Madame Bovary levanta la cabeza

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una escalera, una regadera, un
O.J.D.: 107563
macarrón… dejan fluir las melodías
que escondenE.G.M.:
de la mano 655000
de Guillem
Aguilar, Marc Vila y Xavi Lozano.
Círculo de Bellas
Artes. Alcalá,
Tarifa:
4743 42.
€
A las 21.30. 12 euros.
Concierto de Enrique Bunbury en
La Riviera, el primero de cuatro.
verso barroco con un programa compuesto por obras de Telemann, Bach,
Haendel y Vivaldi.
Auditorio Nacional de Música. Príncipe de Vergara, 16. A las 19.30. 4 y
6 euros.
Exposición
nord que recoge 56 retratos en color
Fecha:
01/02/2012
Recortables: sueños de papel
realizadas para distintas series entre
La historia de los recortables vistaSección:
a 2003 y 2010.
Estarán presentes el
MADRID
través de 100 ejemplares originales propio Gonnord y Alberto Anaut.
fabricados en España desde 1880 hasLibrería La
Páginas:
8 Fábrica. Verónica, 13. A
ta 1960. La muestra se divide en cua- las 19.30. Entrada libre.
Madame Bovary
levanta la cabeza
La protagonista de la gran novela de
Flaubert cobra vida y actualidad con
Ana Torrent en la obra de Magüi Mira
PATRICIA ORTEGA DOLZ
Madrid
“Emma se sintió satisfecha de haber llegado al primer intento a
ese raro ideal de las existencias
pálidas, adonde jamás llegan los
corazones mediocres”. Es una de
las grandes frases de Madame Bovary que recoge la emoción esencial de la novela: toda una vida
fracasando en la huida de una
existencia mediocre.
El texto que Flaubert publicó
(no sin grandes problemas) a mediados del siglo XIX —primero
por entregas en La Revue de Paris y luego en forma de libro— es
algo así como la madre o la abuela de todas las novelas, un referente de la narrativa moderna,
un texto en el que el escritor francés consiguió exponer algunos
grandes males con forma de moralismos, hipocresías y falacias vitales que regían y encorsetaban
la vida de los burgueses franceses de mediados del XIX. En ese
ambiente le tocó vivir a Emma,
ahora representada en escena
por Ana Torrent (Tesis, Yoyes).
La versión creada por Emilio
Hernández y dirigida por Magüi
Mira se estrena mañana en el teatro Bellas Artes y permanecerá
en cartel hasta el 25 de marzo.
Casi un mes y medio para ver
físicamente a la Madame Bovary
que Torrent explota con las ansias de 11 años sin hacer teatro, y
a la que lleva de la desesperación
a la carcajada, de la angustia a la
pasión, de la dulzura a la perversión, en cuestión de segundos. “A
veces, con la iluminación de José
Manuel Guerra y la música de
David San José, cruzo el escenario y pasan dos años y Emma ya
es otra”, cuenta Torrent. “La
obra está estructurada en 10
grandes momentos que permiten atravesar la vida de Emma
Bovary y vivir todas sus contradicciones”, asegura la actriz, que
confiesa estar disfrutando al
máximo con esta obra que leyó
siendo casi una adolescente.
Junto a ella, los hombres de
su vida: Juan Fernández (Conde
de Lizana en Águila Roja) como
Carlos Bovary, Armando del Río
(policía en Sin tetas no hay paraí-
La actriz Ana Torrent, en un momento de la Madame Bovary de Magüi Mira y Emilio Hernández.
“Aún hay mujeres
que creen que el
matrimonio les va
a solucionar la vida”
so) dando vida a Rodolfo y Fernando Ramallo (El corazón del
guerrero) encarnando a León.
“Esta novela me ha rondado
toda mi vida por mesillas de no-
che y estanterías”, confiesa Mira.
