercia terapéutica. Los 2 primeros son compartidos por las combinaciones libres o fijas y el 3.º y 4.º son más específicos de las combinaciones fijas28-31. Si bien las estrategias para mejorar el cumplimiento deben tener un enfoque multifactorial32, la simplificación del tratamiento es fundamental para mejorar la adherencia al tratamiento, tal como han puesto de manifiesto varios estudios y una revisión de la Cochrane33,34. En este sentido, las ventajas de las combinaciones fijas han sido objeto de varios metaanálisis que demuestran que esta estrategia puede incrementar hasta en un 25% el grado de cumplimiento en comparación con las combinaciones libres35,36, así como una mayor persistencia del tratamiento37. Si bien es cierto que ni las combinaciones libres ni las fijas han sido comparadas con la monoterapia en relación con su posible superioridad en la prevención CV, la necesidad de combinar fármacos para alcanzar los objetivos de control, su mayor eficacia antihipertensiva y su mejor tolerabilidad obligan a considerar seriamente esta estrategia. Requisitos de una combinación fija La aprobación para uso clínico de una combinación fija de 2 fármacos antihipertensivos debe cumplir unos criterios muy estrictos. Según criterios de la EMEA (European Medicines Agency), una combinación fija, como terapia de primera línea, debe contener 2 fármacos antihipertensivos en dosis subterapéuticas (dosis menores que las más bajas aprobadas individualmente para el tratamiento de la HTA en monoterapia)38. Además debe cumplirse una serie de criterios: 1. La combinación debe tener un efecto antihipertensivo superior que la suma de cada uno de los productos por separado. Además debe quedar claramente establecida la dosificación de cada uno de los productos que componen la combinación. Para ello deben diseñarse modelos factoriales complejos y costosos, en los cuales los pacientes son asignados a diferentes dosificaciones. 2. La combinación debe ser, como mínimo, tan segura como cada uno de sus componentes por separado. 3. El riesgo/beneficio de la combinación debe ser más bajo que cada componente por separado. Inconvenientes de las combinaciones fijas 1. Dificultades en la titulación de dosis. Las combinaciones fijas, especialmente si se trata de cápsulas o comprimidos no ranurados, obligan a doblar la dosis de ambos componentes. Éstas pueden resolverse mediante presentaciones con diferentes dosificaciones de los componentes de la combinación. 2. Riesgo de hipotensión en pacientes especialmente sensibles, como los ancianos. 3. Dificultades en el reconocimiento del fármaco causante de algunos efectos adversos inespecíficos (astenia, inestabilidad, disfunción eréctil). 4. En España, si bien el precio de las combinaciones es menor que la suma de los precios de cada monoterapia por separado, su financiación a cargo del Sistema Nacional de Salud perjudica claramente a los no pensionistas, que deben pagar un porcentaje muy superior que en las monoterapias. Ensayos clínicos con combinaciones fijas de antihipertensivos A continuación se comentan brevemente 2 ensayos clínicos que demuestran la mayor eficacia antihipertensiva de las combinaciones fijas en el tratamiento de la HTA (STRATHE39 y STITCH40) y el único, hasta la actualidad, que analiza la eficacia de combinaciones fijas sobre la morbimortalidad CV (ACCOMPLISH41). — El ensayo STRATHE, en el que incluyeron más de 500 pacientes hipertensos, comparó la eficacia de una combinación fija de dosis bajas del IECA perindopril (2 mg) + el diurético indapamida (0,625 mg) con 2 estrategias de monoterapia: incremento de dosis y escalonamiento posterior o la monoterapia secuencial. A los 9 meses el porcentaje de pacientes que habían alcanzado los objetivos terapéuticos fue significativamente superior en el grupo de la combinación fija (62%) en comparación con la monoterapia secuencial (49%; p = 0,02) y el tratamiento escalonado (47%; p = 0,005). — El estudio STITCH (Simplified Treatment Intervention to Control Hypertension) es un ensayo clínico aleatorizado en el que 96 médicos de familia canadienses (agrupados en cluster) fueron asignados a seguir un algoritmo simplificado de tratamiento (grupo de intervención) o las recomendaciones de las guías del programa canadiense de HTA. Dicho algoritmo consistía en: a) inicio del tratamiento antihipertensivo con una combinación fija a dosis bajas de un IECA y un diurético, o de un ARA II y un diurético; b) titulación de la combinación hasta sus dosis máximas; c) adición de un antagonista del calcio, y d) adición de un fármaco de segunda línea, como un bloqueador alfa, un bloqueador beta o espironolactona. Se incluyeron más de 2.000 pacientes no tratados o parcialmente tratados, con cifras de PA no controladas. En el grupo de Documento descargado de http://www.elsevier.es el 21/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Aspectos prácticos de la combinación de 3 fármacos antihipertensivos a dosis fijas intervención, el porcentaje de pacientes que alcanzó las cifras objetivo fue significativamente superior (el 64,7 frente al 52,7%; p = 0,026). En un modelo de análisis multivariante, tras los ajustes oportunos, se observó que la asignación al grupo de intervención aumentó la probabilidad de alcanzar los objetivos de control tensional en un 20% (p = 0,03). — El ACCOMPLISH (Avoiding Cardiovascular Events through Combination Therapy in Patients Living with Systolic