TENDINITIS CALCIFICADA (calcificante) La tendinitis calcificada es una enfermedad propia del hombro que consiste en la aparición de depósitos de calcio dentro del tendón del manguito rotador (intrasustancia), generalmente dentro del tendón del supraespinoso cercano a su inserción en la tuberosidad mayor. La mal llamada bursitis calcificada en un término incorrecto pues el calcio NO esta intra bursal sino en el interior del tendón. La tendinitis calcificada es una causa relativamente frecuente de dolor intenso en el hombro (10% de la población con patología de hombro). FOTO RX En la tendinitis calcificada se describen tres fases: Una primera fase de precalificación generalmente asintomática, una segunda fase de calcificación subdividida en una fase inicial de formación y una posterior de reabsorción (es en donde más se presenta el dolor) y finalmente una tercera fase de postcalcificacion, en la que la sintomatología desaparece. Estas fases pueden durar entre tres y seis meses cada una. La tendinitis calcificada se considera una enfermedad auto limitada en la que se resuelve el proceso de manera espontánea con tratamiento conservador. El cuadro clínico de la tendinitis calcificada se caracteriza principalmente por la aparición de un dolor súbito, espontaneo y severo en el hombro afectado con limitación para los arcos de movimiento. Algunas veces aparece de manera lenta y progresiva. Generalmente unas radiografías del hombro comprometido en rotación interna y externa hacen el diagnostico mostrando la calcificación que puede ser grande y definida o pequeña y difusa. Cuando no se aprecia nada en las radiografías y se sospecha la enfermedad, una ecografía de hombro o una resonancia nos pueden confirmar el diagnostico, pudiéndonos mostrar además la resonancia algún tipo de lesión asociada. Inicialmente el tratamiento debe ser conservador con terapia física y analgésicos. Si en la sintomatología inicial el dolor es muy severo se puede realizar una infiltración con anestésico y algún tipo de antiinflamatorio tipo corticoide y posteriormente continuar con terapia física. Si después de un tiempo (tres a seis meses), no hay mejoría del dolor, se puede considerar la cirugía artroscopica para la remoción de la calcificación. Solo un 20 % de los pacientes requieren algún tipo de intervención como infiltraciones o resección quirúrgica de la calcificación actualmente por artroscopia, con o sin descompresión subacromial. Por último cabe mencionar que en la actualidad existen otros métodos terapéuticos no invasivos como las ondas de choque las cuales en algunas ocasiones logran ayudar al paciente en el manejo del dolor mientras la enfermedad se auto regula.