Documento descargado de http://www.masdermatologia.com. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. editorial Cuando una dermatosis modifica el curso de la historia. Jean Paul Marat Mariano Casado Jiménez Jefe del Servicio de Dermatología. Hospital Universitario La Paz. Madrid. Profesor titular de la UAM. Rosa María Díaz Díaz Jefa de la Sección de Dermatología. Hospital Infanta Sofía. San Sebastián de los Reyes. Madrid. 2 El síntoma subjetivo más frecuente y molesto que provoca una dermatosis es el prurito. A veces no es una sensación pura, sino que se compone de una mezcla de picor, dolor y escozor en proporciones variables. En ocasiones, el prurito es tan intenso que altera el comportamiento habitual del paciente. Aunque esto lo podemos comprobar a diario en nuestras consultas, sería posible preguntarnos si una dermatosis lo suficientemente pruriginosa, padecida por un personaje influyente, podría modificar el curso de la historia. Y la respuesta es que… sí. Nuestro protagonista es Jean Paul Marat (fig. 1), nacido en Suiza en 1743, que ejerció la medicina en París y en Inglaterra. Dotado de una clara vocación literaria, escribió novelas y numerosos artículos sobre temas médicos, físicos y, sobre todo, políticos. En 1789 fundó un periódico de corte radical, en el que sus publicaciones le retratan como un demagogo intransigente y fanático1. Tras una carrera política rápida, llegó a ser diputado de la Convención Nacional y líder del Partido Jacobino. Persiguió a sus enemigos políticos, los girondinos, y ordenó asesinar a todos los que se le oponían. Alrededor del año 1788 comenzó a sufrir por una dermatosis muy pruriginosa que, desde su inicio en el área Figura 1. Jean Paul Marat. anogenital, se extendió paulatinamente al resto de la superficie cutánea. Dicha enfermedad le imposibilitaba una vida cotidiana normal, proporcionándole, además, un aspecto repugnante. Aliviaba el picor con paños empapados en vinagre y, sobre todo, con baños calientes prolongados. Hasta el extremo de que convirtió la bañera en su despacho. Y dentro del baño fue asesinado, por venganza, por la girondina Charlotte Corday en 17932. Se ha especulado mucho acerca de cuál sería la dermatosis que padecía Marat. Algunos autores han sugerido que sus lesiones serían secundarias a una Más Dermatol. 2010;12:2-3 Documento descargado de http://www.masdermatologia.com. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Casado Jiménez M et al. Cuando una dermatosis modifica el curso de la historia. Jean Paul Marat infección sifilítica. En contra está el hecho de que, habitualmente, las lesiones cutáneas luéticas no son pruriginosas. Otros estudiosos del caso clínico de nuestro personaje ilustre afirman que lo que sufría era consecuencia de una escabiosis o sarna. Esta hipótesis podría ser cierta, ya que la escabiosis es una enfermedad frecuente, más en aquellas circunstancias en las que fallan las medidas higiénicas, como era el caso de Marat y que, según nos enseñaron, es la dermatosis más pruriginosa. Sin embargo, esta creencia ha sido rechazada basándose en el hecho de que, al ser Marat médico, debía ser un conocedor de su diagnóstico y tratamiento, por lo que no se explica que, si lo sabía, no se tratara, aun con los remedios de la época. Otros posibles diagnósticos han sido: dermatitis seborreica extensa, dermatitis atópica y el más reciente, una dermatitis herpetiforme3,4. A favor de esta última posibilidad, está el hecho del polimorfismo de las lesiones, observado por sus contemporáneos, el ser una dermatosis extremadamente pruriginosa y que no mejoraba con los remedios médicos conocidos en ese momento, puesto que no se disponía de sulfona, trata- Más Dermatol. 2010;12:2-3 miento de elección que, de hecho, no se comercializó hasta los años 40 del siglo XX5. En cuanto a la repercusión que tuvo la muerte de Marat, podemos decir que se dieron dos consecuencias inmediatas. Por una parte, se decretó una persecución sangrienta de los girondinos y, por otra, aumentó tanto la popularidad de nuestro personaje entre los sans-coulottes que incluso el busto de Marat presidía actos públicos como si de un «dios» se tratara. ¿Habría sido otro el curso de la historia si Jean Paul Marat no hubiera tenido la piel enferma? ¿Otro ejemplo del efecto mariposa? La respuesta queda en manos del curioso lector. BIBLIOGRAFÍA 1. Lipman Cohen JH, Lipman Cohen E. Doctor Marat and his skin. Med Hist. 1958;2(4):281-6. 2. Dotz W. Jean-Paul Marat. His life, cutaneous disease, death and depiction by Jacques-Louis David. Am J Dermatopathol. 1979;1(3):247-50. 3. Jelinek JE. Jean-Paul Marat. The differential diagnosis of his skin disease. Am J Dermatopathol. 1979;1(3):251-2. 4. Murphy LC. The itches of Jean-Paul Marat. J Am Acad Dermatol. 1989;21(3):565-7. 5. Cerda J. Jean-Paul Marat. Médico, científico y revolucionario. Rev Med Chile. 2010:138:124-7. 3