Taller No Sobre la paradójica condición del principio del hombre. Tal ves una de las incertidumbres más transcendentales e importantes en la historia y en la vida humana sea explicar el origen del hombre y su condición de persona en el mundo, ya que surgen diferentes puntos de vista sobre este enigma así como pensamientos teológico, científico o filosófico. Y como tal, qué tan importante es para la existencia del mismo, resulte demasiado compleja de explicar con simples palabras una de las preguntas que día tras día, año tras año, siglo tras siglo ha invadido el pensamiento de las grandes mentes. Por eso es fundamental tener en cuenta que a lo largo de toda la historia de la Humanidad, el hombre siempre se ha preguntado acerca de su esencia, de su misión en la tierra y consecuentemente, han surgido respuestas diversas sobre estos temas. Para introducirnos dentro de este estudio, es importante preguntarnos cómo realmente nos vemos nosotros mismos como sujetos en la esfera global. ¿Si somos simplemente animales racionales o tenemos una esencia que nos hace distintos de los demás seres vivos? Y si es verdad que tenemos otra esencia, ¿a qué se debe nuestro presunto liderazgo en el mundo por sobre el resto de la naturaleza? Se puede decir en primer término que la referencia al alma permitió distinguir al hombre y a los animales del resto de las especies, considerando que los filósofos de la antigüedad consideraban que los animales también tienen alma. En todo este proceso evolutivo se muestra una correlación entre el aumento de la capacidad craneal y una mayor capacidad de fabricar instrumentos cada vez más perfectos. No podemos demostrar directamente que el cerebro contenido en cajas craneales más pequeñas era también más pequeño, sin embargo esta relación parece lógica. El hombre habría desarrollado paralelamente el cerebro, su órgano comprensor del mundo y sus manos, los órganos constructores de estructuras tecnológicas. El problema de la determinación del origen del hombre responde a la tipología general de todo el conocimiento humano. Se expone que las ideas sobre la evolución humana se basan en datos muy poco fidedignos y que lo que -al menos teóricamente- debería ser un sencillo problema como determinar el origen geográfico del hombre, bien sea africano, asiático u otro, está a la espera de más pruebas de las existentes. No obstante el hombre debe utilizar su razón para encontrar explicaciones lógicas. Otro problema es que cuando hay más de una explicación lógica, como máximo sólo una puede ser verdadera y resulta muy difícil, si no imposible, saber cuál es.