Hypertension) es un estudio aleatorizado doble ciego en el que 11.506 pacientes hipertensos de riesgo alto (diabéticos 60%, cardiopatía isquémica 30-40%, enfermedad renal crónica 18%, ictus 13%), media de edad 68 años, 60% varones y media de PA 145/80 mmHg, fueron aleatorizados a un tratamiento con benazepril (20-40 mg) + amlodipino (5-10 mg) o benazepril (20-40 mg) + hidroclorotiazida (HCTZ) (12,5-25 mg). Los objetivos de PA eran < 140/90 mmHg o < 130/80 mmHg en casos de diabetes o enfermedad renal. El objetivo primario fue una variable compuesta por muerte de origen CV, IAM no mortal, ictus no mortal, resucitación tras parada cardíaca y revascularización coronaria. El estudio fue detenido tras 36 meses de seguimiento por haberse obtenido ya el número de episodios CV necesarios. La PA final obtenida fue de 131,6/73,3 mmHg con benazepril + amlodipino y de 132,5/74,5 mmHg con benazepril + HCTZ, sin diferencias significativas entre ambos grupos en relación con la PA medida en consulta o con MAPA42. En relación con la variable primaria hubo 552 episodios (9,6%) con benazepril + amlodipino y 679 (11,8%) con benazepril + HCTZ. Esto supone una reducción en el riego relativo (RR) del 19,6% (RR: 0,80; intervalo de confianza [IC] del 95%, 0,72-0,90; p < 0,001). Entre los objetivos secundarios, los episodios CV no mortales tuvieron una reducción del RR de 0,83 (IC del 95%, 0,73-0,93; p = 0,02). Publicaciones posteriores han demostrado los beneficios renales de la combinación benazepril + amlodipino en comparación con benazepril + HCTZ43 y también en el subgrupo de pacientes con diabetes44. Combinaciones fijas de 3 antihipertensivos en hipertensión arterial Hace más de 20 años ya existían en nuestro país combinaciones fijas de 3 antihipertensivos, en concreto diuréticos + bloqueadores beta + vasodilatadores o derivados de la rauwolfia. Sin embargo, la aparición de los antagonistas del calcio, los IECA y los ARA II supuso una revolución en la terapia antihipertensiva reflejada en las GPC-HTA y en los estudios sobre prescripción en la que dichos fármacos, en monoterapia o en combinación libre, fueron desplazando a las combinaciones fijas “clásicas”. Con posterioridad se han comercializado combinaciones fijas de IECA con HCTZ, ARA II con HCTZ, IECA con antagonistas del calcio y ARA II con antagonistas del calcio. En el momento actual, las combinaciones de 3 antihipertensivos a dosis fijas están representadas por la asociación, en el mismo comprimido, de olmesartán, amlodipino y HCTZ, y valsartán, amlodipino y HCTZ. La eficacia antihipertensiva de la combinación de olmesartán/amlodipino/HCTZ ha sido extensamente estudiada en 25 diferentes ensayos, en algunos con la combinación fija del ARA/amlodipino y la HCTZ por separado (estudio COACH45 y otros46,47) y en otros ensayos, como el TRINITY, con la triple combinación fija48. En el ensayo doble ciego TRINITY se incluyeron unos 2.500 pacientes con HTA moderada-severa. El 70% de los pacientes asignados a la combinación triple alcanzó los objetivos terapéuticos y sólo un 3% abandonó el tratamiento debido a efectos adversos relacionados con la medicación. Los subestudios realizados en pacientes diabéticos49, en los sometidos a monitorización ambulatoria de PA50 y en pacientes de raza negra51 también han demostrado la utilidad de la triple combinación. Además, una extensión en abierto del ensayo corrobora la eficacia de la triple combinación, en el que casi el 80% alcanzó los objetivos terapéuticos52. En general, los argumentos que sostienen el uso de combinaciones fijas de 3 antihipertensivos son, en síntesis, los mismos que los de la terapia combinada con dosis fijas de 2 antihipertensivos (tabla 2) y, aunque podría parecer una vuelta al pasado53, las combinaciones triples actuales, a diferencia de las citadas anteriormente y ya obsoletas, tienen la ventaja, al incluir un ARA II en su composición, de reducir la incidencia de efectos adversos clínicos (edema periférico de los antagonistas del calcio) y metabólicos (hipopotasemia de las tiazidas). Además, diversos estudios han demostrado la eficacia de dichas combinaciones en la mejora del control de la HTA asociada, sin duda, a un mejor cumplimiento, persistencia del tratamiento y aceptación por los pacientes54,55. Por otra parte, algunos autores han sugerido que las combinaciones triples pueden ayudar a diagnosticar las formas de HTA refractaria56. Combinaciones fijas de 3 fármacos en la práctica clínica Si bien las GPC-HTA no especifican el modo de implementar una combinación triple en la práctica clínica, de los ensayos citados45-48 se desprende que la situación más habitual es la del paciente que no alcanza un control adecuado de la PA con una combinación de 2 fármacos (libre o fija) y se sustituye todo el tratamiento por la triple combinación fija. Además, los pacientes tratados y bien controlados con 3 fármacos, en combinación fija 2 de ellos y el tercero en asociación libre o bien todos en asociación libre, pueden recibir la triple combinación fija. Conflicto de intereses El autor declara no tener ningún conflicto de intereses. Bibliografía 1. Llisterri JL, Rodríguez-Roca GC, Escobar C, Alonso-Moreno FJ, Prieto MA, Barrios V, et al; on behalf of the Working Group of Arterial Hypertension of the Spanish Society of Primary Care Physicians (Group HTASEMERGEN); and the PRESCAP 2010 investigators. 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