“Es la historia de una mujer que
luchó con pasión por cambiar el
mundo que le tocó vivir, en el
que la mujer no tenía derecho al
conocimiento, a gozar del sexo
sin penalizaciones morales a
cuestionar el matrimonio...”, comenta la directora. Y añade: “Entonces fue un escándalo, pero lo
más escandaloso es que hoy todavía hay muchas mujeres que
creen que el matrimonio les va a
solucionar la vida, se sigue juz-
POP Dani Martín
Peter Pan a los treintaytantos
FERNANDO NEIRA
No cabe duda. Dani Martín conserva el favor de una chavalería
enfervorizada, esos jovenzuelos
que anoche abarrotaban el Teatro Coliseum (y hoy repetirán)
aprovechando que todavía no es
temporada alta de exámenes en
el insti. El tierno malote de ojos
azules constituye una debilidad
para féminas de 5 a 55 años, pero también goza de admiradores
masculinos: mientras las voces
agudas repiten “¡guapo, guapo!”,
un más explícito “¡qué duende
tienes, cabrón!” salió de una garganta muy hombruna. Hay gente para todo, sí, y Dani seduce a
mucha.
Catorce meses después de la
presentación de Pequeño, su debut en solitario, el de Alalpardo
continúa sacando provecho a
esas primeras canciones tras El
Canto del Loco. Ha renovado el
espectáculo y ya no lo abre emulando en bicicleta al niño de E.T.
Ahora se presenta a pecho descubierto con Mi lamento y El cielo
de los perros, interpretadas con
buena voz y la sola compañía de
su pianista de cabecera, Iñaki
Gil. Las dos aluden a la pérdida
temprana de su hermana y, sin
ser grandes canciones, están
concebidas desde una descarnada sinceridad. Más allá de su
acento cheli, la pose orgullosa y
los excesos en Twitter, Martín
se sabe un tipo sensible y vulnerable; conocedor de que la vida,
en ocasiones, es una cabronada.
La transición del guaperas
preocupado por las zapatillas al
treintañero que ahonda en sus
fragilidades (“cómo duele no
gustarse ni en sueños”, advierte
en La línea) se produjo seguramente con Peter Pan, canción
confesional sobre un personaje
que todos (algunos más) llevamos dentro. Martín es populista
en sus dedicatorias —a sus padres, al sobrino más guapo, a los
músicos españoles, al Atleti, a
“los que miran de frente”— pero
tras el caparazón de personaje
avasallador se esconde el chico
que llora, frecuenta el psicólogo
y asume a regañadientes que en
breve le caerán 35 primaveras.
Ahora solo falta que su madurez personal vaya más pareja a
la artística. A veces se intuyen
Solo falta que la
madurez personal
vaya más pareja
a la artística
destellos alentadores, como el
ramalazo pop-soul de Tres encantos, pero lo de “16 añitos, fiera”
no parece el mejor pasaporte de
entrada a la edad adulta. Tam-
gando su vida sexual de distinta
manera a la de los hombres y, en
algunos países, el acceso al conocimiento sigue siendo limitado,
por eso he querido hacerla real,
de carne y hueso”, explica. A mediados del siglo XIX, Flaubert fue
perseguido por “atentar contra
la moralidad”. Veremos qué pasa
en el siglo XXI cuando Madame
Bovary levanta la cabeza.
Madame Bovary. Teatro Bellas Artes. Del 2 de febrero al 25 de marzo.
bién resultan dudosas las interpretaciones de Mi ritmo cardiaco
un tema inédito —comprensiblemente— y, sobre todo, de Aunque tú no lo sepas (Quique González) y Aquellas pequeñas cosas
(Joan Manuel Serrat). Dani acelera ambos originales, los despoja de toda hondura y, en el caso
del catalán, tiende a vociferarlo.
A todos nos gusta aferrarnos
a la juventud, así que pipiolos,
talludos y peterpanes saltaron
con alborozo, corearon Lo que
nace se apaga o Nada volverá a
ser como antes (canciones alegres con trasfondo amargo), apuraron las prestaciones de sus móviles y atormentaron a los acomodadores, afanados sin éxito en
que los pasillos permanecieran
expeditos. Dani terminó arrojando sus zapas al público, aunque
ya no sean Converse. Y esta noche, a seguir encarnando al chavalote sensible de treintaytantos.
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