“No sé por qué, pero siempre he sabido cómo asustar a la gente”

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LATERCERA Domingo 25 de septiembre de 2016
Sociedad
Espectáculos
RR Hopkins como el Doctor Robert Ford en Westworld. FOTO: HBO
Anthony Hopkins
Actor
“No sé por qué, pero
siempre he sabido cómo
asustar a la gente”
R El veterano actor habla con La
Tercera sobre Westworld, su
primer protagónico en
televisión.
Matías de la Maza
Los Angeles, Estados Unidos
Podría dar la sensación que Anthony Hopkins siempre ha estado allí,
entre los nombres más respetados
de Hollywood. Pero la verdad, el
papel con el que recién se transformó en una estrella internacional
llegó cuando el actor británico tenía más de 50 años. El silencio de
los inocentes, estrenada en 1991,
fue su gran introducción a las audiencias norteamericanas, y por
ende, al mundo; antes quizás era
recordado, en el mundo cinéfilo,
por El hombre elefante. Su interpretación del caníbal y asesino
Hannibal Lecter le valió un Oscar
a Mejor Actor y la consolidación de
una carrera que había mantenido
principalmente en las fronteras de
Europa.
Hoy, a sus 78 años, Hopkins sigue
marcando hitos en su carrera. En
la nueva serie que HBO estrenará
el domingo 2 de octubre (ver recuadro) el actor interpreta su primer
protagónico en televisión. “Nunca
R También recuerda El Silencio
de los Inocentes, a 25 años de
la cinta que consolidó su
carrera en Hollywood.
había hecho televisión de esta forma antes, y mi agente me dijo que
quizás sería bueno hacerlo. Me dijo
que HBO estaba haciendo este proyecto y que era un buen momento para estar en televisión”, dice
Hopkins, sentado en el hotel Four
Seasons de Los Angeles. “Mi esposa me sigue intentando convencer
de bajar mi ritmo de trabajo, pero
pienso que para qué, que me deje
morir primero”, agrega riéndose.
La llamada del agente del actor
derivó en éste reuniéndose con Jonathan Nolan -co creador de Westworld- para leer el guión, grabando el primer episodio en 2014. La
historia, basada en la película de
1973 del mismo nombre, sigue un
parque de diversiones futurista que
recrea el lejano oeste, donde sus visitantes pueden entregarse a sus
más oscuros impulsos con los androides que habitan el lugar, que
poco sospechan sus creadores, están empezando a tener más conciencia que la deseada sobre su
existencia. Hopkins interpreta al
Doctor Robert Ford, el misterioso
EL DATO
La gran apuesta
Westworld, co creada por Jonathan
Nolan y su mujer Lisa Joy, es una de
las principales apuestas de HBO para
acercarse al esquivo éxito de Game
of Thrones, a la que sólo le quedan
dos temporadas. Además de
Hopkins, la serie cuenta con actuaciones de Ed Harris, Evan Rachel
Wood y James Marsden.
director creativo de Westworld,
quien observa y estudia el comportamiento de los visitantes del
parque. “Una vez recibí un buen
consejo de actuación de Elia Kazan,
que decía que si uno va a interpretar a un monstruo, que lo haga calmado”, dice sonriendo, y agrega:
“Creo que este papel es algo contrario a lo que la gente espera de mí”.
Hopkins sabe de monstruos. Le
debe la internacionalización de su
carrera a uno. “La primera vez que
vine a Estados Unidos fue en el 73,
pero después regresé a Inglaterra
y me dediqué principalmente a
hacer teatro. Todo estaba bien,
pero llegó un punto en que sentí
que me estaba hundiendo, me dejé
de sentir cómodo. Sentí que estaba allí por algo flojo o quizás rebelde dentro de mí, que me impedía
trabajar bien con otras personas.
Fue entonces que me llamó mi
agente y me contó sobre El silencio de los inocentes. Pensé que era
una historia de niños”, dice sonriendo y continúa: “Leí el guión y
dos días después cené con Jonathan Demme, el director. Le pregunté por qué demonios me había
elegido a mí, y me dice que es porque me vio en El hombre elefante, con John Hurt. No entendí, porque allí interpreté a una buena
persona, entonces me dice: ‘bueno, Hannibal Lecter es básicamente un buen y brillante hombre,
atrapado en una mente sicópata’”.
Luego de esa cena, Hopkins viajó a Nueva York para conocer al
elenco y equipo de la película.
“Después de conocer a Jodie Foster y a los productores, tuvimos la
primera lectura grupal de guión. La
primera escena que leemos es
cuando Jodie se encuentra caminando por el pasillo hacia mi celda. Entonces me toca decir: ‘Buenos días’, y apenas lo hago Demme
dice, ‘Oh, esto va estar bueno’ (se
ríe). Me acuerdo de un productor
exclamar; ‘¡Oh mierda!’. No sé por
qué, pero siempre he sabido cómo
asustar a la gente”, asegura.
Ahora, en este nuevo paso de su
carrera, Hopkins prefiere no pensarlo demasiado. Rechaza la idea
de ser parte de una “nueva era dorada” de la televisión: “¿Lo es? No
sé cómo me siento respecto a eso.
La verdad, nunca analizo más allá
de lo que voy a hacer mañana. ¿Dicen que es la era dorada de la televisión? Probablemente mañana
digan que es otra cosa. Lo disfruto, sí. Pero la gente me sigue diciendo ‘este es el gran momento de
la televisión’, a lo que digo; llá-
menme cuando se haya acabado”.
¿Siente que Westworld despertará preguntas sobre la inteligencia
artificial?
Bueno, en el mundo real no hemos
logrado replicar un humano aún,
¿cierto? No hemos podido crear
sangre, ni siquiera una célula viviente a partir de la nada. Siento
que la tecnología está curando mucho dolor en el mundo. También
hace daño, pero en general podemos coincidir que este es el camino hacia el futuro.
¿No le preocupa un poco a dónde nos puede llevar el progreso
tecnológico?
Todos queremos escapar la mortalidad. Trascender la incertidumbre. Pero eso no existe. En la vida
no hay certeza de nada. No creo
que haya una respuesta para la
condición humana. Somos crueles
y violentos, pero también tenemos la capacidad de hacer un gran
bien. Tenemos compasión. De vez
en cuando aparece un visionario
que nos dice que nos amemos. Es
parte de la belleza de la existencia.
Vida, muerte, destrucción y caos.
No hay certeza de nada y vivo mi
vida de acorde a eso. La gente me
pregunta: ‘¿No te importa nada?’,
y sí, me importa lo suficiente.
‘¿Pero no vives preocupado?’. ¿Por
qué? Mi preocupación no va a cambiar nada. Estos personajes son
gente que, al igual que uno, no saben qué va a pasar en dos minutos
más. No tienen el control de sus
historias”.
Cuando el actor se despide y se levanta para abandonar la habitación, se detiene un momento. Regresa y pregunta: “¿Es verdad que
Walt Disney congeló su cuerpo
para volver en el futuro?”.
Existe el mito que sí, que quiere
que lo revivan cuando exista la
tecnología para aquello...
Hopkins sólo sonríe, de esa misma forma maquiavélica que el
mundo conoció en 1991, y sigue su
camino.b
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