Taller para prevención y/o intervención en los trastornos de alimentació n en jóvenes Para este taller se invitó a profesionales en el tema, esta vez nos acompañaron la nutricionista y la terapeuta del centro CAITANYA, expertos en la materia. Ellas abordaron el tema poniendo énfasis en la importancia que lleva a una aceptación corporal, emocional y espiritual. Explicaron que los trastornos de la conducta alimentaria se conocen con el nombre de anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, voracidad alimentaria y tratarnos de la alimentación no especificado TANE. El funcionamiento de estos trastornos es multifactorial por lo cual se necesita un equipo multidisciplinario. La anorexia nerviosa se define como la privación de ingesta alimentaria, temor constante a subir de peso, insatisfacción y distorsión del auto imagen corporal. Es frecuentemente caracterizada por la pérdida significativa de peso. La bulimia nerviosa se caracteriza por la presencia de atracones que conducen a conductas compensatorias, como vómito auto inducido, consumo de laxantes, diuréticos, pastillas adelgazantes y/o ejercicio exhaustivo. La voracidad alimentaria se presenta como consecuencia a ciertos estados de ánimo que consisten en una ingesta de alimentos excesiva y/o desordenada a lo largo del día. Estos trastornos producen cuadros clínicos de salud emocional muy negativos. El Estrés, es la relación entre el individuo y el medio ambiente, que es evaluado por éste como amenazante o desbordante de sus recursos que pone en peligro su bienestar y van junto a la Depresión, que es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por tristeza profunda que genera cambios en los pensamientos y conductas de quien lo padece; y, a la Ansiedad, que es un intenso malestar mental sobre el sentimiento que tiene el sujeto de no ser capaz de controlar los sucesos futuros, miedo, fobia, angustia, tensión, preocupación. Los especialistas de este centro proponen seguir el principio de la terapia cognitiva conductual, que se basa en teorías del aprendizaje, que tiene como propósito ayudar al joven as sustituir aquellos pensamientos irracionales por pensamientos y emociones más adecuados y coherentes. Recomendaron dar a la alimentación la importancia que tiene en la vida de todos, y no poner en riesgo la salud por una estética. Dieron énfasis que el tener un adecuado peso está directamente relacionado al “buen comer” y no a dejar de comer, un/a joven con una alimentación sana, y una vida activa no corre el riesgo de enfermarse, ni de engordar. El mantener pensamientos positivos sobre cada uno y aceptarse con su genética le permitirá sentirse más cómodo aunque no logre el “modelo” comercial. La intervención de los padres es decisiva frente al auto estima corporal.